viernes, 31 de mayo de 2019

EL CARDENAL BURKE Y EL OBISPO SCHNEIDER EMITEN 'DECLARACIÓN DE VERDADES' PARA CORREGIR LA 'CONFUSIÓN DOCTRINAL' EN LA IGLESIA


Los cardenales y obispos detrás de la declaración esperan un 'movimiento' para confesar y defender la verdad.

El cardenal Raymond Burke y el obispo Athanasius Schneider, junto con varios otros obispos, han emitido una declaración pública de verdades de fe para remediar la “confusión y desorientación doctrinal casi universal” que pone en peligro la salud espiritual y salvación eterna de las almas en la Iglesia de hoy.

Algunas de las 40 verdades que se aclaran en la declaración hacen referencia implícita a declaraciones hechas por el papa Francisco, mientras que otras se refieren a puntos de confusión que han surgido o se han intensificado durante el pontificado actual. Otros más abordan los errores morales en la sociedad que están dañando vidas gravemente, ya que gran parte de la jerarquía se mantiene al margen.

El documento (ver texto completo a continuación), publicado en varios idiomas el lunes 10 de junio de Pentecostés, se titula “Declaración de las verdades relacionadas con algunos de los errores más comunes en la vida de la Iglesia de nuestro tiempo”.

La declaración defiende la enseñanza perenne de la Iglesia sobre la Eucaristía, el matrimonio y el celibato sacerdotal.

También se incluye entre las verdades de la fe que el infierno existe y que las almas humanas que están condenadas al infierno por cualquier pecado mortal no arrepentido sufren allí eternamente; que la única religión querida positivamente por Dios es la nacida en la fe en Jesucristo; y que los actos homosexuales y la cirugía de 'reasignación de género' son pecados graves y una rebelión contra la ley divina y natural.

Entre los firmantes de la declaración se encuentran: el cardenal Raymond Burke, patrón de la Soberana Orden Militar de Malta; el cardenal Janis Pujats, arzobispo emérito de Riga, Letonia; Su Excelencia Tomash Peta, arzobispo de la archidiócesis de Santa María en Astana, Kazajstán; Jan Pawel Lenga, arzobispo-obispo emérito de Karaganda, Kazajstán; y Athanasius Schneider, obispo auxiliar de la arquidiócesis de Santa María en Astana.



“La Iglesia del Dios vivo, columna y baluarte de la verdad” (1 Timoteo 3:15)

Declaración de las verdades relativas a algunos de los errores más comunes en la vida de la Iglesia de nuestro tiempo

Los fundamentos de la fe

1. El sentido correcto de las expresiones 'tradición viva', 'Magisterio viviente', 'hermenéutica de continuidad' y 'desarrollo de la doctrina' incluye la verdad de que cualquier nueva percepción expresada ​​sobre el depósito de la fe, sin embargo, no puede ser contraria a lo que la Iglesia siempre ha propuesto en el mismo dogma y en el mismo sentido (ver Concilio Vaticano I, Dei Filius, ses. 3, c. 4: “en eodem dogmate, eodem sensu, eademque sententia”).

2. «El significado mismo de las fórmulas dogmáticas es siempre verdadero y coherente consigo mismo dentro de la Iglesia, aunque pueda ser aclarado más y mejor comprendido. Es necesario, por tanto, que los fieles rehúyan la opinión según la cual en principio las fórmulas dogmáticas (o algún tipo de ellas) no pueden manifestar la verdad de modo concreto, sino solamente aproximaciones mudables que la deforman o alteran de algún modo; y que las mismas fórmulas, además, manifiestan solamente de manera indefinida la verdad, la cual debe ser continuamente buscada a través de aquellas aproximaciones.» Así pues, «los que piensan así no escapan al relativismo teológico y falsean el concepto de infalibilidad de la Iglesia que se refiere a la verdad que hay que enseñar y mantener explícitamente» (Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe, Declaración sobre la doctrina católica acerca de la Iglesia para defenderla de algunos errores actuales, 5).

Credo

3. «El reino de Dios, que ha tenido en la Iglesia de Cristo sus comienzos aquí en la tierra, no es de este mundo (cf. Jn 18,36), cuya figura pasa (cf. 1Cor 7,31), y también que sus crecimientos propios no pueden juzgarse idénticos al progreso de la cultura de la humanidad o de las ciencias o de las artes técnicas, sino que consiste en que se conozcan cada vez más profundamente las riquezas insondables de Cristo, en que se ponga cada vez con mayor constancia la esperanza en los bienes eternos, en que cada vez más ardientemente se responda al amor de Dios; finalmente, en que la gracia y la santidad se difundan cada vez más abundantemente entre los hombres. Pero con el mismo amor es impulsada la Iglesia para interesarse continuamente también por el verdadero bien temporal de los hombres. Porque, mientras no cesa de amonestar a todos sus hijos que no tienen aquí en la tierra ciudad permanente (cf. Heb 13,14), los estimula también, a cada uno según su condición de vida y sus recursos, a que fomenten el desarrollo de la propia ciudad humana, promuevan la justicia, la paz y la concordia fraterna entre los hombres y presten ayuda a sus hermanos, sobre todo a los más pobres y a los más infelices. Por lo cual, la gran solicitud con que la Iglesia, Esposa de Cristo, sigue de cerca las necesidades de los hombres, es decir, sus alegrías y esperanzas, dolores y trabajos, no es otra cosa sino el deseo que la impele vehementemente a estar presente a ellos, ciertamente con la voluntad de iluminar a los hombres con la luz de Cristo, y de congregar y unir a todos en Aquel que es su único Salvador. Pero jamás debe interpretarse esta solicitud como si la Iglesia se acomodase a las cosas de este mundo o se resfriase el ardor con que ella espera a su Señor y el reino eterno.» (Pablo VI, Constitución apostólica Solemni hac liturgia, “Credo del pueblo de Dios”, 27). Es, por tanto, erróneo afirmar que lo que más glorifica a Dios es el progreso de las condiciones terrenas y temporales de la especie humana.

4. Después de la institución de la Nueva y Eterna Alianza en Cristo Jesús, nadie puede salvarse obedeciendo solamente la ley de Moisés, sin fe en Cristo como Dios verdadero y único Salvador de la humanidad (cf. Rm 3,28; Gal 2,16).

5. Ni los musulmanes ni otros que no tengan fe en Jesucristo, Dios y hombre, aunque sean monoteístas, pueden rendir a Dios el mismo culto de adoración que los cristianos; es decir, adoración sobrenatural en Espíritu y en Verdad (cf. Jn 4,24; Ef 2,8) por parte de quienes han recibido Espíritu de filiación (cf. Rm 8,15).

6. Las religiones y formas de espiritualidad que promueven alguna forma de idolatría o panteísmo no pueden considerarse semillas ni frutos del Verbo puesto que son imposturas que impiden la evangelización y la eterna salvación de sus seguidores, como enseñan las Sagradas Escrituras: «El dios de este siglo ha cegado los entendimientos a fin de que no resplandezca para ellos la luz del Evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios» (2Cor 4,4).

7. El verdadero ecumenismo tiene por objetivo que los no católicos se integren a la unidad que la Iglesia Católica posee de modo inquebrantable en virtud de la oración de Cristo, siempre escuchada por el Padre: «para que sean uno» (Jn 17,11), la unidad, la cual profesa la Iglesia en el Símbolo de la Fe: «Creo en la Iglesia una». Por consiguiente, el ecumenismo no puede tener como finalidad legítima la fundación de una Iglesia que aún no existe.

8. El Infierno existe, y quienes están condenados a él a causa de algún pecado mortal del que no se arrepintieron son castigados allí por la justicia divina (cf. Mt 25,46). Conforme a la enseñanza de la Sagrada Escritura, no sólo se condenan por la eternidad los ángeles caídos sino también las almas humanas (cf. 2Tes 1,9; 2Pe 3,7). Es más, los humanos condenados por la eternidad no serán exterminados, porque según la enseñanza infalible de la Iglesia sus almas son inmortales (cf. V Concilio de Letrán, sesión 8.)

9. La religión nacida de la fe en Jesucristo, Hijo encarnado de Dios y único Salvador de la humanidad, es la única religión positivamente querida por Dios. Por tanto, es errónea la opinión según la cual del mismo modo que Dios ha querido que haya diversidad de sexos y de naciones, quiere también que haya diversidad de religiones.

10. «Nuestra religión [la cristiana] instaura efectivamente una relación auténtica y viviente con Dios, cosa que las otras religiones no lograron establecer, por más que tienen, por decirlo así, extendidos sus brazos hacia el cielo» (Pablo VI, exhortación apostólica Evangelii nuntiandi, 53).

11. El don del libre albedrío con que Dios Creador dotó a la persona humana, concede al hombre el derecho natural de elegir únicamente el bien y lo verdadero. Ningún ser humano tiene, por tanto, el derecho natural a ofender a Dios escogiendo el mal moral del pecado o el error religioso de la idolatría, de la blasfemia o una falsa religión.

La Ley de Dios

12. Mediante la gracia de Dios, la persona justificada posee la fortaleza necesaria para cumplir las exigencias objetivas de la ley divina, dado que para los justificados es posible cumplir todos los mandamientos de Dios. Cuando la gracia de Dios justifica al pecador, por su propia naturaleza da lugar a la conversión de todo pecado grave (cf. Concilio de Trento, sesión 6, Decreto sobre la justificación, cap. 11 y 13).

13. «Los fieles están obligados a reconocer y respetar los preceptos morales específicos, declarados y enseñados por la Iglesia en el nombre de Dios, Creador y Señor. El amor a Dios y el amor al prójimo son inseparables de la observancia de los mandamientos de la Alianza, renovada en la sangre de Jesucristo y en el don del Espíritu Santo» (Juan Pablo II, encíclica Vertitatis splendor, 76). De acuerdo con la enseñanza de la misma encíclica, es errónea la opinión de quienes «creen poder justificar, como moralmente buenas, elecciones deliberadas de comportamientos contrarios a los mandamientos de la ley divina y natural». Por ello, «estas teorías no pueden apelar a la tradición moral católica» (íbid.).

14. Todos los mandamientos de la Ley de Dios son igualmente justos y misericordiosos. Es, por tanto, errónea la opinión de que obedeciendo un mandamiento divino – como, por ejemplo, el sexto mandamiento que prohíbe cometer adulterio - una persona puede, en razón de esa misma obediencia, pecar contra Dios, perjudicarse a sí misma moralmente o pecar contra otros.

15. “Ninguna circunstancia, ninguna finalidad, ninguna ley del mundo podrá jamás hacer lícito un acto que es intrínsecamente ilícito, por ser contrario a la Ley de Dios, escrita en el corazón de cada hombre, reconocible por la misma razón, y proclamada por la Iglesia” (Juan Pablo II, encíclica Evangelium vitae, 62). La divina revelación y la ley natural contienen principios morales que incluyen prohibiciones negativas que vedan terminantemente ciertas acciones, por cuanto dichas acciones son siempre gravemente ilegítimas por razón de su objeto. De ahí que sea errónea la opinión de que una buena intención o una buena consecuencia, pueden ser suficientes para justificar la comisión de tales acciones (cf. Concilio de Trento, sesión 6, de iustificatione, c. 15; Juan Pablo II, Exhortación Apostólica, Reconciliatio et Paenitentia, 17; Encíclica Veritatis splendor, 80).

16. La ley natural y la Ley Divina prohíben a la mujer que ha concebido a un niño matar la vida que porta en su seno, ya sea que lo haga ella misma o con ayuda de otros, directa o indirectamente (cf. Juan Pablo II, encíclica Evangelium vitae, 62).

17. Las técnicas de reproducción «son moralmente inaceptables desde el momento en que separan la procreación del contexto integralmente humano del acto conyugal» (Juan Pablo II, Evangelium vitae, 14).

18. Ningún ser humano puede estar jamás moralmente justificado, ni se le puede permitir desde el punto de vista moral, de quitarse la vida o hacérsela quitar por otros con el fin de escapar el sufrimiento. «La eutanasia es una grave violación de la Ley de Dios, en cuanto eliminación deliberada y moralmente inaceptable de una persona humana. Esta doctrina se fundamenta en la ley natural y en la Palabra de Dios escrita; es transmitida por la Tradición de la Iglesia y enseñada por el Magisterio ordinario y universal» (Juan Pablo II, Evangelium vitae, 65).

19. Por mandato divino y por la ley natural, el matrimonio es la unión indisoluble de un hombre y una mujer, ordenada por su propia naturaleza a la procreación y educación de la prole y al amor mutuo (cf. Gn 2,24; Mc 10,7-9; Ef 5,31-32). “Por su índole natural, la institución del matrimonio y el amor conyugal están ordenados por sí mismos a la procreación y a la educación de la prole, con las que se ciñen como con su corona propia” (Concilio Vaticano II, Gaudium et spes, 48)

20. Según el derecho natural y el divino, todo ser humano que hace uso voluntario de sus facultades sexuales fuera del matrimonio legítimo, peca. Por tanto, es contrario a las Sagradas Escrituras y a la Tradición afirmar que la conciencia es capaz de determinar legítimamente y con acierto que los actos sexuales entre personas que han contraído matrimonio civil pueden en algunos casos considerarse moralmente correctos o hasta ser pedidos e incluso ordenados por Dios, aunque una de ellas o las dos estén casadas sacramentalmente con otra persona (cf. 1Cor 7, 11; Juan Pablo II, Exhortación Apostólica Familiaris consortio, 84).

21. La ley natural y Divina prohíbe “toda acción que, o en previsión del acto conyugal, o en su realización, o en el desarrollo de sus consecuencias naturales, se proponga, como fin o como medio, hacer imposible la procreación.” (Pablo VI, encíclica Humanae vitae, 14).

22. Todo marido o esposa que se haya divorciado del cónyuge con quien estaba válidamente casado y contraiga después matrimonio civil con otra persona mientras aún vive su cónyuge legítimo, conviviendo maritalmente con su pareja civil, y que opte por vivir en ese estado con pleno conocimiento de la naturaleza de este acto y pleno consentimiento de la voluntad a este acto, está en pecado mortal y no puede por tanto recibir la gracia santificante ni crecer en la caridad. Por consiguiente, a no ser que tales cristianos convivan como hermano y hermana, no pueden recibir la Sagrada Comunión (cf. Juan Pablo II, exhortación apostólica Familiaris consortio, 84).

23. Dos personas del mismo sexo pecan gravemente cuando se procuran placer venéreo mutuo (cf. Lev 18,22; 20,13; Rm 1,24-28; 1Cor 6,9-10; 1Tim 1,10; Jds 7). Los actos homosexuales “no pueden recibir aprobación en ningún caso” (Catecismo de la Iglesia Católica, 2357). Así pues, es contraria a la ley natural y a la Divina Revelación la opinión que sostiene que del mismo modo que Dios el Creador ha dado a algunos seres humanos la inclinación natural a sentir deseo sexual hacia las personas del otro sexo, así también el Creador ha dado a otros la inclinación a desear sexualmente a personas del mismo sexo, y que es la voluntad del Criador que en determinadas circunstancias esa tendencia se lleve a efecto.

24. Ni las leyes de los hombres ni ninguna autoridad humana pueden otorgar a dos personas del mismo sexo el derecho a casarse, ni declararlas casadas, ya que ello es contrario al derecho natural y a la ley de Dios. “En el designio del Creador complementariedad de los sexos y fecundidad pertenecen, por lo tanto, a la naturaleza misma de la institución del matrimonio” (Congregación para la doctrina de la fe, Consideraciones acerca de los proyectos de reconocimiento legal de las uniones entre personas homosexuals, 3 de junio de 2003, 3).

25. Aquellas uniones que reciben el nombre de matrimonio sin corresponder a la realidad del mismo, no pueden obtener la bendición de la Iglesia, por ser contrarias al derecho natural y divino.

26. Las autoridades civiles no pueden reconocer uniones civiles o legales entre dos personas del mismo sexo que claramente imitan la unión matrimonial, aunque dichas uniones no reciban el nombre de matrimonio, porque fomentarían pecados graves entre sus integrantes y serían motivo de grave escándalo (cf. Congregación para la Doctrina de la Fe, Consideraciones acerca de los proyectos de reconocimiento legal de las uniones entre personas homosexuales, 3 de junio de 2003).

27. Los sexos masculino y femenino, hombre y mujer, son realidades biológicas, creadas por la sabia voluntad de Dios (cf. Gn 1, 27; Catecismo de la Iglesia Católica, 369). Es, por tanto, una rebelión contra la ley natural y Divina y un pecado grave que un hombre intente convertirse en mujer mutilándose, o que simplemente se declare mujer, o que del mismo modo una mujer trate de convertirse en hombre, o bien afirmar que las autoridades civiles tengan el deber o el derecho de proceder como si tales cosas fuesen o pudieran ser posibles y legítimas (cf. Catecismo de la Iglesia Católica, 2297).

28. De conformidad con las Sagradas Escrituras y con la constante Tradición del Magisterio ordinario y universal, la Iglesia no erró al enseñar que las autoridades civiles pueden aplicar legítimamente la pena capital a los malhechores cuando sea verdaderamente necesario para preservar la existencia o mantener el orden justo en la sociedad (cf. Gn 9,6; Jn 19,11; Rm 13,1-7; Inocencio III, Professio fidei Waldensibus praescripta; Catecismo Romano del Concilio de Trento, p. III, 5, n. 4; Pio XII, Discurso a los juristas Católicos, 5 de diciembre de 1954).

29. Toda autoridad en la Tierra y en el Cielo pertenece a Jesucristo; de ahí que las sociedades civiles y cualquier otra asociación de hombres esté sujeta a su realeza, por lo que «el deber de rendir a Dios un culto auténtico corresponde al hombre individual y socialmente considerado» (Catecismo de la Iglesia Católica, 2105; cf. Pio XI, Encíclica Quas primas, 18-19; 32).

Los sacramentos

30. En el Santísimo Sacramento de la Eucaristía tiene lugar una maravillosa transformación de toda la sustancia del pan en el Cuerpo de Cristo y de toda la sustancia del vino en su Sangre, transformación que la Iglesia Católica llama muy apropiadamente transubstanciación (cf. IV Concilio de Letrán, cap.1; Concilio de Trento, sesión 13, c.4). «Cualquier interpretación de teólogos que busca alguna inteligencia de este misterio, para que concuerde con la fe católica, debe poner a salvo que, en la misma naturaleza de las cosas, independientemente de nuestro espíritu, el pan y el vino, realizada la consagración, han dejado de existir, de modo que, el adorable cuerpo y sangre de Cristo, después de ella, están verdaderamente presentes delante de nosotros bajo las especies sacramentales del pan y del vino» (Pablo VI, carta apostólica Solemni hac liturgia, “Credo del pueblo de Dios”, 25).

31. Las palabras con las que expresó el Concilio de Trento la fe de la Iglesia en la Sagrada Eucaristía son idóneas para los hombres de todo tiempo y lugar, ya que son «doctrina siempre válida» de la Iglesia (Juan Pablo II, encíclica Ecclesia de Eucharistia, 15).

32. En la Santa Misa se ofrece a la Santísima Trinidad un sacrificio verdadero y propio, y este sacrificio tiene un valor propiciatorio tanto para los hombres que viven en la tierra como para las almas del purgatorio. Es, por lo tanto, errónea la opinión según la cual el Sacrificio de la Misa consistiría simplemente en el hecho de que el pueblo ofrezca un sacrificio espiritual de oración y alabanza, así como la opinión de que la Misa puede o debe definirse solamente como la entrega que hace Cristo de Sí mismo a los fieles como alimento espiritual para ellos (cf. Concilio de Trento, sesión 22, c. 2).

33. «La misa que es celebrada por el sacerdote representando la persona de Cristo, en virtud de la potestad recibida por el sacramento del orden, y que es ofrecida por él en nombre de Cristo y de los miembros de su Cuerpo místico, es realmente el sacrificio del Calvario, que se hace sacramentalmente presente en nuestros altares. Nosotros creemos que, como el pan y el vino consagrados por el Señor en la última Cena se convirtieron en su cuerpo y su sangre, que en seguida iban a ser ofrecidos por nosotros en la cruz, así también el pan y el vino consagrados por el sacerdote se convierten en el cuerpo y la sangre de Cristo, sentado gloriosamente en los cielos; y creemos que la presencia misteriosa del Señor bajo la apariencia de aquellas cosas, que continúan apareciendo a nuestros sentidos de la misma manera que antes, es verdadera, real y sustancial» (Pablo VI, Solemni hac liturgia, “Credo del pueblo de Dios”, 24).

34. «Aquella inmolación incruenta con la cual, por medio de las palabras de la consagración, el mismo Cristo se hace presente en estado de víctima sobre el altar, la realiza sólo el sacerdote, en cuanto representa la persona de Cristo, no en cuanto tiene la representación de todos los fieles. (...) Que los fieles ofrezcan el sacrificio por manos del sacerdote es cosa manifiesta, porque el ministro del altar representa la persona de Cristo, como Cabeza que ofrece en nombre de todos los miembros. Pero no se dice que el pueblo ofrezca juntamente con el sacerdote porque los miembros de la Iglesia realicen el rito litúrgico visible de la misma manera que el sacerdote, lo cual es propio exclusivamente del ministro destinado a ello por Dios, sino porque une sus votos de alabanza, de impetración, de expiación y de acción de gracias a los votos o intención del sacerdote, más aún, del mismo Sumo Sacerdote, para que sean ofrecidos a Dios Padre en la misma oblación de la víctima, incluso con el mismo rito externo del sacerdote”. (Pío XII, encíclica Mediator Dei, 112).

35. El sacramento de la Penitencia es el único medio ordinario por el que se pueden absolver los pecados graves cometidos después del Bautismo. Según el derecho divino todos esos pecados deben confesarse según su especie y su número (cf. Concilio de Trento, sesión 14, canon 7).

36. El derecho divino prohíbe al confesor violar el sigilo del sacramento de la penitencia fuere por el motivo que fuere. Ninguna autoridad eclesiástica tiene potestad para dispensarlo del secreto del sacramento, y tampoco las autoridades civiles están facultadas para obligarlo a ello (cf. CIC 1983, can. 1388 § 1; Catecismo de la Iglesia Católica 1467).

37. Por la voluntad de Cristo y por la inmutable tradición de la Iglesia, no se puede administrar el sacramento de la Sagrada Eucaristía a quienes estén objetivamente en estado de grave pecado público, y tampoco se debe dar la absolución sacramental a quienes manifiesten no estar dispuestos a ajustarse a la Ley de Dios, aunque esa falta de disposición corresponda a una sola materia grave (cf. Concilio de Trento, sess. 14, c. 4; Juan Pablo II, Mensaje al Cardinal William W. Baum, 22 de marzo de 1996).

38. Conforme a la constante tradición de la Iglesia, no se puede administrar el sacramento de la Sagrada Eucaristía a quienes nieguen alguna verdad de la fe católica profesando formalmente adhesión a una comunidad cristiana herética o oficialmente cismática (cf. Código del Derecho Canónico 1983, can. 915; 1364).

39. La ley que obliga a los sacerdotes a observar la perfecta continencia mediante el celibato tiene su origen en el ejemplo de Jesucristo y pertenece a una tradición inmemorial y apostólica, según el testimonio constante de los Padres de la Iglesia y de los Romanos Pontífices. Por esta razón, no se debe abolir esta ley en la Iglesia Romana por medio de la innovación de un supuesto celibato opcional de los sacerdotes, ya sea a nivel regional o universal. El testimonio válido y perenne de la Iglesia afirma que la ley de la continencia sacerdotal «no impone ningún precepto nuevo. Dichos preceptos deben observarse, porque algunos los han descuidado por ignorancia y pereza. Con todo, los mencionados preceptos se remontan a los apóstoles y fueron establecidos por los Padres, como está escrito: “Así pues, hermanos, estad firmes y guardad las enseñanzas que habéis recibido, ya de palabra, ya por carta nuestra” (2Tes 2,15). Lo cierto es que muchos, desconociendo los estatutos de nuestros predecesores, han violado con su presunción la castidad de la Iglesia y se han guiado por la voluntad del pueblo, sin temor a los castigos divinos» (Papa Siricio, decretal Cum in unum del año 386).

40. Por voluntad de Cristo y por la divina constitución de la Iglesia, sólo los varones bautizados pueden recibir el sacramento del Orden, ya sea para el episcopado, el sacerdocio o el diaconado (cf. la carta apostólica de Juan Pablo II Ordinatio sacerdotalis, 4). Es más, la afirmación de que sólo un concilio ecuménico puede dirimir esta cuestión es errónea, dado que la autoridad de un concilio ecuménico no es mayor que la del Romano Pontífice (cf. V Concilio de Letrán, sesión 11; Concilio Vaticano I, sesión 4, c.3).

31 de mayo de 2019

Cardenal Raymond Leo Burke, Patrono de la Soberana y Militar Orden de Malta
Cardenal Janis Pujats, Arzobispo emérito de Riga
Tomash Peta, Arzobispo de la arquidiócesis de María Santísima en Astana
Jan Pawel Lenga, Arzobispo-Obispo emérito de Karaganda
Athanasius Schneider, Obispo Auxiliar de la arquidiócesis de María Santísima en Astana


FORMALIDAD Y RESPETO


Empecemos definiendo los términos a tratar, y para ello vayamos al diccionario de la Real Academia Española...

Por Gabriel Boragina ©


formalidad

De formal e -idad.

1. f. Exactitud, puntualidad y consecuencia en las acciones.

2. f. Cada uno de los requisitos para ejecutar algo. U. m. en pl.

3. f. Modo de ejecutar con la exactitud debida un acto público.

4. f. Seriedad, compostura en algún acto.



respeto

Del lat. respectus 'atención, consideración'.

1. m. Veneración, acatamiento que se hace a alguien.

2. m. Miramiento, consideración, deferencia.

3. m. Cosa que se tiene de prevención o repuesto. Coche de respeto.

4. m. miedo (‖ recelo).

5. m. desus. respecto.

6. m. germ. espada (‖ arma blanca).

7. m. germ. Persona que tiene relaciones amorosas con otra.

8. m. pl. Manifestaciones de acatamiento que se hacen por cortesía.



(Real Academia Española © Todos los derechos reservados)


Como el mismo diccionario lo explica sin más análisis que el examen de cada una de las locuciones arriba transcriptas, la formalidad y el respeto -que casi todo el mundo confunde o asimila como si fueran la misma cosa- no guardan punto de contacto entre sí. Se tratan de dos cosas diferentes, que bien pueden ir juntas o separadas, pero que no se confunden ni identifican.

Yo siempre he privilegiado el respeto por sobre la formalidad, porque -para mí- la formalidad tiene que ver con el aspecto extrínseco en materia de relaciones sociales, en tanto que el respeto tiene que ver con el intrínseco.

De donde, se puede ser respetuoso e informal, como asimismo y -en sentido contrario- se puede ser formal e irrespetuoso. Una cosa no va con la otra, como mucha gente cree en contrario.

Siempre he sido enemigo de las fórmulas acartonadas y aparatosas, tan caras a mis colegas de profesión.

A veces, y con personas desconocidas, esto me ha obligado a hacer las aclaraciones respectivas. Con el objeto de lograr un acercamiento y un mejor entendimiento, sobre todo si el contacto es con el objeto de tener un trato más o menos frecuente, en el corto, mediano o largo plazo, cuando me presentan o conozco a alguien comienzo tuteándolo con la expectativa de la devolución de un trato similar por parte de mi interlocutor. En el 99% de las situaciones la devolución se produce y el trato sucesivo se entabla en esos términos, de cordialidad, y mutua confianza. Tengo probado en lo personal que allana el camino y -al menos a mí- me facilita mucho el futuro desempeño laboral -o de otro tipo- con la persona recién conocida.

En el escaso 1% restante, cuando esa devolución no se produce, procedo a aclarar este punto en los mismos términos que aquí lo hago ahora. Explico que con el tuteo no busco faltar el respeto del otro, sino que -en mi caso- es lisa y llanamente una demostración de acercamiento, cordialidad y simpatía hacia el otro. Y que lo interpreto de idéntica manera cuando soy yo el objeto del mismo trato verbal.

Salvo contextos muy puntuales, trato de "usted" a alguien cuando estoy muy irritado (lo que es rarísimo), o cuando específicamente esa persona me irrita o procura hacerlo. Esto es otra demostración de que formalidad y respeto no son sinónimos, porque si bien en estos escenarios suelo ser formal no lo soy con la intención de respetar a quien deliberadamente me está ofendiendo, ya sea con el trato verbal o con su conducta. Pero aun en estos supuestos lo hago como recurso de última instancia. Hasta donde me es posible, intento entablar o restablecer con mi agresor verbal un trato de familiaridad respetuosa. Si no lo logro, pese a mis esfuerzos, entonces cambio de actitud. Fuera de estas circunstancias, sólo dejo de tutear al otro cuando me lo pide, expresamente o por otros medios. Si yo continuara dispensándole un trato que explícitamente me ha pedido que no le dé, yo le estaría faltando el respeto a él (o ella). Y viceversa.

Cuando me veo obligado a tratar de "usted" a alguien (cosa que jamás hago espontáneamente) siento que estoy poniendo una distancia con mi interlocutor que en el hipotético contrario no existiría. En realidad, es quien me obliga a tratarlo de ese modo quien trata de imponer esa distancia de mí y no al revés. Hay personas para las cuales esa distancia es importante para sus vidas de relación. Algo así como una especie de "autodefensa". Pero no es mi cuestión.

Es muy interesante constatar que el uso del "vos" -que alguna gente lo considera no sólo una "informalidad" sino también una "falta" de respeto- comenzó siendo todo lo contrario, es decir, un tratamiento verbal que representaba la forma más elevada de respeto. Así lo explica el siguiente lingüista:
"La lengua castellana, […], no escapa a la dialéctica de la inmutabilidad y la mutabilidad del signo lingüístico, padeciendo mutaciones tanto conscientes como inconscientes, replicando el ritmo en que deviene el mundo de la vida en su despliegue epocal. Nos puede servir también el caso del ‘voseo’ que nos caracteriza como hispanohablantes sudamericanos, a fin de reforzar esta idea que venimos desarrollando. Los españoles que llegaron a nuestro continente durante la Conquista todavía utilizaban el voseo en sus dos vertientes de forma reverencial y de signo de confianza. Este uso del ‘vos’ arraigó en América, en parte a través de la literatura incipiente y en parte porque los españoles mismos lo usaban reverencialmente entre ellos para diferenciarse de los nativos. El tiempo transcurrió y hoy millones de latinoamericanos lo usamos sin reverencialidad alguna. Sin embargo, el voseo comenzó a desprestigiarse en el siglo XVI en España, donde el castellano peninsular decantó unívocamente por el ‘tú’. Como se puede apreciar, estas metamorfosis lingüísticas dependen del devenir de los acontecimientos históricos, que siempre es circunstancial, contingente y orientado por la dinámica del mundo de la vida". [1]

Pero el respeto -insistimos- pasa por otro lado, que trasciende el uso del "vos" o del "usted". Pasa por una actitud integral hacia el otro, que tiene que ver -en parte- con el contenido del lenguaje y no con su forma. Por ejemplo, un insulto siempre será un insulto, sea que se diga en un contexto de "vos" o de "Ud." No será menos insulto porque quien lo emita lo haga en un lenguaje formal, por muy "educado" que dicho sujeto se crea.

Que la formalidad nada tiene que ver con el respeto lo brindan también otros ejemplos por el estilo. La familia es una más de esas muestras típicas. ¿alguien puede imaginar un ámbito donde reine la informalidad más absoluta entre sus miembros que el seno de una familia característica? Y sin embargo ¿alguien puede, asimismo, afirmar que -por dicho motivo- tales miembros de la familia están continuamente faltándose el respeto por tal causa? Creo que nadie en su sano juicio podría aseverar una cosa semejante. Y ello, sin perjuicio que, en algún evento aislado, pudiera registrarse una que otra desavenencia familiar pasajera, pero lo que nos interesa aquí es la regla general, no la excepción, y según aquella, en y dentro de las familias conviven armónicamente tanto la más incondicional informalidad como el más puro respeto.

En un nivel algo más bajo, lo mismo podría decirse de los amigos, los compañeros de trabajo, de estudios, etc. Se tratan todas de relaciones informales, pero siempre (en la mayoría de las condiciones) de franco respeto reciproco al mismo tiempo.

Esto se puede trasladar perfectamente a otros planos de análisis que exceden las relaciones interpersonales de amistad, negocios, comerciales, laborales, educativas, profesionales, etc.

Un ejemplo son las leyes, que son el paradigma de la formalidad más escrupulosa. No obstante, la gran generalidad de las leyes (al menos las argentinas) constituyen una soberana falta de respeto hacia los legislados por parte de los legisladores. Ejemplo inconfundible son las leyes fiscales, pero no son las únicas. Las leyes que violan las libertades individuales, la propiedad privada y las transacciones comerciales son el modelo, tanto de la formalidad como de la falta de respeto más abyecta que pueda concebirse.


[1] "A propósito del lenguaje inclusivo", por Claudio Marenghi -Pág. 6-Copyright © 2019 Instituto Acton, All rights reserved.



¿ES PECAMINOSO EL POPULAR VIDEOJUEGO FORTNITE?

El videojuego, Fortnite Battle Royale, está perturbando a muchas familias: los padres cuentan historias de horror de niños pequeños que juegan sin parar y de repente se vuelven violentos contra quienes se oponen a su juego.

Por John Horvat II

Para aquellos que no están familiarizados con Fortnite, es un videojuego de ritmo rápido muy popular que se lanzó en el verano de 2017. Desde entonces, ha reunido a más de 200 millones de jugadores registrados en todo el mundo. Cada juego involucra a cien jugadores que caen en una isla virtual y se disparan entre sí hasta que un solo ganador o un equipo de jugadores haya eliminado a los otros jugadores. El juego se ofrece de forma gratuita, pero los jugadores pueden comprar muchos accesorios útiles en el transcurso de la batalla.

Fortnite ha sido atacada desde muchos ángulos : algunos simplemente dicen que es malo para los niños. Otros afirman que es altamente adictivo. El juego desperdicia innumerables horas que podrían ser mejor utilizadas en formas más constructivas, como ser las tareas. Y el juego de disparar y matar es innegablemente violento y emplea blasfemia.


Evitar una condena moral

Todas estas son razones válidas para estar en contra de Fortnite. Sin embargo, pocos hacen las preguntas espinosas: ¿Fortnite es pecaminoso? ¿Conduce a actos pecaminosos? ¿Jugarlo puede ser pecaminoso?

Alguien debería estar abordando el tema moral. Al menos debería ser objeto de sermones y comentarios religiosos. Y, sin embargo, el silencio que rodea el problema moral de jugar Fortnite es absoluto. Nadie quiere tocarlo.

Hablar de un pecado muy específico conlleva el riesgo de ofender a alguien, incluso dentro de la familia o el hogar. Muchos prefieren tratar con el pecado en términos vagos, ya que tiene el efecto deseable de hacer que la religión sea irrelevante para el mundo moderno.

Por lo tanto, emitir un juicio moral sobre Fortnite sería una excelente manera de hacer que la Iglesia sea relevante. Mostraría que la Iglesia tiene opiniones sobre cosas específicas que impactan la vida diaria de las personas. Al llamar a estas cosas pecaminosas, los fieles se enfrentarán abiertamente con una cultura que debe ser desafiada.

Sin embargo, que el retador tenga cuidado. Aquellos que llaman a las cosas pecaminosas por su nombre, incurrirán en la ira de aquellos que niegan el pecado. Esté preparado para ser juzgado por aquellos que denuncian a otros como críticos.

Por lo tanto, responder a la pregunta de si Fortnite es pecaminoso será doloroso. Se acompaña mejor con una explicación lógica.


Respondiendo la pregunta

La mejor manera de juzgar a Fortnite es analizar sus malos efectos. Los niños, especialmente los más pequeños, no duermen debido al juego. Se aíslan y se vuelven groseros, violentos y poco caritativos. Algunos ganan peso por falta de ejercicio físico. Otros pierden peso por negarse a comer debido a un juego intenso. Algunos roban dinero para pagar los accesorios del juego. El estrés en las familias es grave, ya que los jugadores pierden interés en los asuntos familiares, desobedecen a los padres y crean conflictos.

A menudo, en el debate moral se ignora a los padres que no practican la fortaleza necesaria al no frenar la obsesión de sus hijos por el juego. Se rinden a las rabietas de sus hijos y les permiten disfrutar de estos comportamientos.

Todos estos malos efectos involucran el pecado. El pecado siempre conduce a la autodestrucción y al conflicto como los causados ​​por Fortnite. Estas conductas pueden incluso ser mortalmente pecaminosas si involucran conductas voluntarias que son seriamente dañinas para ellos y para quienes los rodean. Son, sobre todo, pecaminosas porque ofenden a Dios al actuar en contra del orden que él puso en la sociedad.

No todos los episodios del juego causarán estos comportamientos. Sin embargo, cuando Fortnite incita estos actos, el juego se convierte en un agente que facilita el pecado y debe evitarse.


Los jugadores de 
Fortnite  pecan contra la templanza

Los apologistas de Fortnite dirán que el juego no es pecaminoso porque el problema real no es el juego, sino cómo los jugadores usan el juego y cuánto tiempo juegan. Además afirman que si se juega con moderación, el juego puede ser tolerado e incluso fomentado, ya que desarrolla "habilidades" útiles. De esta manera, los defensores esperan desviar las críticas e insinuar que la mayoría de los jugadores pueden seguir participando en Fortnite "con moderación", sin riesgo para sus almas.

Sin embargo, tales promotores no entienden la verdadera naturaleza del juego. Los pecados citados anteriormente son meros efectos del diseño estructural de Fortnite. El juego no debe ser jugado con moderación. Tiene características integradas que lo hacen extremadamente intemperante y, por lo tanto, pecaminoso.

La templanza es la virtud por la cual uno gobierna y modera los apetitos y pasiones naturales de acuerdo con las normas prescritas por la razón. Cuando las personas no pueden gobernar sus apetitos y pasiones, cometen el pecado de intemperancia.

Fortnite está hecho para atraer a los jóvenes que fácilmente pueden perder el control de sus pasiones. Los jóvenes son especialmente vulnerables a la intemperancia diseñada por Fortnite. Los psicólogos han advertido durante mucho tiempo que los niños pequeños tienen sistemas de autocontrol que no están completamente desarrollados. Juegos como Fortnite estimulan la liberación de dopamina, una hormona del placer que causa un comportamiento muy adictivo, no muy diferente al de las drogas.

La nueva tecnología y la programación han hecho que Fortnite sea atractivo, interactivo y emocionante. Sus múltiples parcelas potenciales y su plataforma para múltiples jugadores estimulan el cerebro y hacen que los jugadores lo deseen aún más. Al igual que las máquinas tragamonedas, los creadores del juego han introducido programas de recompensas impredecibles y variables que también dificultan la desactivación.

Por lo tanto, el principal problema con Fortnite es que fomenta la intemperancia. Alimenta la aparición de ansiedad, depresión o trastornos del estado de ánimo que se manifiestan en entornos de medios interactivos. No todos los episodios implicarán el pecado de la intemperancia. Sin embargo, cuando el juego causa estas posiciones extremadamente desequilibradas en los jugadores (y con frecuencia lo hace), se vuelve pecaminoso y debe evitarse. Cuando el juego amenaza con derrocar a la familia, también es pecaminoso, y los padres deben tomar medidas contra él.


La negación del pecado


Tales consideraciones inevitablemente irritarán a quienes ven juegos como Fortnite como oportunidades para la diversión y el entretenimiento. A pesar de que el juego destruye las vidas de muchos jugadores, los defensores del juego preferirían vivir negando sus peligros. Lo más probable es que critiquen a quienes se oponen a Fortnite como rígidos e intolerantes.

La verdadera razón de esta hostilidad es la negación del pecado y la ley moral. Por lo tanto, una condena de Fortnite es un recordatorio de que el pecado existe. Hacer un juicio moral debe ser evitado ya que es perjudicial e insensible a los que pecan.

Al negarse a reconocer una noción de pecado, esta perspectiva secular niega el cristianismo. Porque si el pecado no es real, entonces nuestra redención por Nuestro Señor Jesucristo se vuelve incomprensible y la Iglesia pierde su conexión lógica con la historia y la vida.

La lucha constante de la Iglesia con la modernidad ha sido durante mucho tiempo más relevante. Los elementos progresivos dentro de la Iglesia han insistido en que la Iglesia se adapte al mundo y no hable sobre el pecado. Como resultado, la Iglesia se ha retirado de muchos debates culturales que involucran la enseñanza católica y su misión santificadora. Tal retiro facilita el reinado libre del pecado en todas partes.


Buscando soluciones

Por eso es tan importante que la Iglesia se pronuncie contra el pecado y su cultura. La Iglesia debe trabajar por la santificación de las almas. Ella necesita presentar sus puntos de vista y oponerse audazmente a los juegos, las modas y las opciones de entretenimiento que están destruyendo la moralidad de la sociedad. Ella debe proponer alternativas poderosas y maravillosas de acuerdo con la naturaleza humana y la práctica de la virtud.

Cuando algo como Fortnite aparece, la Iglesia no debe temer tomar una posición, incluso si esa posición es impopular. Muchos católicos anhelan un liderazgo en este asunto. Es hora de que la Iglesia juegue una vez más un papel en la formación de nuestra cultura.


Tradition, Family, Property - TFP




LA CUESTION DE LA EUTANASIA




La eutanasia directa es  un crimen y los motivos que se presentan a su favor solo pueden ser sofismas.

Por el obispo Bernard Tissier de Mallerais




Los motivos invocados: de la compasión al cinismo

“La pena por lo incurable en la etapa de "dolores terminales", intolerable para él y para mí, me obliga a acortar sus sufrimientos. Voy a "picar" como los animales son picados. Al hacerlo, solo estoy acelerando una muerte fatal de todos modos”

“La dignidad humana establece un "derecho a morir con dignidad". El sufrimiento intolerable o el estado de inconsciencia son indignos del hombre. Tengo derecho a abreviarlos...”

“La libertad prerrogativa de la persona humana debe ser capaz de "elegir la vida, elegir su muerte" ” (Niza tema del Congreso 21-23.09.1984 - en poder de la ADMD: Asociación por el Derecho a morir con dignidad). 


“Afirmo mi libertad al no dejarme imponer por naturaleza una muerte para sufrir contra mi voluntad”. 

“El suicidio de Henri de Montherlant, condenado por sus médicos, es la muerte de un hombre libre”.


El interés de la sociedad

“Creemos que la sociedad no tiene ningún interés, ni una necesidad real de sobrevivir a un paciente condenado” (declaración de cuarenta personalidades, incluyendo tres premios Nobel, 1974). 

“La muerte legal puede ser después de los 80 años, más allá de lo cual los médicos pueden encontrarse exentos... No creo ni una palabra de este punto de vista tradicional de que todos los hombres nacen iguales y sagrados” (Profesor Crick, Medical Tribune, 21.11.1970).


Métodos propuestos: De la receta de eutanasia a la oración de eutanasia


La ADMD (Asociación por el Derecho a morir con dignidad) proporciona una guía para la "autodélivrance" (el auto rescate) con textos muy desalentadores, también tiene nombres de los medicamentos y las indicaciones de las dosis correspondientes, por lo que dice la señora Paula Caucanas-Piser, que “El suicidio no es esa cosa vil y violenta que es ahora” (Le Figaro 21.09.1984). En resumen, “suicidio “limpio”, eutanasia en el hogar, ¡instrucciones de eutanasia!”(Rémi Fontaine, Presente 24-25.09.1984).

También se nos ofrece hacer un escrito por adelantado de nuestra voluntad biológica que reclame al médico la “desconexión”, “en el momento en que ya no seremos personas” (Figaro , 21.09.1984). 

Pero si prefiere esperar, el profesor Léon Schwarzenberg garantiza que el médico administrará a su solicitud el “cocktail lytic”: “Depende del paciente y no del médico determinar y saber cuándo juzga que su existencia y su sufrimiento es inaceptable (Presente 24-25.09.1984): eutanasia a pedido.

“Respetaremos la voluntad de los pacientes o, al menos, su personalidad” (médicos que firman el manifiesto del 19.09.1984): en otras palabras, trabajo duro para los valientes, pinchazo para los desanimados. 

- “¡Sutilezas!”, Dijo el profesor Christian Barnard (el primero en intentar un trasplante de corazón): “el paciente solo expresa por escrito que quiere ser ayudado a morir”, luego “depende de nosotros y solo de nosotros, los médicos, decidir que ha llegado el momento de poner fin a sus sufrimientos” (Presente 24-25.09.1984). En definitiva, la sentencia de la eutanasia.


Los medios empleados

1. Dosis analgésica... demasiado fuerte: el límite es difícil de definir, entre el efecto analgésico de la dosis y la “desconexión” (la dosis letal). El médico puede tener la tentación de cambiar de uno a otro... ¿Eutanasia indirecta o directa? Incluso la enfermera no podrá discernirlo. En cualquier caso, el artículo 20 del código de ética médica prescribe lo siguiente: “El médico debe tratar de aplacar los sufrimientos de su paciente. No tiene derecho a causar la muerte deliberadamente” (Decreto de 28.06.1979).

2. El “cóctel lítico”, el pinchazo que inmediatamente causa la muerte: esto es la eutanasia “muy activa”, como decimos, al menos en términos de ética, una eutanasia directa. La intención es francamente, dar muerte.

3. La negativa a tratar de mantenerlo artificialmente vivo: un testamento de eutanasia que dice “no me revivas” simplemente significa esto: “Si estoy enfermo, no hagas cosas inútiles o dolorosas”. Esto, dice el profesor Raymond Villey, es una invitación a la eutanasia pasiva si la situación es desesperada (Figaro, 20.09.1984). La “desconexión” va más allá: la desconexión de un medio artificial para mantener la vida de un paciente es la eutanasia activa. -Gaudens - The World Today, 18-19.11.1984). Pero, ¿es esto la eutanasia directa?


¿Tiene el hombre derecho sobre su propia vida? 


JUICIO MORAL SOBRE LA EUTANASIA DIRECTA


"No matarás"


Matar a los inocentes es un pecado grave: el quinto mandamiento de Dios: "No matarás" es formal. El asesinato priva a otro del bien más grande: la vida, que está sobre la condición de todos los demás bienes naturales y sobrenaturales. El asesinato afecta principalmente al derecho exclusivo de Dios a la vida y la muerte: “Consideren que soy el único Dios” (Deut 32,39).

¿Qué pasa con el suicidio? - Lo mismo, agregando esto: el que se mata a sí mismo insulta a la sociedad de la que forma parte, y a Dios que mantiene la propiedad sobre nuestro cuerpo, dejándonos solo el uso y la administración, con la carga de mantener esta vida. Esto no impedirá que se exponga su vida si es necesario, sino por un bien mayor, como la defensa del país, o para huir de una muerte cierta y cruel lanzándose desde lo alto de una ventana con la esperanza de escapar: las cuatro reglas del “voluntario indirecto” legitiman este “suicidio indirecto”; la acción de “arrojarse” es en sí misma indiferente; los dos efectos que siguen son uno bueno (escapar del fuego) y el otro malo (riesgo de muerte al caerse): la intención no tiene que ver con el mal efecto: no lo hace para suicidarse; además, el buen efecto no proviene del mal efecto; y, finalmente, existe una causa proporcional: el peligro de que uno huya es proporcional al riesgo al que está expuesto.

Este ejemplo tiene la ventaja de ilustrar la diferencia entre la eutanasia directa (el “cóctel lítico” se usa para causar la muerte) y la eutanasia indirecta (el analgésico se toma para calmar el sufrimiento del paciente, pero sabemos que acelerará la muerte). El primero es el asesinato o el suicidio, el segundo es una acción perfectamente legal, siempre que la intención no sea acelerar el final del paciente.


Responder a las objeciones

La eutanasia directa es, por lo tanto, un crimen, los motivos que se presentan a su favor solo pueden ser sofismas. La utilidad de la sociedad es una: el individuo es ciertamente una parte que debe cooperar para siempre, pero por otro lado, ¡él trasciende todo esto por su dignidad de persona y su destino eterno! A partir de entonces, la sociedad no puede “deshacerse de lo inútil” sin hundirse limpiamente en el totalitarismo que hace de “todo” el único absoluto.

“Elegir la propia muerte” es también rechazar la muerte que la Providencia ha preparado para nosotros. Crear seres humanos a cualquier costo, en un tubo de ensayo, morir “como yo deseo”, por auto-liberación: es la misma revuelta contra el orden natural. Es el mismo espíritu de rebelión contra Dios. El espíritu cristiano, por el contrario, nos hace rezar para aceptar la muerte: “Señor Dios, de ahora en adelante acepto de tu mano, de buena gana y con un gran corazón, el tipo de muerte que tú quieras enviarme, con todas sus ansiedades y todos sus dolores”.

“Poner fin a una vida que no tiene sentido” porque sabe que está condenada, poner fin a una “vida degradada” por un sufrimiento agudo, poner fin a una “vida disminuida” por el estado de inconsciencia... muchos sofismas!

La vida terrenal encuentra su significado en la vida eterna; incluso sufriendo o inconsciente, la persona conserva su dignidad de ser creado a imagen y semejanza de Dios, la dignidad de un “ser de la eternidad”. Por eso, dice Pío XII (a los médicos cirujanos, 13 de febrero de 1945), “el médico despreciará cualquier sugerencia que se le haga para destruir la vida, por inútil que esa vida pueda parecer”.

- “Pero solo estoy acelerando una muerte inevitable”, para huir de otra muerte “cierta y atroz”.

Respondo: -El buen efecto: huir de una muerte espantosa proviene del mal efecto: la muerte por "auto-entrega". El mal es el medio para obtener un bien (en este caso, para huir de otro mal). San Pablo dice “No faciamus mala ut bona bona” (Rom 3.8). No está permitido que hagamos mal para traer bien. La voluntad nunca debe soportar el mal (aquí el suicidio), ni como un medio ni como un fin.

¡Cuántas veces Pío XII nos ha repetido este gran principio que resuelve tantos casos morales espinosos!


EL SUFRIMIENTO Y EL USO DE ANALGÉSICOS


La Sagrada Congregación Romana para la Doctrina de la Fe ha resumido notablemente la doctrina católica (declaración del 05.05.1980) ya enseñada por Pío XII (a la Sociedad Italiana de Anestesiología, 24.02.1957). Vamos a resumir de nuevo.


Sufrimiento: un valor redentor

Al igual que la muerte, el sufrimiento es un castigo del pecado original: "eres polvo y volverás al polvo" (Gen 3.19); "Darás a luz hijos con dolor" (Gen 3.16); "Comerás tu pan con el sudor de tu frente" (Gen 3.19). Si el médico tiene el deber de luchar contra el sufrimiento, el paciente cristiano tratará de asumir al menos parte de él, aprovechando esta gracia que se le ofrece para satisfacer la justicia divina por sus pecados y evitar así los castigos del Purgatorio. ¡El menor de los cuales es peor que el peor de este mundo! El sufrimiento aceptado es también una oportunidad para ganar méritos, "para agregar una nueva perla a su corona" para el Paraíso: y considerado como participación en la Pasión de Cristo y unión con el sacrificio redentor, tiene un valor de co-redención (ver 1. 24). Para rechazar los sedantes o para moderar su uso, aquí hay una conducta heroica y completamente cristiana por parte de un paciente.


Analgésicos: legitimidad y desventajas

"Sin embargo, no sería prudente tratar de convertir una actitud heroica en una regla general. Para muchos pacientes, la prudencia humana y cristiana a menudo aconseja el uso de medios médicos capaces de aliviar o eliminar el sufrimiento, incluso si los efectos secundarios son su lentitud y menos lucidez. En cuanto a los que no pueden expresarse, es razonable suponer que desean recibir estos tranquilizantes y administrarlos de acuerdo con los consejos del médico" (SCRDF, 1980, op cit.). ¿Pero se permitirá la narcosis si es para causar la pérdida de conciencia o acortar la vida del paciente? No hay problema para el segundo caso: uno quiere calmar directamente los sufrimientos, e indirectamente, uno permite, sin quererlo directamente, la abreviatura de la vida (indirecta voluntaria).


Calmantes causando inconsciencia

El caso de los analgésicos que causan la inconsciencia debe examinarse más detenidamente, porque no se debe "robar el momento de la muerte" del paciente haciéndole perder el conocimiento al momento de su muerte, sin haber podido cumplir con sus deberes morales (testamentos , posibles restituciones para operar) y especialmente religiosos (confesión sacramental, unción extrema, viático si es posible). Allí encuentra su lugar insustituible la enfermera cristiana, que erigirá el espíritu del paciente más allá de sus sufrimientos y la angustia de la muerte, en la esperanza teológica y la preparación de su alma para la venida del sacerdote. ¡Un acto de contrición, recitado claramente por ella contra la frente del paciente aún consciente pero quizás ya privado de sus sentidos externos, tal vez salvará a un alma para la eternidad! La tarea de la enfermera es "aliviar el sufrimiento y ayudar a las personas en los últimos momentos de su vida". (decreto del 17.07.1984, art.1) Es aún más noble, ¡si lo entiende como un apostolado para las almas!


Obispo Bernard TISSIER de MALLERAIS , Obispo auxiliar de la Fraternidad Sacerdotal de San Pío X





jueves, 30 de mayo de 2019

101 CITAS HERÉTICAS DE JUAN PABLO II

Herejías de Juan Pablo IIVerdad de la Fe Católica
1.La Iglesia Católica carece de unidad.
UUS:7-10
La unidad cristiana es la Iglesia Católica.
Pio XI, MA:3,15.
2.Los Infantes pueden ser salvos sin el bautismo.
EV:99, 3/25/1995
Los infantes necesitan el bautismo para la salvación.
San Zosimo I, D.102.
3.Los Musulmanes adoran al Dios Verdadero.
CE:141, 1994
Sólo los Católicos pueden adorar a Dios.
Gregorio XVI, SJS
4.Las sectas heréticas tienen una misión apostólica.
LOR, 06/10/1980
La Iglesia Católica es la única misión apostólica.
León  XIII, SCG:35
5.El Espíritu Santo usa las sectas como medio de salvación.
CT:32, 10/16/1979
El Espíritu Santo no da vida a los herejes.
León  XIII, SCG:18
6.Debemos orar con herejes para la unidad.
UUS:21, 05/25/1995
Si alguno ora con herejes, (él) es un hereje.
San Agato I, SCN:XXI:635
7.La libertad de conciencia es un derecho del hombre.
LOR, 09/01/1980
Libertad de conciencia es locura.
Gregorio  XVI, D. 1613
8.Los herejes son Cristianos.
LOR, 12/23/1982
Sólo los Católicos pueden ser Cristianos.
Pio VI, D. 1500
9.Cada hombre está en unión con Cristo.
RH:13.3, 1979
Cristo no está en todos los hombres.
San Pio X, D.2103
10.Los herejes tienen la Fe Apostólica.
VS:62, 05/25/1995
La fe verdadera no puede hallarse fuera de la Iglesia.
Pio IX, Sqi
11.El Nuevo Orden Mundial es unidad santa.
PA:39, 1987
El Nuevo Orden Mundial es perverso.
Pio XI, MA:1-2
12.Dios ama a herejes, paganos, etc.
PA:48, 1978
Sin la fe Católica, es imposible agradar a Dios.
Paulo III, D.787
13.Los Judíos son nuestros hermanos mayores en la fe.
CE:99, 1994
Los Judíos rechazan la Unica Fe de Jesucristo.
Gregorio I, ELC
14.Los Masones son hijos de Dios el Padre.
LOR, 05/22/1984
Los Masones son hijos del Diablo.
Pio IX, Sqa
15.Los herejes son nuestros hermanos en Cristo.
LOR, 09/16/1980
Los herejes son hijos del Diablo.
Clemente  I, EIC:42,46
16.Los Concilios Ecuménicos no necesitan defender a la verdad.
CE:162, 1994
Los Concilios Ecuménicos deben defender la verdad.
Pio II, D.717
17.Los Dogmas y doctrinas crecen y evolucionan.
EDA, 1987
La evolución de dogmas y doctrinas está condenadas.
San Pio X, P:12-27
18.Todos los matrimonios inter-religiosos son buenos.
FC, 11/22/1981
Todos los matrimonios inter-religiosos son desalentados.
Gregorio  XVI, SJS:1-9
19.El Budismo es una gran religión.
MP:147, 06/17/1984
El Budismo es una religión falsa y pagana.
San Pio X, P:14
20.Todos los hombres tienen una dignidad humana de derechos iguales.
CP:478, 09/01/1980
La igualdad de derchos para todos los hombres no tiene sentido.
Pio VI, QA
21.El Nuevo Orden Mundial es necesario para el mundo.
CP:809, 09/02/1981
El  Nuevo Orden Mundial es un reinado de terror.
Benedicto  XV, LRH:35
22.Lutero tenía un espíritu religioso muy profundo.
MP:105
Si alguno no condena a los herejes, que sea anatmea.
Vigilio, D.223
23.Juan Pablo II oró con Judíos: “nuestros más queridos hermanos.”
LOR, 04/13/1986
Los Judíos no son “nuestros más queridos hermanos.”
Inocencio  III, ETN
24.El Cuerpo de Cristo no sólo es la Iglesia Católica.
LOR, 07/08/1980
El Cuerpo de Cristo es solamente la Iglesia Católica.
Pio XII, MC:17-18
25.Todos los hombres son salvos.
LOR, 05/06/1980
Todo aquél fuera de la Iglesia Católica no puede ser salvo.
Eugenio  IV, D:714
26.Los milagros de Cristo no prueban su dignidad de mesías.
LOR, 11/11/1983
Los milagros de Cristo sí probaron Su dignidad de Mesías.
San Pio X, D.2028
27.Todo hombre tiene dercho a la libertad de religión.
CIC:2106, 10/11/1992
Todos tienen dercho a la libertad de religión es herejía.
Pio IX, D.1690,99
28.Los infieles pueden ser salvos por: “Que Gandhi viva para siempre.”
REM:9
Todos los infieles están condenados.
San Pio X, PDC:13
29.La Iglesia Católica se regocija cuando los herejes predican.
CE:141, 1994
La Iglesia Católica condena los discursos de herejes.
Paulo IV, ACA
30.Los herejes pueden ser mártires cristianos fuera de la Iglesia.
UUS:84, 05/25/1995
Fuera de La Iglesia no existen mártires Cristianos.
Pelagio II, D.247
31.Los herejes legalmente pueden recibir los sacramentos de nuestra parte.
UUS:46, 05/25/1995
Los herejes no pueden legalmente recibir los sacramentos.
León  XIII, ENL
32.Los herejes no son nuestros enemigos, sino nuestros hermanos.
UUS:42, 05/25/1995
Los herejes son nuestros enemigos.
San Clemente I, EIC:42,46
33.La Iglesia Católica ha pecado en contra de la unidad.
UUS:34, 05/25/1995
Los Modernistas dicen: La Iglesia ha errado.
Pio XI, MA:8
34.El amor es cuando nos unimos en oración con herejes.
UUS:21, 05/25/1995
Herejía: es cuando no unimos en oración con herejes.
Pio XI, D.2199
35.Los Ant-Cristos tienen el derecho humano de libertad de religión.
LCR:2, 09/01/1980
Sólo los Católicos tienen el derecho a libertad de religión.
Pio IX, D.1690, 1699
36.El estado no puede prohibir las religiones no-Católicas.
LCR:2-4, 09/01/1980
El Estado debe prohibir la religiones no-Católicas.
Pio IX, D.1777, 1778
37.Las sectas heréticas pueden tener la vida de la Iglesia.
CT:32, 10/16/1979
Las sectas heréticas no pueden tener la vida de la Iglesia.
San Gregorio  I, ES5
38.La unidad cristiana subsiste en la Iglesia Católica.
CIC:820, 10/11/1992
La unidad Cristiana es la Iglesia Católica.
Pio XI, MA:7
39.El “diálogo” se requiere para traer unidad a la Iglesia.
CIC:821, 10/11/1992
La Iglesia Católica prohibe reuniones para “unidad.”
Pio XI, MA:15
40.La Santificación y la verdad pueden ser encontrados en las sectas heréticas.
CIC:819, 10/11/1992
Es herejía decir: todas las religiones son verdaderas.
San Pio X, P:14
41.Los herejes de hoy en día no pueden ser culpados por su herejía.
CIC:817, 10/11/1992
Los herejes de hoy han despreciado la Fe Verdadera.
Pio XI, MA:16
42.La Iglesia de Cristo subsiste en la Iglesia Católica.
CIC:816, 10/11/1992
La Iglesia de Cristo es la Iglesia Católica.
Pio XII, MC:17-18
43.Existe esperanza para los infantes que mueren sin recibir el bautismo.
CIC:1261, 10/11/1992
Fuera de la Iglesia no hay esperanzas de salvación.
Pio IX, D.1717
44.El entendimiento de dogmas crecen con la experiencia del hombre.
CIC:94, 10/11/1992
La evolución de dogma es un error de los Modernistas.
San Pio X, P:12-13,25-27
45.Todos los hombres pertenecen a La Iglesia Católica.
CIC:836, 10/11/1992
Sólo los Católicos son miembros de la Iglesia.
Pio XII, D.2286
46.La Iglesia Católica está en unión con herejes.
CIC:838, 10/11/1992
Los herejes están separados de la Iglesia Católica.
Pio XII, D.2286
47.La Ley Antigua está viva y trabajando al llamado de Dios.
CIC:839, 10/11/1992
La Ley Antigua cesó, y llevada a cabo por la Nueva Ley.
Eugenio IV, D.712
48.El plan de salvación incluye a los Musulmanes.
CIC:841, 10/11/1992
Es herejía decir: la salvación está abierta a los Musulmanes.
Gregorio XVI, VM:13
49.La Iglesia Católica tiene un lazo con las religiones falsas.
CIC:842, 10/11/1992
Las religiones falsas están separadas de la Iglesia.
Eugenio IV, D.705
50.Las religiones falsas buscan al Unico Dios Verdadero que salva.
CIC:843, 10/11/1992
Las religiones falsas adoran al Diablo.
Gregorio XVI, SJS
51.En Asis, 150 religiones falsas “oraron en una sola voz al Señor.”
US:76, 05/25/1995
En Asis, 150 religiones falsas adoraron al Diablo.
Gregorio XVI, SJS
52.Juan Pablo II oró con Anglicanos-herejes en 1982.
UUS:24, 05/25/1995
Si alguien ora con herejes: (él) es un hereje.
Benedicto XV, C.2338.2
53.Una persona puede ser salvada fuera de la Iglesia por una vida moral.
VS:3, 08/06/1993
Moral verdadera y salvación están sólo en la Iglesia.
Gregorio XVI, D.1613
54.La salvación no es solamente para aquellos explicitamente en la Iglesia.
Rmi:10, 12/07/1990
La salvación se encuentra sólo en la Iglesia Católica.
Bonifacio VIII, D.468-469
55.Judíos apóstatas y Cristianos tienen “una herencia común.”
MP:135, 04/13/1986
Los Judíos apóstatas no tienen la Fe de Salvación.
San Gregorio I, ETC
56.En 1991, Juan Pablo II oró con Luteranos para “unidad.”
UUS:25 05/25/1995
Orar con herejes por “unidad” es herejía.
Pio IX, D.1685-1687
57.Reuniones de diálogo pueden traer unidad Cristiana.
UUS:31,32, 05/25/1995
Estas “asambleas” para “unidad” son condenadas.
Pio XI, MA:15
58.La unidad cristiana es posible si decimos que la Iglesia Católica falló.
UUS:34, 05/25/1995
Los modernistas mantienen que la Iglesia ha errado.
Pio XI, MA:13
59.Los Católicos legalmente pueden recibir los Sacramentos de herejes.
UUS:46, 05/25/1995
Ninguno puede orar con herejes y seguir siendo Católico.
San Agato, SCN:XI:635
60.Los Católicos deben regocijarse cuando los herejes derraman su sangre.
UUS:47, 05/25/1995
Los Católicos deben anatematizar a todo hereje.
San Martin I, D.271-272
Herejías del  Papa Juan Pablo IIVerdad de la Fe Divina y Católica
61.Juan Pablo II dio su bendición a Luteranos en 1991.
UUS:73, 05/25/1995
Si alguno patrocina a herejes: (él) es un hereje.
Inocencio III, LHI:I:441
62.La “fe” de los herejes alaba y da gracias a Dios.
UUS:74, 05/25/1995
Es herejía decir: los herejes pueden adorar a Dios.
Pio IX, D.1718
63.Una comunión de fe existe entre herejes y Católicos.
UUS:75, 05/25/1995
Los Católicos y herejes no comparten unidad de fe.
León  XIII, SCG:18,27-18
64.Los herejes honran a las Santas Escrituras con un sello verdaderamente religioso.
UUS:12, 05/25/1995
Los herejes deshonran las Santas Escrituras.
Pio IX, D.1788
65.El Espíritu Santo da “poder santificador” a herejes.
UUS:12, 05/25/1995
Los herejes no pueden vivir en la vida del Espíritu Santo.
Pio XII, D.2286
66.Dios desea e inspira a herejes a derramar su sangre por Él.
UUS:12, 05/25/1995
Todos los herejes que derraman su sangre van al Infierno!
Eugenio IV, D.714
67.La Iglesia de Dios se construye cuando los herejes reciben la Eucaristía.
UUS:12, 05/25/1995
Los herejes pecan cuando reciben la Eucaaristía
León  XIII, ENL
68.La Iglesia Católica y los Cismáticos del Este están en una sola fe.
UUS:59,62
Los herejes no son miembros de la Iglesia Católica.
San Pio V, CCT:101
69.Los judíos Apóstatas adoran al Unico Dios Verdadero.
MP:135, 04/13/1986
Los judíos apóstatas no adoran al Unico Dios Verdadero.
Gregorio XVI, SJS
70.Cada ser humano es el camino de la Iglesia.
DM:3, 11/13/1993
Herejía: La Iglesia es una conciencia colectiva.
San Pio X, P:23
71.Todas las naciones forman sino una comunidad..
CIC:842, 10/11/1992
Herejía: todas las naciones forman sino una comunidad.
Pio XII, MC:18
72.La ONU es el foro supremo de paz y justicia.
CP:112, 10/02/1979
La Iglesia es el foro supremo de paz.
Pio XI, MA:1-17
73.La Iglesia Católica respeta la tradición espiritual Islámica..
CP:2443, 08/19/1985
Es herejía decir: Todas las religiones son verdaderas.
San. Pio X, P:14
74.Todos los hombres son hermanos con una dignidad humana..
CP:826, 09/05/1983
Sólo los Católicos tienen dignidad humana en Cristo.
San Pio X, LFH
75.La bondad y la verdad se encuentran en religiones falsas..
CIC:842, 10/11/1992
Es herejía decir: todas las religiones son buenas.
Pio XI, MA:2
76.La experiencia religiosa del Islam merece respeto.
CH:93, 1994
Es herejía decir: Los Musulmanes pueden experimentar a Dios.
San Pio X, P:14
77.El modernismo renueva y une la Iglesia de Cristo.
CE:76, 1994
El Modernismo atenta con destruir a la Iglesia.
San Pio X, P:23
78.En el hinduismo los hombres toman refugio en Dios con amor y confianza.
CE:80, 1994
Es herejía decir: Los Hindús pueden experimentar a Dios.
San Pio X, P:14
79.Los budistas con ayuda superior alcanzan libertad e iluminación suprema..
CE:80, 1994
Es herejía decir: Los Budistas pueden experimentar a Dios.
San Pio X, P:14
80.La Iglesia rechaza nada sagrado y verdadero en las religiones falsas.
CE:80, 1994
Fuera de la Iglesia la Verdad no puede ser encontrada.
Gregorio XVI, D.1617
81.El Espíritu Santo trabaja efectivamente una raíz común  en todas las religiones.
CE:81, 1994
Es herejía decir: todas las religiones son verdaderas.
San Pio X, P:14
82.Orar con las religiones falsas puede traer paz.
CE:81, 1994
Orando con religiones falsas para la paz es herejía!
Pio XI, MA:1-17
83.Las religiones animistas preparan a muchos a ser cristianos.
CE:82, 1994
Es herejía decir: Los animistas pueden experimentar a Dios.
San Pio X, P:14
84.Juan Pablo II oró con animistas y se asombró ante ello.
LC, 08/23/1985
Es herejía pensar: todas las religiones son buenas.
Pio XI, MA:2
85.La esfera de salvación incluye a aquellos que no están en la Iglesia.
CE:140, 1994
Nadie se puede salvar si no está en la Iglesia.
Pio IX, D.1716
86.Con Dios, el hombre crea su salvación personal.
CE:195, 1994
Nadie se puede salvar fuera de la verdadera fe.
Pio IV, D.1000
88.La Iglesia Católica está presente en todos sus elementos en las sectas heréticas.
CN, 05/28/1992
Fuera de la Iglesia Católica no hay unidad santa.
San León IO, DJP:129,II:3
89.Los lenguages vernáculos se deben usar en la Misa.
SC:36, 12/04/1963
Herejía: el lenguage popular debería usarse para la liturgia.
Pio VI, D.1566
90.Catecumenes no bautizados son miembros de la Iglesia.
LG:14, 11/21/1964
Los no bautizados no son miembros de la Iglesia.
Paulo III, D.895
91.Fuera de la Iglesia hay remisión de pecados.
LOR, 11/20/1989
Fuera de la Iglesia no hay remisión de pecados.
Bonifacio VIII, D.468
92.La dignidad del hombre es: Libertad, Igualdad y Fraternidad.
AL, 04/1980
La Francmasonería es:  Libertad, Igualdad y Fraternidad.
San Pio X, CJF
93.La evolución es algo más que una hipótesis.
LOR, 10/23/1996
La evolución es la doctrina de los Modernistas.
San Pio X, P:26
94.La adoración en común con herejes es bueno.
UR:8, 1965
Adoración en común con herejes estácondenado!
Benedicto XV, C.1258
95.El rito de la Misa debería ser simplificado.
SC:34,50, 1965
El  rito de la Misa debería simplificarse: herejía!
Pius VI, D.1533
96.Juan Pablo II oró con hechiceros, llamando a los “espíritus.”
LOR, 08/11/1985
Juan Pablo II adoró al Diablo.
Gregorio XVI, SJS
97.Fuera de la Iglesia no hay salvación no es exclusivamente Católica.
CE:141, 1994
La Iglesia Católica es el único camino de salvación.
Eugenio IV, D.714
98.Juan Pablo II no profesó el “filioque”  con los cismáticos del Este.
UUS:24, 12/06/1987
JPII  fue anatematizado por simpatizar con herejes.
Inocencio III, LHI:1:441
99.Todo los hombres fallecidos “están de pie ante” Dios como santos.
LOR, 11/01/1993
Nadie se puede salvar si no está en la Iglesia.
Pio IX, D.1716
100.Es antievangélico el condenar a herejes.
UUS:15, 05/25/1995
Es  evangelico condenar a herejes.
San Martin I, D.271-272
101.El Budismo es una religión de salvación.
CE:84-85, 1994
El budismo es una religión de perdición.
Eugenio IV, D.714