miércoles, 14 de agosto de 2024

14 DE AGOSTO: SAN EUSEBIO, PRESBÍTERO Y CONFESOR


14 de Agosto: San Eusebio, Presbítero y confesor

(✞ 257)

El venerable sacerdote y valeroso soldado de Cristo San Eusebio, dio gran gloria a la Iglesia con un nuevo género de martirio que sufrió, inventado por el furor y rabia de los tiranos.

Vivió en tiempo del emperador Constancio, en el que se embraveció en Roma la herejía de los arrianos, enemigos declarados de los católicos, por el favor y fuerzas que él les dio; y por esta causa, levantaron una gravísima y terrible tempestad en la cual muchos obispos y santos sacerdotes fueron desterrados, afligidos y muertos por la verdadera Fe. 

Entre ellos alcanzó ilustre victoria el santísimo presbítero Eusebio, de nacionalidad romana; el cual, por defender constantísimamente la verdadera y divina Religión con más libertad y ánimo del que quería Constancio, sufrió un nuevo género de martirio en que fue probada, como en un crisol, su paciencia y fidelidad a Jesucristo y a su verdadera esposa, la Santa Iglesia.

Constancio hizo que lo encerrasen y emparedasen en una pieza o pequeño aposento que había en su misma casa, tan estrecho y angosto que apenas el santo cabía en él, ni se podía casi mover, ni volver a una parte ni a otra. 

Así estuvo el varón de Dios por espacio de siete meses haciendo oración al Señor, y suplicándole que le diese fortaleza y constancia para morir por él; y se la dio tan cumplida, que al cabo de los siete meses murió en aquella especie de sepultura en la que había estado. 

Recogieron su cuerpo los sacerdotes del Señor, Gregorio y Osorio, y lo enterraron en una cueva del cementerio de Calixto, junto al cuerpo del Papa San Sixto, poniendo en una gran piedra un título que decía: Aquí yace Eusebio, Varón de Dios

Cuando Constancio supo de la muerte de Eusebio, y que Gregorio y Osorio habían dado a su cadáver honrosa sepultura, se enojó sobremanera, y mandó a que los detuvieran. 

Cuando tuvo a la mano a Gregorio, lo hizo enterrar vivo en la misma cueva, donde estaba el cuerpo de San Eusebio. 

Osorio que se había escapado, lo supo, y de noche fue hasta el lugar, y aunque lo halló vivo, estaba ya tan debilitado que murió allí en sus manos; y así le dejó sepultado en aquel mismo lugar. 

En Roma hay una iglesia de San Eusebio, muy antigua y de gran devoción, en la cual está su sagrado cadáver, y los de Osorio y Paulino, y otras muchas reliquias de santos mártires. 

El Papa San Zacarías la mandó reparar y adornar en honra de San Eusebio y de los otros Santos Mártires allí sepultados. 

Reflexión

A leer el cruel y prolongado martirio de San Eusebio, no sabe uno de qué espantarse más: si de la extraña crueldad de los herejes que con tan prolongado y durísimo suplicio probaron la constancia del santo sacerdote; o de la invencible fortaleza de este santo mártir que padeció tan lenta muerte sepultado vivo. En aquella crueldad se echa a ver la crecida malicia del demonio que tales invenciones inspira a los herejes y enemigos de nuestra santa Fe; en esta paciencia, la virtud divina que Jesucristo reviste a sus soldados para que triunfen de todos los poderes del mundo, de la muerte y del infierno. ¡Oh! ¡Con qué soberana luz resplandece la verdad de Dios en todos los mártires y heroicas acciones de los santos! Quien con esta luz no ve la verdad divina de nuestra santísima Religión, ciego es, y llena tiene la mente de las tinieblas con que las malas pasiones suelen oscurecerla para que no vea la luz de Cristo. 

Oración

Oh Dios, que nos alegras en la anual festividad de tu confesor San Eusebio; concédenos propicio, que los que celebramos su nacimiento para la gloria, por la invitación de sus saludables ejemplos, lleguemos a gozar de ti. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén. 

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