jueves, 14 de marzo de 2013

SIGUIENDO EL MAL CONSEJO DE LOS MEDIOS

Dirigiéndose al clero de Roma en uno de sus últimos discursos como Papa, Benedicto XVI reconoció la ruinosa influencia que los medios de comunicación han ejercido sobre la Iglesia durante décadas. Se refirió al espíritu espurio del Vaticano II como el "concilio de los medios".

Por George Neumayr


Lo que no mencionó fue que muchos clérigos se conformaron con entusiasmo al concilio de los medios e incluso impulsaron la mayoría de sus temas y mitologías. La bestia del mal consejo tenía dos cabezas, una de fuera de la Iglesia y otra de dentro de ella. Esta bestia sigue al acecho, como se evidencia en la cobertura y maquinaciones maliciosas del cónclave papal.

El National Catholic Reporter, abiertamente herético, sigue suministrando información a muchos obispos e incluso cardenales, lo cual es una de las muchas señales de que el concilio del que habló Benedicto sigue desarrollándose. La bestia bicéfala también reside en las cancillerías y en las escuelas y colegios católicos, donde las ideas de ese concilio han echado raíces más profundas.

"Estaba el concilio de los Padres -el verdadero concilio-, pero también estaba el concilio de los medios de comunicación. Era casi un concilio en sí mismo, y el mundo percibía el concilio a través de ellos, a través de los medios de comunicación. Así que el concilio que inmediatamente, efectivamente, llegó a la gente fue el de los medios de comunicación, no el de los Padres", dijo Benedicto. "No tuvo lugar, naturalmente, dentro del mundo de la fe, sino dentro de las categorías de los medios de comunicación de hoy, es decir, fuera de la fe, con una hermenéutica diferente. Fue una hermenéutica de la política".

El cónclave papal se ha visto en gran medida a través del prisma de esa "hermenéutica de la política". Sacerdotes disidentes como el padre jesuita Thomas Reese han aparecido en los programas de entrevistas para pronunciarse sobre esta o aquella cualidad que necesita el próximo Papa. Nunca mencionan la ortodoxia. Decir a la élite liberal de Occidente lo que quiere oír parece ser la principal cualificación para el papado, a juzgar por sus comentarios sobre el nuevo "tono" o "estilo" que debería adoptar el próximo Papa.

En todas sus palabras de moda sobre la "gestión" y las "habilidades de comunicación" que necesita un papa moderno está implícita una concepción mundana del papado en la que la doctrina se diluye.

Fue necesario que un mago autodenominado ateo en la CNN informara al presentador "católico", Piers Morgan, de que su parloteo sobre la necesidad de un papa modernizador le hacía parecer un protestante liberal, no un católico. "Bueno, creo que puedo ser alguien que cree en la posición del Papa más que la mayoría de los católicos", dijo Penn Jillette a Morgan. "Realmente le tomo la palabra a la gente. Y parece que todo el cinismo y todo el... a quién vamos a meter, modernizando... no se supone que haya modernización. Se supone que es la palabra de Dios".

El "concilio de los medios de comunicación" ha causado tremendos estragos en la Iglesia. A él, Benedicto remontó "tantos problemas, tanta miseria, en realidad: seminarios cerrados, conventos cerrados, la liturgia fue trivializada". Señaló que "el concilio virtual fue más fuerte que el concilio real".

La capacidad de liderazgo del papa Francisco determinará si ese concilio virtual desaparece o persiste. Estaba claro que los padres Reese apostaban por un papa "moderado" para poner en marcha ese concilio. En 2011, el National Catholic Reporter dejó caer que los teólogos disidentes estaban esperando su momento hasta que Benedicto pasara a mejor vida.

"Basta con hablar con una muestra de departamentos de teología para saber que en muchos lugares los teólogos están pasando desapercibidos. Nuestros seminarios van a ir a lo seguro en el futuro inmediato", decía en un editorial. "La teología moral del tipo que podría plantear cuestiones sustanciales o tratar cuestiones sexuales difíciles u otras cuestiones de la vida se está dejando en manos de los que regurgitan la línea del partido", continuaba. "Hay teólogos más aventureros y sofisticados, pero no van a levantar la cabeza muy por encima de las barricadas".

En los últimos días y semanas, ha servido a los intereses de este grupo hacer de la cuestión de la "reforma" un tema conductor de la cobertura del cónclave, como si el problema más profundo de la Iglesia fuera la organización del banco vaticano o las oficinas curiales. Esto ha desviado la atención de la enfermedad mucho más peligrosa de la heterodoxia, de la que esos problemas menores son sólo síntomas. En todo caso, este grupo se complace en escuchar que existe una supuesta cábala de cardenales "unidos por la orientación sexual" dentro de los muros del Vaticano y que les gustaría aumentar su número. Sin embargo, no está claro si este grupo, si existe, tiene alguna influencia real.

Llevar la corrupción del mundo a la Iglesia era el objetivo del "concilio de los medios". Los periodistas y sus facilitadores eclesiásticos querían que se rebajaran las normas de los seminarios, que se ordenaran homosexuales y que se sancionara la revolución sexual. Consiguieron su deseo. Las "ventanas de la Iglesia" se abrieron y el "humo de Satanás", como dijo el Papa Pablo VI, entró. Sólo rechazando el mal consejo de los medios de comunicación podrá el papa Francisco extinguirlo.


Crisis Magazine


miércoles, 13 de marzo de 2013

RATZINGER: “HAY MUCHOS PAPAS QUE EL ESPÍRITU SANTO PROBABLEMENTE NO HABRÍA ELEGIDO”

En 1997, el entonces prefecto de la Doctrina de la Fe aseguraba que el Espíritu Santo actúa como un “buen maestro”, pero no “dicta” el candidato


Dentro ya de la Capilla Sixtina, el momento en que los cardenales se estremecen es el canto del “Veni, Creator Spíritus”. Significa que ha llegado la hora de la verdad, de dejarse dominar por una Presencia mayor, por lo divino.

Pero no es automático. Según explicó el cardenal Joseph Ratzinger en 1997 a la televisión de Baviera, “yo no diría que el Espíritu Santo elige al Papa, pues no es que tome el control de la situación sino que actúa como un buen maestro, que deja mucho espacio, mucha libertad, sin abandonarnos”.

El entonces prefecto de la Doctrina de la Fe, recordó con toda sencillez que, mirando a lo sucedido a lo largo de la historia de los 264 sucesores de Pedro, “hay muchos Papas que el Espíritu Santo probablemente no habría elegido”.

En su opinión, “el papel del Espíritu Santo hay que entenderlo de un modo más flexible. No es que dicte el candidato por el que hay que votar. Probablemente, la única garantía que ofrece es que nosotros no arruinemos totalmente las cosas”. Era una visión de fe, que integraba perfectamente dos grandes milagros en la vida sobrenatural: el de la gracia y el de la libertad.




¡EL ESPANTO! UN PERIODISTA DE BUENOS AIRES DESCRIBE A BERGOGLIO


Tenemos muchos amigos en todo el mundo, incluso en la República Argentina. Y le preguntamos a un querido amigo, Marcelo González, de Panorama Católico Internacional, que conoce a la Iglesia de la Argentina como la palma de su mano para que nos envíe un informe sobre el nuevo Papa. 


Aquí va:

El arzobispo de Buenos Aires se arrodilla para recibir la "bendición" de los ministros protestantes y del padre Raniero Cantalamessa - Buenos Aires, 2006

¡El horror!

De todos los candidatos impensables, Jorge Mario Bergoglio es quizás el peor. No porque abiertamente profese doctrinas contra la fe y la moral, sino porque, a juzgar por su trabajo como Arzobispo de Buenos Aires, la fe y la moral parecen haberle sido irrelevantes.

Como enemigo declarado de la misa tradicional, solo ha permitido imitaciones de ella en manos de enemigos declarados de la antigua liturgia. Él ha perseguido a cada sacerdote que hizo un esfuerzo para usar una sotana, predicar con firmeza o simplemente estaba interesado en Summorum Pontificum.

Famoso por su inconsistencia (a veces, por la ininteligibilidad de sus discursos y homilías), acostumbrado al uso de expresiones burdas, demagógicas y ambiguas, no se puede decir que su magisterio sea heterodoxo, sino inexistente por lo confuso que resulta ser.

Su séquito en la Curia de Buenos Aires, con la excepción de unos pocos clérigos, no se ha caracterizado por la virtud de sus acciones. Varios tienen graves sospechas de mala conducta moral.

No ha perdido ninguna ocasión para celebrar actos en los que prestó su catedral a protestantes, musulmanes, judíos e incluso a grupos partidistas en nombre de un diálogo interreligioso imposible e innecesario. Es famoso por sus encuentros con los protestantes en el estadio Luna Park, donde, junto con el predicador de la Casa Pontificia, Raniero Cantalamessa, fue "bendecido" por los ministros protestantes, en un acto de adoración común en el que, en la práctica, aceptó el validez de los "poderes" de los pastores de televisión.

Esta elección es incomprensible: no es un políglota, no tiene experiencia curial, no brilla por su santidad, es flexible en doctrina y liturgia, no ha luchado contra el aborto y solo muy débilmente contra el "matrimonio" homosexual [aprobado prácticamente sin oposición del episcopado], no tiene modales para honrar el trono pontificio. Él nunca ha luchado por otra cosa que permanecer en posiciones de poder.

Realmente no encaja con lo que Benedicto quería para la Iglesia. Y no parece tener ninguna de las condiciones requeridas para continuar su trabajo.

Que Dios ayude a Su Iglesia. Uno nunca puede descartar, por muy duro que parezca, la posibilidad de una conversión... y, sin embargo, el futuro nos aterroriza.

Rorate-Caeli


lunes, 11 de marzo de 2013

EL PERFIL DEL NUEVO PAPA


Las cualidades del nuevo pontífice, sus retos en el cargo y cómo deberá enfrentarlos están en el centro del debate. Sin embargo, no es fácil trazar el perfil del candidato ideal.


La Institución Religiosa con cientos de millones de fieles busca candidato ideal para ejercer las funciones de: obispo de Roma, cabeza visible, jefe de Estado de la Ciudad del Vaticano y líder espiritual de los católicos.

Elegir a la persona adecuada para ocupar la sede vacante de la Iglesia Católica es un trabajo arduo, un rompecabezas que, para ser armado, requiere de alianzas, acuerdos y, según la propia institución, de la inspiración del Espíritu Santo.

Pero este proceso está rodeado del mayor secretismo al que se somete la elección de un jefe de Estado –y líder espiritual– en el mundo.

Tampoco existe ningún documento público que oriente e indique las características que deberá tener el futuro pontífice.

Lo que sí hay, en cambio, son opiniones. Y en los días previos al cónclave, que comenzará oficialmente tras el sellado de la Capilla Sixtina este martes 12 de marzo, fluyen como el Tíber, crecido tras varias jornadas de lluvias en Roma.


EL PERFIL DEL CANDIDATO IDEAL

"A medida que pasan los días, vamos escuchando las intervenciones de los cardenales en las congregaciones generales, vamos tomando contacto entre nosotros en los intervalos y en los momentos de oración y vamos discerniendo los pocos que consideramos en conciencia y ante Dios que podrían ser el pastor que guíe la Iglesia", dice Raimundo Damasceno, arzobispo de Aparecida y uno de los cinco cardenales electores brasileños.

Las cualidades del nuevo papa, sus retos en el cargo y cómo deberá enfrentarlos están en el centro del debate. Sin embargo, no es fácil dibujar el perfil del candidato ideal.

Quizá la pista más clara –aunque también muy abierta– la dio el propio Benedicto XVI en su renuncia, un acto sin precedentes en más de 600 años, al señalar que el candidato deberá tener "fortaleza de espíritu y de cuerpo".

Damasceno habla de un candidato con un talante "dialogante" y con el vigor suficiente para proseguir la "labor evangelizadora de la Iglesia".

Otros electores piden también que ese vigor sirva para atajar los recientes escándalos que afectan al Vaticano.

"La habilidad para gobernar es importante. Los problemas sustanciales que se identificaron en el caso VatiLeaks deben ser atajados", afirmó el cardenal australiano George Pell, en declaraciones recientes al diario Vatican Insider, en referencia al caso de filtración de información confidencial del Vaticano que mostraban las luchas internas por el poder.

"Necesitamos alguien que sea un estratega, que tome decisiones, planifique, alguien con fuertes capacidades pastorales demostradas que puede tomar las riendas de la Iglesia y moverla hacia adelante", sentenció Pell.

El candidato ideal debería tener la capacidad de gobierno y una juventud relativa que permita la energía necesaria para acometer reformas son quizá las características más mencionadas.


"REFORMA"

Pero "reforma" tiene muchos significados. Desde sectores progresistas de la Iglesia, como la organización Somos Iglesia, se pide una "transferencia de poder a las iglesias locales", una "limpieza auténtica" de los escándalos recientes y que el gobierno vaticano se inspire en la "sobriedad y la simplicidad".

"Suena provocador, pero lo primero sería que el próximo papa deje de serlo. El gran problema no es la persona que ejerza la función, sino la función como está diseñada hoy", dijo José Arregi, un franciscano secularizado y profesor de historia de las religiones de la Universidad de Deusto, en España.

Para realizar la reforma profunda de la que habla Arregi, "el nuevo papa podría empezar por sentarse con los cardenales, con un sínodo de obispos, pero sobre todo con representantes de comunidades de cristianos de todo el mundo en su gran pluralidad. Habría que empezar por aplicar los mínimos criterios democráticos en el papado. Debería ser una función provisional de un hombre o de una mujer que fuera el representante máximo de las iglesias cristianas".

Otras voces, como Fermín Labarga, profesor de teología histórica de la Universidad de Navarra, en España, no van tan lejos y piden "acometer algunos cambios respecto a las formas de afrontar el gobierno de la iglesia, en lo que respecta a la curia".

"Nuevas formas de ejercer el gobierno de la iglesia. Siempre en fidelidad a la tradición. Vamos viendo muchas cosas que apuntan a eso", dice Labarga, quien también considera que el nuevo papa deberá "cuidar mucho la imagen pública de la Iglesia, reforzar la comunicación institucional para que no se dé la mera sospecha de que hay ocultismo por parte de la Curia y la Santa Sede".

Thomas Reese, periodista del National Catholic Reporter, una publicación estadounidense especializada en cuestiones católicas, indica que desde círculos próximos al cónclave, las "reformas necesarias" pasan por tres puntos: que la curia sea más transparente, que sus cargos rindan cuentas y que se lleve a cabo un proceso de modernización.


LAS CUALIDADES PERSONALES

Pero más allá de las funciones del puesto, ¿qué cualidades personales debe tener el nuevo papa? ¿Cuál debería ser su experiencia previa?

Arregi pide alguien "que, como Jesús, sea osado para imaginar otro mundo distinto. Un hombre compasivo a quien las entrañas se le revuelven ante el dolor de tantos pueblos y ante la amenaza que sufre el planeta. Todo lo demás es secundario. Esto significa que sea muy libre, muy valiente, muy imaginativo, muy dialogante, tolerante con la diferencia, con formas diferente de pensar".

Ante los "retos importantes que le esperan", Labarga destaca la "valentía, el dinamismo y la experiencia pastoral y de gobierno".

Menos importancia conceden, en cambio, al origen del futuro sumo pontífice, en un momento en que se especula con la posibilidad de que, por primera vez en más de 1.200 años (desde Gregorio III, de origen sirio), pueda proceder de un país no europeo.

"Básicamente no creo que importe. Los cardenales, independientemente de su origen, responden al mismo perfil. Podría generar expectativas, pero no sería definitivo", apunta Arregi.

"No creo que sea decisivo. La Iglesia está preparada para tener un papa de cualquier continente. Africanos y asiáticos ya hubo en los primeros tiempos. Yo creo que el origen se olvida inmediatamente", afirma Labarga.

El cardenal Damasceno también considera que "el origen del papa no es importante". Sin embargo, agrega, un posible papa latinoamericano "sería recibido con mucha alegría y entusiasmo en la región".

Origen, edad, formación, experiencia, una descripción detallada de las funciones a realizar en el nuevo puesto de trabajo: son elementos básicos de cualquier oferta de empleo. Pero en la elección del nuevo papa, estas características no se hacen públicas de antemano.

Se trata de uno de los procesos electivos más antiguos del mundo. Y también uno de los más herméticos.

Todo cuanto acontezca en el interior del cónclave permanecerá en estricto secreto: los debates previos a las votaciones, los posibles candidatos, los resultados de los escrutinios...

Por esta razón, de momento sólo se puede tomar nota de opiniones que, muchas veces, se confunden con expresiones de deseos.

Cuando la fumata blanca surja de la chimenea de la Capilla Sixtina se sabrá qué expectativas se cumplieron y quién fue considerado el "candidato ideal".


EL PERFIL DEL NUEVO PAPA Y EL BANCO VATICANO CENTRAN LAS ÚLTIMAS INTERVENCIONES ANTES DE LA ELECCIÓN

El perfil del futuro papa y los retos a los que tendrá que enfrentarse, así como la situación del Instituto de Obras Religiosas (IOR), has entrado las intervenciones de la décima y última congregación general antes del inicio del cónclave este martes, 12 de marzo, por la tarde, según ha explicado el jefe de la sala de prensa del Vaticano, el padre Federico Lombardi. 


En total, los cardenales han intervenido hasta 161 veces durante 10 congregaciones generales celebradas a lo largo de 7 días.

Así, este lunes a las 9:30 horas, se ha llevado a cabo la décima y última congregación general antes del inicio de la elección del sucesor de Benedicto XVI en la que han participado 152 cardenales y se han producido 28 intervenciones que suman un total de 161 intervenciones.

Sobre los temas tratados, el padre Lombardi ha remarcado que ha estado de nuevo presente el perfil y lo que se espera del próximo papa. Por otro lado, el cardenal Tarcisio Bertone, como presidente del Comité de Finanzas y Vigilancia del IOR ha presentado una breve relación sobre el proceso de transparencia entre el Moneyval. Al respecto, Lombardi ha remarcado que "la situación del IOR no es prioritario para los cardenales y la elección del próximo pontífice".

Lombardi ha indicado que al inicio de la última congregación general se ha llevado a cabo el sorteo de los tres nuevos cardenales que asisten al camarlengo, el cardenal Tarsicio Bertone, en la congregación particular. Estos tres nuevos cardenales permanecerán en el cargo durante tres días, y en caso de que se prolongue el cónclave, se efectuará otro sorteo. Los nuevos miembros son el cardenal patriarca Antonio Naguib por la orden de los obispos, el cardenal Marc Ouellet por la orden de los presbíteros y el cardenal Francesco Monteresi por la orden de los diáconos.

Por otro lado, el padre Federico Lombardi ha indicado que este lunes por la tarde se lleva a cabo el juramento en la Capilla Paulina, presidido por el cardenal camarlengo, el cardenal Tarsicio Bertone de casi 90 personas que son el personal que ayudará a los cardenales durante el cónclave.

En esta línea, Lombardi ha precisado que entre ellos se encuentran el secretario del Colegio Cardenalicio, el maestro de ceremonia y ceremonieros, el asistente del cardenal que preside el cónclave, religiosos y religiosas, confesores, médicos, enfermeros, cocineros, personal de servicio y limpieza en Santa Marta, conductores, seguridad, Guardia Suiza y gendarmería vaticana.


miércoles, 6 de marzo de 2013

TODAVÍA SIN FECHA PARA EL CÓNCLAVE, FALTAN DOS ELECTORES


Los purpurados comienzan a perfilar las virtudes y cualidades que serán necesarias en el sucesor de San Pedro.


Hoy miércoles 6 de marzo, otros cuatro cardenales han llegado a la Ciudad Eterna, entre ellos, los electores Karl Lehmann (Alemania) , Antonius Naguib (Egipto) y John Tong Hon (China). De esta manera, tan solo faltan el polaco Kazimierz Nycz y el vietnamita Jean Baptiste Pham Minh Man, de los cuales se espera que estén presentes mañana.

Según informó en rueda de prensa el portavoz de la Santa Sede, Federico Lombardi, el perfil del nuevo papa y las “esperanzas y expectación” que se pueda tener en él ha sido uno de los debates que han mantenido los purpurados, junto a temas ya tratados anteriormente, como la Iglesia en el mundo, la nueva evangelización o el papel de los dicasterios de la Curia vaticana y su relación con los episcopados.

En la mañana de hoy, 18 purpurados han tomado la palabra, con lo que son un total de 51 las intervenciones que se han realizado por ahora durante las congregaciones generales.


Sigue sin haber fecha para el cónclave

Todavía no hay ninguna noticia aún sobre la fecha de inicio del cónclave. Preguntado Lombardi acerca de la demora, respondió: “Parece respetuoso esperar para tomar esta decisión a que estén prácticamente todos los electores presentes, de manera que esté completo el cuerpo que debe tomar esta decisión”.

En su opinión, no sería oportuno hacer una votación temprana sobre la fecha del cónclave que se vea interpretada como una manera de “forzar la dinámica de reflexión y maduración por parte del Colegio Cardenalicio”.

El portavoz vaticano aseguró que el Colegio Cardenalicio está tratando de “realizar bien la preparación” para llegar al cónclave “con una idea más clara” y tener “un proceso de votación más maduro”.


Preparación de la Capilla Sixtina

Las obras de preparación de la estancia vaticana pintada por Miguel Angel Buonarrotti ya están en marcha; a los periodistas se les ofreció un video del Centro Televisivo Vaticano con las imágenes. Entre los trabajos que se están realizando está el cubrimiento del suelo con paneles, a fin de conservar el pavimento.

También se han mostrado las dos estufas que se utilizarán durante la elección: una para quemar las papeletas con los votos, y otra para crear el humo con el que se anunciará a los fieles de todo el mundo si hay o no hay papa. Lombardi ha revelado que no es la primera vez que se utiliza este procedimiento con dos estufas, ya que también se hizo en el anterior cónclave, del que resultó elegido Benedicto XVI.


Oración en la Basílica de San Pedro

Hoy por la tarde no se reunirán las congregaciones de cardenales. En cambio, a las 17:00 h. en el altar de la Cátedra de San Pedro de la basílica vaticana, los cardenales realizarán una celebración de oración por la Iglesia en la basílica de San Pedro.

La celebración se abrirá con el rezo de los misterios gloriosos del Santo Rosario en italiano y latín. Seguirá la exposición y adoración del Santísimo Sacramento. A continuación se rezarán las Vísperas, presididas por el cardenal Angelo Comastri, arcipreste de la basílica. El rito finalizará con la bendición eucarística impartida por Comastri.


sábado, 2 de marzo de 2013

TENTACIÓN SUDAMERICANA POR EL PRIMER PAPA EXTRAEUROPEO

La hipótesis de un pontífice latinoamericano para dar una fuerte señal de cambio.

Por Andrea Tornielli

"Cuatro años de Bergoglio serían suficientes para cambiar las cosas...", susurra un viejo amigo del arzobispo de Buenos Aires. Existe el nombre de un cardenal que no ingresa a los "papabili" de estos días, debido a su edad: el del jesuita Jorge Mario Bergoglio, de setenta y seis años, originario de Turín, arzobispo de la capital argentina. El candidato que en el tercer voto del muy rápido cónclave de 2005 obtuvo cuarenta votos, siendo el candidato más votado después de Ratzinger. En los últimos años, su prestigio ha crecido en la Iglesia latinoamericana y también en el colegio de cardenales. No se excluye que aún pueda obtener votos, pero sin duda será una de las figuras clave destinadas a tener peso en las congregaciones generales y en el cónclave. 


En su diócesis, Bergoglio dijo hablando de evangelización: "Toda la actividad ordinaria de la Iglesia se ha establecido en vista de la misión. Esto implica una tensión muy fuerte entre el centro y la periferia, entre la parroquia y el vecindario. Debes salir de ti mismo, ir a los suburbios. La enfermedad espiritual de la Iglesia autorreferencial debe evitarse: cuando llega a ser así, la Iglesia se enferma. Es cierto que al salir a la calle, como sucede con cada hombre y cada mujer, pueden ocurrir accidentes. Pero si la Iglesia permanece cerrada en sí misma, autorreferencial, envejece. Y entre una Iglesia llena de baches que sale a la calle y una Iglesia interesada, no tengo ninguna duda en preferir la primera."

Con motivo del consistorio de febrero de 2012, celebrado en medio de la tormenta de vatileaks, Bergoglio había afirmado que "el peor pecado en la Iglesia es la actitud del mundo espiritual", que también incluye "la carrera profesional y la búsqueda de progreso". Podía ver a aquellos que esperaban un cambio significativo de rumbo.

El cardenal Francesco Coccopalmerio, presidente del Consejo Pontificio para los Textos Legislativos, habló sobre la posibilidad de elegir un candidato de América Latina: "En mi opinión, ha llegado el momento de mirar fuera de Italia y Europa y en particular de considerar América Latina". Esta dirección también podría ser orientada por cardenales que eran nuncios apostólicos en esos países, como el presidente de la Gobernación Giuseppe Bertello y el prefecto de la Congregación para las Iglesias Orientales, Leonardo Sandri. Pero también los marineros curiales ahora eméritos como Juan el Rey Bautista. Uno de los nombres que se surge con mayor frecuencia es el del arzobispo de Sao Paulo de Brasil, Odilo Pedro Scherer, de 63 años, un prelado que no tiene (y esto no puede ayudarlo) un carácter «latino» y brasileño. De 1994 a 2001 fue funcionario de la Congregación de Obispos. Y hoy está incluido en las comisiones cardinales que supervisan el IOR y los asuntos económicos y financieros de la Santa Sede. Otro posible candidato de la zona geográfica latinoamericana es el arzobispo de Guadalajara, el mexicano José Francisco Robles Ortega, de 64 años. ¿Pero votarían los electores cardenales de América Latina por uno de sus compatriotas? Es posible que algunos de ellos dirijan sus preferencias hacia otros candidatos, como el canadiense Marc Ouellet, que ha vivido en América del Sur durante muchos años. 


En cuanto a los "candidatos elegibles" en Europa, los comentaristas consolidan las posiciones del arzobispo de Milán, Angelo Scola, de 71 años, y el arzobispo Peter Erdo de Budapest, el 60.

Un elemento común que surge es el deseo de un cambio de rumbo, sobre todo en la gestión de la Curia romana, pero en qué dirección se implementará ese cambio, será el tema de las discusiones en las congregaciones generales a partir del lunes. La próxima semana será decisiva para saber qué papa saldrá del cónclave.

La Stampa