¿Y ahora qué? Pues que el cura, o decide sobrevivir y dar la comunión a todo el que se le ponga por delante, o decide hacer las cosas como debe y afrontar lo que le viene
Por el padre Jorge González Guadalix
Hace unos días saltó a todos los medios que el cura de Basardillo y Torrecaballeros, siguiendo las normas de la Iglesia, había negado la comunión a una “pareja gay” conviviente.
La cosa se lió porque hoy rápidamente se acude a las redes, a la prensa y a todos los medios y el linchamiento mediático del cura fue tema durante días. De poco o nada sirvió la nota, magnífica por cierto, que sacó el obispado de Segovia a los pocos días. Hasta la “ministra de igualdad” tomó cartas en el asunto y exigió una entrevista con el presidente de la conferencia episcopal, D. Luis Argüello, para dejar claro que, según la “ministra” y según el “colectivo gay”, negar la comunión eucarística a una “pareja gay” conviviente “va contra la constitución”, nada menos. Entrevista hubo, D. Luis se explicó perfectamente y la “ministra” siguió en sus trece.
Leo hoy que los vecinos de Basardillo y Torrecaballeros han convocado una manifestación para el próximo domingo “en apoyo a los discriminados en nuestros pueblos por su orientación sexual”.
Todo es tan fácil como entender que cada uno se apunta a lo que quiere pero sabiendo que cada grupo tiene sus normas. Punto. También el PSOE, partido al que pertenecen los miembros de la “pareja” supuestamente “discriminados”, y pobre del que se salte las normas y las consignas del partido.
Es igual. Todo vale para criminalizar a la Iglesia. No me consta una sola protesta ante el Islam por discriminación de la mujer o prohibición de las relaciones homosexuales, que en algunos paises se siguen castigando con la muerte, pero cualquier disculpa es buena para sacudir a la Iglesia católica.
A mi en todo esto lo que me da mucha pena es pensar en el párroco de esos dos pueblos, porque uno de los supuestamente “discriminados” es nada menos que el señor alcalde de la localidad. En estos momentos el cura de Torrecaballeros y Basardillo lleva semanas viendo cómo lo critican y hablan mal de él por todas partes, tiene al alcalde completamente en contra y, por si fuera poco, dos pueblos manifestándose, seamos claros, en contra de la “discriminación” y en contra del cura. No nos engañemos.
Mala solución. Antaño se lanzaba un interdicto y se dejaba a esos pueblos sin sacramentos una temporada esperando que repensaran las cosas. Esto hoy no sirve porque en Roma no lo aprobarían, los medios se ensañarían aún más y a la gente, en estos momentos donde tenemos muy debilitada la fe, le importa un bledo quedarse sin misas.
Y ahí está el cura. Aguantando el chaparrón, porque las notas de la diócesis están muy bien, pero el que abre los templos cada domingo y tiene que andar por esos pueblos, celebrar la misa y verse con la gente, empezando por el alcalde, es el cura. Es para héroes. No todos lo aguantarían.
Son muchos años de “lo importante es que nos queramos”, de total tolerancia ante el “mundo gay”, un año de Fiducia supplicans, años de “quién soy yo para juzgar”, años de obispos tolerantes y de pedir bendiciones para las “parejas” homosexuales mientras nos dicen que todo sigue igual. ¿Y ahora qué? Pues que el cura, o decide sobrevivir, que lo entiendo, y dar la comunión a todo el que se le ponga por delante, siguiendo el espíritu de lo que últimamente se va dejando caer, por más que su situación irregular sea pública, o decide hacer las cosas como debe y afrontar lo que le viene.
Para el cura mi abrazo y mi oración. Para los de más arriba, piensen lo que está ocurriendo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario