Por Monseñor de Segur (1878)
XXIV
LA PRENSA MASÓNICA
La Francmasonería despliega una actividad febril en su propaganda: si la paz en el celo es el carácter distintivo de la verdad, la agitación en cambio caracteriza el error, y la Francmasonería se agita de un modo prodigioso. Sus medios de acción son variados y poderosos; y nos dirige por todos lados sus tiros. Vamos a demostrarlo, concretándonos en Francia.
La prensa es su primera arma. Ya hemos visto que indirectamente dirige la mayor parte de los periódicos. Tiene, además, publicaciones propias, más o menos perversas, según su mayor o menor franqueza. Ante todo citaremos El Francmasón, revista mensual, anodina, fundada en 1847, en vísperas de la Revolución de Febrero, y destinada a iluminar la mente y alegrar el corazón de de todos los H∴ proudhonianos. Se muestra respetuosa con la Religión, al menos en la forma: es el periódico ortodoxo y místico de la Francmasonería. Los francmasones puros y del progreso la tildan, sin piedad, de “jesuita”.
Sigue el Periódico de los iniciados, revista también mensual, publicada en dos cuadernos iguales, uno de los cuales se llama El Renacimiento. En éste no se pronuncia el nombre de francmasón ni de Francmasonería; es el “cuaderno de la propaganda; propaga la obra de la Francmasonería sin nombrarla, para evitar cualquier prevención” (1).
¡Oh buena fe! ¡Oh candor!
Tiene también El Mundo Masónico, que ya hemos citado varias veces, publicación mucho más avanzada, por consiguiente, mucho más franca, mucho más masónica. Hace la guerra a las dos revistas antedichas; las acusa de retrógradas y formalistas, y se declara rotundamente librepensadora, independiente, muy por encima de toda idea religiosa. Es el campo liberal, que quiere reformar la Francmasonería exterior y hasta llegar a la supresión oficial del nombre mismo de “Gran Arquitecto del Universo”. Este partido hace grandes progresos, aunque todavía no ha logrado que prevalezca su opinión. Aunque la mayor parte de los llamados masones-jesuitas miren únicamente esa forma tradicional como una mera formalidad, que deja a todos los H∴ la más amplia libertad del ateísmo, sin embargo, los masones-liberales están empeñados en suprimirla, porque para ellos esa antigualla huele demasiado a Religión, y puede ofrecer peligros.
La Francmasonería reivindica también como suyos los periódicos abominables que hemos citado: La Moral independiente, El Librepensamiento, La libre Conciencia, la Solidaridad; y puede contar entre sus producciones más puras, o al menos, entre sus mas devotos auxiliares, un buen número de periódicos grandes y pequeños, como Le Siècle, L'Opinion Nationale, L'Avenir National, Le Temps, La Libertè, Le Journal des Debats. Sin embargo, estos periódicos no reconocen la necesidad de fechar sus números con el año 5867; ni usan, obrando discretamente, la jerigonza usada entre los H∴ y amigos, ni el famoso signo sacramental (∴).
La Revista de ambos mundos está igualmente al servicio de la Francmasonería y de su obra sacrílega. Casi todos sus redactores son racionalistas conocidos, o herejes.
Así pues, en Francia la prensa es en gran parte masónica, es decir, que es anticatólica y anticristiana. ¡Qué peligro para la fe de pueblo!
Continúa...
Notas:
1) Número de Enero de 1867
No hay comentarios:
Publicar un comentario