martes, 29 de julio de 2025

NO TENEMOS ARREGLO... O POCO

Cincuenta años de supresión del infierno y el pecado y el anuncio de que al cielo vamos todos, todas y todes, con el resultado de templos vacíos y disminución de vocaciones... ¿Solución?

Por el padre Jorge González Guadalix


Decía ayer a mis feligreses que la Iglesia es la única organización que tras constatar desde hace de cincuenta años su cuenta de resultados y comprobar que no hace más que perder “clientes” especialmente en zonas donde casi gozaba del monopolio, en lugar de reconocer humildemente que se ha fallado y de una manera estrepitosa, que las cosas no se debieron hacer bien, sigue, en muchos ámbitos con lo mismo de siempre, y además en aumento.

En pocos días me pasan algunas “convocatorias” para jóvenes en parroquias diversas. Me encuentro con un taller de “sanación interior”, un campeonato de ajedrez, senderismo por la zona norte y actividades deportivas para niños. Todavía me encuentro con gente que me dice que hay que saber “atraer a los niños” haciendo las misas “más participativas”, o mejor ¡pásmense! que en lugar de misas habría que hacer eucaristías. Así estamos.

Cincuenta años de talleres, cursos de monitor de tiempo libre, montañismo. Cincuenta años de “la misa es una fiesta muy alegre”, “yo tengo un amigo que me ama”, palmas hasta con las orejas. Cincuenta años de amabilidad, supresión del infierno y el pecado y el anuncio de que al cielo vamos todos, todas y todes, con el resultado de templos vacíos, disminución de vocaciones y cierre de conventos y monasterios. ¿Solución? Parece que la solución es dar aún más palmas y de paso inventar talleres. Mucho me temo que no va la cosa por ahí.

El Evangelio del domingo hablaba de rezar con la confianza de que al que pide se le da. Qué cosas. Imaginen que a los niños, a los jóvenes y a los adultos en lugar de tratarlos como memos incapaces, los invitáramos a rezar en serio y a celebrar los Sacramentos. Me dirán que a eso no vienen. O sí. Porque hoy comienza el jubileo de los jóvenes en Roma. ¿Y van solo por el turismo? Y por más cosas… Y ayer acabó la peregrinación tradicional Oviedo - Covadonga, caminando 90 kilómetros en tres días, y todos los días Misas por el modo extraordinario, confesiones y meditaciones. Me dicen que 1.500 jóvenes.

A lo mejor en vez de tanta chorradita y tanta ocurrencia que ya vemos el resultado que dan, tendríamos que dedicarnos a rezar convencidos de que es Dios el que tiene que hacer la obra de la redención y que nosotros no somos más que unos pobres instrumentos suyos. Posiblemente la mejor pastoral de una parroquia sea rezar. Me decía un buen sacerdote, curtido de años de ministerio, oración y sentido común, que hemos hecho de todo en nuestras parroquias menos una cosa: acabar con tanto grupito inconsistente, olvidarnos de ocurrencias tan ocurrentes como puramente agnósticas, y dedicarnos los próximos dos o tres años, para empezar, a celebrar los Sacramentos, Misas y confesiones, exponer el Santísimo, rezar el rosario y explicar el catecismo de Astete. Hay gente que lo hace, y los resultados son esperanzadores.

Decía, incluso, a mis feligreses, que a lo mejor podíamos dedicarnos nosotros a la pastoral de niños y jóvenes. Sin método. Simplemente ¡simplemente! comprometiéndonos a rezar por ellos con intensidad y constancia. Quién sabe ni nos llevaríamos una sorpresa.

Es igual. Antes muertos que tradicionales. Sigamos. Conseguiremos lo de muertos. Casi que ya.
 

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