lunes, 21 de julio de 2025

DE LOS ALTOS GRADOS DE LA FRANCMASONERÍA

En la Francmasonería como en el Protestantismo, el lazo de unión es el nombre y el odio contra la Iglesia.

Por Monseñor de Segur (1878)


XI

DE LOS ALTOS GRADOS DE LA FRANCMASONERÍA

Así se llaman algunas iniciaciones, a menudo independientes unas de otras, que varían según los lugares y países, y de las cuales muchas son recientes, y otras ya no existen. Hay francmasones que reniegan de ellas, entre otros, la mayor parte de los jefes de la Francmasonería exterior. Otros las reconocen y alaban y las adoptan, sin formar con esto parte de la Francmasonería latente, ni de las sociedades secretas propiamente dichas.

Los altos grados son como una florescencia cada vez más secreta e impía de la Francmasonería común; una iniciación más avanzada, pero siempre incompleta, hacia lo que podría llamarse el alma de la Francmasonería, es decir, al objeto final de sus maquinaciones, que no es otro que la destrucción completa de todos los tronos y de toda Religión; es la rebelión Universal del mundo contra Dios y contra su Cristo; es Satanás y el hombre que quieren reinar en el mundo en lugar de Dios y de su Cristo. Se ha descubierto una parte de este secreto infernal, y en vano lo niegan los francmasones honrados a medias. 

“El objeto de la Orden debe ser siempre su primer secreto -decía en 1774 la Gran-Logia de Alemania- el mundo no tiene aún la robustez necesaria para sostener la revelación del mismo”.

Parece también que ni los mismos francmasones, hasta los que tienen los altos grados, son 'bastante robustos' todavía; puesto que en la iniciación de un alto grado del rito Escocés, el Maestro de logia dice al candidato: “Con este grado se levanta un muro muy grueso entre nosotros y los profanos, y aún entre muchos de nosotros... Lo que habéis sabido hasta el día de hoy es nada en comparación de los secretos que sin duda se os revelarán más adelante... El cuidado que ponemos en ocultarnos aún de nuestros Hermanos ha debido daros nociones dignas de la cosa” (1). (Verdadero estilo del francmasón).

En todo el conjunto de ritos masónicos hay, según dicen, cerca de mil grados. En el rito del G∴ O∴ aparecen treinta y tres; y el mismo número en el rito Escocés, a pesar de no conferirse ordinariamente más que siete. Los demás son indudablemente demasiado sublimes, y el exceso de luz dañaría la vista. El rito Misraim parece detenerse en el número de ciento; y en él será sin duda donde se ve más claro. 

Es de notar que, por la gracia de Dios, todas las ramas del árbol masónico se detestan fraternalmente unas a otras. Sus divisiones nos salvan. Sucede en la Francmasonería como en el Protestantismo. Su lazo de unión es el nombre y el odio contra la Iglesia; pero hay división hasta lo infinito entre todas las sectas de la Secta. La división es el carácter de las obras de Satanás, porque la unidad solo existe en la verdad y en la caridad. 

Los altos grados más conocidos parece son los de Juez-Filósofo-Gran-Comendador - Desconocido; Elegido; Anciano; Caballero de San Andrés; Caballero del Sol; Caballero Kadosch y Rosa-Cruz.

Continúa...

Nota:

1) Recepción en el grado de Anciano (Ritual de la logia Madre de los Tres Globos) 

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