Fuentes de la Congregación para las Causas de los Santos dijeron que Burke, miembro del Tribunal Supremo de la Signatura Apostólica, fue detenido recientemente en la entrada del edificio porque no poseía el “pase verde”.
El “pase verde”, expedido por Italia y el Vaticano, demuestra que el titular se ha “vacunado” o se ha “recuperado en los últimos seis meses”.
Los requisitos del “pase verde” del Vaticano superan las exigencias del gobierno italiano. Un decreto, emitido por Parolin, obliga a todo el personal y a los visitantes a obtener un “refuerzo” como condición para entrar en las oficinas del Vaticano a partir del 31 de enero.
Hacer la llamada
Mientras Burke esperaba en la puerta, la seguridad se puso en contacto con las autoridades que dirigen el dicasterio que supervisa el proceso de canonización de los santos.
El prefecto de la congregación es el sacerdote Marcello Semeraro, uno de los asesores de mayor confianza de Francisco. En octubre, el papa confirió el sombrero rojo al ex obispo de Albano, una semana después de nombrarlo prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, donde sustituyó al caído en desgracia, el obispo Angelo Becciu.
Semeraro, antiguo secretario del Consejo de Cardenales del Papa, ha dejado constancia de su apoyo a las uniones civiles de parejas homosexuales.
En un prefacio del libro L'amore Possibile: Persone Omosessuali e Morale Cristiana (El amor es posible: los homosexuales y la moral cristiana), Semeraro pide la inclusión de los homosexuales y subraya el mensaje del libro, preguntando cómo "la finalidad procreadora y la relación sexual dentro de la polaridad hombre-mujer son aplicables a la condición homosexual".
Las fuentes confirmaron que hubo una llamada telefónica de la Congregación para las Causas de los Santos al despacho del cardenal Parolin y que éste ordenó personalmente que se negara la entrada a Burke en el edificio.
A Burke también se le ha negado la entrada a otras oficinas de la Santa Sede, a pesar de que el cardenal reside en un apartamento dentro del territorio soberano del Estado de la Ciudad del Vaticano.
Hipocresía y burla
A pesar de que el “pase verde” es imprescindible para entrar en las oficinas del Vaticano, se permitió a más de 3.000 personas congregarse en la Basílica de San Pedro para la Consagración de Rusia al Inmaculado Corazón de María, sin ningún tipo de distanciamiento social ni exigencia de pasaporte de vacunas.
Además, mientras que el Vaticano aplica una estricta normativa en materia de mascarillas (exigiendo incluso el uso de mascarillas FFP2 y el bozal en exteriores), al papa Francisco se le ve con frecuencia violando sus propias normas, saludando a líderes mundiales y a multitudes de personas sin utilizar un protector facial.
“En el Colegio de Cardenales, hay algunos negacionistas. Uno de ellos, el pobre, contrajo el virus”, dijo el pontífice a los periodistas mientras volaba a casa.
“Uno de ellos ha sido hospitalizado con el virus. Estas son las ironías de la vida”, se burló Francisco, sin referirse a Burke por su nombre.
Tras esas palabras, los católicos en las redes sociales criticaron a Francisco por su “golpe bajo” y su “ataque sin principios”, calificándolo de “muy impropio de un hombre en su posición”. Otros señalaron que era irónico que Burke “ahora tiene una mayor inmunidad al virus que el papa”.
El Vaticano continúa con su estricto régimen, a pesar de que Italia ha relajado las restricciones, incluyendo el sistema de “pases sanitarios”, que permite a la gente utilizar los comedores al aire libre y el transporte público local sin un “pase”.
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