Compartimos el poema escrito por el monje y poeta inglés John Lydgate (probablemente el año 1450) en memoria del niño mártir Roberto de Bury, víctima de libelo de sangre.
A SAN ROBERTO DE BURY
[MS. Laud 633, hojas 22, reverso 23.]
Aquí comienza una oración a San Roberto de Bury
Bendito Roberto, sacrificado por los judíos,
0h bendito Roberto, inocente y virgen,
Glorioso mártir, misericordioso y bondadoso,
A nuestra oración inclina tu oído,
Tú que a Cristo ofreciste tu sangre casta,
Contra los lujuriosos tan desquiciados,
Como tu historia nos recuerda,
Reza por todos ellos, a Cristo que está en la Cruz,
Que reverencia tu pasión.
Asesinado en su infancia por la violencia mortal,
¡Ay! Era lamentable ver
A un niño lloroso, tierno e inocente,
Azotado y clavado a un árbol;
Podías llorar, pero no hablabas,
Sin lenguaje, solo emitías un sonido lastimero,
Reza por todos ellos, arrodillándote,
Que reverencian tu pasión.
Alimentado con leche y tierna papilla
¿No era cruel ver sangrar tus venas?
Solo por Cristo, crucificado por nuestro bien,
A pesar lo cual tu sangre estaba en la hierba,
Asesinado en la tierra,
En el cielo está ahora tu recompensa,
Entre mártires, sobre tu lecho una corona,
¡Oh, gracioso Roberto! Reza por aquellos
Que reverencian tu pasión.
Sufriste la muerte o pudiste haber llorado,
Tu sangre púrpura se mezcló con leche blanca,
Oprimido por el tormento, no pudiste decir ni una palabra,
Lejos de tu nodriza, no encontraste respiro;
Inspirado por la gracia, Jesús era tu deleite,
Tu alma ascendió a la mansión celestial,
Reza por todas las personas que tienen el deseo
De rendir reverencia a tu pasión.
Conmueve, Bury, con tu piadoso recuerdo
Que tienes en una capilla y un santuario,
Con la ayuda de Edmund, presérvalos del dolor,
Rey de Estynglond (*), mártir y virgen,
Cuyo brillante sol deja que brille tu estrella,
extendiendo tus rayos por toda la región,
ruega por todos ellos y protégelos de la ruina,
que reverencian vuestra pasión.
Entre mártires, sobre tu lecho una corona,
¡Oh, gracioso Roberto! Reza por aquellos
Que reverencian tu pasión.
Sufriste la muerte o pudiste haber llorado,
Tu sangre púrpura se mezcló con leche blanca,
Oprimido por el tormento, no pudiste decir ni una palabra,
Lejos de tu nodriza, no encontraste respiro;
Inspirado por la gracia, Jesús era tu deleite,
Tu alma ascendió a la mansión celestial,
Reza por todas las personas que tienen el deseo
De rendir reverencia a tu pasión.
Conmueve, Bury, con tu piadoso recuerdo
Que tienes en una capilla y un santuario,
Con la ayuda de Edmund, presérvalos del dolor,
Rey de Estynglond (*), mártir y virgen,
Cuyo brillante sol deja que brille tu estrella,
extendiendo tus rayos por toda la región,
ruega por todos ellos y protégelos de la ruina,
que reverencian vuestra pasión.
Nota:
(*) Antigua ciudad medieval de la que por alguna extraña razón no se encuentran registros.
Tomado del libro The Minor Poems of John Lydgate, 1450 (reimpreso en 1910) pág. 138. PDF en inglés aquí

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