martes, 30 de abril de 2024

EL AYUNO (2)

Al hombre moderno y emancipado parecerá quizás que no puede darse cosa más ridícula que la ley que nos obliga al ayuno. ¿Para qué esa extravagancia de castigarse uno a sí mismo?

IX

EL AYUNO

El miércoles de ceniza nos introduce en la Cuaresma, tiempo de penitencia. Entre las que la Iglesia nos impone, ocupa el primer lugar el ayuno. Al hombre moderno y emancipado parecerá quizás que no puede darse cosa más ridícula que la ley que nos obliga al ayuno. ¿Para qué esa extravagancia de castigarse uno a sí mismo? ¿Qué placer puede hallar en eso Dios? Examinemos la doctrina de la Iglesia sobre el ayuno, y los motivos por los que debemos ayunar.

1. Al ayunar, imitamos el ejemplo de Jesucristo y de los Santos.- El Cristiano ha de ser un segundo Cristo. La vida de Cristo es su modelo, y el ejemplo de Cristo, su guía. ¿Acaso no fue el Divino Maestro el que tan repetidas veces invitó a sus discípulos a que le imitaran y siguieran su ejemplo? El cristiano no puede hallar para sus acciones modelo más perfecto que el ejemplo de Cristo. ¿Qué hicieron los Santos sino tomar por modelo la vida de Nuestro Señor? Cristo ayunó durante cuarenta días. ¿Qué más motivos necesitamos para ayunar nosotros también? El que ayuna está bien acompañado, pues imita el ejemplo de Cristo y de los Santos del Antiguo y del Nuevo Testamento. La Sagrada Escritura está llena también de ejemplos contrarios: de hombres que no ayunaban; de hombres que vivían lejos de Dios, y tuvieron desgraciado fin.

2. El ayuno es un medio excelente para dar a Dios satisfacción por nuestros pecados.- El pecado es una rebelión contra Dios, que reclama una satisfacción. Yerran aquellos que juzgan que, fuera de arrepentirse del pecado, nada más es necesario hacer. El pecado es un mal gravísimo; el mayor de los males. Si no lo fuera, no se comprende por qué para eliminarlo subió Nuestro Señor al ara de la Cruz. El pecado es un mal que exige una satisfacción. El alma humana siente necesidad de darla, y Dios en todos los tiempos la exigió. Nuestros primeros padres obtuvieron el perdón de su pecado; pero fueron, no obstante, condenados a hacer penitencia durante toda su vida. El rey David alcanzó el perdón; pero su vida fue una condena continua de sufrimientos, que Dios le mandó en penitencia. El Buen Ladrón, aunque fue absuelto por el Salvador, tuvo que sufrir la muerte ignominiosa de cruz.

La penitencia es necesaria; es compañera inseparable del arrepentimiento. El buen cristiano, cuando comprende que ha pecado, se arrepiente, pide perdón y practica penitencias.

3. La tercera ventaja del ayuno consiste en su eficacia para combatir nuestras pasiones.- No hay virtud cuya práctica no exija sacrificio y abnegación. En el ayuno tenemos un medio extraordinario de mortificar la gula, el afecto desordenado a los placeres de la mesa. Quien aprende a moderar y a dominar completamente esta inclinación natural, no tendrá dificultad en vencerse también en otras cosas.

4. La práctica del ayuno constituye un acto de obediencia a los preceptos de la Iglesia.- Un buen hijo obedece las órdenes de los padres. La Iglesia es nuestra Madre, que no mira más que a nuestro bien espiritual. Si queremos ser hijos devotos, debemos aceptar humildemente las órdenes de nuestra Madre y cumplirlas con exactitud. La desobediencia desagrada a Dios, mientras que la sumisión atrae sus bendiciones. Cumplamos fielmente nuestro deber; seamos buenos hijos de la Iglesia, y nuestra recompensa será eterna.


Tomado del libro “Salió el sembrador” del padre Juan B. Lehmann de la Congregación del Verbo Divino, edición 1944.


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DIFERENCIACIONES Y PARTICIPACIÓN EN LA SOCIEDAD (IX)

¿Cuál de los diferentes grupos sociales, teóricamente hablando, tiene mayor derecho a ser preponderante en la organización de la sociedad?

Por el Prof. Plinio Corrêa de Oliveira


Cada sociedad tiene ciertas categorías y profesiones. Incluso en la sociedad más igualitaria, como la rusa, que teóricamente debería ser la más igualitaria por ser comunista, se observan especializaciones en ella. Allí encontramos comerciantes, empresarios industriales, intelectuales y trabajadores manuales. También encontramos a los falsos sacerdotes de la Iglesia Cismática Rusa, que está completamente controlada por el gobierno comunista ruso.

Para tener especializaciones es necesario contar con hombres que ocupen diferentes puestos, tanto superiores como inferiores. Así, en cada nivel encontramos hombres con diferentes funciones que desempeñar. Pretender que todas las profesiones son iguales establece en realidad una ventaja que favorece a las profesiones menores. De hecho, esto es lo que sucede en la dictadura del proletariado ruso, donde sólo los proletarios o los trabajadores manuales tienen derecho a gobernar, y no aquellos que ejercen funciones superiores a los proletarios.

Ahora bien, si esto es cierto en las sociedades igualitarias, lo es más en sociedades como la nuestra, que no son completamente igualitarias y aún tienen cierta jerarquía. Todavía tenemos diferentes clases sociales: la burguesía o clase por encima de los trabajadores manuales, y luego la clase militar, la clase jurídica, la clase intelectual y el clero.

Surgen entonces estas preguntas:
● ¿Cuál de estos diferentes grupos, teóricamente hablando, tiene mayor derecho a ser preponderante en la organización de la sociedad?

● En la Edad Media ¿cómo se hacía esta distribución de funciones en la sociedad?

Cómo resolvió el paganismo la diferenciación de funciones

En la India prevaleció el sistema de castas. Según él, la persona pertenecía a una casta determinada por el solo hecho de haber nacido en ella. No había posibilidad de cambiar de una casta a otra.

Un grupo de personas condenadas a una vida de exclusión en el sistema de castas indio

Los hindúes entendían las castas de forma religiosa. Creían que después de la muerte el alma se encarnaría en otros cuerpos. Si una persona hubiera practicado la virtud, su alma encarnaría en un clase superior; si hubiera sido malo, se encarnaría en una clase inferior. Así, la clase social de una persona ya estaba determinada antes de su nacimiento.

Ahora bien, si la clase social está determinada por una vida anterior, entonces no es posible en esta vida que nadie cambie su lugar en la sociedad. Así, en la India la persona estaba completamente encerrada en la clase social a la que pertenecía, sin posibilidad de subir o bajar. Las clases sociales eran hereditarias y fijadas de forma permanente.

Un sistema similar también prevaleció en el antiguo Egipto. Estaba organizado de tal manera que un tercio del territorio pertenecía a la clase sacerdotal, un tercio a la clase militar y el tercio final al faraón.

Las clases sacerdotal y militar quedaron absolutamente fijadas. Un sacerdote nunca podría ser militar; debía ser siempre sacerdote. Sus hijos también serían sacerdotes para siempre. Lo mismo se aplicaba a un militar: todo hijo de un militar debía seguir la profesión de su padre y nadie de otra clase podía ingresar en ella. Estas eran las dos clases cerradas; debajo de ellos estaba la masa de la población, que eran los plebeyos de Egipto.


Cómo resolvió la Iglesia Católica la diferenciación

En la civilización medieval la Iglesia Católica reconocía tres clases básicas: el clero, la nobleza y el pueblo. Si bien mantuvo las diferencias, cambió fundamentalmente algunos aspectos de ellas.

La primera clase de la sociedad fue el clero. Era una clase completamente abierta a todas las personas que tuvieran vocación de ingresar en ella. La Iglesia nunca exigió que una persona perteneciera a una determinada clase social para convertirse en miembro del clero. Por el contrario, se hizo frecuente ver a personas de las capas más modestas de la sociedad ascender a los puestos más altos de la jerarquía eclesiástica.

Las hazañas heroicas hacían que los soldados ascendieran a la nobleza.

La segunda clase era la nobleza. La nobleza era una clase hereditaria, pero aquí también había diferencias notables en comparación con los sistemas paganos. Una de las diferencias más importantes: un noble podría perder su estatus de clase si llevara a cabo un acto infame. También era digno de mención que un plebeyo podía ascender a la nobleza si realizaba un acto público significativo.

Por lo tanto, la clase noble no era una posición cerrada en la que fuera imposible que alguien entrara o saliera. Tenía cierta flexibilidad que permitía una lenta renovación. Poco a poco se irían eliminando aquellos deficientes o depravados y entrarían personas con sangre nueva por sus virtudes y habilidades. Era una clase que tenía una gran estabilidad, pero era una clase abierta.

La tercera clase estaba constituida por la burguesía y los plebeyos con una multitud de diferenciaciones, tanto entre estas dos capas como dentro de cada nivel de la jerarquía del pueblo.

La cuestión que queremos examinar en esta serie es la siguiente: ¿Hasta qué punto todas estas personas -el clero, la nobleza, los terratenientes, los eruditos, los obreros industriales, los comerciantes, los campesinos y los trabajadores manuales- debían participar efectivamente en la dirección del Estado, y lo hicieron?


Participación en el poder público basada en números

Las organizaciones políticas modernas generalmente han resuelto el problema de la participación en el poder público basándose en números. El Estado adopta una posición indiferente respecto a las clases sociales, afirmando que todos son iguales y tienen el mismo derecho a un voto. Cuando llega el momento de votar, el resultado se obtiene numéricamente. La elección se hace por mayoría de votos.

Todos con el mismo derecho de voto en una asamblea municipal

En apariencia es una solución muy buena ya que la dirección del Estado debe estar en manos de los más interesados, y la mayoría debe estar más interesada que cualquier pequeño grupo en la dirección de los asuntos públicos.

Sin embargo, cuando consideramos la cuestión de la competencia y la especialización, aparecen deficiencias. De hecho, a menudo la mayoría de los hombres no son los más inteligentes, ni los que tienen más criterios para juzgar y condiciones para orientarse. Esas personas normalmente constituyen una minoría en la sociedad. Así, el error de este sistema es que establece que todo se resuelve simplemente por el peso de los números, lo que excluye a las elites y las destina a ser siempre derrotadas por la mayoría.

Este simple mecanismo del voto mayoritario termina por poner las cosas patas arriba: es decir, quedan excluidos los auténticos líderes que verdaderamente tienen condiciones para orientar a la mayoría. En cambio, aquellos que son capaces de manipular este sistema entre bastidores se elevan como una élite artificial que controla el voto mayoritario.

Por esta razón, el Papa Pío XII dirigió la atención de los estadistas y hombres de cultura al siguiente problema: saber cómo debe distribuirse dentro de un país la participación en la dirección de un Estado para que éste pueda ser sabiamente orientado y gobernado.

Para lograr esta tarea, estudiaremos cómo sucedió esto en la Edad Media para ver si se puede encontrar una sugerencia para una solución en nuestros tiempos.

Continúa...






OBJECIONES CONTRA LA RELIGION (46)

¿Cómo ha de estar realmente presente en la Eucaristía el cuerpo de Jesucristo? Imposible.

Por Monseñor de Segur (1820-1881)


¿Lo está? Entonces es posible que lo esté. Esto es cuanto tengo que responderte, y basta y sobra. Lo está: luego debemos creerlo, aunque no comprendamos el cómo puede ser.

Digo que lo está; o para que entiendas bien cómo la Iglesia propone este misterio, digo que el pedacito de pan sin levadura y el poco de vino que se consumen en la celebración de la Misa, y que antes de la consagración no son ni más ni menos que el pan y el vino que ven nuestros ojos, se convierten, por las palabras de la consagración, en el verdadero cuerpo y la verdadera sangre de Nuestro Señor Jesucristo, el cual se digna realmente descender a las manos del sacerdote que celebra, y está realmente, aunque nosotros no lo veamos, bajo los accidentes del pan y del vino que vemos.

¿Cómo sucede esto? ¿Cómo en una cosa tan pequeña y reducida como la hostia y el cáliz ha de estar el cuerpo mismo de Jesucristo? ¿Y cómo este incomprensible milagro ha de verificarse diariamente en todas y en cada una de las hostias que se consagran en los millares de Misas que a un mismo tiempo se celebran en toda la cristiandad?

Lo ignoro, hijo mío: ni sé cómo esto sucede, ni mi entendimiento puede comprenderlo. Pero sé, a no dudar, que así es y así sucede: lo sé a no dudar, porque así me lo ha enseñado el mismo Dios Nuestro Señor Jesucristo, que ni puede engañarse ni engañarnos.

Dos veces, en su Evangelio, habla Nuestro Señor de la Eucaristía: la primera vez para prometerla, un año, poco más o menos, antes de su Pasión; la segunda vez, la víspera de su Pasión, ya para instituirla, y cumplir así su promesa.

La primera vez, cuando la promete, se halla en el capítulo VI de San Juan. Oye cómo habla entonces Jesús: “En verdad os digo, que el que CREE en Mí, tiene la vida eterna”. Observa, hijo mío, cómo Jesús empieza exigiendo que se crea en su palabra, es decir, que se tenga por cierto, aunque no se entienda, el incomprensible misterio que va a anunciar.

Y sigue: “Yo soy el pan de vida. Yo soy el pan que bajó del cielo. Si alguno comiere de este pan, vivirá eternamente; y el pan que Yo le he de dar, ES MI CARNE PARA LA VIDA DEL MUNDO”. Observa también que Jesús no dice aquí que da el pan de vida, sino promete que lo dará. Por consiguiente, se engañan los protestantes cuando dicen que Jesús emplea aquí un lenguaje figurado, y que este pan de vida, de que habla, es su doctrina. No, no es su doctrina, porque ésta la está dando en el hecho mismo de hablar, y Jesús habla aquí no de una cosa que esté dando en aquel momento, sino que promete dar más adelante.

La prueba de que los judíos lo entendieron como yo te lo explico y como la Iglesia lo enseña, y no como lo pretenden los protestantes, es que se preguntan a sí mismos: “¿Cómo nos ha de dar a comer su propia carne? ¿Cómo ha de ser esto?”. Y se resistían a creerlo. Jesús penetra sus pensamientos, y para no dejarles duda de lo que verdaderamente quiere decirles, les añade estas clarísimas palabras: “En verdad, en verdad os declaro, que si no coméis la carne del hijo del hombre y no bebéis su sangre, no tendréis la vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene la vida eterna, y yo le resucitaré el último día. Mi carne es verdaderamente una comida y mi sangre es verdaderamente una bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí y yo en él. El que comiere de este pan, vivirá eternamente”.

¿Puede ser esto más claro? Digan los protestantes y los incrédulos lo que quieran, ¿se puede dudar de la palabra de Jesucristo, que nos afirma estar su cuerpo y su sangre en la Eucaristía?

Pero esto no es todavía más que la promesa. Oye ahora cómo Jesucristo cumple esta promesa al instituir la Eucaristía, cuando la noche de la Cena, víspera de su Pasión, toma en sus divinas y venerables manos el pan, lo parte y lo da a sus Apóstoles, diciéndoles: “Tomad y comed: ESTE ES MI CUERPO”.

¿Lo quieres más claro, hijito? ESTO, es decir, lo que veis ahora en mis manos y os doy Yo, Es -¿qué es?- MI CUERPO.

En seguida el Señor da a sus Apóstoles, es decir, a los primeros sacerdotes cristianos, el mandato y la potestad de hacer lo mismo que Jesús acababa de hacer en aquel acto, y les añade estas palabras: “Cuantas veces hiciereis vosotros esto, lo haréis en memoria mía”; es decir, como Yo mismo lo acabo de hacer.

Y ahora te pregunto yo: Jesucristo, ¿no es el mismo Dios? ¿No ha dicho en su Evangelio las palabras que te dejo citadas? ¿Pueden entenderse estas palabras de otro modo que las explica la Iglesia, sin faltar a todas las reglas del sentido común y de la buena fe? Y si nada de esto puede ponerse en duda, ¿dudarás, por más que no lo entiendas ni sepas cómo puede suceder, de que realmente está en la Eucaristía el cuerpo de Jesucristo? ¿Ni con qué derecho podrías tú dudar de un dogma que han creído y practicado todos los siglos cristianos, a contar desde los mismos Apóstoles, y que ha sido enseñado, defendido y adorado por los más sabios y santos doctores de la Iglesia?

Pero hay más. ¿Con qué razón puedes, dudar de que Dios obra milagrosa y sobrenaturalmente con su poder infinito una cosa que estás viendo obrarse todos los días por la naturaleza, de la cual es autor y conservador ese Dios Omnipotente? Dime tú, hombre de poca fe, ¿por qué te parece imposible que la hostia y el cáliz se conviertan en cuerpo y sangre de Jesucristo, y no te ocurre dudar de que el pan y la carne y el vino que entran diariamente en tu estómago, se convierten, como es verdad, por medio de la digestión, en carne y huesos y sangre de tu cuerpo?

¿Te parece mayor un milagro que el otro? ¿Te parece menos incomprensible ese misterio, que continuamente se obra en ti de un modo natural, que el misterio realizado sobrenaturalmente en los altares del Dios vivo?

¡Misterio inmenso de amor, que pone perpetuamente en medio mismo de sus hijos al Padre de la vida, al Rey de las almas, al Jefe de la Iglesia, a Jesucristo, en fin, Salvador de los hombres, refugio de los pecadores, consuelo de los afligidos, Dios y hombre a un tiempo mismo, vínculo eterno que nos liga con su Padre y nuestro Padre celestial, a quien Él adora perfectamente, supliendo así la imperfección de nuestras adoraciones, y pidiéndole misericordia para los continuos pecados del mundo!

¡Misterio inefable! ¡Si mi entendimiento se rebelara a creerte, todavía mi corazón se humillaría para amarte!

Creamos, hijo mío, amemos y adoremos este misterio santo.




30 DE ABRIL: SANTA CATALINA DE SIENA, VIRGEN


30 de Abril: Santa Catalina de Siena, virgen

(✞ 1380)

La bienaventurada virgen Santa Catalina de Siena, esposa de Jesucristo, nació en la ciudad de Siena, de padres virtuosos, y solo tenía lo necesario para pasar la vida.

Desde su más tierna infancia comenzó a resplandecer en ella la gracia de Dios; y apenas tenía cinco años, cuando subiendo o bajando alguna escalera de su casa se arrodillaba en cada escalón y decía el Ave María.

A la edad de seis años tuvo una visión celestial en la que Jesucristo le daba su bendición, quedando ella tan transportada, que su hermano no podía volverla en sí.

Algunas niñas se le juntaban con deseo de oír sus dulces palabras, y ella les enseñaba y se encerraba con ellas y hacía que se disciplinasen en su compañía.

A los siete años hizo votos de perpetua virginidad, y cuando más tarde, siendo ya una joven, sus padres le exigían que se casase, ella se cortó el cabello, que tenía extremadamente hermoso, por lo cual se enojaron mucho sus padres y la mandaron a hacer las cosas de la cocina en lugar de la criada.

Un día, cuando su padre la halló orando en un rincón de un aposento, y vio sobre su cabeza una blanca paloma, le otorgó su permiso para dejar las cosas del mundo y tomar el hábito de las Hermanas de la Penitencia, que le había ofrecido en una admirable visión el glorioso Santo Domingo.

Después que se vio plantada en el jardín de la religión, y fueron tan extraordinarias sus virtudes y tan excelentes sus dones celestiales, que no hay palabras con que puedan explicarse.

Jesucristo su esposo, la trataba tan familiarmente, que siempre estaba con ella.

Algunas veces le daba la sagrada comunión de su cuerpo y su sangre, otra vez le dio a beber de su costado, y en otra maravillosa aparición, le puso en su lado izquierdo su corazón divino, dejándole en la misma parte una prodigiosa herida.

Jesús la adornó también con toda suerte de gracias y prodigios, y era tanta la gente que venía a verla y con su sola presencia se compungían, que el sumo Pontífice dio al profesor de la virgen y a dos compañeros suyos amplia facultad de absolver a los que luego se querían confesar, y por ser tan grande la fama de sus virtudes, Gregorio XI y Urbano VI, se sirvieron de ella en negocios gravísimos de la cristiandad, y la enviaron como embajadora suya.

Finalmente a la edad de treinta y tres años murió diciendo aquellas palabras de Jesucristo: Señor, en tus manos encomiendo mi espíritu.


lunes, 29 de abril de 2024

PIBES CHORROS

El fenómeno que englobo en la figura de “pibes chorros” responde a tres causas principales: no hay familia, no hay escuela, no hay Iglesia. 

Por Monseñor Héctor Aguer


Diariamente aparecen en los medios de comunicación noticias sobre delitos protagonizados por menores de edad. Los “pibes chorros” son una triste realidad. Con mucha frecuencia se desplazan en una moto robada, son “motochorros”. A éstos se suman los ejércitos de sicarios – soldaditos- de los clanes narco. En muchas ocasiones el robo incluye un asesinato. Así como se viola el séptimo Mandamiento de la Ley de Dios, porque el valor natural de la propiedad ha sido desplazado, la vida humana ha perdido su carácter intangible. Niños y adolescentes matan con una frescura asombrosa. La gente que conserva el auténtico sentido de la realidad no se siente segura, y exclama interrogando: ¿en qué mundo vivimos? 

Sociólogos y filósofos intentan esbozar una interpretación, y buscan las causas de la situación aquí apuntada. Cabe el plural de causa, porque la complejidad del asunto no puede ser reducida a un solo nivel de razones. Señalo, de paso, la rapidez de los cambios y el contraste con la tranquila recurrencia de los fenómenos sociales. Aun cuando la historia registre revoluciones y catástrofes provocadas, no se había producido hasta ahora la ausencia del sentido auténtico de la verdad humana. Aquí reside el problema: jóvenes –niños, incluso- que no han sido formados en el reconocimiento de esa verdad.

El fenómeno que englobo en la figura de “pibes chorros” responde a tres causas principales: no hay familia, no hay escuela, no hay Iglesia. La realidad natural de la familia ha sido alterada: ya no hay exclusivamente esposa y esposo, mujer y marido, sino “parejas”, muchísimas veces desparejas. Apunto a la realidad del matrimonio como origen de una familia verdadera y estable; los hijos son su fruto, protegidos y formados para el empeño correcto de la libertad. Recuerdo ahora un mensaje memorable de Eva Perón, de los años ’40: “Nuestro siglo será considerado el siglo del feminismo victorioso; la victoria del feminismo consiste en la indisolubilidad del matrimonio y la presencia de la mujer en el hogar”. Palabras que son un reflejo del humanismo cristiano. 

En nuestro tiempo sobreabundan las familias incompletas; por lo general, la mujer sola con uno o dos hijos, o más bien con una nueva “pareja”, y muchas veces hostigada por su ex. Ya no es la familia el ámbito natural de la educación, de la formación de la personalidad de los hijos. La figura del padrastro puede resultar siniestra, especialmente para las hijas mujeres. La calle ocupa el lugar que le reserva una familia que no es tal. La educación que recibe lo prepara de modo que repita el ciclo de una familia disfuncional, o para el delito. En Rosario, la “capital narco”, los pibes se convierten en “soldaditos”, al servicio de una “orga”. No exagero. Enfocando el problema en su conjunto, vale la afirmación: no hay familia. El contexto lo muestran las estadísticas: en la Argentina, el 48 por ciento de los habitantes vive en la pobreza, y casi un diez por ciento en la indigencia. El futuro está en riesgo.

La segunda causa que apunto es el defecto de la escolaridad. Los menores que cometen delitos suelen ser desertores de la escuela, que no han cumplido enteramente el ciclo primario. Hay que reconocer que, a pesar de sus defectos, la concurrencia a clase acostumbra a los chicos a vivir en un ambiente que socializa y ayuda a distinguir el bien del mal. La alternativa a la escuela es la calle. A pesar de las limitaciones propias del laicismo escolar, impuesto en nuestro país en el siglo XIX, se transmite en la escuela una moral natural, se enseña a respetar la propiedad ajena, y el valor de la vida. Actualmente este sistema está en crisis, y acompaña la decadencia general de la Argentina; en este contexto aparecen los “pibes chorros”, capaces de matar para apoderarse de una mochila, o de un celular.

No hay Iglesia –he escrito-. Quiero decir que la descristianización de la Argentina ha establecido una grieta entre la Iglesia y el pueblo. ¿Es el nuestro un país católico? El padre Leonardo Castellani lo calificaba de catolicismo “mistongo”, o sea, poco serio. Notemos dos problemas bien arraigados que se han impuesto como figura de la realidad secular: la inmensa mayoría de los bautizados no va a misa los domingos (¿concurre el cinco por ciento?), y la Primera Comunión se ha convertido en la única; entonces la comunidad eclesial no crece. Hoy día, además, disminuye el número de bautismos. Tradicionalmente los políticos no han entendido el sentido del artículo dos de la Constitución Nacional: el Estado sostiene el culto católico. Han reducido este principio, que manda proteger y fomentar, a “tirarles unos mangos a los curas”, beneficio económico al cual el Episcopado acaba de renunciar. Esta decisión señala la elección de una pobreza material, que hará imposible una eficaz evangelización de la sociedad. Los obispos de la Conferencia Episcopal Argentina tampoco entienden el famoso artículo segundo de la Constitución. El catolicismo se empareja con las demás religiones, ya no será “mistongo”, sino ajeno a la comunidad nacional, no habrá Iglesia para ella, ¡viva el Vaticano II! Una parroquia que funciona, especialmente en los barrios, es un ámbito de educación; se aprende allí a seguir a Jesucristo, y se incorporan, de un modo vital, los Mandamientos de la Ley de Dios. Allí se cristianiza la sociedad. Los católicos piensan que a los curas los mantiene el gobierno, y son reacios a meter la mano en el bolsillo para colaborar.

El Episcopado ha concluido su Semana “sinodal” con un documento sociológico de crítica del gobierno, al cual obviamente no nombra. “La Nación” da cuenta de él en la página 20, en la Sección de Política. En ese texto se nos invita al amor, y a la alegría (a “todos, todos, todos”, según aclaró el secretario general). Eso sería el Evangelio.

Volviendo al caso de los “pibes chorros” muchos proponen una solución desesperada: bajar la edad de imputabilidad, de los 16 como es ahora, a los 14 años; o a menos aún, quizás. Así se llenaría la cárcel de chicos, los cuales allí –o en el lugar donde se los concentre-, perfeccionarían su “arte” de delinquir.

Por eso, insisto con la solución verdadera, un camino arduo y costoso: que haya familia y en ella se eduque, y que en la escuela se instruya y se aprenda, sin ideología. Y que la Iglesia recupere su lugar entre la gente; y que, como ordenó Jesús a los Apóstoles, haga a los hombres, a la mayoría de los argentinos, cristianos de verdad.

+ Héctor Aguer
Arzobispo Emérito de La Plata.


LAS CARMELITAS DE ARLINGTON RECHAZAN EL DECRETO DE LA SANTA SEDE

La táctica de Bergoglio para acabar con este monasterio mediante su títere Michael Olson no estaría dando resultado... 


Las Hermanas del monasterio carmelita de Arlington anunciaron mediante un comunicado que desobedecerán un decreto enviado desde el Vaticano con la orden de transferir la administración de su monasterio a una “asociación religiosa externa”.

La intromisión de la secta Vaticano II en este monasterio comenzó en Abril de 2023 con la orden “desde arriba” de hacer una “investigación” sobre la ahora ex priora, Madre Superiora Teresa Agnes Gerlach, quien fue acusada por el “obispo” Olson de “mala conducta sexual a través de comunicaciones telefónicas”


¿Cómo comenzó esta historia?

El 25 de abril de 2023, Olson irrumpió en el monasterio para interrogar a cuatro hermanas durante varias horas. Ese mismo día, a la Hna. Gerlach, que se desplazaba en silla de ruedas, ya que había sido sometida poco tiempo antes a una intervención quirúrgica con anestesia general y fentanilo, Olson volvió a interrogarla (ya lo había hecho el día anterior), a pesar de que sufría dolor y estaba muy medicada.

En esas condiciones que se encontraba, inicialmente admitió las acusaciones, pero más tarde se rectificó mediante una declaración jurada, argumentando que no se encontraba en condiciones médicas adecuadas para ser interrogada, dado que estaba recuperándose de una operación.

El conflicto aumentó cuando el “obispo” Michael Olson, de la Diócesis de Fort Worth hizo acusaciones infundadas de consumo de drogas dentro del monasterio, entre otras infamias, además de apropiarse del ordenador, el iPad y el teléfono móvil de Gerlach, luego de ingresar intempestivamente al monasterio.

El 31 de Mayo de 2023, Olson recibió el permiso desde el Vaticano otorgándole amplios poderes para intervenir en la vida del convento al nombrarlo “comisario pontificio”, con facultades para supervisar a las integrantes de la comunidad, a su representante legal y a su tesorera, etc.


Un día después de su “nombramiento”, Olson emitió un decreto por el que relevaba de sus responsabilidades a la hermana Theresa Agnes Gerlach. En el texto del decreto se lee que la consideraba “culpable de violar el sexto mandamiento y su voto de castidad con un sacerdote ajeno a la diócesis de Fort Worth”.


Además de relevarla de su responsabilidad como priora del convento, también la expulsó de la comunidad y de la Orden de las Carmelitas Descalzas. En el último párrafo, le informó que tenía 30 días para apelar la decisión ante las autoridades en Roma.

Posteriormente, las monjas presentaron una demanda civil por robo, difamación y abuso de poder contra Olson, pero su caso fue desestimado por un juez de distrito el día 30 de junio de 2023.

Unos días después, Olson declaró el Monasterio “cerrado al público”, orden que las hermanas no acataron; abrieron sus puertas a los fieles y denunciaron que Olson y la diócesis seguían negándoles los sacramentos, incluida la Misa y las confesiones.

Además Olson dijo que la decisión de las monjas de desafiar su autoridad y prohibirle la entrada a los terrenos del Monasterio podía incurrir en una excomunión latae sententiae sobre ellas mismas.


¿Cómo está la situación hoy?

La novedad es que la secta Vaticano II ha tomado la decisión de intervenir directamente, delegando la gobernanza del monasterio a la Asociación de Cristo Rey, una asociación de monasterios carmelitas.

A continuación, publicamos el comunicado de las Hermanas expresando su posición:

Declaración del Carmelo de Arlington
 
Monasterio de la Santísima Trinidad
Monjas Carmelitas Descalzas
 
20 de abril de 2024

+Alabado sea Jesucristo: ¡ahora y siempre!
 
En el último año, desde abril de 2023, nuestro monasterio ha sufrido continuos ataques y abusos por parte de Michael Olson, el actual Obispo de Fort Worth, en un feo intento de apoderarse del control de nuestro gobierno, finanzas y vida, incluyendo un interrogatorio sin previo aviso de nuestra Madre Priora mientras se encontraba en estado de incapacidad médica, la publicación de una grabación de dicho interrogatorio que, como demuestran claramente las pruebas médicas, no tiene valor legal alguno, ni civil ni eclesiástico (la comunidad afirma su total confianza en la integridad moral de nuestra Madre Priora); la incautación ilegal de los bienes personales del monasterio y la copia de información privada de dichos bienes; la obtención del estatus de “Comisario Pontificio” poniendo de hecho al zorro a cargo del gallinero; el intento de aislar al monasterio de los sacramentos prohibiendo la celebración de la Misa y de los demás sacramentos; intentos incalculables de injerencia en la vida diaria del monasterio y de influir en las Auxiliares Carmelitas y sus partidarios, así como varios intentos de intimidar a monjas individuales y de “dividir y conquistar” la comunidad.

De buena fe y con espíritu de confianza, apelamos a la Santa Sede en Roma siguiendo el consejo que se nos dio en su momento.
 
El 18 de abril de 2024, sin informarnos, el obispo Olson publicó en la página web de la diócesis documentos de Roma que nos concernían: sólo recibimos fotocopias de dos de estos documentos de la diócesis más tarde ese mismo día. La esencia de estos documentos es “confiar” nuestro monasterio -sus monjas, su vida diaria y sus bienes materiales- a una “Asociación” de monjas carmelitas con efecto inmediato.
 
Con respecto a estos documentos, deseamos manifestar:
● Agradecemos que la Santa Sede crea que “se debe hacer todo lo posible para preservar la salud espiritual y la longevidad de la Comunidad Monástica Carmelita de Arlington”. Sin embargo, pensamos que “todo esfuerzo” podría y debería incluir un diálogo activo y continuo con nosotras mismas, y estamos sorprendidas y decepcionadas de que estos documentos hayan sido publicados sin ningún diálogo de este tipo.

● Además, seguimos esperando las respuestas a los recursos que enviamos a Roma el año pasado contra la actuación ilegal del Obispo, tal y como nos prometió el Secretario del Dicasterio en una carta recibida a principios de febrero. Las cartas fechadas el 18 de abril de 2024 enviadas por el Dicasterio nos dejan perplejas, ya que aún no se han recibido las respuestas a nuestros recursos, que normalmente no se adelantan.
 
● Agradecemos que, aunque implícitamente, estos documentos rechacen varios de los actos abusivos del obispo Olson hacia nosotras, pues constatamos que acepta que ya no es “comisario pontificio” respecto a nuestro monasterio.
 
Si Roma desea “salvar la cara” y barrer la cuestión de los abusos del Obispo bajo la alfombra y seguir adelante a pesar de todo, esto es inaceptable. En justicia, el asunto del Obispo Olson debe ser tratado por nuestro bien y por el bien de la Diócesis de Fort Worth en su conjunto.
 
● La “petición” de la Asociación Carmelita de Cristo Rey (EE.UU.) de asumir el gobierno de nuestro monasterio, hecha con el “consejo y pleno apoyo” del Obispo Olson, que Roma ha aceptado sin nuestro conocimiento ni consentimiento, es de hecho una adquisición hostil que no podemos aceptar en conciencia.
 
Aceptar esto pondría en riesgo la integridad de nuestro monasterio como comunidad, amenazando las vocaciones de cada monja, nuestra vida litúrgica y espiritual y los bienes materiales del monasterio. Esta autoridad externa podría fácilmente dispersarnos, imponer su agenda con respecto a nuestra observancia diaria y disponer de nuestros bienes -incluso del propio monasterio- a su antojo, en contra de nuestros votos y de las intenciones de quienes fundaron nuestra comunidad y de nuestros benefactores.
 
En consecuencia, ni la Presidenta de la Asociación de Cristo Rey, ni ningún delegado suyo, son bienvenidos a entrar en nuestro monasterio en este momento.
 
● El “problema” técnico de la expiración de los mandatos el pasado mes de enero, que Roma esgrime como motivación para su “solución”, puede resolverse de muchas otras maneras, incluida la prórroga por parte de Roma de dichos mandatos durante un período adecuado mientras se abordan equitativamente las cuestiones en cuestión. Entendemos que, mientras se resuelve el recurso, no debe cambiarse nada y debe mantenerse el statu quo.
 
Esperamos y rezamos para que Roma entable un diálogo directo con nosotras para encontrar una forma adecuada de avanzar que respete la integridad de nuestra vida y de nuestro monasterio.
Aprovechamos esta oportunidad para declarar ante Dios Todopoderoso, y ante todos, que, en conciencia creemos que es nuestro deber en las circunstancias actuales perseverar fielmente según nuestros votos en nuestra vida y vocación de oración y penitencia en la tradición carmelita. Hacer algo menos sería deshonrar a nuestros fundadores y a los grandes santos de nuestra Orden.
 
Hacemos notar que todo ciudadano estadounidense tiene derecho a la justicia según la ley. La Profesión Religiosa no anula ese derecho. La Consagración Episcopal no da al consagrado el poder de violarlo. El año pasado cesamos nuestra acción civil para que la Santa Sede pudiera proceder con sus propios procesos. Una vez que recibamos las respuestas a los recursos, instruiremos a nuestros abogados civiles para que revisen la opción de la ulterior reivindicación y protección de nuestros derechos civiles.
 
Incluso en medio de las oscuras sombras de la Cruz que se han cernido sobre nuestro monasterio durante el último año, una luz ha brillado dándonos esperanza y fuerza: la luz radiante de nuestra inmersión mayor y más profunda en las riquezas del usus antiquior (la Misa Tradicional en latín y el Oficio Divino, etc.). Esto es algo que nosotras, como comunidad, deseamos desde hace muchísimos años y que habíamos empezado a explorar hace algún tiempo, pero a lo que el Obispo se opuso.
 
Al vivir cada día estos bellos ritos, nuestro monasterio ha encontrado nueva vida y gracia. Nos comprometemos a aprovechar sus tesoros cada vez más profundamente en el futuro, porque como enseñó Benedicto XVI: “Lo que las generaciones anteriores consideraban sagrado, sigue siendo sagrado y grande también para nosotros, y no puede ser de repente totalmente prohibido o incluso considerado dañino”. El descubrimiento de la belleza y de la profundidad de esta verdad es una alegría que esperamos cada día, y de la que pueden estar seguras las jóvenes que deseen entrar en el monasterio en el futuro.

Repetimos que aceptamos sin reservas que el Santo Padre, el Papa Francisco, es el Papa y goza de plena Autoridad Papal. Del mismo modo, reconocemos que Michael Olson es el actual Obispo legítimo de Fort Worth con toda la autoridad que este cargo confiere.
 
Sin embargo -para aclarar cualquier confusión con respecto a nuestra declaración del 18 de agosto de 2023- en línea con nuestros propios derechos, por razones de conciencia, por el bien de nuestras almas y para proteger la integridad de nuestra vida y vocaciones, en estas circunstancias extraordinarias, hemos tenido que retirar nuestra cooperación con respecto al ejercicio injusto de cualquier autoridad sobre nosotros por parte del actual Obispo de Fort Worth. Que quede claro -tomando prestada una frase- que la autoridad sin integridad no es autoridad en absoluto. Cualquiera que conozca el funcionamiento de nuestra diócesis comprenderá perfectamente la realidad a la que nos enfrentamos.
 
No obstante, seguimos abiertas a cualquier iniciativa de una autoridad superior que intente reparar el daño que se nos ha hecho y que respete la integridad de nuestra vida, vocación y comunidad monástica. No somos “cosas” con las que se pueda comerciar o regalar en tratos secretos, sino mujeres consagradas al amor y al servicio exclusivos de Dios Todopoderoso, cuya integridad debe ser respetada y protegida por el bien de sus almas y por el bien de la Iglesia.
 
Estamos perfectamente dispuestas, como debería estarlo cualquier monasterio, a acoger con espíritu de humildad a Visitadores cuya integridad e imparcialidad reconocemos y aceptamos, a recibir su consejo fraterno con respetuosa docilidad y a considerar sus recomendaciones ante Dios. Pero no estamos dispuestas a aceptar Visitadores que ellos mismos carecen de humildad y docilidad ante la realidad de la integridad de nuestra propia vida religiosa y que llegan con una agenda predeterminada, como se ha visto con demasiada frecuencia en los últimos años.

Aprovechamos esta oportunidad para agradecer a todas nuestras familias, amigos, auxiliares y bienhechores que nos han apoyado con sus oraciones, sus muy generosas bienhechurías y otros medios de ayuda durante el pasado año. Vuestra comprensión de las realidades de nuestra difícil situación y vuestro continuo apoyo personal y práctico son dones preciosos que llevamos con nosotras al coro en la Misa y al Oficio Divino con acción de gracias, rezando para que Dios Todopoderoso os recompense ricamente a vosotros y a los vuestros por todo el bien que hacéis por sus monjas carmelitas.
 
Contamos con vuestro apoyo y os damos las gracias por seguir dándolo tan generosamente.
 
Rezamos para que el Obispo de Fort Worth se arrepienta de su abuso, se disculpe por ello públicamente así como ante nosotras en persona, y haga la debida reparación al Monasterio. Hasta que no lo haga, ni él ni sus delegados serán bienvenidos en nuestra propiedad.
 
No deseamos otra cosa que vivir nuestra vocación en paz y tranquilidad con y bajo los legítimos pastores de la Iglesia y gozar de su paternal cuidado y protección, y seguiremos rezando para que llegue pronto el amanecer del día en que puedan restablecerse las relaciones normales con el Obispo local, y el respeto mutuo que ello debe implicar.
 
Un padre abusivo, sin embargo, debe ser resistido. Tomamos la palabra al Papa Francisco cuando invita a las Consagradas “a luchar cuando, en algunos casos, son tratadas injustamente, incluso dentro de la Iglesia... a veces, por hombres de Iglesia”. (Videomensaje, 1 de febrero de 2022)
 
¡Que los santos y mártires carmelitas intercedan por todos nosotros!
 
+Alabado sea Jesucristo: ¡ahora y siempre!



SACERDOTE DEFIENDE AL PADRE JESUSMARY POR REPRENDER A FRANCISCO

El sacerdote austriaco Padre Joachim Heimerl defendió al Padre Jesusmary Missigbètò antes de su “juicio espectáculo” canónico y criticó a Bergoglio por su nueva “autobiografía”.


En una entrevista con LifeSite, el padre Heimerl habló sobre la “autobiografía” de Bergoglio, que fue publicada en forma de libro-entrevista titulado “El Sucesor”. La transcripción completa de la entrevista se encuentra a continuación.

- El prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, el cardenal Víctor Manuel Fernández, volvió a defender la Fiducia Supplicans, que avala la bendición de “parejas” homosexuales, diciendo que “el ‘papa’ Francisco ha ampliado nuestra comprensión de las bendiciones” y “tiene derecho a hacerlo”. ¿Tiene derecho el “papa” a establecer una bendición para las “parejas” homosexuales, e incluso puede existir tal bendición?

- En primer lugar, me gustaría decir unas palabras sobre el cardenal Fernández: Su nombramiento como prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe y como cardenal es un dolor para toda la Iglesia: Fernández es absolutamente inadecuado como prefecto. Él mismo lleva años siendo sospechoso de herejía, con la que él mismo coquetea. Además, carece de las (máximas) cualificaciones teológicas para el cargo de prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe y se ha hecho absolutamente insoportable con sus escritos pornográficos.

Además, su nombramiento es un caso tan claro de nepotismo que deja a uno sin palabras. Aunque en épocas anteriores era bastante común que los papas promovieran a “sus favoritos” a los más altos cargos, hoy, gracias a Dios, esto ya no es aceptable y menos en este caso tan vergonzoso.

Si resumimos todo esto, llegamos a la conclusión de que el cardenal está tan dañado que no tiene prestigio ni autoridad alguna. Si sigue en su cargo, no sólo hará el ridículo él mismo, sino también el “papa”.

En cuanto a la bendición, se trata de una bendición para las “parejas irregulares”, es decir, tanto las “parejas” homosexuales como las que viven en adulterio (heterosexual).

En virtud de la revelación divina, el Magisterio perenne de la Iglesia siempre ha rechazado a ambas. La homosexualidad practicada y el adulterio son pecados graves que Dios no bendice, sino que castiga.

Quien “bendice” tales relaciones en nombre de Dios está cometiendo un acto contra Dios, es decir, un acto de blasfemia y, por lo tanto, de sacrilegio.

Nadie debe atreverse a situarse por encima de los Mandamientos de Dios y de su Revelación, ni siquiera el “papa”. Al contrario, su tarea es defender la fe de la Iglesia y no introducir “bendiciones” que no sólo conducen a la herejía, sino que son herejía por su propia naturaleza.

Ningún Papa, ningún concilio, ningún Doctor de la Iglesia, ni nadie podría cambiar esto, y por esta razón, nadie lo ha hecho nunca.

Por eso, Francisco no tiene otra opción: debe retirar el documento de “bendición” o enfrentarse a la acusación de herejía. Esto es precisamente lo que nuestras Iglesias Ortodoxas hermanas afirmaron con razón cuando dijeron que la Iglesia Católica había abandonado el terreno de las Sagradas Escrituras con estas “bendiciones”. En lenguaje llano, esto significa que estas “bendiciones” no sólo no son católicas, sino que simplemente no son cristianas.

- ¿Es posible que la Iglesia cambie su enseñanza sobre la homosexualidad? ¿Podría haber, por ejemplo, desarrollos sociales o en sociología y antropología que justificaran tal cambio?

- Hoy en día, escuchamos hablar constantemente de nuevos descubrimientos de las “ciencias humanas” que supuestamente conducirían a un cambio en la Doctrina de la Iglesia. Sin embargo, la cuestión aquí es muy distinta: las “ciencias humanas” no son una fuente de revelación divina, y la Iglesia no está para complacer ideas científicas o, en este caso, ideológicas. Está únicamente comprometida con la voluntad de Dios, que se ha expresado claramente en las Sagradas Escrituras y en el Magisterio perenne. Dios no cambia su Revelación y, por eso, la Iglesia no puede adaptar su Doctrina a los gustos de los tiempos. Si fuera de otro modo, la Iglesia se convertiría en una creación política de los hombres, como vemos con los protestantes en Alemania, por ejemplo, y dejaría de ser la Iglesia de Dios.

- El “papa” Francisco ha publicado un nuevo libro de entrevistas en el que comenta el cónclave de 2005 y publica los resultados de las votaciones. ¿Qué opina al respecto?

- El “papa” ve este libro de entrevistas como una especie de “autobiografía”. Es parte de la naturaleza de una autobiografía, como sabemos, mentir en aras de la autojustificación. Por esta razón, Johann Wolfgang von Goethe tituló su propia autobiografía Ficción y verdad. De mi vida, y las famosas memorias de Giacomo Casanova lo ilustran, como muchos otros.

Francisco se entrega a la cháchara, algo que tal vez pueda seguir siendo tolerable. Pero, sobre todo, no tiene piedad con las personas que no le agradan: Cabe mencionar aquí al cardenal Robert Sarah, al arzobispo Georg Gänswein y a muchos otros.

El problema general es que el “papa” se muestra -con perdón- como un anciano enfadado y demasiado charlatán, y eso no es propio de su cargo.

Con sus entrevistas, Francisco básicamente sólo sirve a los chismes eclesiásticos y a los peores resentimientos de los enemigos de la Iglesia.

En lo que respecta a sus comentarios sobre Benedicto, me gustaría añadir que es muy atrevido por parte de Francisco llamarle “papa de transición” en este libro. Disminuir la importancia de su predecesor de esta manera es tan increíble que Francisco probablemente sólo ha conseguido una cosa con este libro: Nadie se lo toma en serio y todo el mundo sabe que sólo se trata de ganar el control de la narrativa sobre su propio “pontificado” problemático. La experiencia ha demostrado que las autobiografías nunca lo consiguen, y menos este tipo de entrevistas, cuya estética y calidad de contenido son bastante pobres.

- El padre Jesusmary (Janvier Gbenou) fue expulsado del Opus Dei por ser crítico con el programa de reformas “papales”. Ahora teme ser expulsado del sacerdocio. No es el único sacerdote que no ha sido acusado más que de criticar al “papa”. ¿Qué opina al respecto?

- He seguido este caso muy de cerca y he leído los textos del sacerdote, a lo que me gustaría suscribir en su totalidad. Sus críticas están justificadas y se han expresado adecuadamente. No ha hecho nada malo.

Lo que está mal es la forma en que se le trata, a pesar de que él solo presenta las enseñanzas de la Iglesia.

Desgraciadamente, su tratamiento es típico: primero se imponen prohibiciones de expresión, y luego siguen los llamados “juicios canónicos”, que -como en este caso- son puros juicios espectáculo. El veredicto está claro desde el principio.

No ayuda que el Dicasterio para la Doctrina de la Fe haya publicado recientemente un documento sobre la dignidad humana, invocando constantemente los derechos humanos, pero subordinándolos a una supuesta “obediencia” que en realidad es abusiva y usurpadora.

En la Iglesia, un derecho fundamental como la libertad de expresión ha sido (siempre) un concepto absolutamente ajeno. Desgraciadamente, esto se aplica sobre todo a los clérigos, y actualmente, aún más si representan la Fe Tradicional.

En cambio, los que defienden todo tipo de herejías no tienen nada que temer. Fíjese en Alemania: casi todos los obispos de ese país reniegan de la Fe Católica, y ni siquiera uno solo es amonestado o destituido de su cargo. El obispo Joseph Strickland ha tenido un destino diferente, al igual que el cardenal Raymond Burke, el cardenal Müller, el cardenal Sarah, el padre Jesusmary y muchos otros que nadie conoce. Seguramente yo seré el siguiente, pero no permaneceré en silencio. Permaneceremos fieles a Cristo y a su Iglesia y profesaremos la Fe tal como es y como siempre ha sido. Cualquier otra cosa sería una traición al Señor y a Su Iglesia. Estoy de acuerdo con Teresa de Ávila: “Nada te espante, nada te confunda, todo pasa, sólo Dios permanece el mismo. Sólo Dios basta”.

29 DE ABRIL: SAN HUGO, ABAD DE CLUNI


29 de Abril: San Hugo, abad de Cluni

(✞ 1109)

El glorioso y venerable abad de Cluni, San Hugo, nació en Semur, de una ilustre y antigua familia de Borgoña.

Su padre llamado Dalmasio era de Semur, y su madre Aremberga, descendiente de la antigua casa de Vergi.

Quería el padre que su hijo Hugo siguiese, como noble, la carrera de las armas, pero sintiéndose él más inclinado al retiro y a la piedad que a la guerra, recabó licencia para ir a cultivar las letras humanas en Châlon surSaône, donde la santidad de los monjes de Cluni, gobernados por el piadoso abad Odilón, le movió a dar líbelo a todas las cosas de la tierra, y a tomar el hábito de aquel célebre monasterio.

Hizo allí tan extraordinarios progresos en las ciencias y virtudes, que mereciéndose la fama de su eminente santidad, sabiduría y prudencia por toda Europa, el emperador Enrique le nombró padrino de su hijo; y Alfonso, rey de España, hijo de Fernando, acudió a él para librarse de la prisión en que le tenía su ambicioso hermano Sancho, lo cual recabó el santo con su gran autoridad y también puso fin a las querellas del prelado de Autum y del duque de Borgoña que devastaba las posesiones de la Iglesia.

Y no fue menos apreciado por los Sumos Pontífices, debido a su prudencia y santidad.

León IV lo nombró para que le acompañase en su viaje a Francia, y su sucesor Víctor II, previno al cardenal Ildebrando, después Gregorio VII, que le tomase por socio y consejero en la legacía cerca del rey de los franceses; cabe sí, y quiso morir en sus brazos, y el gran Esteban X que sucedió a Víctor, le llamó Pontífice Gregorio VII se aconsejaba de este santísimo abad de Cluni en todos los negocios más graves de la cristiandad.

Es increíble lo mucho que trabajó este Santo en la viña del Señor, edificándola con sus heroicas virtudes, defendiéndola de sus enemigos, y acrecentándola con su celo apostólico.

Finalmente después de haber fundado el célebre monasterio de monjas de Mareigni, y echado los cimientos de la magnífica iglesia de Cluni, lleno de días y merecimientos falleció en la paz del señor a la edad de ochenta y cinco años.


domingo, 28 de abril de 2024

EL ASCENSO DE LOS ULTRAMONTANISTAS

El ultramontanismo no da fuerza ni vigor a la Iglesia. Roza una adulación que no sirve para nada y causa un gran daño.

Por el padre Jeffrey Kirby


Es una época peculiar en la Iglesia la que asiste al auge del ultramontanismo. La sana teología ha puesto fin a esa herejía muchas veces y, sin embargo, sigue apareciendo.

Lamentablemente, siempre habrá papas que acojan con agrado el ultramontanismo y la adhesión incondicional que conlleva, del mismo modo que siempre habrá almas que estén más que deseosas de doblegarse ante el hombre que resulte ser Papa.

El ultramontanismo es la falsa creencia de que todo lo que dice un papa está libre de error. Todo lo que un Papa decide debe ser correcto. Todo lo que un Papa dice o hace es supremo y no puede ser cuestionado. La chocante retórica de los ultramontanistas se encuentra en lemas como: “Si no crees todo lo que enseña el papa, entonces no eres católico”.

El ultramontanismo ha estado con la Iglesia desde sus comienzos. El primer ultramontano fue el catecúmeno Cornelio. San Pedro, nuestro primer Papa, fue llamado a Cesarea. Cuando llegó, se nos dice:
Al entrar Pedro en la casa, Cornelio salió a su encuentro y se postró a sus pies en señal de reverencia. Pero Pedro le hizo levantarse. “Levántate”, le dijo, “yo mismo no soy más que un hombre” (Hechos 10:25-26).
Las acciones de Cornelio iban más allá de la reverencia filial de los creyentes (cf. Hch 5,15-16), que veían en el apóstol mayor un reflejo de la presencia de Dios y percibían el poder divino actuando a través de él. En el caso de Cornelio, pretendía burlar a Dios y veía al propio San Pedro como una especie de semidiós. El apóstol vio el abuso y acertó al corregir a Cornelio. Como hombre de virtud, San Pedro no permitiría ningún margen de maniobra para el ultramontanismo.

En el caso de Cornelio, sin embargo, podemos entender sus acciones, ya que todavía era un pagano y aún no se le había enseñado el camino del Señor Jesús. Desde la Iglesia primitiva, sin embargo, hemos visto a muchas personas que no tienen esa excusa, católicos ultramontanos que deberían saberlo mejor.

Los Padres del Concilio Vaticano I tuvieron que humillar a los ultramontanistas del siglo XIX. En contra de la creencia popular, Pastor Aeternus, el decreto sobre la infalibilidad papal, no aumentó el poder del papado, sino que lo atemperó y limitó.

Antes de ese decreto, nunca estaba claro en qué punto se encontraban las enseñanzas y pensamientos de un Papa en cuanto a su autoridad. Por ejemplo, cuando el Papa Gregorio XVI vio por primera vez una locomotora de vapor, la maldijo y la llamó “camino del infierno” (un juego de palabras con el francés chemins de fer). Algunos se preguntaron entonces qué lugar ocupaban los trenes en la doctrina católica. Con el Vaticano I, sin embargo, surgieron fórmulas claras; los fieles podían saber cuándo el Papa hablaba infaliblemente. Y cuando no.

Los ultramontanistas, especialmente la actual marca neo, desdibujan los niveles de autoridad y dan credibilidad suprema a todo lo que pueda pronunciar un papa.

Exageran tanto la autoridad y el poder del papado que se confunden sobre el Cuerpo Místico de Jesucristo, incluso cuando viven y trabajan en él. Se convierten en fideístas papales, reclamando alguna lealtad virtuosa especial al papa, incluso cuando transforman al hombre que ocupa el cargo papal en algún tipo de leviatán, más allá de la revelación divina y la tradición sagrada.

Los ultramontanos afirman que sólo muestran reverencia por el hombre que ocupa el cargo papal. Se niegan a arremangarse y entrar en las trincheras de la reflexión y el trabajo teológico real.

Los ultramontanos se reúnen -de forma casi partidista- en torno a un hombre, afirmando que todo lo que dice es correcto y todo lo que susurra es cierto. Se convierten tristemente en los servicios de custodia de un solo hombre, limpiando sus desaguisados, velando sus exageraciones, explicando sus errores, mientras se dedican a insultar y acusar a los hijos e hijas leales de la Iglesia que plantean preguntas, desafían e indican posibles errores.

En la Constitución Dogmática sobre la Divina Revelación, Dei Verbum, del Concilio Vaticano II, los padres fueron claros:
Pero el oficio de interpretar auténticamente la palabra de Dios escrita o transmitida ha sido confiado únicamente al Magisterio vivo de la Iglesia, cuya autoridad se ejerce en el nombre de Jesucristo. Este Magisterio, evidentemente, no está sobre la palabra de Dios, sino que la sirve, enseñando solamente lo que le ha sido confiado, por mandato divino y con la asistencia del Espíritu Santo la oye con piedad, la guarda con exactitud y la expone con fidelidad, y de este único depósito de la fe saca todo lo que propone como verdad revelada por Dios que se ha de creer. (#10)
El Papa es un servidor de la Palabra de Dios. Es el intérprete del Depósito de la Fe, a la vez que su guardián y custodio. La revelación divina mantiene al magisterio bajo control, incluso cuando el magisterio interpreta y enseña.

Así pues, cuando un Papa empaña la capacidad de la Iglesia para juzgar e instruir en los ámbitos de la verdad moral, compromete la integridad doctrinal, intenta atar las conciencias de los fieles sobre asuntos que escapan a su competencia, como el cambio climático y las ciencias empíricas, pide la bendición de parejas en estado de pecado o lleva un ídolo pagano a un altar cristiano durante el culto, la revelación divina le acusa mucho antes de que lo haga cualquier creyente.

Contrariamente a los ultramontanos, los creyentes que aman de verdad al papado -tanto al hombre como al cargo- pronunciarán palabras de amonestación y reforma. Rezarán por la conversión y tratarán de estar a la altura de las desalentadoras palabras de San Pablo:
Sino que, hablando la verdad con amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, en Cristo, de quien todo el cuerpo, bien concertado y unido entre sí por todos los ligamentos de que está provisto, según la actividad propia de cada miembro, contribuye al crecimiento del cuerpo para su propia edificación en el amor. (Efesios 4:15-16)
El ultramontanismo no da fuerza ni vigor a la Iglesia. Roza una adulación que no sirve para nada y causa un gran daño. La Iglesia está perennemente fortalecida por la integridad y la fortaleza moral. Se renueva una y otra vez por la santidad, que se alcanza por la gracia de Dios mediante la “obediencia de la fe” entregada al Evangelio.

Imagen: Pedro bautizando al centurión Cornelio por Francesco Trevisani, 1709 

CUANDO UNA MONJA SALE DEL CONVENTO...

Aquí tienes a Cristina Scuccia, la ex monja, que se hizo famosa por participar en concursos de talentos en Italia.


Esto fue un error de su superiora religiosa, el permitir que Sor Cristina participara en esos espectáculos, pero la superiora seguía la “adaptación al mundo” ordenada por el Vaticano II, y por eso accedió.

Esta monja dejó luego el convento, ya que había sido muy halagada y elogiada por su talento por los promotores de los Concursos de Talentos, y por eso, abandonó la vida religiosa.

Era mentira que su talento fuera lo único importante para emprender una carrera musical en el mundo; en realidad lo que se necesitaba para avanzar era corromperse moralmente, y así se corrompió ella.

Hoy grabamos la siguiente etapa de su decadencia: Tiene que mostrar la parte superior de su cuerpo y sus piernas con vestidos cada vez más atrevidos, hacer gestos sensuales, insinuar que participa en orgías y ofrecerse a quien quiera bailar con ella “en busca de la felicidad”, como podemos ver en este video, titulado “La felicidad es una dirección” (La felicità è una direzione).


Esperamos de verdad que esta ex monja se dé cuenta de que al mundo no le importa su talento tanto como ella cree. Lo que el mundo quiere es llevarla al nivel moral más bajo posible porque fue Esposa de Nuestro Señor Jesucristo. Es por odio a Él que la promueven/degradan.



Tradition in Action

DOMINICAS DEL ESPÍRITU SANTO (FRANCIA) ¡AHORA CREAN UNA COMISIÓN!

Es justo preguntarse cuáles son los verdaderos objetivos de esta comisión, y si servirá, una vez más, para encubrir al cardenal Ouelletacusar a inocentes y tapar la verdad o los hechos inquietantes.


Tras la nota de la Santa Sede con la que se intentó intimidar a la justicia para defender -torpemente- al cardenal Ouellet, el pánico parece cobrar fuerza. Las Hermanas Dominicas de Pontcalec han anunciado la creación de una comisión multidisciplinar para estudiar la crisis psicológica y espiritual que tuvo lugar “en 2012-2013” en su congregación -y principalmente en Pontcalec.

El comunicado de prensa de las Hermanas Dominicas del Espíritu Santo (en francés aquí) afirma que esta comisión, confiada al historiador Paul Airiau, se creó a petición del cardenal Ouellet, pero ni en Canadá, ni en Pontcalec, ni en el tratamiento canónico de la Madre Marie Ferréol, este último ha mostrado ninguna voluntad de arrojar luz.

Las más de las veces, el cardenal Ouellet ha abusado de los procedimientos canónicos y ha confiado las investigaciones a personas de su entorno - como en el caso de los abusos sexuales en Canadá, en los que está implicado con el fin de exonerarse y condenar a sus adversarios sin posibilidad de apelar los juicios.

En vista de las muchas cosas que no se han dicho y de los sesgos que ya se aprecian tanto en el anuncio de la comisión como en la explicación del texto en los medios próximos al episcopado francés, es justo preguntarse cuáles son los verdaderos objetivos de esta comisión, y si servirá, una vez más, para encubrir al cardenal Ouellet, acusar a inocentes y tapar la verdad o los hechos inquietantes.

El cardenal Ouellet, a quien el santo padre ha encargado personalmente que nos acompañe, ha pedido que se constituya una comisión multidisciplinar independiente para esclarecer los abusos cometidos en 2012-2013, “su origen, la realidad de los hechos, el trauma que causaron” y “la forma en que fueron tratados”.

La Comisión estará presidida por el historiador Paul Airiau (Commission-DSE@pm.me), doctor y profesor asociado de Historia y antiguo miembro del equipo de investigación socio-histórica preparatoria del CIASE.

Esta comisión multidisciplinar contará también con un historiador, un antiguo exorcista diocesano, un psiquiatra, un antiguo magistrado y un superior religioso.

El objetivo de la Comisión es:

- describir y comprender la naturaleza exacta de los abusos cometidos entre 2012 y 2013 desde el punto de vista de las distintas disciplinas;

- identificar las causas que permitieron que tales abusos tuvieran lugar y cómo encajan en la historia del Instituto y de la Iglesia contemporánea;

- identificar las consecuencias de los abusos en las víctimas.

El trabajo de esta comisión, que se centrará en “escuchar atentamente a las víctimas”, permitirá presentar recomendaciones y puntos de atención, tanto para un mejor apoyo de las víctimas como para la prevención de abusos en el futuro.

Hay que señalar que esta Comisión de la Verdad sólo tendrá un plazo limitado de 12 o 15 meses como máximo... Tiempo apenas suficiente para comprender una situación que, de hecho, se remonta a más de medio siglo...


La Croix y RCF apuntan al capellán de turno... ya juzgado (y exculpado) por la “justicia canónica”

En un extenso artículo (en La Croix aquí y en RCF aquí), explican el objetivo de la comisión:

“En aquella época, con la llegada de numerosas novicias de otra generación, las hermanas expresaban el deseo de cambiar el funcionamiento interno. La comunidad también se vio sacudida por las revelaciones sobre su fundador, el abad Berto, que había sido teólogo privado del arzobispo Lefebvre en la época del Concilio Vaticano II: justo cuando se estaba considerando una beatificación, varios testimonios, entre ellos el de una hermana anciana, hablaban de gestos ‘inapropiados’, lo que llevó a detener el proceso”.

François Cadiet

“En este contexto, un nuevo capellán de la Fraternidad San Pedro, el padre François Cadiet, fue nombrado en Pontcalec en [marzo de] 2011”, informa La Croix, olvidando mencionar que recibió dos cartas de asignación del obispo de Vannes y de sus superiores en la FSSP.

“Muy rápidamente, la superiora local de la época, la madre Marie de la Trinité, le confió tres hermanas que le parecían ‘bloqueadas o ralentizadas en su progreso espiritual’, para que las exorcizara. Aunque el gobierno de entonces fue destituido en  2013 y el capellán destituido, no se tomó ninguna sanción formal, para gran disgusto de las víctimas”, prosigue La Croix, que concluye que la comisión Ecclesia Dei y el padre de la Soujeole, nombrado en 2013 por la comisión, lograron restablecer la calma, cerraron el caso contra el padre Berto y concluyeron que no había manifestaciones del demonio.

En 2021, “la antigua superiora de Pontcalec fue despedida del instituto. La mujer que habría abogado por una vida de penitencia se encuentra ahora en otra comunidad religiosa, con la antigua maestra de novicias y profesas temporales, que la habían seguido en los exorcismos”.

Pero aquí está lo sospechoso: el ex capellán se benefició de un procedimiento canónico adecuado, con respeto al proceso contradictorio, y fue juzgado -definitivamente- en marzo de 2023. Según nuestras informaciones, demostró en su juicio canónico que el obispo de Vannes -Monseñor Centène, que sostenía lo contrario- le había dado efectivamente los poderes para los exorcismos que había realizado, y que en su momento, las personas exorcizadas se sentían bien y le estaban agradecidas. Según nuestras informaciones, fue condenado a no realizar exorcismos durante dos años.

Es más, sólo hubo tres exorcismos en total durante ese periodo para los que solicitó poderes al obispo de Vannes, monseñor Centène, que los concedió en cada ocasión. El primero, a finales de 2011, se realizó a una hermana que posteriormente fue enviada a la comunidad de Eucharistein en el Var, a petición suya, al que siguieron otros dos en 2012 y 2013. Además, el capellán no estaba solo en la realización de estos actos: otros dos sacerdotes estaban implicados, así como dos obispos, entre ellos el obispo de Vannes.


Ni una palabra de las dominicas sobre las “terapias agape” (y las Bienaventuranzas)

En cambio, en el comunicado de creación de la comisión, no se dice ni una palabra sobre las “terapias agape” descritas detalladamente por la Madre Marie Ferréol y que han dejado huellas de larga duración.

Según su presentación oficial citada por Golias (nº 149/150 de mayo de 2013), dichas “terapias agape” llegaron “de Quebec a Cacouna en 1980, luego a Francia en las Casas de las Bienaventuranzas, Palabra de Vida o los Hogares de Caridad” y fueron “puestas en marcha por Bernard Dubois, pediatra y miembro de la comunidad de las Bienaventuranzas y Daniel Desbois, psicoterapeuta, que son los iniciadores de las terapias Agape”. Tras una enérgica intervención de la DDASS en 2003 en el Château Saint-Luc, donde se practicaban entonces la mayoría de las “terapias agape”, el término fue cambiado por el nombre “Asociación Anne Peguy Agapê”, fundada el 1 de octubre de 2003 y trasladada a Le Puy en Velay el 24 de octubre de 2005, pero hoy en día, y al menos hasta el 8 de diciembre de 2013, cuando Mons. Brincard reconoció la estructura como “asociación privada de fieles”, sigue estrechamente vinculada a las Bienaventuranzas.

Las Bienaventuranzas es una comunidad conocida por numerosos problemas de abusos sexuales y espirituales, exorcismos salvajes, un noviciado en Autrey que cerró tras varios intentos de suicidio y numerosos abusos (véase la investigación en La Croix Hebdo 13 de enero de 2023, RC 16/1/2023); el 21 de enero de 2023, Riposte Catholique publicó extractos de un informe confidencial de Monseñor Santier, antiguo obispo de Coutances, Luçon y Créteil, redactado en 2011 sobre los “peligros de la psicoespiritualidad” en las sesiones de Agapê - Monseñor Santier, él mismo implicado en abusos sexuales y espirituales cometidos en la École de la Foi de Coutances, es un experto en la materia (en francés aquí)

Michel Santier

A modo de recordatorio: “La superiora enfermaba a todo el mundo. Procesaba en el acto a las que no podían desplazarse y practicaba esas terapias infernales [“terapias agape”] a esas pobres hermanitas que buscaban al buen Dios. Tuvimos que cerrar la casa. No quedaba nadie para cuidar a los niños”, recuerda en Golias. Efectivamente, el albergue se cerró en aquella época; la explicación que se dio entonces fue que las novicias debían dedicar más tiempo a su vida religiosa.

Basadas en “la introspección en busca de heridas de infancia que se habían convertido en obstáculos espirituales”, estas terapias llevaron a algunas monjas, “con el pretexto de perdonar a sus padres, a volver a casa para insultarlos”, prosigue la madre Marie Ferréol. “Durante una sesión, una monja me contó que había formado un feto con plastilina y luego lo había mecido para curar las heridas infligidas por su madre”. Estos testimonios se corresponden bien con el programa detallado de un “retiro Agape”, publicado en línea por Golias (149/150) en mayo de 2013.


Otra omisión: la crisis en Pontcalec se remonta mucho más allá de 2012-2013

Hay otra omisión importante en la comunicación de las Hermanas Dominicas de Pontcalec, pero sabemos que hay muchas cosas que no se dicen y eufemismos utilizados: la situación de crisis en la congregación en general y en la casa de Pontcalec no data de 2012-13.

Por otra parte, el proceso iniciado por la madre Marie-Hyacinthe para beatificar al padre Berto fue un intento de romper con la crisis marcada por la salida de varias hermanas y un intento de suicidio, varios años antes del período 2011-2013. Sin embargo, lejos de restaurar la unidad, esto había llevado a exacerbar las diferencias de opinión y posición dentro de la comunidad, donde en el momento de la llegada del padre Cadiet, más de un tercio de las hermanas tomaban antidepresivos.

Pero sobre todo, ya se habían realizado exorcismos antes de 2011-2013, una información vital que, una vez más, la comunidad no mencionó. El hecho de que se soliciten exorcismos a un capellán y que él mismo pida poderes al obispo no es nada nuevo.


Investigación sobre los sacerdotes por la oposición al Vaticano II y la virilidad de los sacerdotes

Paul Airiau, que presidirá la comisión, enumera sus cargos y publicaciones:

Paul Airiau

● 1994 - y hasta ahora: tras ocupar varios puestos anuales en la Académie de Versailles y luego en la Académie de Paris, en liceo y collège, particularmente en ZEP, fui destinado a un puesto permanente en 2009 en el Collège de la Grange aux Belles (75010), una escuela ZEP del grupo 5 (bajos indicadores socio-educativos).

● 2004 - 2006: Profesor de método de 2º curso de licenciatura, 2º semestre, "L'Europe en questions au XXe siècle: politique, cultures et identités" (Europa en cuestión en el siglo XX: política, culturas e identidades).

● 2004 - 2009, Universidad de París XII: profesor en el 1er año del DEUG de Historia y luego en el 1er año de la Licenciatura de Historia, 1er semestre, "Histoire de la France 1789-1871" (Historia de Francia 1789-1871).

● 2006 - en la actualidad, Institut d'Eudes Politiques de París: Profesor de métodos del 2º curso del 1er ciclo, 2º semestre, "Histoire et droit des Etat" (Historia y legislación del Estado).

También enumera varios de sus artículos:

● "Disputatio Dei. Les catholiques français partisans de l'héritage chrétien", pp. 197-208 en La Constitution européenne. Élites, mobilisations, votes, Antonin Cohen, Antoine Vauchez (eds). Bruselas: Éditions de l'Université de Bruxelles, coll. Etudes européennes, 2007.

" Le prêtre catholique : masculin, neutre, autre ? Des débuts du XIXe siècle au milieu du XXe siècle", pp. 192-207 en Hommes et masculinités de 1789 à nos jours. Contribuciones a la historia del género y de la sexualidad en Francia. Coordinado por Régis Révenin, prefacio de Alain Corbin. París, Éditions Autrement, colección Mémoires/Histoire, 2007.

"Le prêtre catholique: une virilité problématique et incertaine (1775-1914)", en Histoire de la virilité, ed. Alain Corbin y Georges Vigarello. París: Éditions du Seuil, coll. L'Univers historique,2011.

"Essai d'histoire profane d'Humanæ Vitæ", pp. 9-46 en Corps, raison et foi: l'actualité d'Humanæ vitæ. Coloquio del Collège des Bernardins, 18 de octubre de 2008. París: Collège des Bernardins, Éditions Parole et Silence, 2009 (versión audio)

"Les séminaire diocésains français, 1880-1914", pp. 71-89 en Revue de l'histoire de l'Église de France, nº 226, enero-junio de 2005.

"La formation sacerdotale en France, du XIXe au XXe siècle", pp. 23-44 en Archives de sciences sociales des religions, nº 133, 2006 (lectura).

"Pius XII, le révélateur", sitio web Religioscope, en línea desde el 22 de abril de 2002.

"La légitimité incertaine (1814-1853): retour sur les faux Louis XVII", pp. 115-127 en Revue d'histoire du XIXe siècle, nº. 39, 2009/2. 


Una mirada crítica sobre el “padre Berto”

En el marco de su tesis, Paul Airiau ya ha trabajado sobre el padre Berto y su teología, utilizando su diario de los años veinte y algunas de las cartas que escribió a las monjas dominicas de Pontcalec en los años sesenta.

El interesado explicó a La Croix que “la comisión llevará a cabo una investigación histórica basada en las fuentes y todos los documentos producidos en esta ocasión, así como entrevistas -realizadas según las normas de una investigación socio-histórica- con las víctimas y todos los implicados de la época que estén dispuestos a hablar”.

En este caso, que admite “complejo, con múltiples cajones”, Paul Airiau subraya “la independencia” de su comisión. “No estamos al servicio de justificar al instituto, ni siquiera al servicio del ‘papa’, sino que investigamos para dar una opinión histórica, canónica, teológica e incluso espiritual para que el instituto pueda asumirla, aportar el mejor apoyo posible a las víctimas y reflexionar sobre su identidad y su futuro”.

También trabajó sobre el padre Berto en el marco de su tesis, Le Séminaire français de Rome du Père Le Floch (1904-1927) (3 vols.). Tesis doctoral: Institut d'études politiques - Paris (Histoire), 2003.

En 2009, publicó una versión abreviada de su tesis en la revista Catolica, con el siguiente resumen: “Paul Airiau, agregado de historia, responsable de la redacción de la revista Résurrection, habla aquí de los protagonistas del ‘catolicismo integral’ francés de los años cincuenta, con sus capacidades y debilidades. Estas personalidades poco conocidas son, sin embargo, interesantes de considerar y comprender: cuando el poder de la Curia de Pío XII fue barrido por los acontecimientos de la primera sesión del Vaticano II, fueron estos hombres, u otros de su entorno, un medio marginado activa y pasivamente, con todas las depreciaciones que se derivaron de esta situación, quienes se hicieron cargo de la oposición al movimiento conciliar".

En este caso, hace un repaso crítico y político de los fundadores de Pensée catholique: “los cuatro fundadores de Pensée catholique estaban a punto de cumplir los cincuenta años. Nacidos a principios de siglo, Lucien Lefèvre (1895-1987), Henri Lusseau (1896-1973), Victor Berto (1900-1968) y Alphonse Roul (1901-1969) procedían del oeste de Francia (Loira Atlántico, Vendée, Morbihan y Seine-Inférieure). Procedían de medios sociales diferentes (el padre del padre Lefèvre era profesor de secundaria, mientras que el padre del padre Berto era oficial colonial) y tenían formaciones distintas (sólo el padre Berto era licenciado universitario).

Los cuatro se conocieron allí y obtuvieron sus títulos: El padre Lefèvre, doctor en teología y licenciado en derecho canónico, estudió allí de 1919 a 1925; el padre Roul, doctor en filosofía y teología, de 1919 a 1926; el padre Berto, doctor en teología y de la Académie Saint-Thomas, de 1921 a 1926; el canónigo Lusseau, doctor en teología, Sagrada Escritura y de la Académie Saint-Thomas, de 1918 a 1924. Esta formación compartida dejó en ellos una huella duradera.

Henri Le Floch c.s.s.p. (1862-1950), que en 1904 fue nombrado rector de esta institución pontificia fundada en 1853.

[...] La enseñanza es intransigente e integral, y se define en términos negativos: antiliberalismo, antisecularismo, antimodernismo, antifranquismo. Sin embargo, no todos los alumnos encajan en este molde. Aunque antes de 1914 surgieron algunos problemas, el periodo posterior a la Primera Guerra Mundial fue más turbulento y se formaron clanes teológicos y políticos. Los fundadores del Pensamiento Católico optaron por el bando intransigente e integral. Ante todo, reclamaban la plena aplicación de la verdad católica, en particular en lo que se refiere a las relaciones entre la Iglesia y el Estado y al lugar social que debe darse a la Iglesia. Así pues, son partidarios de la acción de todos los católicos para obtener la fuerza política necesaria para impugnar las leyes laicas resultantes de la secularización republicana de los años 1878-1914.


La Action Française era, por tanto, un aliado privilegiado: “la política primero”, aunque no era cierto en principio, sí lo era en la práctica. Sus escritos teológicos de esta época dan testimonio de estas opciones, que distaban mucho de ser unánimes en el catolicismo francés, pero que, en Roma, gozaban de la simpatía de muchos de sus compañeros de seminario y del cardenal Billot, muy cercano al Rector”.

Su tesis se basa principalmente en las siguientes fuentes:

Journal de l’abbé Victor-Alain Berto, 19/12/1922-25/02/1926, manuscrito, con añadidos posteriores ss d. El original (archivos de las Dominicaines du Saint-Esprit, Notre-Dame de Joie, Pontcalec) fue mecanografiado (54 p.) en fecha desconocida. La Fraternidad del seminario San Pío X de Écône (Suiza) conserva una copia. Se ha utilizado esta versión, fotocopiada por el abate Grégoire Célier fspx.

Notre Dame de Joie. Correspondencia del abate V.-A. Berto, prêtre, 1900-1968. París: Nouvelles Editions Latines, 1974. 333 p. notas, índice.

●  Le Cénacle et le Jardin. Intelligence et spiritualité du sacerdoce a través de los escritos de V.-A. Berto, sacerdote. Recogidos y presentados por Bruno Le Pivain. Prefacio de Dom Robert Le Gall. Bouère: Dominique Martin Morin, 2000. 414 p. Facsímil. [Contiene extractos del Journal de l'abbé Berto, notas de retiros, fragmentos de cartas a antiguos alumnos del Seminario francés].

● Diversos escritos del propio abate Berto en Pensée Catholique

● Un artículo de Itinéraires, "Une opinion sur l'Action Française", pp. 77-92 en Itinéraires, nº 122, 04/1968.


¿Se trató de una tesis eminentemente política destinada a acabar con los pilares de la oposición al Vaticano II en Francia?

En su tesis, acusa rotundamente al padre Berto de haber sido el propagador de la Action Française en el seno del seminario francés (cf. páginas 679/80, 683, 687, 688). Y su tesis en el IEP (Institut d'Etudes Politiques) en 1994 para su DEA (diploma de postgrado) en Historia tiene un título mucho más directo: “Disertación: El pensamiento católico, 1946-1956: ¿Romanticismo a la francesa o Fundamentalismo?”

En su tesis, el objetivo político de su crítica al Seminario francés de Roma y a la formación del padre Berto se ve claramente en la página 727: “Así, el apocalipticismo es la línea oficial del padre Le Floch, y las conferencias de Santo Tomás son el criterio para ser miembro del Seminario. Expresan el alma y el espíritu del Seminario, de la lucha contra los poderes de las tinieblas, los católicos no transgresores y los otros. Fue una clara afirmación de su intransigencia la que hizo el superior, apoyando así a los conferenciantes en su propaganda maurrasiana (tres de ellos participaron: V. Berto, A. Roul, R. Dulac)”. En la página 822, prosigue: “Algunos de estos sacerdotes merecen ser recordados porque formaron parte de los pilares de lo que se llamó, después de 1945, y en el sentido que la palabra y la noción tomaron en su momento, integrismo o, a menudo hoy, Tradicionalismo. Veamos algunos hitos. La Pensée catholique (Pensamiento católico), calificada de integrista, o casi, desde su creación en 1946, fue fundada por los abades Roul, Berto, Lefèvre y el canónigo Lusseau”.

En efecto, Paul Airiau ha trabajado sobre el padre Berto, cuyos escritos están siendo releídos actualmente por dos teólogos. Pero, ¿aceptó la presidencia de esta comisión sin ningún prejuicio u otros motivos ocultos? Es legítimo dudarlo.


¿Un presidente de comisión con prejuicios contra la Tradición?

Paul Airiau es un clásico feligrés de Saint-Germain l'Auxerrois que lo pasó bastante mal con el intento de toma de su iglesia por los fieles de la Misa Tradicional, es padre de nueve hijos, investigador sobre la enseñanza religiosa en los siglos XIX y XX y sobre la laicidad. También es profesor de historia y geografía en el instituto público Grange aux Belles, en el distrito 10 de París. Se unió al GREC en 2007 y sigue siendo miembro de la muy discreta comunidad Aïn Karem, que hace evangelismo de calle y está presente sobre todo en París y Provins.

En octubre de 2020, explicó cómo enseña el laicismo a sus alumnos: “Paul Airiau tiene que tener cuidado de no 'enseñar el laicismo como una religión civil o una ideología de Estado' a sus alumnos”. Al mismo tiempo, debe “hacerles comprender que deben aceptar las reglas de la vida colectiva vigentes en Francia, aunque puedan criticarlas”. Todo ello evitando cualquier cuestionamiento de la enseñanza. Para evitar los escollos, este profesor, en primer lugar, “hace una interpretación jurídica de la laicidad, explicando las opciones que condujeron a la adopción de este sistema”. Y en lugar de afirmar que en Francia “se puede hacer burla de todo”, prefiere enumerar “de qué se puede, o no, hacer burla”, mostrando cómo esto ha cambiado con el tiempo.

Sin embargo, sus respuestas a Forum Catholique en 2007 son mucho más interesantes. En particular, hace balance del GREC, del que es miembro: “Independientemente de lo que se piense en Roma, en Econe y en otros lugares, los 'teólogos con vestiduras' son una categoría que los historiadores identifican desde los años veinte..... Los laicos deben ocupar el lugar que les corresponde, y es absolutamente necesario defender la idea de que algunos asuntos no son sólo asunto de los párrocos”.

Además lanzó un agresivo comentario respecto a la revista Golias: “Tenemos poca afinidad con el mundo psico-intelectual de la tierna y chirriante revista que se hace llamar Golias, cuyas investigaciones periodísticas carecen del más elemental rigor que cabría esperar de un estudiante de primer curso de la licenciatura de Historia o simplemente de un alumno de secundaria”.

En Le Bref Examen critica: “el breve examen crítico es en parte obra de padre Guérard des Lauriers (Guériers des Laurards como le decían sus jóvenes frailes dominicos, sometidos, en el sentido estricto del término, a sus reflexiones metafísicas en forma de conferencias inerradicables). Se centra en una lectura antiprotestante de la misa, y considera implícitamente que el texto basta por sí solo para garantizar la validez de un sacramento. Tengo mis dudas sobre este último punto, así como sobre la lectura de Trento que subyace en el texto. Ottaviani y Bacci lo han asumido, de acuerdo. Son cardenales, de acuerdo. Aparte de eso, no me convencen sus argumentos, pero eso no significa que no haya nada que sacar de la misa inventada por Bunigni y otros”.

A continuación, expone su visión del mundo tradicional, como “observador desde hace quince años”: “La sensación de entrar en un universo diferente, en el que estás seguro de tener razón contra viento y marea, y en el que estás en constante conflicto con el mundo perverso (para abreviar). En definitiva, la certeza de la verdad, de las palabras que salvan, etc. En mi opinión, esto nos lleva a pasar por alto un punto fundamental: los tradicionalistas están tan afectados por la modernidad y el individualismo como los demás católicos y los demás franceses”.

[...] El tradicionalismo también innova, sin querer hacer nunca más que actualizar la intransigencia. Las Éditions Clovis de la Fraternidad de San Pío X no sólo reeditan obras del siglo XIX, sino que también publican novelas contemporáneas para adolescentes: el objetivo es ganarse a los jóvenes, que emergen poco a poco, respondiendo a sus expectativas [...] Simbólicamente, el ejército es un mito. El valor guerrero de las gestas revolucionarias y napoleónicas converge con la mitología caballeresca y nobiliaria, reinterpretada en la mística del oficial en jefe y líder de los hombres. [...] La aposición apocalíptico-profética de un Sagrado Corazón en la bandera tricolor expresa esta intransigencia preservada, que debe sin embargo reinterpretar los tres colores a su favor”.

La lógica del cuerpo y de los gestos conduce a un compromiso real, en el que el placer individual prevalece a pesar de la intransigencia intelectual. La indumentaria femenina también era un signo: las faldas por encima de la rodilla chocaban con las faldas por debajo de la rodilla, y las reacciones podían ser virulentas. [...] Sin embargo, la pareja aún no era moderna. El baile, incluido el rock y el rap, se hace en pareja, porque la mitología romántica se ha instalado incluso en los círculos apocalípticos. La pareja es un absoluto, un lugar y un medio de alcanzar la felicidad individual, de santificación en términos católicos. [...] Por último, ¿hay que mencionar una cierta tecnofilia? Recuerdo aquí en particular una comparación que dos sacerdotes de la Sociedad de San Pío X hicieron delante de mí, naturalmente, entre sus dos teléfonos móviles (1998): tamaño, autonomía, peso, aspecto”.

A esto sigue un largo desarrollo, que termina con su posición: “La posición que mantengo es que incluso este objetivo, al igual que el objetivo que tengo de evangelizar al mundo entero in fine antes de mi muerte e incluso mañana, es insuficiente comparado con lo que se nos debe dar gratuitamente un día: cielos nuevos y tierra nueva, porque el Hijo habrá sometido a todos sus enemigos y dado el poder a su Padre, y entonces Dios será todo en todos. En resumen, aquí en la tierra no tenemos nada mejor que esperar que eso - pero entonces ya no será aquí en la tierra como estamos acostumbrados.

Como ven, oscilo entre la espiritualidad, la teología, la historia y la sociología. Lo que quiero es unirlas para que podamos pensar y vivir esta esperanza en un mundo que se ha estructurado rechazándola. Porque la modernidad es algo distinto del paganismo, y algo distinto del pecado original, o de la reiteración del orgullo satánico. El naturalismo denunciado por los papas ha salido del cristianismo, y eso cambia las cosas radicalmente. No podemos pretender que esta realidad nos sea ajena. Es lo que podríamos ser sin lo que hemos recibido, y es también lo que somos, que es nuestro pecado”.