El cardenal Burke no se anda con rodeos. Ante el hecho de que un cierto número de obispos se han manifestado a favor de cambios en la doctrina de la Iglesia -por ejemplo, en cuanto a la evaluación de la homosexualidad, el celibato de los sacerdotes o la ordenación de mujeres- o no se han opuesto explícitamente a tales propuestas en el marco del Camino sinodal, pide al papa Francisco que las descarte.
Es un dardo directo dirigido tanto al cardenal Marx como a Georg Bätzing, jefe del episcopado alemán. Ambos son defensores de estas reformas heréticas, que por el momento no han recibido contestación de Roma.
El santo padre “debe desafiar a estos obispos y pedirles que renuncien a las herejías e incluso a las posiciones que van en contra de la disciplina de la Iglesia”, dijo Burke en una entrevista publicada el 11 de mayo por Acción Católica para la Fe y la Familia.
“Y si no renuncian a sus errores y se corrigen, entonces tendría que destituirlos de su cargo. Esta es la situación a la que hemos llegado”. Burke pide al papa que ejerza como tal ya que una de las principales tareas que tiene encomendada el pontífice es la salvaguarda de la fe, moral y doctrina católica.
“El romano pontífice, sucesor de Pedro, es por definición el principio de unidad en la Iglesia”, enfatizó el cardenal. “De él depende corregir a estos obispos. Y si no aceptan la corrección fraterna, si no aceptan su corrección jerárquica como obispo de la iglesia universal, entonces se habría aplicado la sanción correspondiente para que los fieles sepan que estos obispos no los están guiando en la fe católica”, dijo el cardenal estadounidense.
“Desafortunadamente, la confusión está siendo generada e impulsada por aquellos que están llamados a ser maestros de la fe y pastores del rebaño con claridad y valentía”, señaló además el cardenal Burke.
Según él, los obispos que no defienden claramente la doctrina católica “abandonan el rebaño y no resultan ser pastores, sino mercenarios que intentan adaptar la doctrina de la Iglesia a la visión del mundo, a una visión del mundo secular, una visión del mundo sin Dios”.
El cardenal Burke es uno de los ahora más de 100 firmantes de una carta crítica dirigida al obispo Georg Bätzing, presidente de la Conferencia Episcopal Alemana. En esta carta, obispos y cardenales de todo el mundo advertían que el Camino Sinodal corría el riesgo de llevar a un “callejón sin salida” y tener “efectos destructivos”.
El obispo Bätzing rechazó las críticas, así como las preocupaciones expresadas por los obispos de Escandinavia y Polonia. El “cambio urgente” en la Iglesia después de la crisis de abuso incluye “también la necesidad de 'desarrollar' la enseñanza de la iglesia”, dijo en mayo.
Esta preocupación cada vez más apremiante de muchos obispos con respecto al Camino sinodal, ¿tendrá algún resultado del lado de Roma y del papa? Lamentablemente, esto es poco probable en vista de la dirección que está tomando el Sínodo sobre la sinodalidad en varios de los errores denunciados desde el Camino sinodal.
InfoVaticana
“El romano pontífice, sucesor de Pedro, es por definición el principio de unidad en la Iglesia”, enfatizó el cardenal. “De él depende corregir a estos obispos. Y si no aceptan la corrección fraterna, si no aceptan su corrección jerárquica como obispo de la iglesia universal, entonces se habría aplicado la sanción correspondiente para que los fieles sepan que estos obispos no los están guiando en la fe católica”, dijo el cardenal estadounidense.
“Desafortunadamente, la confusión está siendo generada e impulsada por aquellos que están llamados a ser maestros de la fe y pastores del rebaño con claridad y valentía”, señaló además el cardenal Burke.
Según él, los obispos que no defienden claramente la doctrina católica “abandonan el rebaño y no resultan ser pastores, sino mercenarios que intentan adaptar la doctrina de la Iglesia a la visión del mundo, a una visión del mundo secular, una visión del mundo sin Dios”.
El cardenal Burke es uno de los ahora más de 100 firmantes de una carta crítica dirigida al obispo Georg Bätzing, presidente de la Conferencia Episcopal Alemana. En esta carta, obispos y cardenales de todo el mundo advertían que el Camino Sinodal corría el riesgo de llevar a un “callejón sin salida” y tener “efectos destructivos”.
El obispo Bätzing rechazó las críticas, así como las preocupaciones expresadas por los obispos de Escandinavia y Polonia. El “cambio urgente” en la Iglesia después de la crisis de abuso incluye “también la necesidad de 'desarrollar' la enseñanza de la iglesia”, dijo en mayo.
Esta preocupación cada vez más apremiante de muchos obispos con respecto al Camino sinodal, ¿tendrá algún resultado del lado de Roma y del papa? Lamentablemente, esto es poco probable en vista de la dirección que está tomando el Sínodo sobre la sinodalidad en varios de los errores denunciados desde el Camino sinodal.
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