Por Monseñor De Segur (1862)
Viendo que el domingo es estrictamente observado en la protestante Inglaterra, y que esta observancia se descuida bastante en las grandes ciudades de Francia, se pregunta alguna vez ¿de dónde puede resultar esa diferencia, la cual parece toda en favor del protestantismo?
Después de notar que las grandes ciudades de Francia, por los estragos que en ellas han hecho el Volterianismo y la revolución, no pueden con propiedad tomarse por término de comparación en esta materia; obsérvese que la diferencia de que se trata, consiste en que tanto en Inglaterra como en otros países protestantes, la ley civil secunda a la ley religiosa, decretando severas penas contra toda contravención al reposo del Domingo. El protestantismo, no entra en esto por nada; y la prueba está, primeramente, en que los protestantes de los países, donde la ley civil no manda guardar el Domingo, trabajan en él como los malos católicos, que es lo que sucede en Francia, por ejemplo; y en segundo lugar, está también la prueba de mi aserción, en que cuando la ley civil manda respetar el día de fiesta en países católicos, ahí hay ese respeto a lo menos tan escasamente como en Londres, en Basilea y en Ginebra. Agréguese a estas observaciones, la de que en los países protestantes; hay muchos católicos que no violan el día del Señor, sin que en esto los aventajen sus compatriotas anglicanos o calvinistas. La estricta observancia del Domingo en Inglaterra y en Suiza es, pues, un hecho puramente local, es un resultado feliz de una ley civil, y no de un fervor religioso. Si en Francia hubiese una ley semejante, los que en la actualidad violan el precepto de santificar las fiestas, porque les falta el espíritu de fe, harían lo que hacen la multitud de ingleses incrédulos; esto es, observarían exteriormente a lo menos el Domingo, por respeto a la autoridad y temor a la policía.
Entretanto es curioso observar que la observancia del Domingo, que es el único culto del protestantismo, no solamente no se apoya en la Biblia, sino que está en contradicción flagrante con la letra de Biblia, la cual ordena el reposo en el sábado. Es la Iglesia Católica, quien usando de la autoridad que la ha dado Jesucristo, trasladó el reposo al Domingo en memoria de la Resurrección del Señor; de manera que la observancia del Domingo es un homenaje que los protestantes, a su pesar, tributan a la autoridad de la Iglesia.
Concluiré haciendo observar con cuanta más inteligencia y libertad cristiana, santifican el Domingo, los verdaderos católicos que los protestantes. En Londres está prohibido tocar la música en la propia casa el Domingo, se veda a los niños jugar a las bolas o al aro, se cierran los monumentos públicos, y el pasearse se considera cosa impropia. Eso es fariseísmo, no fidelidad.
Tomado del libro “Conversaciones sobre el protestantismo actual”, impreso en 1862.
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