martes, 7 de enero de 2025

AYUDA A UN SACERDOTE “MISERICORDIADO” QUE SE OPONE A LOS ERRORES DEL VATICANO

El padre Faré, un sacerdote carmelita descalzo, ha sido expulsado de su Orden después de declarar inválida la “elección papal” de Bergoglio y se le ha retirado abruptamente su asignación diaria de comida.


 El padre Giorgio Maria Faré, sacerdote carmelita descalzo italiano que ha sido expulsado de su Orden después de declarar a Jorge Bergoglio como un antipapa ante sus graves errores así como las dudas sobre la renuncia de Benedicto XVI, necesita ayuda para financiar sus gastos diarios y legales.

Después de declarar en un sermón publicado en su canal de Youtube que cree que Benedicto XVI no tuvo intención de renunciar por completo al cargo papal y que, por lo tanto, la elección de Francisco es inválida, el superior de Faré lo declaró “excomulgado” de la Iglesia debido al “cisma” y lo eliminó de la Orden de los Carmelitas Descalzos, según una carta del 18 de noviembre.

Antes de recibir la carta de excomunión, el padre Faré había rezado profundamente para asegurarse de que actuaba según su verdadera conciencia y de buena fe antes de decidir no retractarse de sus declaraciones.

Sin previo aviso ni debido proceso, su superior le canceló la asignación de alimentos, privándolo del sustento más básico: la comida. Además, Faré, que no tiene ahorros ni ingresos personales como fraile que ha vivido el voto de humilde pobreza desde que tenía 20 años, enfrenta grandes gastos legales canónicos en sus esfuerzos por defenderse ante el Dicasterio para la Doctrina de la Fe contra la injusta acusación de “cisma”.

Si no se revoca la acusación de “cisma”, Faré será destituido de su sacerdocio. Su decreto de “excomunión” ya implica la negación del acceso a todos los sacramentos y sacramentales por el resto de su vida, y la prohibición permanente de ser enterrado en suelo sagrado.

Faré explicó a John-Henry Westen, redactor jefe de LifeSite, que decidió revelar su tesis sobre la invalidez del “papado” de Francisco a pesar de las severas sanciones potenciales porque no podía, en buena conciencia, permanecer en silencio mientras millones de fieles caen en errores promovidos por Bergoglio: errores de fe y moral que conducen a la condenación de las almas. 

El 13 de octubre, el padre Faré realizó una presentación cuidadosamente elaborada, exhaustiva y sentida desde su púlpito en la que planteó graves dudas canónicas y teológicas en cuanto a la validez de la renuncia de Benedicto XVI y la validez de la posterior “elección” del “cardenal” Jorge Mario Bergoglio. 

En su discurso, sostuvo que Benedicto XVI en realidad nunca renunció al papado, lo que se demuestra en parte por el hecho de que su supuesta renuncia fue meramente una declaración y no tiene ningún efecto legal de renuncia: la fórmula de Benedicto XVI, “'declaro que renuncio' no es lo mismo que decir 'renuncio'”, afirmó Faré en su discurso.

Le explicó además a Westen:
“Consideremos un ejemplo: si digo: “Declaro comprar un automóvil”, esto no significa que esté comprando el automóvil en ese momento. Simplemente estoy expresando una intención, pero la acción real puede no ocurrir nunca. De manera similar, decir: “Declaro hacer algo”, en el contexto legal no es un acto definido sino simplemente una promesa o una intención. Para renunciar efectivamente a un cargo, uno debe declarar inequívocamente que la acción está ocurriendo en el presente. Una formulación correcta sería: “Renuncio a mi cargo con efecto inmediato” o “Declaro que estoy renunciando a mi cargo ahora”. 
Faré señaló otro problema importante con la supuesta renuncia de Benedicto XVI: el Código de Derecho Canónico de 1983 requiere que un Papa renuncie explícitamente al munus petrinum —el oficio del Papa— mientras que Benedicto XVI, si bien utilizó los dos términos munus y ministerium (ministerio) en su declaración, renunció específicamente solo al ministerium.

Como señaló Faré, las palabras específicas de Benedicto fueron: “Declaro me ministerio Episcopi Romae, Successoris Sancti Petri, mihi per manus Cardinalium die 19 aprilis MMV commisso renuntiare”. (“Declaro renunciar al ministerio de Obispo de Roma, Sucesor de San Pedro, que me fue confiado por manos de los Cardenales el 19 de abril de 2005”).

Hasta ahora, ningún superior eclesiástico ha intentado siquiera refutar los argumentos y las conclusiones del padre Faré, a pesar de sus reiteradas peticiones de que, en caso de error, le muestren dónde y cómo está errado. Por amor a la verdad y en su defensa, el padre Faré ha presentado un recurso administrativo contra el decreto ilegítimo de “excomunión” y “expulsión” de su Orden Religiosa ante el Dicasterio para la Doctrina de la Fe.

Son sacerdotes valientes y fieles como el padre Faré quienes están a la vanguardia de la Iglesia católica en estos tiempos. Unámonos para apoyarlo en este momento de gran necesidad.

Su contribución:

Proporcionarle el alimento diario, tan despiadada e ilegalmente retirado por la Orden de los Carmelitas Descalzos;

Asegurarle la defensa canónica y legal que necesita para defenderse ante el Dicasterio para la Doctrina de la Fe contra la injusta acusación de “cisma” que lo llevará a su destitución como sacerdote;

Ayudar a promover la pregunta incómoda que sus superiores religiosos no quieren que él haga: la probabilidad de que Francisco no haya sido elegido Papa válidamente, como se detalla en la investigación del padre Faré.


El grito del Padre Faré desde el púlpito: “Nunca entreguen a ese León”, nos inspira a todos a permanecer firmes en la fe y defender lo que es correcto, sin importar el costo, por el bien de Cristo y Su Iglesia.


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