Por el padre Jorge González Guadalix
Nos han contado que el pasado diciembre ha sido un mes especialmente trágico en número de mujeres víctimas de la violencia. Puede ser, pero me van a permitir algunas reflexiones:
- La violencia no sabe de sexo. Hay violencia, sí, en el seno de las familias, pero que es vergonzoso que se pretenda restringir a los casos de hombres que han asesinado a su pareja. En diciembre conocimos el caso de una mujer que asesinó a sus hijas y luego se quitó la vida y ayer mismo el de una mujer que envenenó a su marido y luego se suicidó. No me manipulen los hechos. Hay hombres que matan y mujeres que matan. Punto. Rechazo toda violencia. Otro punto.
- 49 mujeres asesinadas en España en el ámbito doméstico en el pasado 2022. Más de 90.000 abortos. Es decir, que más de 45.000 niñas han visto su vida arrebatada en el seno materno. Deben ser niñas de otra especie.
- Tenemos un ministerio en España dedicado a la igualdad y que se preocupa mucho, dicen, de la mujer. Ministerio con un alto presupuesto. Curiosamente desde que existe ese ministerio hay más muertes, más abusos sexuales y condenas menores para los abusadores.
- Nadie nos explica la nacionalidad de los asesinos de su pareja. Sería bueno ese dato, porque si resultara, es lo que parece, que proporcionalmente a la población los extranjeros son mayoría, eso tendría que llevarnos a repensar la política de inmigración: cuántos y cómo vienen, y si tenemos previsto en España un protocolo para su integración.
- También sería interesante conocer el vínculo entre autores y víctimas de violencia en la familia: pareja de hecho, matrimonio canónico, matrimonio civil, porque si resultara que estos casos de violencia se producen mayoritariamente en parejas de hecho, lo mismo una forma de prevenir podría ser favorecer el vínculo matrimonial.
- Y, finalmente, creo que necesitamos menos ingenuidad como Iglesia, y menos apuntarnos a lo políticamente correcto.
De profesion, cura
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