Cuando se presentó la escena el 7 de diciembre en el “aula Pablo VI” del Vaticano, la colocación del Niño Jesús sobre un trozo de tela que sirve como tocado tradicional palestino llevó a muchos a interpretar el gesto como una declaración política por parte de la “santa sede”. La keffiyeh a cuadros blancos y negros es vista generalmente como un símbolo propalestino.
El pesebre, diseñado por dos artistas de la Universidad Dar al-Kalima de Belén, fue descrito por el Palestine Chronicle como “un conmovedor guiño a la lucha palestina”, pero recibió críticas de las comunidades israelí y judía.
Durante la audiencia del mismo sábado 7, el impostor papal pidió “el fin de las guerras y los conflictos”, y también pidió que “recuerden a los hermanos y hermanas que, allí mismo [en Belén] y en otras partes del mundo, sufren el drama de la guerra”.
La llamada “Natividad de Belén 2024” fue donada al Vaticano a través del Comité Presidencial Superior para Asuntos Eclesiásticos en Palestina, entidad de la Organización para la Liberación de Palestina, así como por la Embajada de Palestina ante la Santa Sede y varias otras organizaciones locales.
Ramzi Khouri, miembro del comité ejecutivo de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), en un comunicado de prensa transmitió los “calurosos saludos” del Presidente palestino Mahmoud Abbas y expresó “profunda gratitud por el apoyo inquebrantable del ‘papa’ a la causa palestina y sus incansables esfuerzos para poner fin a la guerra en Gaza y promover la justicia”.
Pero entre las objeciones a la escena se encuentran las contradicciones históricas en la forma en que se representó este pesebre en particular. Refiriéndose a las raíces judías históricas de Jesús (habiendo nacido de padres judíos en lo que entonces era la provincia romana de Judea), un tuitero escribió: “¿Acaso el papa piensa que Jesús tampoco era judío? ¿Acaso leyó la Biblia?”.
Otro observador descontento dijo en la red social X que “el papa está explotando la Navidad para promover el ridículo esfuerzo de rebautizar a Jesús como palestino en lugar de lo que era: un judío que cumplió la profecía del Antiguo Testamento sobre el Mesías”.
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