Hace ciento veintinueve años es 1890, de hecho, el tiempo durante el cual Jahenny, una mujer francesa con estigmas, vivió en un pequeño poblado llamado La Fraudais, daba profecías terribles.
En la estampa vemos que, según algunos bloggers, el edificio a la izquierda de Notre Dame puede ser la Sainte-Chapelle, también en París, donde se guardan la Corona de Espinas y otras reliquias de la Crucifixión... Más tarde las trasladaron a Notre Dame. Si lo es, la estampa representa un lado del complejo real del que formaba parte, no las agujas de la propia capilla.
Volvamos a la mística Jahenny y a sus profecías que a menudo tenían que ver con la Iglesia.
“En su aberración (los sacerdotes), romperán sus juramentos.
Debido al poco respeto que tienen por los apóstoles de Dios, el rebaño se descuidará y dejará de observar las leyes.
El sacerdote mismo será responsable de la falta de respeto, porque no respetará lo suficiente su ministerio santo y el lugar que ocupa en sus funciones sagradas.
El rebaño seguirá los pasos de sus pastores; esta será una gran tragedia
El clero será severamente castigado por su inconcebible volubilidad y gran cobardía que es incompatible con sus funciones.
Se ha previsto un castigo terrible para aquellos que ascienden cada mañana los escalones al Santo Sacrificio.
“No he venido a vuestros altares para ser torturado”.
“Sufro cien veces más por tales corazones que por cualquier otro”.
“Os absuelvo de vuestros grandes pecados, hijos Míos, pero no puedo conceder ningún indulto a estos sacerdotes”.
No fueron exactamente palabras clementes.
“Toda la ira de los malvados se centra en la Santa Sede”, dijo Jahenny (8 de diciembre de 1874). “Los castigos comenzarán con París”.
Entre muchas profecías cumplidas Maria-Julia anunció correctamente de antemano que los franceses perderían su colonia de Argelia frente a los árabes y los sacerdotes de ese país sufrirían horribles pruebas. Ella también previó la Primera Guerra Mundial y la Segunda Guerra Mundial. Nuestro Señor le prometió que viviría para ver el comienzo de los castigos, y ella vivió para ver la Segunda Guerra Mundial.
También profetizó una “oscuridad de tres días” que cubriría el mundo, profecías que habían comenzado con las monjas místicas francesas un siglo antes. Mucho de lo que ella previó también se hizo eco de un supuesto secreto de La Salette a Melanie. En otro texto, fechado en noviembre de 1882, había una advertencia de que el mayor ataque a la Iglesia antes de los castigos comenzaría cuando ciertos obispos exigieran separarse del Papa, creando un gran cisma. Eso tampoco ha ocurrido todavía, aunque podemos estar viendo algo de ello.
"La crisis llegará de repente", comentó una vez, "y el castigo será mundial".
No fueron exactamente palabras clementes.
“Toda la ira de los malvados se centra en la Santa Sede”, dijo Jahenny (8 de diciembre de 1874). “Los castigos comenzarán con París”.
Entre muchas profecías cumplidas Maria-Julia anunció correctamente de antemano que los franceses perderían su colonia de Argelia frente a los árabes y los sacerdotes de ese país sufrirían horribles pruebas. Ella también previó la Primera Guerra Mundial y la Segunda Guerra Mundial. Nuestro Señor le prometió que viviría para ver el comienzo de los castigos, y ella vivió para ver la Segunda Guerra Mundial.
También profetizó una “oscuridad de tres días” que cubriría el mundo, profecías que habían comenzado con las monjas místicas francesas un siglo antes. Mucho de lo que ella previó también se hizo eco de un supuesto secreto de La Salette a Melanie. En otro texto, fechado en noviembre de 1882, había una advertencia de que el mayor ataque a la Iglesia antes de los castigos comenzaría cuando ciertos obispos exigieran separarse del Papa, creando un gran cisma. Eso tampoco ha ocurrido todavía, aunque podemos estar viendo algo de ello.
"La crisis llegará de repente", comentó una vez, "y el castigo será mundial".
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