Según InfoCatólica, el “Camino Sinodal Alemán” está gestionando la liquidación de la Iglesia en Alemania y Roma no hace nada por evitarlo.
Al menos 46 iglesias y capillas católicas han sido desacralizadas en Alemania durante el año 2025, según informó este domingo el diario Neue Osnabrücker Zeitung citando datos de la Conferencia Episcopal Alemana (DBK). La cifra, aunque ligeramente inferior a las 66 desacralizaciones registradas en 2024, evidencia la continuidad de un proceso de reducción a uso profano de espacios religiosos vinculado al acelerado declive del catolicismo en el país germano.
La cifra real podría ser aún mayor, advierte la publicación, ya que no todas las desacralizaciones se publican oficialmente en los boletines diocesanos, fuente en la que se basa la DBK para elaborar sus estadísticas.
Una Iglesia en demolición
El catolicismo alemán atraviesa una crisis demográfica de dimensiones históricas. En 2024, menos de 20 millones de personas se declaraban oficialmente católicas en el país, una cifra que refleja décadas de erosión continuada de la base de fieles. Sin embargo, el dato más revelador es la práctica religiosa efectiva: apenas el 6,6 por ciento de los católicos censados acuden regularmente a misa los domingos, lo que equivale a aproximadamente 1,3 millones de personas.
De mil parroquias a 36
El ejemplo más dramático de esta reconfiguración lo ofrece la archidiócesis de Friburgo, que pasará de contar con más de 1.000 parroquias a apenas 36 con el cambio de año. Este proceso de demolición, que ya ha sido completado o está en marcha en la mayoría de las diócesis alemanas, responde tanto a la caída de fieles como a la escasez de clero para atender las estructuras existentes.
Crisis vocacional:
29 ordenaciones frente a las 500 de los años '60
El colapso vocacional constituye otro de los pilares de la crisis eclesial germana. En 2024 se ordenaron únicamente 29 sacerdotes diocesanos en toda Alemania, y en once de las 27 diócesis del país no hubo ninguna ordenación sacerdotal.
El contraste con décadas pasadas es abrumador: durante los años del concilio Vaticano II, Alemania ordenaba anualmente al menos 500 nuevos presbíteros. Todavía en 2007, la cifra superaba el centenar. El desplome vocacional completa así un círculo vicioso en el que la falta de sacerdotes acelera el cierre de parroquias, y este, a su vez, dificulta aún más la presencia pastoral y la transmisión de la fe.
La desacralización de templos, acto canónico mediante el cual un edificio deja de destinarse al culto para recibir un uso profano, simboliza el retroceso material de una institución que fue durante siglos columna vertebral de la sociedad europea.














