Por Monseñor de Segur (1868)
23. EL SEÑOR CURA VA A INCOMODARSE CUANDO SEPA TODO EL MAL QUE HE HECHO
Lejos de ser así, se tendrá, por el contrario, por el hombre más feliz de la parroquia; bendecirá a Dios por la vuelta de una de sus más queridas ovejas, y te amará en adelante tanto más cuanto mayor era el pesar que tu alejamiento le causaba.
¿No has visto la alegría que tienen los pescadores cuando cogen en sus redes algún pez grande?
Pues bien, tú que lo eres, tú que eres ese pez gordo, ve a que te coja el señor cura en sus benéficas redes.
Una vez estés en ellas serás el primero en alegrarte de haberte dejado coger.
Si el señor cura se enojase contra ti, Dios se enojaría contra él; y porque lo sabe, no quiere exponerse a perder su partida y aunque no le conozco, te doy mi palabra de honor de que no se enojará.
Continúa...
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