viernes, 25 de julio de 2025

CONOZCO MUCHOS HOMBRES QUE SE CONFIESAN A MENUDO Y QUE NO POR ESTO SON MEJORES

Tienes una viga en el ojo, amigo mío, y ves la paja en el ojo de tu prójimo. Arranca primero tu viga y solamente entonces tendrás derecho a hablar.

Por Monseñor de Segur (1868)


14. CONOZCO MUCHOS HOMBRES QUE SE CONFIESAN A MENUDO Y QUE NO POR ESTO SON MEJORES

¿Muchos hombres? Esto no es cierto; algunos, es posible, y esto depende entonces de que se confiesan mal, lo cual viene a ser como si no se confesaran. Cuando uno se lava mal es casi lo mismo que si no se lavara.

Cuando uno se lava con cuidado y a menudo está más limpio, dígase lo que se quiera, que cuando no se lava nunca. Cuando uno se confiesa bien y a menudo, es mejor que cuando no se confiesa, y de tal suerte es mejor, que se hace bueno, muy bueno. No te diré que se llegue a ser absolutamente perfecto; la perfección absoluta no es de este mundo, y la misma religión al conducirnos a ella nos dice que solo es realizable en su plenitud en la eternidad.

Pero si los cristianos piadosos no son perfectos, valen al menos infinitamente más que los impíos y los indiferentes; pues tienen como estos sus cualidades naturales, más o menos desarrolladas, y además un conjunto de virtudes adquiridas que contribuyen mucho a mejorar su conducta. Aprenden en la escuela del sacerdote, postrados a los pies del confesor a ser mejores en todo; los esposos a ser fieles; los padres a cuidar con esmero de la educación de sus hijos; estos a respetar, honrar y socorrer a los padres; las jóvenes a permanecer modestas y puras; los mancebos a honrar su juventud con la castidad, la oración y el trabajo; los amos a estimar a sus criados, y estos a ser fieles a sus amos; los ricos a ser caritativos; los pobres a mostrarse resignados y pacientes; y todo el mundo, en una palabra, a ser bueno y a aspirar a ser mejor.

Dime ¿hay entre las personas conocidas tuyas que se confiesan a menudo muchos malos hijos, maridos y esposas infieles, libertinos, borrachos o ladrones? ¿Hay muchas jóvenes desenvueltas, enemigos implacables, u hombres escandalosos?

Tienes una viga en el ojo, amigo mío, y ves la paja en el ojo de tu prójimo. Arranca primero tu viga y solamente entonces tendrás derecho a hablar.

Dígase lo que se quiera de las imperfecciones, de los defectos de los cristianos, y hasta diré de los sacerdotes, la Confesión continuará siendo lo que es, el agua saludable que purifica la conciencia, y no lograrás jamás hacerme creer que el agua no lava.

Continúa...

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