Por Monseñor Carlo Maria Viganò
El encuentro entre el jefe de la iglesia sinodal y el jefe de la iglesia de Inglaterra culminará con una oración ecuménica por el Cuidado de la Creación en la Capilla Sixtina, bajo la bandera de la retórica ecologista del "grito de la tierra" y la "conversión ecológica".
Las dos autoridades supremas de sus respectivas "iglesias" se identifican con la ideología ecologista y neomaltusiana del Foro Económico Mundial y de la Agenda 2030, y es en esta nueva religión en la que se basa el “diálogo” entre los padres sinodales y los anglicanos.
Para confirmar su continuidad con el ecumenismo conciliar, León ofrecerá a Carlos un “asiento” (con la placa “Ut unum sint”) en la Basílica de San Pablo Extramuros, sede de la convocatoria del Vaticano II y desde entonces templo del ecumenismo conciliar y sinodal indiferente.
La Fe Católica es la gran ausente, y no es por casualidad: sería vergonzoso para León recordar a los mártires católicos masacrados por el monarca polígamo, empezando por Juan Fisher y Tomás Moro. Imaginen al Papa Clemente VII ofreciendo un asiento en una Basílica Papal a Enrique VIII...
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