¿Cómo lo hacen? No haciendo nada para defender a la Santa Iglesia y, en cambio, convirtiéndose en cómplices del enemigo.
Esto es lo que vemos cumplirse hoy, con esa complicidad con el enemigo promovida por las más altas autoridades de la Iglesia Católica desde el Vaticano II.
Papa San Pío X:
Las dificultades provienen de los que las crean y las exageran, de los que confían en sí mismos sin la ayuda del Cielo, de los que ceden vilmente, temerosos de las burlas y del escarnio del mundo. De aquí se concluye que en nuestros días, más que nunca, la mayor fuerza de los malos es la cobardía y la debilidad de los buenos, y que toda la columna vertebral del reino de Satanás está en la debilidad de los cristianos.
Oh! si se me permitiera, como hizo en espíritu el profeta Zacarías, preguntar al divino Redentor: ¿Qué son estas heridas que están en medio de tus manos: quid sunt plagae istae in medio manuum Tuarum? La respuesta no sería dudosa: Éstas me han sido dadas en casa de los que me amaron: his plagatus sum in medio eorum qui diligebant Me. He sido herido por mis amigos, que no han hecho nada por defenderme y que en cada reunión se han convertido en cómplices de mis adversarios.
Y de este reproche, que se puede hacer a los cristianos infames y temerosos de todos los países, no se puede eximir a muchos cristianos de Francia.
Discurso de Pío X el día de la beatificación de Juana de Arco en Orleans, Francia, 13 de diciembre de 1908
Tradition in Action
Esto es lo que vemos cumplirse hoy, con esa complicidad con el enemigo promovida por las más altas autoridades de la Iglesia Católica desde el Vaticano II.
Papa San Pío X:
Las dificultades provienen de los que las crean y las exageran, de los que confían en sí mismos sin la ayuda del Cielo, de los que ceden vilmente, temerosos de las burlas y del escarnio del mundo. De aquí se concluye que en nuestros días, más que nunca, la mayor fuerza de los malos es la cobardía y la debilidad de los buenos, y que toda la columna vertebral del reino de Satanás está en la debilidad de los cristianos.
Oh! si se me permitiera, como hizo en espíritu el profeta Zacarías, preguntar al divino Redentor: ¿Qué son estas heridas que están en medio de tus manos: quid sunt plagae istae in medio manuum Tuarum? La respuesta no sería dudosa: Éstas me han sido dadas en casa de los que me amaron: his plagatus sum in medio eorum qui diligebant Me. He sido herido por mis amigos, que no han hecho nada por defenderme y que en cada reunión se han convertido en cómplices de mis adversarios.
Y de este reproche, que se puede hacer a los cristianos infames y temerosos de todos los países, no se puede eximir a muchos cristianos de Francia.
Discurso de Pío X el día de la beatificación de Juana de Arco en Orleans, Francia, 13 de diciembre de 1908
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