jueves, 12 de enero de 2023

PANDA DE INDOCUMENTADOS

Un católico hoy debería leerse algunas encíclicas PRECONCILIARES, que aseguro que no solo no dan urticaria, sino que ayudan a aclarar las ideas estupendamente.

Por el padre Jorge González Guadalix


No es lo que son. Me temo que es lo que somos en general los católicos incluyendo sacerdotes, religiosos y no me importa incluir obispos. De ahí para arriba no me atrevo.

Si se atreven, pregunten, pregunten. A ver cuál es el último documento medio serio que nos hemos leído. Y ya puestos, a ver si en los días de su vida han leído alguna encíclica, algo anterior al Vaticano II. Más aún: si se han leído los documentos del Vaticano II y cuándo fue la última vez. Mucho me temo que demasiados católicos no tienen más formación que una vaga referencia al “espíritu del concilio”. Por eso lo de indocumentados.

Nos creemos, nos han pretendido enseñar, que la Iglesia antes del Vaticano II era algo así como un tenebroso vivir en la ignorancia, la superstición y la opresión de toda una humanidad en aras de un Dios del que la Iglesia se aprovechaba para someter a la humanidad con el cuento -poco menos- de la condenación eterna. Una presentación de la historia de la Iglesia en la que pareciera que todo se resume en el horror de Constantino, la vergüenza de las cruzadas, Galileo -del que no saben absolutamente nada- y el desastre de la presencia en América.

Eso sí, vino el Vaticano II y con este concilio llegaron la santidad, la verdad, la auténtica evangelización y las maravillas de las maravillas. Y ya ni les cuento estos últimos años con la tan cacareada como inane “primavera” de Francisco. Hay que ser muy cretino, vago, cómodo e ingenuo para aceptar las cosas así. Lean, por favor, aunque sea solo un poquito. Que al menos nos queden la capacidad de dudar y las ganas de aprender.

Un católico hoy tiene que conocer al menos algo de historia de la Iglesia y no desde las ocurrencias de Manolo en el bar y del padre Juanillo, lector habitual del Marca, sino con el viejo método -y hoy novísimo- de agarrar un libro y leerlo. Más aún, en internet los encuentran para descargar y resúmenes buenísimos incluso. Un católico hoy debería leerse algunas encíclicas PRECONCILIARES, que aseguro que no solo no dan urticaria, sino que ayudan a aclarar las ideas estupendamente.

Lean, por ejemplo, algo tan revolucionario como la Rerum Novarum
, a ver si nos enteramos de que eso de que a la Iglesia nunca le preocuparon los obreros es simplemente una calumnia. Atrévanse con la Pascendi, a ver si nos damos cuenta de una vez que una cosa es ser moderno, que en eso nadie nos va a dar lecciones, y vuelvo a remitir a la historia de la Iglesia, el arte, la arquitectura o la ciencia, y otra ser modernista, que ya ven por donde son cosas que no tienen nada que ver. Despreciamos lo que no sabemos o lo que cuatro listos dicen que hay que despreciar. Lo mismo resulta que la Pascendi hoy es más actual que nunca…


De profesión, cura


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