La doctora Silvia Correale tiene 63 años y nació en Rosario (provincia de Santa Fe), pero fue bautizada en una localidad llamada La Consulta (provincia de Mendoza), de donde es su padrino, un consultino llamado Rafael Chaud.
Esta mujer fue adquiriendo cada vez más trascendencia en el Vaticano, en donde en el año 2007 fue la primer mujer nombrada por Joseph Ratzinger (alias “Benedicto XVI”) para la defensa de una causa de beatificación y fue designada entonces como abogada en el proceso de canonización del obispo y cardenal vietnamita François-Xavier Nguyen Van Thuan. Posteriormente defendió la canonización del Cura Brochero y, además, tiene en su haber el trabajo de “acompañar el rumbo a la santidad” de otras personalidades, entre ellos, el empresario argentino Enrique Shaw, ancestro de la diputada provincial por el Partido Demócrata Progresista, y ex titular del Instituto de Juegos y Casinos, Josefina Canale. Enrique Shaw fue el fundador de la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa (ACDE) en 1952 y desde 2021 es considerado “Venerable”.
Volviendo a la historia de Silvia Correale, en su juventud obtuvo la licenciatura de Derecho en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de Rosario en la Universidad Católica Argentina y fue ayudante de cátedra de Teología durante tres años. A continuación obtuvo el grado de Licenciada en Derecho Canónico en la Pontificia Universidad de Santo Tomás de Aquino de Roma y alcanzó el doctorado en la Pontificia Universidad Lateranense de Roma con calificación de “Summa Cum Laude”. En 1992 obtuvo la máxima calificación en la Diplomatura en Procesos Super Rato, tras lo cual fue designada Comisario Diputado para la Defensa del Vínculo en la Comisión especial de causas Super Rato.
Tras cursar el Studium en la Rota Romana, y obtenido en 1994 el Diploma de Beatificación y Canonización, inició su labor en la Congregación para las Causas de los Santos, donde en la actualidad trabaja como Postuladora de varios procesos en distintos países del mundo.
Es la argentina de mayor antigüedad en el Vaticano y, por ello, le llaman “la decana de los argentinos”, tal como lo comentó al diario La Nación en una entrevista: “Llegué en 1988 y empecé a trabajar para la Santa Sede en 1992. Por eso soy la decana de los argentinos ante la curia romana. He visto pasar a muchos sacerdotes estudiantes. Dejando de lado a Marcelo Sánchez Sorondo, que es obispo, y considerando a los sacerdotes y religiosos, soy la persona argentina más antigua en el servicio a la Santa Sede”, explicó.
¿Cuánto cuesta tener un “santo” en la iglesia posconciliar?
En esa misma entrevista, a Correale se le preguntó también:
- ¿Cómo tomó que el Papa pidiera un nuevo “tarifario” para reducir los costos de los procesos de beatificación?
- Bien, porque hemos intentado acompañar a los que iniciaban un proceso de beatificación también desde el punto de vista de los costos y teniendo en cuenta que las causas son instrumentos de pastoral.
- Se habló de postuladores con cuentas millonarias
- Podría haber algún caso de un postulador que pudo haber pedido compensaciones elevadas por considerar que cumplía una función importante. La mayoría de nosotros siempre ha vivido nuestra profesión como un servicio eclesial que requiere estar muy atento también a la realidad económica de las partes.
- Se dijo que el costo mínimo de un proceso de beatificación es de 250.000 dólares. ¿Es así?
- No. Eso no es verdad. Sin ir más lejos, para la causa de beatificación del cura Brochero los gastos fueron de alrededor de 30.000 dólares.
La fábrica de “santos”
La “fábrica de santos” fue una de las denuncias más fuertes del denominado “Vatileaks 2” y fue reflejada en los últimos dos libros sobre los escándalos de la Santa Sede que se publicaron; tanto “Avaricia”, de Emiliano Fittipaldi, como “Via Crucis”, de Gianluigi Nuzzi, dedican largos capítulos a analizar el funcionamiento de la Congregación para las Causas de los Santos y las medidas tomadas por Francisco. Según el Corriere della Sera, la gendarmería vaticana estaría investigando cuentas del Instituto de Obras para la Religión (IOR) -la banca vaticana- ante las sospechas de cobro de sobornos por parte de postuladores de causas de beatificación y canonización para “agilizar” los procesos.
El libro de Fittipaldi cita el caso de la “beata” mallorquina Francina Aina dels Dolors (Francina Aina Cirer Carbonell), fundadora de la Congregación de las Hermanas de la Caridad, en cuya causa se habrían gastado casi 500.000 euros hasta octubre del 2013.
El libro “Via Crucis” destaca como récord de costo de la “beatificación” del filósofo italiano Antonio Rosmini, en el 2007. Hubo que desembolsar la friolera de 750.000 euros.
Según publicó el diario español La Vanguardia, el “pontificado” de Juan Pablo II -proclamado “santo” junto a Juan XXIII- fue la edad de oro de los postuladores y de todos los que lucran con las beatificaciones y canonizaciones. En 27 años hubo 1.338 nuevos “beatos” y 482 “santos”.
Andrea Ambrosi
Uno de los postuladores más conocidos, “el príncipe indiscutible” -según el libro “Avaricia”-, es Andrea Ambrosi, seguido de Silvia Correale. Fittipaldi califica al primero como un “profesional reservado, capaz de hacer beatificar a decenas y decenas, entre frailes y mártires, sacerdotes y monjas, laicos y religiosos, emperadores y cardenales”. A la familia Ambrosi pertenece también una imprenta en Roma donde suelen emitirse los documentos para las causas.
Correale, postuladora de Gaudí, el futuro “santo” arquitecto catalán
Correale tiene ahora una tarea que le asegura más presencia internacional: nada menos que la postulación para su beatificación y canonización de Antonio Gaudí.
“Cabeza de macho cabrío”, dibujo de Gaudí, (1878)
“El arquitecto de Dios”, según Bergoglio
La obra se encuentra en el Museo de la Sagrada Familia
El proceso de “beatificación” de Gaudí se inició en 1998 por el arzobispo de Barcelona, Ricard Maria Carles. En el año 2000 fue autorizado el inicio del proceso por parte de la Santa Sede con un decreto nihil obstat, por el cual Gaudí pasó a ser considerado “siervo de Dios”.
Más cerca en el tiempo, la postuladora Silvia Correale se reunió con Jorge Bergoglio (“papa” Francisco) acompañando al cardenal Angelo Amato, prefecto para las Causas de los Santos y a varios miembros de la Asociación pro Beatificación de Antonio Gaudí tras una audiencia en el Vaticano. Al finalizar aquella reunión, Correale dijo: “El encuentro con el pontífice fue una experiencia inolvidable. Sin embargo, la misión no será la más sencilla: la esperanza del papa de que “el arquitecto de Dios” sea pronto venerable significa tan sólo el primer paso hacia los altares. Pero el camino se antoja lento y en ocasiones complicado”.
El 14 de abril de 2025, Jorge Bergoglio “reconoció las virtudes heroicas” de Gaudí, por lo que la iglesia conciliar lo considera ahora “Venerable”, el paso previo para proclamarlo “Beato”.
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