sábado, 30 de noviembre de 2019

¡NO HAY BENDICIONES PARA TI!

La primera vez que lo hizo fue el día después de su elección, cuando se negó a bendecir a los medios reunidos. Ahora, lo hizo otra vez.

Cuando los católicos visitan al Papa, tienen derecho a su bendición apostólica.

Cuando los no católicos lo visitan, no exigen que él los bendiga y, de hecho, deberían sentirse insultados porque les está negando la gracia que podría conducirlos a la conversión.

Pero ¿no podemos tener un día sin que este monstruo haga algo miserablemente malvado y no católico?

Pero hay más... Las imágenes a continuación corresponden a la procesión del ofertorio según el "rito del Zaire" (?) dónde participó Bergoglio en la Basílica de San Pedro el día 29 de Diciembre de 2019.


Vox Cantoris


MONSEÑOR AGUER ANTE EL COMIENZO DEL ADVIENTO RECORDÓ QUE CRISTO VINO, VIENE Y VENDRÁ

Monseñor Héctor Aguer, Arzobispo Emérito de La Plata, al iniciarse el Tiempo Litúrgico del Adviento, preparatorio de la Navidad, aseguró “que Jesús vino, vendrá y viene. Viene constantemente a las almas a través de su Palabra, de la escucha de su Palabra, viene por la Fe, y viene sobre todo por la Eucaristía. Está en nosotros y está en el mundo y ahí está la cuestión. Cristo no es un personaje del pasado. Es también del futuro y es un personaje del presente, de nuestro presente”.

Consideró por eso que es necesario que los fieles conozcan “la Palabra de Cristo, la enseñanza de Cristo, lo que la Iglesia nos enseña en nombre de Cristo y hacer de eso nuestra vida y que, otra vez, Cristo sea el sentido de nuestra existencia. ¿Y si no lo vivimos así nosotros cómo vamos a hacerlo presente en la sociedad? En una sociedad que, sabemos, se está descristianizando aceleradamente o está ya profundamente descristianizada somos nosotros los que tenemos que dar testimonio de Cristo afirmando nuestra fe. Él ha venido, viene y vendrá”.

El prelado también explicó que “la celebración de la primera venida, que es un hecho del pasado, es el hecho histórico más importante de toda la historia humana, nos lleva también a pensar en la segunda venida de Cristo en la cual creemos, en la cual confesamos en el Credo… En las primeras semanas, en el primer período del Adviento, la atención de la Iglesia está centrada en la segunda venida de Cristo al observar que Cristo vendrá, que Cristo volverá. Luego sí, del 17 al 24 de diciembre, allí sí todos los textos litúrgicos se refieren al Nacimiento pero al principio del Adviento aparece como el enfoque de la segunda venida de Cristo, como que Cristo está viniendo para juzgar al mundo”.

Monseñor Héctor Aguer manifestó que “este Tiempo de Adviento nos tiene que comprometer a prepararnos en serio para la Navidad y a tener una Navidad cristiana… Sabemos qué difícil es esto porque vemos que la Navidad se ha convertido en una fiesta que nadie sabe para qué es y qué se está celebrando. Les aseguro que no exagero porque hoy hay mucha gente que no sabe porque celebra el 24 o el 25. Nosotros sí sabemos y por eso tenemos que tratar de prepararnos bien espiritualmente para que, en cada Navidad, Cristo renazca en nosotros otra vez. Él que vive en nosotros que en Navidad nos conceda una gracia de renacimiento, de resurrección espiritual, de una adhesión mayor a Él y a su enseñanza”.

UNA LEGIÓN DE ALMAS NOS RESPALDA EN LA BATALLA

A medida que avanzamos a lo largo de los años, aumenta el número de personas a las que conocíamos y que terminan antes que nosotros su vida terrenal. ¿Cuál será su destino eterno?

Por Roberto De Mattei


 Sólo Dios conoce el destino definitivo de las almas, pero es cierto que una buena cantidad de quienes mueren en estado de gracia sufren las penas del Purgatorio mientras esperan su entrada en la gloria definitiva del Paraíso. 


Esas almas integran la Iglesia purgante, que, junto a la militante y la triunfante, forman la única Iglesia de Cristo. 

De hecho, San Agustín afirma: «Tota enim in Christo Ecclesia unum corpus est» (Enarr. In Ps, 148, PL, 51, 423): «Toda la Iglesia constituye un solo cuerpo en Cristo». 

El Cuerpo Místico de Cristo es el fundamento de la comunión de los santos, que abarca las tres iglesias: la militante, la purgante y la triunfante, formadas respectivamente por los que combaten en la Tierra, los que se purifican en el Purgatorio y los que han triunfando y están en el Cielo. 

Esta Ciudad de Dios se opone a la del Diablo, que carece de purgatorio y está integrada exclusivamente por los condenados y por quienes en la Tierra militan en las filas de Satanás enfrentados a las de Cristo. 

Así pues, la Iglesia alinea en el campo de batalla, junto a los ángeles y los santos del Cielo, a una legión de almas purgantes que pueden ejercer un papel decisivo en el combate mencionado. No pueden hacer nada por ellas mismas, pero pueden hacer mucho por nosotros intercediendo en oración.

San Agustín explica que los difuntos no conocen las cosas humanas en el instante en que éstas tienen lugar, pero sí pueden conocer los actos pasados, presentes y futuros, bien por revelación divina, bien por medio de los ángeles o de almas que llegan al Purgatorio cuando salen de este mundo. Así, los difuntos toman parte en asuntos terrenales, no por su naturaleza, sino en virtud del poder de Dios. 

Dios es el medio a través del cual podemos comunicarnos con los difuntos y ellos con nosotros (Mons. Antonio Piolanti, Il mistero della comunione dei santi, Desclée, Roma 1957, pp. 317-318). 

San Gregorio Magno, a quien debemos la providencial costumbre de las misas gregorianas, cuenta en sus Diálogos, visiones y episodios en que almas de difuntos piden sufragio y hacen comprender que gracias a ellos se liberan de sus penas. 

Santo Tomás, en los 14 artículos de la cuestión 71ª del Suplemento a la Suma Teológica, examina a fondo la cuestión de los sufragios. Tras haber demostrado su realidad mediante las Sagradas Escrituras, los Padres, la costumbre de la Iglesia y los argumentos de la razón, explica que de quienes han pasado a la eternidad, sólo las almas que purgan pueden ser socorridas por nuestros sufragios. En realidad, como esas almas no han llegado todavía a su destino definitivo, siguen en cierto modo en estado de viadoras y no han llegado a su término. Los vivos podemos ayudarles a purgar sus penas y pagar de ese modo sus deudas para con la justicia divina. 

La Santa Misa, las limosnas, las oraciones y las indulgencias son medios prácticos de sufragar las deudas de esas almas sufrientes. Las almas del Purgatorio están confirmadas en la gracia, seguras de su eterna salvación. Padecen, pero aceptan sus padecimientos con alegría.

«El alma sufre como sufren los santos en la Tierra, plenamente unidas a la voluntad divina y, se podría decir, llenas de alegría por toda culpa que es purgada por el doloroso fuego, y acrecienta su amor y sus suspiros a Dios, que es amor infinito» (Don Dolindo Ruotolo, Chi morrà vedrà…Il Purgatorio e il Paradiso, Casa Mariana, Frigento 2006, p. 42).

El Purgatorio no es sólo un estado, sino que al igual que el Infierno es un lugar, y el fuego que atormenta a las almas no es un fuego alegórico sino real. Quien niega la existencia del Purgatorio, afirmaba ya Santo Tomás contra los herejes de su tiempo, «va contra la autoridad de la Iglesia e incurre en herejía» (IV Sent., d. 21, q. 1, a. 1, sol. 1).

Desde los tiempos más remotos los fieles siempre estuvieron vivamente convencidos de la intercesión de las ánimas purgantes. En 1891 se encontró en Santa Sabina, en Roma, un epígrafe que rezaba: «Ático, descansa en paz, seguro de tu salvación. Ruega encarecidamente por nuestros pecados». Otra inscripción, esta vez en las catacumbas de San Calixto, dice: «Januaria, goza del refrigerio y ruega por nosotros».

La Iglesia ha rogado desde sus orígenes para que los difuntos se libren de las penas del Purgatorio. Por eso, el catecismo de San Pío X afirma que los santos reciben nuestras oraciones, los difuntos nuestros sufragios, y todos nos beneficiamos con su intercesión ante Dios. Cada vez que nos encomendamos a las oraciones de alguien o le garantizamos las nuestras, afirmamos una gran verdad de fe: la de la comunión de los santos. Nuestros bienes sobrenaturales pueden compartirse con los demás, del mismo modo que Dios nos comunica los suyos. Por esta razón, es importante recabar también la ayuda y protección de las almas del Purgatorio. Nos guardan gratitud, y sus incesantes oraciones nos procuran beneficios inmensos, tanto para la vida espiritual como para la corporal. No sólo debemos rogar por nuestros seres queridos y por los más allegados, sino también por aquellos de los que hemos sido víctimas de incomprensión o calumnias o que nos han combatido, ya que, si murieron en gracia de Dios, viven actualmente en la caridad divina. Si ayer fueron nuestros adversarios, hoy nos aman, y debemos amarles, porque la ley del Cuerpo Místico es la caridad. 

En la encíclica Mirae caritatis del 28 de mayo de 1902, León XIII escribió: "La Comunión de los santos no es otra cosa sino una recíproca participación de auxilio, de expiación, de oraciones, de beneficios entre los fieles que están, o gozando las alegrías del triunfo en la patria celestial, o sufriendo las penas del purgatorio, o peregrinando todavía en la Tierra; de todos los cuales resulta una sola ciudad, cuya cabeza es Jesucristo y cuya forma es la caridad». La Iglesia es la unión de muchos hombres ligados entre sí por una misma caridad. Y la caridad, el amor cristiano, es lo que genera una relación de solidaridad e interdependencia entre nosotros y nuestros hermanos para formar un mismo Cuerpo Místico sometido a un mismo Jefe: Jesucristo. El vínculo de la caridad no se quiebra con la muerte, y une actualmente a los defensores de la buena causa, que se enfrentan al ejército del mal, el cual ha llegado a introducirse hasta en el Lugar Santo. Unidos a los coros angélicos, invocamos la ayuda de las almas que no han llegado inmediatamente al Paraíso pero poseen no obstante el don de la perseverancia final y, en medio de sus padecimientos, tienen la certeza de su eterna salvación. Imploramos su intercesión para que el Señor nos conceda igualmente a nosotros el don de perseverar en la lucha, y sobre todo en el último momento de nuestra vida".

San Agustín ni siquiera excluye la posibilidad de que algunos difuntos sean enviados a los vivos (De cura pro mortuis gerenda, 15, 18; PL 40, 605-606). 

La reina Claudia de Francia, esposa de Francisco I, después de morir con apenas veinticuatro años el 20 de julio de 1524, se apareció más de una vez a la beata Catalina de Racconigi para anunciarle la invasión de Italia por los franceses, la derrota y captura del marido y finalmente su liberación gracias a las plegarias de la santa (Pier Giacinto Gallizia, Vita della ven. suor Caterina de’Mattei, chiamata la B. Catterina da Racconigi, Mairese, Torino 1717, p. 101). No se trata de un caso aislado. Dios puede permitir que un alma que ha triunfado y está en el Cielo o que sufre en el Purgatorio se haga visible en la Tierra para animar a los hijos de la Iglesia militante. Y es posible que vuelva a suceder en el curso de las pruebas que tenemos por delante.

Las almas aún no purificadas de muchos que defendieron a la Iglesia en disputas teológicas o en los campos de batalla de las Cruzadas respaldan hoy con sus padecimientos y oraciones a quienes las han relevado en la batalla contra el antiguo enemigo. 

Acies ordinata es una formación de almas militantes, purgantes y triunfantes unidas para hacer valer el honor de la Iglesia, la gloria de Dios y el bien de las ánimas. El banderín de enganche está abierto para quien desee alistarse.




viernes, 29 de noviembre de 2019

ESLOVAQUIA: LAS MUJERES DEBERÁN VER A SU HIJO POR ECOGRAFÍA Y ESCUCHAR SUS LATIDOS ANTES DE DECIDIR ABORTAR

Las mujeres que busquen abortar en Eslovaquia ahora deberán someterse a una ecografía para ver y escuchar los latidos del bebé antes de decidir abortar, ya que el Parlamento aprobará modificaciones a la ley del aborto en ese país.

La propuesta, calificada como "perversa" por organizaciones abortistas, lleva la firma de tres diputados del conservador Partido Nacional Eslovaco. 


La intención, argumentan sus promotores, es "asegurar que la mujer está informada del estado de su embarazo" antes de someterse a un aborto.

Las enmiendas a la ley, que también incluyen penalizaciones a la publicidad de clínicas abortivas, no tienen precedentes ni paralelismos en Europa, aunque sí en los Estados Unidos, donde alguno de los estados imponen un método similar con la intención de disuadir a la mujer embarazada.

La semana pasada, una carta abierta firmada por más de treinta organizaciones promotoras del aborto, entre ellas Amnistía Internacional y Human Rights Watch, solicitaron la retirada de esa propuesta de ley por considerarla "regresiva". Afirmaron que "no existe ninguna razón médica que aconseje a la mujer a ver y escuchar los latidos del feto antes de abortar" y se remitieron a los dictámenes de la Corte Europea de Derechos Humanos.

"Los cambios legislativos sobre la mesa buscan limitar los 'derechos reproductivos' de la mujer en Eslovaquia", denunció Mónica Costa Riba, de Amnistía Internacional.

Se calcula que en Eslovaquia, país con 5.4 millones de habitantes, se practica una media de 7.500 abortos voluntarios al año, cifra que podría reducirse en un 80 por ciento si la ley, como así se prevé, encuentra el apoyo mayoritario de la Cámara. El de la Conferencia Episcopal ya lo tiene.  La Iglesia el pasado mes de septiembre consiguió reunir
 cerca de 50 mil personas en el centro de Bratislava cuando el Partido Nacional Eslovaco anunció que presentaría enmiendas a la ley del aborto.

Eslovaquia permite el aborto sin restricciones hasta la duodécima semana de gestación y hasta la semana 24 por razones médicas.


Milenio




3 HERMOSAS ORACIONES AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS QUE TODO CATÓLICO DEBE SABER

¡Dirígete al Sagrado Corazón de Jesús en cualquier momento, y él te ayudará!


Santa Gertrudis la Gran Oración al Sagrado Corazón


“Oh, Sagrado Corazón de Jesús,
fuente de la vida eterna,
Tu Corazón es un horno brillante de Amor.
eres mi refugio y mi santuario.
Oh, mi mi adorado y amado Salvador,
consume mi corazón con la llama
con la que se quema el Tuyo.
Vierte en mi alma esas gracias
que emanan de tu Amor.
Deja que mi corazón se una al Tuyo.
Deja que mi Voluntad se conforme
al Tuyo en todas las cosas.
Que Tu Voluntad sea la norma de
todos mis deseos y acciones”. 


Oración de Gratitud al Sagrado Corazón

“Señor, tu mereces todo honor y gloria,
porque tu amor es perfecto
y Tu Corazón es sublime.
Mi corazón se desborda de gratitud
por todas las bendiciones
y gracias que me has dado
y los cuales amo.
Siempre a tu servicio,
que siempre esté yo atento
y nunca considere ganados
los regalos de tu misericordia
y amor que fluyen
tan libre y generosamente de
Tu Sagrado Corazón.
Corazón de Jesús, te adoro.
Corazón de Jesús, te venero.
Corazón de Jesús, te agradezco.
Corazón de Jesús, te amo por siempre”. 


Oración al Sagrado Corazón por la paz interior

“Santo Corazón de Jesús, 
Dulce Santuario de descanso,
dame paz a mi alma y calma mi espíritu,
en especial en cuanto a (mencionar la petición).
Prometo poner todas mis preocupaciones y miedos
en las heridas de tu Sagrado Corazón,
para que sean atendidos por Ti 
según tu Voluntad,
que solo me desea lo mejor y el mayor bien.
Solo Tu Amor basta, y me rindo ante éste;
me aferro a la esperanza de tener
una respuesta rápida tuya,
y de tener el cumplimiento
de todas tus promesas”.


 Church Pop



DARLE O DARTE EL GUSTO


El eje de la existencia del hombre moderno no es sino el darse el gusto a sí mismo.

Por el Padre Federico

Toda la propaganda, en efecto, apunta a esto y sólo a esto: a que uno se dé el gusto, a que uno se dé todos los gustos, los cuales tienden a ser elevados al rango de derechos humanos inalienables, aunque esos gustos sean repugnantes, perversos o simplemente sádicos. 

Está concepción de la existencia implicará, a su vez, el más furioso relativismo, que no será sólo moral, sino también metafísico, político, religioso y estético, todo lo cual significa que todo puede no ser lo que parece y que ninguna apariencia podrá anular o refutar a otra ni siquiera cuando más que una apariencia, sea una evidencia. 

Esta es la modernidad, la cual no es un descubrimiento de la inteligencia, sino una decisión de la voluntad, incondicionalmente encaprichada.

Refutar a la modernidad parece una gesta imposible ya que la modernidad no es un hallazgo del genio, sino una decisión, que, salvo en casos de gran cortedad mental, es tomada a plena luz del día. 

Salvando las distancias, bajo cierto respecto, pretender refutar a la modernidad es como pretender refutar al demonio cuando se eligió a sí mismo antes que a Dios. Satanás no tuvo ningún argumento, su decisión no fue fruto de ningún silogismo, su elección no provino de ningún principio teorético, sino que fue un acto de la voluntad sólo fundado en su propio querer, es decir, en su propio yo que decidió vomitar para siempre el tétrico, estúpido y vil clamor que compendia y cualifica su existencia: “non serviam”.

Ante el cataclismo de la modernidad, que corre para consumar la apostasía universal, delirando en el sesentayochesco elixir de la pueril interdicción de prohibir, Dios suscitó a una mística maravillosa que, con una genial sencillez evángelica, de algún modo, nos invita a olvidar los catálogos de deberes de estado y la innegable terribilidad de la esjatología, enterrando con una sola palada a la melancólica madrastra de la devotio moderna, y fijar nuestra alma en Dios, que tanto me ama que se arrojó desde el Cielo para, encárnandose, caer a este lacrimoso valle y gritar, con un clamor divinamente irretractable, que Su amor por mí no tiene ni quiere tener límite alguno, llegando al extremo de padecerlo todo y dar Su misma vida para que no me quede ni la menor cartesiana duda de que la medida de Su amor por mí es la de amarme sin medida.

Fijada el alma en Dios-por-ella-crucificado, Santa Maravillas, con la más exquisita cortesía, nos invita a darle el gusto a Jesús, de modo tal que la lucha contra las tentaciones, la adquisición de las virtudes y aún el buscar evitar el infierno y entrar al Cielo se ordenen a, y se funden en, el deseo de darle el gusto a Jesús, que dejó el mismo Paraíso para reventar de amor por mí. 


Este sublime ideal implica una maravillosísima paradoja: Dios nos creó para que seamos felices, pero el alma vive para hacer feliz a Dios. Parece una pulseada de amor (y lo es), una carrera por la playa entre dos amantes que corren para ver quien llega primero a prepararle un banquete al otro… Es una paradoja estupenda como aquella otra que asegura que el único modo de vivir es el de morir a uno mismo.

Vivir para darle el gusto a Jesús parece muy fácil cuando el alma se da cuenta de la pequeñez del creado, lo cual es registrado por la Santa con una simpática y sencillísima exclamación: “¡Qué tontería es todo lo que no es Él!” (C 1892). La misma idea la expresó sub specie aeternitatis, de un modo análogo a la fórmula teresiana que describía esta vida como “una mala noche en una mala posada”, diciendo así: “¿Qué es todo, qué importa todo, estos cuatro días de vida, visto a la luz de la verdad?” (C 2513). En la misma línea, compadeciéndose de las almas mundanales, escribía: “Qué tormento es ver la nada de todo lo que no es Dios y, por otro, lado, tantas multitudes que ciegamente se van tras ello” (C 393).

Este vivir para darle el gusto a Jesús nace de ver Su amor por mí. Así lo escribía esta mística española: “viéndole con nosotros tan bueno, tan lleno de amor, tan pendiente del nuestro, ¿quién no vivirá sólo para Él y le amará con locura?” (C 2681).

Así, esta Santa que combatiendo los post-conciliares molinos de la renovación eclesiástica, logró quijotescamente restaurar la restauración teresiana, se dió el gusto de legarnos estas perlas inspiradas en los aspérrimos claustros del sacro Monte Carmelo:

“Nada nos puede quitar el vivir con Él, amándole y procurando agradarle y consolarle” (C 5124).

“Sí, ámenle mucho, así con obras, sin mirar para nada nuestro consuelo” (C 904).

“Contento Él, ¿qué más podemos desear? Verá cómo Él la ayuda; procure estar muy unida a Él, haciéndolo todo sólo para agradarle, y verá que bien le va” (C 842).

“(…) Procurando en todo darse cuenta de que hace lo que cree que le será más agradable [al Señor]” (C 2721).

“El propósito que para mí lo encierra todo, cumplido de veras, es vivir en la presencia de Dios “vivo, muy amante y muy amado”, y a éste va unido el de agradarle en todo momento” (B4).

“Me consuela saber que hay almas que de veras le aman, en las que Él puede tener sus complacencias, ¡y a éstas les tengo yo un amor y un agradecimiento” (C 391).

“¡Cómo deseo olvidarme de este miserable yo, olvidarme de veras y vivir para lo único que me interesa, la gloria, el consuelo del Señor!” (C 196).

“Que hagamos siempre cuanto sea del agrado de nuestro Cristo bendito, que sólo tenemos esta vida para ello” (C 1848).

“Lo único que hago es, multitud de veces al día, decir al Señor que sólo quiero vivir para amarle y agradarle, que quiero todo cuanto Él quiera y cómo Él quiera (…)” (C 80).


Alguien podría pensar que este afán maravilloso de vivir dándole el gusto a Jesús olvidándose del gusto propio, tornará al alma infeliz. Pero, este temor es del todo vano ya que la realidad es que quien vive para hacerlo gozar a Jesús, acaba por gozar del mismo gozo del que goza Jesús. 

La Santa lo dice así: “Olvidemos nuestras tristezas y alegrías para vivir únicamente en Jesús, para gozar con su gozo, ser felices porque lo es Él, y no puede menos de ser feliz quien con Él vive” (B 1383). Más aún, ese vivir para darle el gusto a Jesús, más que como la vara de Midas -que todo lo que tocaba lo convertía en oro- es una vara divina que todo lo que toca lo endulza. 

En efecto, como dice nuestra Santa, “queriéndolo Él y pensando que se le da gusto, todo lo amargo se vuelve dulce y lo desabrido sabroso” (C 3121). 

Santa Maravillas experimentó esta vara divina y por eso llegó a exclamar lo siguiente: “¡Qué felices somos, queriendo tan de verdad lo que Él quiere y no ocupándonos más que de amarle y de decirle a todo que sí!” (C 1648). 

Y esto otro: “¡Qué buenísimo es y cómo, en cuanto el alma pone un poquitín de su parte, lo hace Él todo” (C 1535). 

Es más, este ideal encarnado de darle en todo el gusto a Jesús, llevó a la Santa a describir la fórmula de la vida feliz y así escribió: “procure no querer ni desear más amor que el [S]uyo, y verá qué bien le va siempre. Todo lo que no es Dios es nada en absoluto, y déjele que Él la lleve por donde Él quiera, sin tristezas ni preocupaciones” (C 5034).

En suma, mientras el hombre moderno se empeña en darse el gusto y, al fin de cuentas se hunde en el vacío, se ahoga en el abismo de su egoísmo y nada lo hace feliz, Santa Maravillas nos propone el olvido de uno mismo para vivir dándole el gusto a Dios, lo cual, al final, eleva al alma al Cielo, la inunda en el abismo del amor de Dios y la hace feliz aquí y en la Eternidad.

Que la Virgen nos alcance la gracia de darle en todo el gusto a Dios.

Christus imperat!


Mar Adentro


jueves, 28 de noviembre de 2019

MÁS PECADOS NUEVOS

La finalidad del Falso Profeta es reorientar la doctrina católica quitando de en medio los pecados sexuales y sobre todo a la piedra angular, Jesucristo, para irlo sustituyendo por el Anticristo y su espiritualidad panteísta. 

Por María Ferraz

Hace unos meses, Francisco anunció que la pena de muerte era inherentemente inmoral, y que este cambio se incluiría en el Catecismo, a pesar de que contradiga la Tradición.

Ahora, después de parir los falsos pecados ecológicos contra la Pachamama, ha aprovechado para arremeter contra las armas nucleares; su uso y posesión también será pecaminoso. Aquí cabe un elenco de interpretaciones. ¿Será pecado también si se usan como contraofensiva?

Nadie en su sano juicio apoya las armas nucleares y si se las tolera es porque si los países se desprendieran de ellas correrían el riesgo de ser sometidos por otras naciones que las conservaran. Es decir, las bombas atómicas son disuasivas, no se poseen tanto para atacar como para mantener la paz global.

Dentro de unos meses será ya un peligro para la fe adquirir el nuevo catecismo bergogliano dada la afición del pseudopapa por meterle mano una y otra vez.

¿Por qué no deja Bergoglio de mangonear la moral católica poniendo culpas donde no las hay y viceversa, al permitir, por ej. que los adúlteros vayan a comulgar o diciendo despropósitos como: "conozco parejas que cohabitan que son tan fieles que estoy seguro de que tienen la gracia del sacramento del matrimonio" (junio 2016)

¿Por qué no deja Bergoglio en paz el Sacramento del Orden Sacerdotal en lugar de deformarlo y hasta inutilizarlo, igualándolo con el ministerio protestante, aboliendo el celibato con la excusa de casos excepcionales y proponiendo cargos similares para las mujeres?

¿Por qué no deja Bergoglio de escandalizar a los fieles beatificando a clérigos marxistas, fotografiándose con maricas, lesbianas, y artistas sin moral, con curas nefastos de todo tipo, lavando pies de transexuales, tirándose a los pies de políticos musulmanes, ensalzando a abortistas y eugenistas, pactando con el Islam para demoler la supremacía de la fe católica sobre las pseudoreligiones?

¿Por qué se empeña Bergoglio en honrar a los incrédulos dando a entender que es lo mismo creer o no creer, ser de una religión o de otra?: "Todas las religiones miran al Cielo, miran a Dios", "Es mejor ser ateo que ir a misa y ser hipócrita", "Los ateos si son `buenos´ se salvan" (lo cual es incompatible con el Primer Mandamiento y con la Escritura: "Sin fe es imposible agradar a Dios"). Sin olvidar la escena en que Bergoglio le contesta a un niño cuyo padre ateo murió, y al que le dijo que era un gran hombre (porque lo había bautizado) y que Dios estaba contento con él. Además Bergoglio remató la escena con otra falsedad: "Somos todos hijos de Dios, incluso los que son de otras religiones lejanas". La misma canción que aparece en uno de sus primeros vídeos.

La finalidad del Falso Profeta es reorientar la doctrina católica quitando de en medio los pecados sexuales y sobre todo a la piedra angular, Jesucristo, para irlo sustituyendo por el Anticristo y su espiritualidad panteísta. Y para ello se ha servido desde el principio de su pontificado de numerosas tretas, por ejemplo: 


-abolir la preeminencia de la vida humana poniendo boca abajo el Instituto JPII para la familia y la vida, expulsando a los miembros fieles de la Academia Pontificia para la vida y anulando su juramento de defender la vida, criticando a las conejas-católicas, invitando al Vaticano a conferencistas partidarios de la esterilización forzosa, honrando a políticas abortisias como Bonino y Ploumen

-abrir al puerta a la sodomía y potenciar a la mafia gay nombrando a cardenales y obispos maricas y rodeándose de clérigos homosexuales activos, encubriendo al violador McCarrick, a Barros, a Zanchetta y a Peña Parra o a curas violadores de niños ya desde la Argentina. Afirmando que Dios "te ha hecho gay y te quiere así".

-dando preeminencia a la ecoteología marxista con todo lo que conlleva, lo que se ha podido ver con claridad en el último sínodo.

Por esto, el pecado va a ser diluido porque ya no es el Dios del Antiguo y Nuevo Testamento el que se considera como el único Dios verdadero, sino un dios vago en el que todo cabe y que condona los pecados determinados hasta ahora por el Decálogo. El nuevo dios o madre tierra se ofende por la contaminación del aire, de la tierra y del agua y sufre con el falso calentamiento global, pero le trae sin cuidado si abortas o te acuestas con tu vecino.

Es la nueva moral sin moral de Bergoglio.


BERGOGLIO ENTRE EL CINISMO Y EL ESCÁNDALO

La conducta de Bergoglio merece varios calificativos: sea demagogo o charlatán irresponsable, al borde del desquicio. Pero hay un rasgo de su personalidad egocéntrica y taimada que lo pinta de cuerpo entero y es la máscara de falsa humildad, con la cual pretende ocultar su hipocresía y su cinismo.


Repasemos dos de sus últimas malandanzas.

1) Durante el XX Congreso de la Asociación Internacional de Derecho Penal, dijo:

El reto actual para todo penalista es el de contener la irracionalidad punitiva, que se manifiesta, entre otras cosas, en reclusiones masivas, el hacinamiento y las torturas en las prisiones, la arbitrariedad y el abuso de las fuerzas de seguridad, la ampliación del ámbito de la penalidad, la criminalización de la protesta social, el abuso de la prisión preventiva y el repudio de las garantías penales y procesales más elementales”.

Debemos recordar que en Mayo de 2014 en la audiencia pública semanal, Bergoglio, como al pasar, se detuvo ante los representantes de Abogados por la Justicia y la Concordia -no más de dos minutos- quienes le plantearon la afligente situación de nuestros presos militares, que padecían, entre otros sufrimientos, prisiones preventivas de muchos años, consecuencia de juicios amañados. 


Según un testigo presencial, Bergoglio apuró el paso, diciéndole a los interlocutores “Nos estamos ocupando de eso”. Una flagrante mentira, porque nada hizo para aliviar las cruces de quienes combatieron y derrotaron a la guerrilla. (A los pocos días Bergoglio recibió durante una hora a Milagro Sala, una delincuente actualmente presa, que embolsó millones de fondos estatales para su pandilla de la Tupac Amaru, con el pretexto de “construir viviendas para los pobres”)

Bergoglio, feliz de recibir a la delincuente Milagro Sala

2) “Jayne Ozanne, una de las cabecillas anglicanas del movimiento lgbt que pide criminalizar a las “terapias reparativas” fue cálidamente recibida en la capilla privada que el “pontífice” tiene en la Casa Santa Marta. Ozanne le manifestó al “papa” que esa terapia llevaba al suicidio de mucha gente joven. Asimismo Ozanne le entregó una copia de su autobiografía Just Love: A Journey of Self-Acceptance y un folleto de la Ozanne Foundation, que trabaja con otras organizaciones religiosas “para eliminar la discriminación basada en la sexualidad o ‘el género’ para celebrar la igualdad y la diversidad de todos”

Bergoglio, escuchando atentamente a la lesbiana abortista Jayne Ozanne

(El 30 de septiembre Bergoglio recibió en audiencia privada al jesuita homosexual James Martin, y ambos se rieron de las cosas que trataron).

Bergoglio saluda afectuosamente al hereje James Martin


Congreso de Derecho Penal en el Vaticano

Al Congreso de Derecho Penal concurrió un único argentino, Roberto Carlés, un viejo conocido de Bergoglio, que es “un referente espiritual, una persona que ha estado muy cerca de mí en momentos difíciles”.

Bergoglio junto a su “referente espiritual”, Roberto Carles

Carlés es un discípulo del corrupto  Zaffaroni y fue propuesto por Cristina Kirchner para suceder a su maestro en la Corte Suprema de Justicia. Es militante de Frente Grande de Juan Grabois y forma parte del Grupo de Puebla

“Carlés se ha manifestado públicamente en favor del 'matrimonio igualitario', de la adopción para parejas gays e incluso de la despenalización del aborto… es además denostado por grupos tradicionalistas de la Iglesia, que le cuestionan haber impulsado una campaña en contra de que haya crucifijos en los juzgados y otros lugares públicos estatales”.


UN SANTO EXCOMULGADO: GIACOMO DELLA MARCA (JAIME DE LA MARCA)

La historiadora católica Cristina Siccardi esboza la vida de un santo en gran parte desconocido hoy en día, y sin embargo, bien conocido y dominante durante su vida. 

Su vida personal era la de un penitente, consistía en pobreza radical, humildad y mortificación. Exteriormente, él era un predicador elocuente, que hacía despertar a la gente y llevarla a Dios para la conversión. 

Cuando se puso la túnica de San Francisco de Asís a los 22 años, su vida fue dedicada a la salvación de las almas y a la lucha contra las herejías de su tiempo. A partir de entonces, se quitó los zapatos y las sandalias y anduvo descalzo en verano y en invierno el resto de su vida. Fue un ejemplo de desprendimiento radical del mundo.

Un santo excomulgado: Giacomo della Marca


Por Cristina Siccardi

El tiempo que precedió a la Reforma Protestante [Revuelta] estuvo marcado por el trabajo sólido y magnífico de algunos predicadores, entre los cuales se encontraba uno que fue verdaderamente grandioso e incluso excomulgado. Se llamaba James de la Marca (Giacomo della Marca, 1393-1476). Su memorial litúrgico cae el 28 de noviembre. Entre los siglos XIV y XV, la iglesia se corrompió de adentro hacia afuera, mientras defraudaba a muchos, con herejes de fe y doctrina. Mientras se preparaba el terreno, sobre el cual el hereje Lutero podía actuar, este intrépido predicador al menos trajo un poco de orden.


La vida de un penitente

James de la Marca nació en Monteprandone en Ascoli Piceno como Domenico Gangala, tenía un área que el emperador Carlos el Grande (774) transfirió la supremacía del Papa. A la edad de 22 años, James se mudó a Santa Maria degli Angeli en Asís, el hábito grosero de los franciscanos, que recibió de la mano de San Bernardo de Siena. Su vida estuvo marcada por la penitencia extrema. Sufrió en su vida como penitente cuarenta días de épocas de ayuno del año, mientras que sus comidas consistían en los otros días de un tazón de frijoles que se habían hervido en agua.

Debido a su vida de penitencia, tenía mala salud y era propenso a las enfermedades (recibió la extrema unción seis veces), aún conservaba su privación de la vida como predicador itinerante. Lo único que temía en su vida era que el dolor físico lo distrajera y le impidiera rezar.


Discípulo de san Bernardo de Siena

Debido a la catequesis de San Bernardino, fue formado para ser un predicador más eficiente, como San Juan Capistrano, el Beato Alberto de Sarteano o el Beato Mateo de Girgenti, James alteró la técnica y los gestos vocales, pero también el contenido y la estructura de su sermón. Se prefirió el tratamiento de cuestiones éticas y políticas y se utilizó para material de los textos de teología moral y derecho canónico. Hizo un amplio uso de Exempla, ejemplos que a menudo se presentaban de manera dramática. Sobre todo usó el vernáculo. Hizo campaña por la difusión de la devoción al Sagrado Nombre de Jesús e insistió en algunos temas comúnmente recurrentes en sus sermones, a saber: las prácticas supersticiosas, la abundancia y el lujo, los juegos de azar, las maldiciones y la usura (acuñó la idea del Monti di Pietà, para liberar a las víctimas de los usureros (de esta lucha contra los usureros, la banca europea surgió originalmente del franciscano Monti di Pietà.)


La vida de un predicador errante

Los sermones de James son como truenos, una llamada de atención incluso para las mentes más tercas. Se alimentaban de las Escrituras, que a menudo citaba, pero el Santo también obtuvo sugerencias de la Divina Comedia de Dante. Nadie podía tomar una siesta o distraerse con sus propios pensamientos cuando asistía a sus sermones de extraordinario poder de penetración, que también tenían un toque teatral, pero que muy a menudo alcanzaban su objetivo verdadero y, en última instancia, el único: la conversión.

James of the Mark fue un franciscano inusual. Se destacó por su gentileza. Confiado y decidido, sabía unir el amor y el fuego del juicio divino. Era un teólogo e inquisidor severo pero compasivo. Sus sermones desataron no solo la aprobación y el entusiasmo entre los fieles, sino que también condujeron a reformas concretas de los entonces tan importantes para la vida de las personas, estatutos de varias ciudades y el establecimiento de numerosas hermandades, de las que él sentó las primeras bases de la Asociación Católica. De 1423 a 1425 predicó una serie de sermones en el área de Jesi, donde surgió la herejía de los Fraticelli que surgió de los heréticos franciscanos espirituales. En 1426 fue comisionado por el Papa Martín V para predicar en toda Italia contra esta secta y le dio el hermano de John Capistrano para que lo ayudara.


Salvación de almas y lucha contra las herejías

En 1432 fue enviado a Europa Central y los éxitos no se hicieron esperar. A finales de 1435, el emperador Segismundo de Luxemburgo, que también era rey de Hungría, lo llamó a su residencia en Tata (Totis alemán), ubicado hoy en la carretera entre Viena y Budapest, a apenas 70 kilómetros de la capital de Hungría. James de la Marca se convirtió en consultor del Emperador en la reunión con la delegación del Consejo de Basilea y los representantes del Reino de Bohemia, donde la herejía husita aún era virulenta. A partir de entonces, su lucha contra la herejía se extendió por todo el territorio de la actual Bosnia a Eslovaquia, donde predicó contra los husitas, que llegaron allí en su huida desde Bohemia.


Consultores Imperiales, Nuncio Papal, Legado Conciliar

En agosto de 1436, el Papa lo nombró inquisidor de Austria y Hungría y le otorgó amplios poderes. Esto incluía el derecho a construir nuevos monasterios en estos países. El apoyo del emperador y el Papa, y el título de un legado en el Concilio de Basilea, sin embargo, no fueron suficientes para asegurar la inviolabilidad de él. Experimentó una severa persecución por parte del clero local que se sintió perturbado por su vida a veces cruel. Hubo intentos de matarlo varias veces, y el Archidiácono de Bacs (ahora en la frontera con Serbia) incluso lo excomulgó. James de la Marca también asumió la tarea de predicar a favor de la cruzada contra los turcos. Con este fin, fue nombrado en 1443 por el Papa Eugenio IV como Nuncio Apostólico.


Beatificado en 1664 y canonizado en 1723

Finalmente, querían hacerlo incluso Arzobispo de Milán, pero él se negó. Entre las actividades al final de su vida, se encuentra la construcción de la biblioteca en el monasterio de Santa Maria delle Grazie en Monteprandone, que había fundado en 1449 en su lugar de nacimiento. El Santo logró reunir 200 códices, que se convirtieron en el taller del predicador, en el que preparó sus sermones. Incluso hoy están sus borradores y notas, su Exempla, sus referencias a las Escrituras y a los textos teológicos y canónicos. En 1476 murió en Nápoles, donde fue enterrado. En 1664 el papa Urbano VIII lo beatificó y en 1723 el papa Benedicto XIII. lo canonizó En 2001 sus restos fueron trasladados de Nápoles a "su" monasterio en Monteprandone.

Dedicó toda su vida al arrepentimiento personal interior y al control de los errores externos y, por lo tanto, a la salvación de las almas. Hoy, bajo la tiranía del relativismo, Giacomo della Marca, no sería visto como un luchador por la fe, sino probablemente como un alborotador fanático, para ser excomulgado como una "molestia", como alguien ya lo intentó en su tiempo.

Introducción / Traducción:
imagen de Giuseppe Nardi : Corrispondenza Romana / Wikicommons


La Flor del Mismo Nombre






miércoles, 27 de noviembre de 2019

¡GRACIAS DE TODOS MODOS, DIOSECILLO BERGOGLIO!

Las buenas intenciones son de agradecer, vengan de quien vengan. Y por eso, he decidido, por una vez, romper mi silencio sobre los asuntos eclesiales de nuestros días

Por Francisco Soler Gil

¡Ay! Cuánto tiempo hace que no volvía a sentarme en el sillón de Wanderer, y a disfrutar de su inteligente conversación... Es culpa mía, y tengo que reconocerlo de entrada, estimados lectores. Ocurrió simplemente que, conforme se prolongaba este pontificado esperpéntico, este vodevil romano-porteño, me cansé.

No es fácil seguir de cerca, día a día, las ocurrencias paridas en Roma. Se requiere un buen temple, un temple de acero, para ejercer de notario de los males que está provocando en la Iglesia el reinado biacefálico de Bergofari y Scalgoglio. Wanderer lo tiene, pero yo no. Así que preferí retirarme a mis libros, a mis clases, y al cultivo de mis rosales, procurando que ni un minuto más de tiempo fuera ocupado por los «okupas» actuales de la sede petrina.

No lamento esta decisión. Pero como uno, por más que quiera apartarse, vive en el mundo, no dejan de llegarme de tanto en tanto ecos de noticias... cosas del Tíber... rumores...
Y últimamente me ha llegado uno de esos rumores. Tal vez no sea cierto, pero suena tan absurdo que resulta difícil no darle crédito: Según he leído en no sé dónde, Bergofari y Scalgoglio andan planeando, a propósito de la ecología, regalar al pueblo fiel un par de nuevos pecados, que quedarán consignados no sé si en el Catecismo, o ya directamente en el Decálogo, que podría transformarse en Dodecálogo, a poco que quede algo de espacio al pie de las Tablas de la Ley.

«Un mandamiento nuevo, nos dio el Señor...»
, cantábamos en mi infancia en la iglesia. Y bueno, se podrá pensar lo que se quiera de la calidad de aquella canción, pero al menos el escritor del texto tenía claro que eso de promulgar mandamientos nuevos le corresponde a Quien le corresponde... Seguramente también lo tiene claro el «okupa», y tal vez sea por eso que se apresura a ejercer su divina potestad con este nuevo y gozoso arbitrio. ¡Un ramillete de pecados ecológicos! ¡Qué maravilla!

Las buenas intenciones son de agradecer, vengan de quien vengan. Y por eso, he decidido, por una vez, romper mi silencio sobre los asuntos eclesiales de nuestros días, para escribir estos párrafos de gratitud al biacefálico pontífice reinante. 

Sería realmente bonito contar con un par de buenos mandamientos ecológicos, que arrojaran estimulantes sombras de pecado mortal sobre acciones hasta ahora tan anodinas como tirar una botella de vidrio en un contenedor de basura normal, o emplear nuevas bolsas de plástico en cada compra del supermercado... ¡Qué picante podría resultar nuestra vida de míseros consumidores con el acicate de los pecados ecológicos y pachamámicos del genial porteño...
Lástima que la idea no vaya a funcionar. Porque para que los pecados ejerzan su efecto vigorizador se requiere fe en el Dios que los promulga, y en su capacidad para perseguir implacablemente al réprobo. Con Yahveh, Dios de los Ejércitos, no se gastan bromas. Pero con el diosecillo romano de turno, la cosa es muy distinta...

Por eso, me temo que en lo sucesivo tirar la basura donde no corresponde, o abusar del plástico y de los combustibles fósiles, seguirán siendo acciones tan rutinarias y anodinas como vienen siendo hasta ahora...

Pero en fin. Como decía más arriba, las buenas intenciones son de agradecer en cualquier caso. De manera que quiero dejar constancia aquí de mi reconocimiento por el gesto: No va a funcionar... ¡pero gracias de todos modos, diosecillo Bergoglio!


Wanderer

LA COMUNIÓN EN LA MANO

El siguiente es un texto de la Revista Chiesa Viva extraído de un dossier de Don Luiggi Villa, escrito con anterioridad. 


Debe leerse aprovechando los interesantes datos que contiene, pero distanciándose de la mentalidad que trasluce. 

Nuestra convicción se aparta de los supuestos del momento en cuanto a la validez de los ritos en la actualidad y de la legitimidad de Jas autoridades del momento. 


EL “SACRILEGIO. DE LA “COMUNIÓN EN LA MANO”


Por el Presbítero Don Luiggi Villa

En el dar y el recibir la Santa Comunión, con frecuencia, de la Hostia se desprenden fragmentos que caen y se dispersan por el suelo, siendo luego pisoteados o arrastrados hacia afuera y por tanto ¡inevitablemente profanados!

Y puesto que no se trata de una desgracia, sino de un acto voluntariamente causado, por ser conocido y previsto,


¡ESTO SE CONVIERTE EN UN VERDADERO Y PROPIO “SACRILEGIO”!

Esta breve síntesis fue extraída del dossier: “Comunione sulla mano? NO! è sacrilegio!”

del Pbro. Dr. Luigi Villa


La Tradición Apostólica

Muchos sacerdotes dicen que, en los primeros diez siglos de la Iglesia, la regla era la de comulgar los fieles de pie y dándoles el Pan consagrado en la mano, sin ninguna previa adoración ni genuflexión.

¡La “verdad histórica” es muy diversa! Habiendo cesado las persecuciones y la emergencia de la falta de lugares de culto y de material litúrgico que imponían la administración de la Comunión no en la Iglesia, he aquí que nacen las “casas de Dios”, el altar y la atención a no perder los fragmentos eucarísticos.

S. Hipólito (siglos II- III) escribió: «Esté cada uno atento, a que ningún fragmento se caiga y se pierda, porque es el Cuerpo de Cristo…».

De igual modo han escrito Orígenes (185- 254), S. Dionisio de Alejandría (†264), S. Efrén (306-375), S.Dámaso I (Papa desde el 366 al 384), el Concilio de Zaragoza, Cirilo de Jerusalén (315- 386), el historiador Eusebio, el Concilio de Toledo, S. Jerónimo (345-420), San Inocencio I (Papa desde el 401 al 417), etc., etc. 

Incluso en tiempos de S. León I (440-461) se practicaba el rito de la Comunión en la lengua y esta costumbre de depositar el “pan consagrado”en la boca es recordado desde el siglo V.

El Concilio de Rouen (hacia el 650) impuso la recepción de la Eucaristía únicamete en la boca.

También el Concilio de Constantinopla (692) prohibirá a los fieles el recibir la Eucaristía en la mano.

En el Sínodo de- Rouen (875) se ordenó que el celebrante depositara la Eucaristía sólo en la lengua. En 1200, S. Tomás justificaba la praxis, desde ahora universal, de dar la Comunión en la boca, escribiendo que «el único ministro ordinario de la Eucaristía es el sacerdote». El Concilio de Trento, finalmente, confirmó todo ésto diciendo que la costumbre de dar la “Comunión en la boca” se remonta a la “Tradición Apostólica”.

En base a esta rápida síntesis histórica podemos asegurar que la actual “nueva disciplina” es ciertamente ¡contraria a la Tradición Apostólica, contraria al modo tradicional de comulgar, contraria a la disciplina antigua!

¡Fueron sólo los Arrianos, en efecto, quienes comulgaron con la mano y estando de pie! 

Pero ESTOS NEGABAN LA DIVINDAD DE JESUCRISTO Y, EN LA EUCARISTÍA, NO VEÍAN MÁS QUE UN SIMPLE SÍMBOLO DE UNIÓN y, entonces, ¡un símbolo que se podía tomar y manipular al propio gusto!


El pensamiento de la Iglesia


En el documento “Instrucción de la CEI” del 19 de julio de 1989 (nn. 112) es retomada la doctrina eucarística, enseñada desde siempre en la Iglesia:

el carácter sacrificial de la Misa;

la Real Presencia de Cristo bajo las especies sacramentales;

el deber del estado de Gracia para recibirla dignamente;

el ayuno.

Muchísimos Obispos querían que se conservara la praxis de la “Comunión en la boca” y la verdadera “mens” de la Santa Sede es la de siempre, ligada a la antigua costumbre, por lo cual la “nueva disposición” no ha emanado de la Santa Sede, ¡sino de un Episcopado progresista!

Los fieles, por tanto, son libres de “pretender” que el sacerdote les dé la Comunión en la lengua, oponiendo quizá también ¡un firmerechazo al sacerdote que no lo quisiese!

Aquí, es oportuno recordar:

la “concesión” de dar la “Comunión en la mano” no ha sido ni recomendada por la Santa Sede ni justificada, por lo cual no comporta ningún deber para nadie. Porque, concediendo esta “posibilidad”, la Santa Sede ¡no ha conferido a los fieles ningún derecho en el sentido jurídico del término, ni ningún deber de hacerlo de parte del sacerdote!

¡Por supuesto!


Es una “concesión” que ha disminuído el sentido de la grandeza de Dios, asimilándola al nivel de una función nutritiva. El elemento sensible, en efecto, prevalece, ahora, sobre el Misterio de la “Presencia Real”. Jesús eucarístico es tomado en la mano, desde entonces, como un objeto, como una “cosa” que es puesta ¡en una mano que toca todo, aun las cosas más repugnantes!

La dispersión inevitable de los “fragmentos” constituye la más grave y dogmática dificultad para un sacerdote que verdaderamente cree en la “Presencia Real” de Cristo, por lo cual, en consecuencia, debe sentirse obligado, en conciencia, a no distribuir la “Comunión en la mano”, siendo un acto “formalmente sacrílego”, después de la definición del Concilio “de fide” de Trento sobre la “Presencia Real” incluso en los fragmentos de la Hostia.

Un verdadero sacerdote no puede no darse cuenta de que la “nueva praxis de dar la Comunión en la mano” produce, inevitablemente, una disminución de la reverencia hacia el SS. Sacramento, facilita su profanación y disuelve la misma doctrina que se refiere a él.

Conclusión

La nueva praxis de dar la Comunión en la mano es contraria a la Tradición católica. Desafortunadamente, si se dio la apertura hacia el nuevo rito, «fue debido a una cadena de actos de desobediencia y violaciones del derecho, como también al ejercicio de fuertes presiones», por lo cual Pablo VI cedió, incluso cuando tuvo el coraje de afirmar que fue un ¡“inicio abusivo”!

Con tal “permiso”, fue puesto en crisis el mismo Magisterio auténtico de la Iglesia, la cual, en el Concilio de Trento, había definido la “transubstanciación” e impuesto la devoción y la adoración incluso de los “fragmentos” del “pan consagrado”. 

Por lo tanto:

El Sacerdote no puede obligar a los fieles a recibir la Eucaristía en la mano. Cometería un acto de violencia y de desobediencia a la Iglesia, la cual permite, ¡pero no manda usar el nuevo rito!

Ningún Obispo puede obligar a sus sacerdotes a dar la Comunión con el “rito nuevo”, contrario a la costumbre antigua.

¿Y la obediencia al Obispo? 

Se responde: no siempre es “obediencia” la ejecución material de una orden; como no siempre es “desobediencia” el rechazo de seguir materialmente una orden. Depende de la legitimidad que la misma contiene o no.

Entre las razones que hacen ilegítima una orden, está aquella de ser contrastante e incompatible con la Ley de Dios y de lo que de ella deriva.

Por ejemplo: la Ley de Dios no veta explícitamente el aborto, pero condena expresamente el homicidio: porque no es posible abortar sin matar, el aborto es condenado por la Ley de Dios! Por lo tanto, quien ordena abortar, da una orden ilegítima, porque va contra la Leyde Dios.

Ahora, esto vale también – ¡y mucho más!

– para el delito de quien profana las Sacras Especies, como se hace ciertamente con la “Comunión en la mano”. También aquí el razonamiento es idéntico: la Ley de Dios no prohíbe explícitamente la “Comunión en la mano”, pero prohíbe, sin embargo, la profanación de las Sagradas Especies. Y porque no es posible dar la “Comunión en la mano” sin causar, antes o después, la dispersión de los “fragmentos eucarísticos” y, entonces, causar la profanación de las Sagradas Especies, resulta que ¡la “Comunión en la mano” es prohibida por la Ley de Dios! 

Y ¿cómo puede un superior mandar lo que Dios no quiere?

Tal orden humana, en contraste con una orden divina, no puede y no debe ser seguida, porque hay que «¡obedecer a Dios antes que a los hombres!» (Hechos 5,29; 4,19).


Amor de la Verdad