domingo, 26 de mayo de 2024

15 SEÑALES DE QUE ESTAS INFECTADO DE HEREJÍA MODERNISTA Y NO LO SABIAS

Es abrumadora es la cantidad de católicos infectados por el “modernismo”. Sin dudarlo un minuto decimos que la única manera de verse libre realmente de esa lepra es abandonando el Novus Ordo, refugiarse en la Santa Tradición y asistir sólo a la Misa Tradicional.


Para ayudar a ver más claro a aquellos de buena voluntad que no terminan de comprender el problema, les ofrecemos la siguiente guía-test.


1.-BIBLISMO

Todo lo intentas explicar con la Biblia, y nada más, como si no existieran concilios, doctores de la Iglesia, encíclicas, Magisterio Infalible de 2.000 años con los cuales hacer apologética. 

A cualquier consulta que te hacen sobre la Fe, lo primero que haces es recorrer tu memoria para dar con el versículo que más calce a la pregunta. Todo se reduce a Biblia, Biblia... 


Y sin embargo, la Iglesia iluminada por el Espíritu Santo tiene además, un arsenal formidable de doctrina de dos mil años y 20 concilios, que desconoces por culpa del biblismo de Lutero. 

Este biblio-centrismo ha hecho que el católico, incluso practicante, ignore las definiciones dogmáticas, infalibles y sabias de los concilios y papas, y termine apoyándose en la Biblia solamente, por ser lo único que domina.


2.-¿REZAR DE RODILLAS? 

No rezas de rodillas, ni obligas a tus hijos pequeños a hacerlo. Por el contrario te diriges a Dios casi de igual a igual. Y sentado en un cómodo sillón, mejor. 

Puedes hacer 1 hora de ejercicio diariamente pero arrodillarte 15 minutos para humillarte como criatura y pecador ante Dios es demasiado sacrificio.


3.-PREDÍCAME BONITO

Prefieres predicaciones llamativas, donde el predicador de vez en cuando diga algún chiste, y despierte por aquí o por allá un aplauso de la gente. 


Buscas predicadores laicos “porque predican más bonito”. Los sacerdotes suenan un poco más aburridos. Pero bueno, si de sacerdotes se trata, buscas uno con buen sentido del humor. 

Que sea un sacerdote de Sana Doctrina es una preocupación que nunca ha pasado por tu cabeza.


4.-UN DIOS-SIRVIENTE

En tus oraciones abundan frases tipo “libera-me”, “sana-me”... todas centradas en el ser humano y con Dios reducido a ser tu sirviente. 

Ni rastro queda de aquellas oraciones donde nos humillamos ante la Divina Clemencia por haberle ofendido o que nos envíe cruces para expiar pecados. 

Si puedes hasta pones música instrumental para sentir “más bonito”. (Sentimentalismo = Modernismo = Protestantismo).


5.-YA NO MÁS ORACIONES CON FÓRMULAS DE MEMORIA

Ves con desgano (pero no lo dices) las oraciones que se repiten de memoria. Piensas que no estás orando del todo porque repites y repites, pero no sientes. 


Via Crucis, Novenas, Rosarios, Trisagios, son buenas, no lo niegas, pero prefieres las oraciones espontáneas “que salgan del corazón”

Lo que no sabes es que estás despreciando oraciones ortodoxas (que no tienen herejías), que rezaron millones de católicos durante siglos, de las que Jesucristo mismo y la Virgen Santísima han revelado que les son de sumo agrado, y que, por si fuera poco, han sido indulgenciadas por la Iglesia. Y con todo esto, ¿las ves como si fueran menos?


6.-MENOS LITURGISMO, MENOS RITUALISMO

Has llegado a sentir cierto desagrado por los ritos de la Iglesia (incienso, velas, ornamentos litúrgicos, misales, ceremoniales, bendiciones, señales de la cruz, procesiones). Todo ello lo ves como cierto fariseísmo. 

Asistir a la liturgia lo haces casi por obligación. La ves aburrida y hasta desearías que hubiera una “renovación” en la Iglesia. “Hace falta un nuevo Pentecostés...” te dices por dentro.


7.-LOS DÍAS DE AYUNO Y ABSTINENCIA

No te has interesado por saber cuáles días del año son en la Iglesia de precepto obligatorio, o de ayuno y abstinencia. Y si los sabes, no te preocupas demasiado por cumplirlos.


En las predicaciones que escuchas no oyes hablar de mortificación de la carne y por eso el ayuno y la penitencia tienen para ti un significado más espiritual (light, hablemos claro). 

“No importa comer carne en Cuaresma”... “El ayuno que cuenta es un corazón humilde”... ¿Te suenan familiares verdad?”


8.-LAS INDULGENCIAS

Has oído hablar de que existen indulgencias, pero no te has interesado en practicarlas. 

En tu memoria están Lutero y los protestantes que engañaron con sus mentiras haciendo ver las indulgencias como un negocio de la Iglesia, y por eso les tienes desconfianza. 

Nunca has escuchado, por ejemplo, que para el 1 noviembre hay indulgencia plenaria por los difuntos con sólo visitar un cementerio, confesarse y comulgar. Tesoros inmensos que el modernismo te ha escondido.


9.-CANTOS GREGORIANOS

Los cantos gregorianos, que tantos santos entonaron en capillas, iglesias, conventos, monasterios, etc.. son música de otra época. No “sientes” en ella al Espíritu Santo. 


Ha llegado a tal punto el desmantelamiento de la piedad católica que oyes con más agrado a Jesús Adrián Romero que el Venite Creator Spiritu.


10.-EL LATÍN

¿Y el latín que es la lengua de la Iglesia? Eres ya adulto y no sabes ni siquiera el Pater Noster. Pero sí quieres aprender 2 o 3 idiomas más, además del español. 

Con el latín oramos con precisión perfecta y sin posibilidad de herejía las más preciosas oraciones de la Iglesia de la misma manera que miles de santos lo hicieron durante siglos. Seguir las huellas de los santos es el camino más seguro para llegar al cielo.


11.-LA MISA

“La Iglesia debería ser menos ritualista”, dices. La liturgia y la misa son un mal necesario y deben dar paso a algo todavía “más cercano al pueblo”. 

Todo eso lo piensas porque entiendes muy al estilo protestante aquello de que “Hay que adorar a Dios en Espíritu y en Verdad”


Si por ti fuera, harías del culto católico algo muy festivo, abierto a la espontaneidad y más participativo. 

Quisieras que tu párroco copiara a los pentecostales con su “adoración y alabanza”


12.-MODA Y VESTIR

Y ni qué decir de la vestimenta. Sólo en fotos has visto mujeres con velo en misa. 

Si eres mujer ahorita mismo vistes seguramente pantalón. Usar falda larga y mangas cubiertas en el día a día... imposible para ti. 

Si eres hombre, ni te acuerdas de la última vez que fuiste con ropa de vestir y manga larga a la Santa Misa. 


Asistir al templo con zapatillas, jeans, camiseta y con las faldas cortas es de lo más normal. 

Vas mejor vestido a una entrevista o cita de negocios. “Dios lo que mira es el corazón”...así de fácil lo resuelves.


13.-DESPREOCUPACIÓN POR LOS DIFUNTOS

Las almas del Purgatorio son desconocidas para ti. 

Si bien es cierto que crees en el Purgatorio, en la práctica es como si no creyeras. 

En los grupos de oración donde asistes nunca hablan de eso, o en tus oraciones diarias poco recuerdo tienes en rezar por tus parientes difuntos. Eso suena a aquellas viejecitas de pueblo que les gustaba rezar por las ánimas...

Y ¿pagar Misas por ellas o hacer novenas a la Virgen del Carmen? ... es demasiado pedir.


14.-LOS SACRAMENTOS SÍ, PERO NO TANTO

Los sacramentos en general, aunque los recibes, no están anclados firmemente en tu lista de prioridades de la vida espiritual. 

Por eso, aunque crees en la Santa Misa o en la Confesión, no sigues el ejemplo de los santos de recibir los Santos Sacramentos con la mayor frecuencia posible y de velar porque los tuyos también los reciban.

Eso ocurre porque estás bombardeado con el dardo protestante: “Biblia y oración - Biblia y oración”, y por eso los sacramentos han pasado a un segundo plano sin darte cuenta.


15.-USO MÍNIMO DE LOS SACRAMENTALES

¿Cuantas imágenes benditas tienes o usas? 

¿Ocupa el Crucifijo o el Corazón de Jesús el lugar de honor en tu hogar? 


¿O en su lugar lo que tienes es una enorme pantalla plana? 

Sé sincero. Si contaras las imágenes, estampas, escapularios o crucifijos bendecidos, en tu casa, con los cinco dedos de una mano los contarías, y te sobrarían dedos.



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