En un coche eléctrico de golf de segunda mano donado a las Hermanas Clarisas de Belorado, Francisco Canals –el responsable de prensa de la comunidad religiosa– ha entrevistado a sor Paloma, una de las clarisas perseguidas por la “misericordia” bergogliana. “Es para recoger las cosas de la huerta”, explicó la monja. “Tenemos muchísimas cosas que nos han dado, el Señor mueve los corazones de la gente”.
Canals pregunta cómo están viviendo las Hermanas toda esta situación en la que se encuentran envueltas, la demanda, el desahucio...
“Estamos sufriendo muchísimo, como te podrás imaginar, pero la verdad es que cada vez estamos más ciertas del paso que hemos dado”, dijo la Hermana, en referencia a su decisión de romper con la falsa iglesia conciliar. “No nos arrepentimos; merece la pena. Si nos quitan todo, pues que nos quiten todo, porque hemos encontrado todo. Mi Dios y mi todo, como decía San Francisco”, aseguró Sor Paloma.
La religiosa afirmó también que “Dios nos ha dado las energías para volver a comenzar y tenemos nuevos amigos que nos ayudan... entonces, volveríamos a comenzar”.
“La mujer siempre es fuerte, y no nos arrepentimos para nada. Es muy doloroso pero no nos arrepentimos” reiteró.
“Creo que cada vez estamos más metidas, aprendiendo un montón de cosas y es muy bello y es el sabor de lo verdadero, es que no tiene nada que ver con lo que habíamos estado viviendo hasta ahora”, prosiguió.
Según sor Paloma, lo que habían vivido antes de alejarse de la falsa iglesia conciliar “es como descafeinado, es no cierto”, mientras que su experiencia actual “es de una luz y una belleza que te quedas atrapada”.
Preguntada por la situación actual y sus nuevas experiencias, la clarisa asegura que a raíz del artículo que salió publicado sobre ellas en el New York Times: “Nos ha llamado mucha gente de los Estados Unidos y de demás países. Es impresionante y muy bonito. También nos llaman de Francia y de otros muchos sitios”, subrayó. “Pierdes todos los amigos que tenías, pero es que están saliendo tantas personas que nos muestran su cariño, que estamos súper agradecidas, porque solo no se puede vivir”, reconoció.
Según el relato de Sor Paloma, “están saliendo muchos sedevacantistas. Decimos: '¡Mira! Ha salido otro que estaba escondido'”, y reflexiona “¡No estamos solas! ¡Por supuesto que no! En América hay muchísimos, y en Francia, pero en España también hay muchos. A ver si formamos un grupillo, porque se necesita la compañía”, reflexiona.
Asegura estar “muy agradecida a la gente, la gente se vuelca, nos ofrecen sus casas, ‘si os desahucian os venís para acá que mi casa es muy grande’... esperemos que no tenga que llegar eso... pero que sea lo que dios quiera”.
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