sábado, 19 de julio de 2025

ABORDANDO EL ESTUDIO DEL COMPORTAMIENTO HOMOSEXUAL

El Dr. Aquilino Polaino-Lorente abordó en una entrevista el origen del comportamiento homosexual, su posible curación y otros asuntos vinculados con esta temática.


El Dr. Aquilino Polaino-Lorente (Cazorla, Jaén, 1945) estudió en las universidades de Madrid, Granada, Sevilla y Navarra. Es especialista en Neurología y Psiquiatría, doctor en Medicina, diplomado en Psicología Clínica y licenciado en Filosofía. Amplió estudios en el Max Planck Institut für Psychiatrie (Munich) y en las universidades de Heidelberg (Alemania), Georgetown y UCLA (Estados Unidos). Ha dictado cursos en universidades de Colombia, México, Perú y Chile. Desde 1978 es catedrático de Psicopatología de la Universidad Complutense de Madrid. En la actualidad reparte su tiempo entre la enseñanza, la clínica y la investigación.

Esta entrevista fue publicada originalmente el día 11 de mayo de 2005 y poco después, el día 3 de julio de 2005 el “matrimonio” entre personas del mismo sexo fue legalizado en España.

- ¿Cómo se puede abordar el estudio del comportamiento homosexual?

Aquilino Polaino: Hay que abordar el estudio del comportamiento homosexual con lo que hoy tenemos de conocimiento en el ámbito de la ciencia, la psicología y de la psiquiatría. Y con esa perspectiva se ha cometido un enorme error al desclasificar los trastornos de la identidad sexual o comportamiento homosexual por varias asociaciones científicas. ¿Por qué? Porque todavía hay una demanda cada día más alta de los personas que van a los profesionales pidiendo ayuda, y si piden ayuda es porque lo están pasando mal.

Es decir, el comportamiento homosexual es un comportamiento polivalente, poliédrico, muy complejo que casi siempre tiene sesgos y dimensiones de tipo psicopatológico, que muchos de ellos son capaces de hacer una terapia y salir adelante aunque, en general, no tiene buen pronóstico y hay que dedicarle muchas horas. En España, en la actualidad hay muchísimas personas que han pasado por esa mala identidad sexual o por una cierta práctica de conducta homosexual y ahora están en tratamiento.

Por lo tanto, yo creo que hay que admitir que hay una patología fundamentalmente al principio de la afectividad y secundariamente de la conducta sexual. La afectividad y la sexualidad van siempre juntas, lo que pasa es que en nuestra cultura se han separado y me parece que esto ha hecho un gran daño a la unidad de la persona humana y hay personas que quieren ver sólo la conducta homosexual como una conducta alternativa de satisfacción sexual. Pero esto no es cierto porque hay un hecho diferencial insalvable, y es que las personas estamos moduladas como hombre o como mujeres y no hay un tipo mixto.

Esa modulación, por otro lado, es enriquecedora porque nos abre a la diversidad de los géneros, y si somos diversos los hombres y las mujeres, es porque podemos completarnos. Si tanto desde el punto de vista afectivo como de la atracción sexual el hombre y la mujer fueran indeterminados o no estuvieran modulados de forma diversa, no habría esa atracción, ni esa diversidad, ni esa complementariedad y entonces estaríamos yendo de facto a una especie de unisexo cultural y no procreativo que probablemente acabaría con la especie.

- ¿Qué consecuencias sociales tendría en su opinión la aprobación de la ley que equipararía al matrimonio la unión entre homosexuales?

Aquilino Polaino: Creo que sembraría aún más la confusión que existe sobre este problema en la sociedad actual y haría que se retrasase muchísimo la investigación científica de los próximos 30 ó 40 años.

Ese no es el efecto más nocivo, porque además, lo peor es que habrá una cantidad de personas que van a sufrir como consecuencia de esa ley, porque se le va a dar un estatuto que, por otra parte, es contra la naturaleza, ilegítimo, y por lo tanto, es una ley que no está fundamentada en lo que tiene que ser una ley, que es una información de la recta razón acerca de las diversas cosas que hay en este mundo para lograr un bien común mejor y como va contra eso, esa ley, en principio, para mi, no es una ley.

Va a generar consecuencias nefastas porque hay muchos chicos y chicas, adolescentes y preadolescentes e incluso menores de edad, que no tienen una buena identidad porque no se ha vertebrado eso con la necesaria educación de los padres, educación sexual, o que han tenido una sensibilidad afectiva enormemente tierna y vulnerable, y entonces, han tenido experiencias afectivas, por ejemplo, de poca relación con el padre en los chicos y una sobreprotección exagerada por parte de las madres, y esa afectividad que está tan distorsionada, es la que luego va a condicionar la atracción por personas del mismo sexo. Si esto es sancionado por ley, entonces la "ejemplaridad" de esta ley, lo que va a ser, es convertirse en una carga patógena, capaz de generar una multiplicación de conductas homosexuales en la población general.

- Desde el punto de vista médico, ¿cómo es el desarrollo de un niño que crece en el seno de una familia de padres homosexuales?

Aquilino Polaino: Sobre esto hay muy pocos estudios hechos porque no hay la perspectiva histórica suficiente, pero si en los que están más acreditados y son más rigurosos, desde el punto de vista de la ciencia, se puede decir que se aumenta en un 40% la promiscuidad sexual con ambos sexos, que aumenta más de un 35% ó 40% sobre la población que ha crecido con una familia intacta, la desviación hacia un comportamiento homosexual al llegar a la adolescencia, y por lo tanto, que se multiplican muchísimo los problemas de identidad de sexo y de género.

Esto sirve para aumentar mucho más la patología, por no decir que muchos de esos chicos también van a tener problemas de adaptación social, porque en un colegio, un chico que tenga dos padres o dos madres, naturalmente en España, va a seguir siendo excepcional, como en todo el mundo, teniendo en cuenta que la incidencia de homosexualidad en el mundo no llega al 1 ó 1,5%. Esto significa que pueda haber un rechazo escolar por parte de compañeros, lo cual es añadir más patología todavía a la que es ya muy grave, que es la identidad de género y la identidad de sexo.

- ¿La homosexualidad es algo genético o se adquiere en el desarrollo de la persona como afirman algunos expertos?

Aquilino Polaino: La homosexualidad se adquiere en el desarrollo de la persona. Hasta ahora no hay ninguna prueba que haya sido verificada a nivel científico, tanto en investigación de diferenciación del sistema nervioso central como de algún indicador hormonal que sea diferente en las personas con conducta homosexual, y por lo tanto, ni tiene carga genética demostrada en este momento, ni carga hormonal, ni carga cerebral. Esto quiere decir que lo único que nos queda es apelar al aprendizaje, al desarrollo evolutivo de la emotividad, que es lo que me parece que está todavía muy en mantillas y a la interacción padres e hijos, así como la exposición a modelos culturales.

Si con esta ley, los modelos culturales se multiplican en el sentido de hacer una apología de la conducta homosexual como parece, lo lógico es que la gente joven que venga detrás, expuesta mayoritariamente a esos modelos, lo más probable es que tengan muchas dificultades para encontrar su propia identidad sexual y por eso, yo lo que aseguro es que con esta ley, si se aprueba y se pone en práctica, entonces se multiplicarán enormemente las conductas homosexuales.

- ¿Se puede curar la homosexualidad?

Aquilino Polaino: Sí, aunque con matices. La homosexualidad se puede curar cuando la propia persona que tiene conducta homosexual se esfuerza por ello y lucha por ello, porque no se siente a gusto en esa función. También cuando su experiencia, su trayectoria en la conducta homosexual ha sido relativamente escasa, corta, esporádica. También cuando está dispuesto a resolver su problema afectivo y muchas veces, otros problemas sobreañadidos, como por ejemplo, el factor obsesivo-compulsivo o las crisis de ansiedad o las fobias sociales. Todo esto hay que empezar a cambiarlo. Por lo tanto, yo diría que el pronóstico es favorable a largo plazo, haciendo terapia especializada con personas que conozcan como tienen que trabajar y por un tiempo que no suele ser por debajo de tres años.

- Recientemente, la Asociación Víctimas del Aborto ha publicado un libro titulado "Yo aborté", en el que usted escribe un artículo sobre el síndrome post-aborto en los hombres. ¿Podría hablarnos de este síndrome?

Aquilino Polaino: Son personas que han abortado y uno descubre en la clínica que después de haberse producido el aborto 20 años atrás y de no haber hablado en absoluto sobre ese tema, sin embargo, permanecen los sentimientos de culpabilidad, la horrorosa vivencia de que han asesinado a su propio hijo y que eso no tiene perdón, y por eso esas mismas personas se culpabilizan tanto que, aunque sean creyentes y se hayan confesado, piensan que no se pueden perdonar a sí mismos por lo que han hecho. Esto siempre es una siembra de factores que predisponen al padecimiento de depresiones muy graves, a estar resentidos consigo mismos, a no aceptar su propia vida como la han vivido y por lo tanto, a tener una quiebra en la continuidad del sentido biográfico de su propia historia personal.

 

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