miércoles, 1 de mayo de 2019

LA TEOLOGÍA DE LA LIBERACIÓN


El 26 de enero de 2019, durante los eventos de la Jornada Mundial de la Juventud en Panamá (23 al 27 de enero de 2019), el Papa Francisco se reunió con 30 jesuitas, de los cuales 18 eran novicios, de la Provincia Centroamericana, que incluye a Panamá, Costa Rica, Nicaragua, El Salvador, Honduras y Guatemala.

Durante la reunión se discutieron distintos temas, incluida la teología de la liberación y la relación entre los jesuitas y la política. El Santo Padre respondió a las preguntas formuladas, haciendo referencia frecuentemente a sus experiencias personales. El 14 de febrero de 2019 se publicó un informe de la entrevista en el sitio web de la revista jesuita italiana Civilta Cattolica.

“En América, ustedes fueron pioneros en los años de las luchas sociales cristianas”, dijo el papa, “con sus pecados y sus errores, pero aun así pioneros”. Deploró la condena general del movimiento: “En ese entonces, cada vez que la gente condenaba la teología de la liberación, estaban condenando a todos los jesuitas en América Central. Escuché condenas terribles. (...) En cualquier caso, la historia ha ayudado a 'discernir' y purificar”.

“Ciertamente, algunos cayeron en el análisis marxista”, admitió, solo para recordar, inesperadamente, que había concelebrado una misa con:

... el más perseguido de ellos, Gustavo Gutiérrez, peruano (...) y con el entonces Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el Cardenal Müller. Y sucedió porque el propio Müller me presentó a Gutiérrez como su amigo. Si alguien hubiera dicho entonces que el prefecto de la CDF llevaría a Gutiérrez a concelebrar con el Papa, lo habrían tomado por un borracho.

La periodista Cindy Wooden, del Servicio de Noticias Católicas (CNS), aclaró que esto podría haber ocurrido en septiembre de 2013, cuando el cardenal Müller y Gustavo Gutiérrez se reunieron en privado con el papa Francisco en la Domus Sanctae Marthae. Desde entonces, las declaraciones del Papa Francisco y el documento interreligioso de Abu Dabi han ayudado a esclarecer las cosas un poco al cardenal alemán, a pesar de su amistad con el Padre Gutiérrez y labor en su apoyo, lo que explicaría su Manifiesto de Fe publicado el 9 de febrero de 2019.

En la misma entrevista, Francisco explicó: “La idea era que canonizar a Romero era imposible porque ni siquiera era cristiano; ¡era un marxista!” El ex arzobispo de San Salvador, asesinado en 1980, fue canonizado el 14 de octubre de 2018 por el papa Francisco. “Hoy, los viejos nos reímos de lo preocupados que estábamos por la teología de la liberación”, dijo el soberano pontífice.

La teología de la liberación apareció a raíz del Concilio Vaticano II (1962 - 65). El Cardenal Giacomo Lercaro, arzobispo de Bolonia, declaró en ese momento que “la pobreza y la evangelización de los pobres no debe ser solamente un tema más del Concilio, sino el tema principal del Concilio”. En 1968, el Padre Gustavo Gutiérrez, capellán de los estudiantes peruanos, fue consultor teológico en la Conferencia de Obispos Latinoamericanos celebrada en Medellín, Colombia. Allí se le pidió que hablara sobre la teología del desarrollo; y luego habló sobre la “teología de la liberación”. Su libro La teología de la Liberación se publicó en 1971.

En 1984, la Congregación para la Doctrina de la Fe (CDF), cuyo prefecto en ese momento era el Cardenal Josef Ratzinger, condenó la teología de la liberación (Instrucción Libertatis nuntius, 6 de agosto de 1984) por su empleo del marxismo en su análisis de la sociedad. Entre los miembros más famosos del movimiento se encuentran el arzobispo Hélder Câmara, el arzobispo Oscar Romero, Leonardo Boff y Gustavo Gutiérrez, el fundador. La “teología de la liberación” se puede resumir perfectamente en dos afirmaciones. La primera es una cita del teólogo de la liberación Leonardo Boff: “Lo que proponemos es el marxismo, el materialismo histórico, en la teología”. La segunda es del peruano Gustavo Gutiérrez: “Nosotros entendemos la teología de la liberación como la participación en el proceso político de la revolución”. Gutiérrez explicó el significado de esta participación:

“Solo al elevarnos por encima de una sociedad dividida en clases (...) y al suprimir la propiedad privada de las riquezas creadas por el trabajo humano, estaremos en condiciones de sentar las bases para una sociedad más justa. Es por esto que los esfuerzos para programar una sociedad más justa en América Latina se orientan cada vez más hacia el socialismo”.

En una entrevista con Sergio Ferrari de la agencia de noticias Apic [ahora cath.ch], publicada el 7 de mayo de 2007, Leonardo Boff dijo que la evolución de los gobiernos sudamericanos hacia la izquierda se debía a la teología de la liberación. Declaró:
“La novedad es que estamos viviendo en un proceso democrático de centro-izquierda en casi todos los países del continente. Este fenómeno social, por ejemplo, en Bolivia, en Ecuador y en Brasil, entre otros, se debe en parte a la participación significativa de la Iglesia de la Liberación, que ha cargado los mismos estandartes durante 50 años, y hoy es victoriosa. La teología de la liberación ayudó a consolidar este avance, como lo reconoció públicamente el presidente ecuatoriano, Rafael Correa. Varios de los ministros del presidente brasileño, Lula, pertenecen a este sector. El triunfo de esta teología es muy claro hoy, tanto en la esfera política como en los ámbitos eclesiásticos”. 

No hacen falta más comentarios...


Fuentes: Vatican News – La Civilta Cattolica – Cath.ch – La Croix-Croire – DICI no. 382, March 2019

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