Contexto
En 1983, se dio un nuevo paso: el Papa Juan Pablo II hizo muchas declaraciones y gestos de simpatía hacia Lutero, cuyos protestantes estaban celebrando el quinientos aniversario de su nacimiento. Más que nunca, el Papa se comprometió en nombre de los ‘derechos humanos’ e hizo gestos de un ‘ecumenismo’ que, sin embargo, está condenado.
Ante tantos escándalos en los niveles más altos de la Iglesia, Mons. Lefebvre y Mons. De Castro Mayer, obispo de la diócesis de Campos en Brasil, le escribieron una carta abierta el 21 de noviembre de 1983. Lo hicieron en el espíritu de San Pablo resistiendo públicamente a San Pedro, cuando "vi que no andaban rectamente conforme a la verdad del evangelio" (Epístola a los Gálatas 2,14).
En 1985, año en el que la Compañía contaba con 156 sacerdotes y un obispo, el arzobispo Lefebvre publicó una “Carta abierta a los Católicos Perplejos” con Albin Michel en la que, en un lenguaje claro, accesible a todos, especificaba los motivos de su resistencia a las destructivas ‘reformas’ del catolicismo.
Encuentro interreligioso en Asís
Lamentablemente, en el Sínodo de ese mismo año, convocado con motivo del vigésimo aniversario de la clausura del Concilio Vaticano II, Juan Pablo II decidió ir aún más lejos. Para el 21 de octubre de 1986 convocó a un ‘encuentro interreligioso’ en Asís, donde todas las religiones unidas y en pie de igualdad invocaron a sus ídolos. Una vez más, el arzobispo Lefebvre y el arzobispo de Castro Mayer reaccionaron enérgicamente, como sucesores de los apóstoles, fuertes en la fe. Denunciaron en particular el sincretismo implícito y el abandono práctico del primer mandamiento.
Al mismo tiempo, en una crisis que parecía destinada a agravarse, la Fraternidad seguía experimentando el mismo desarrollo. En Francia, el seminario Flavigny-sur-Ozerain (Côte-d'Or) abrió sus puertas para acoger a los ya numerosos seminaristas en Écône. Además, la Fraternidad extendió su apostolado de manera espectacular, abriendo nuevas casas en Gabón, Chile, Nueva Zelanda, Antillas, Zimbabwe e India. Actualmente está presente en todos los continentes y está establecida en unos 23 países.
Coronaciones episcopales
Cumplida la medida de la apostasía de la Roma conciliar con la confirmación de las tesis de la falsa libertad religiosa, Monseñor Lefebvre anunció en las Ordenaciones del 29 de junio de 1987 que no dudaría, si Dios así lo quería, en dar sucesores al episcopado para que continuara el trabajo de la Fraternidad.
Roma reaccionó de inmediato proponiendo realizar una visita a las casas de la Fraternidad para comprender mejor el trabajo de la formación sacerdotal y observar los frutos de la santidad y la catolicidad en todo el mundo. El arzobispo Lefebvre fue recibido con alegría y acogida, flanqueado por su secretario, el arzobispo Camille Perl, el cardenal Edouard Gagnon, de la Congregación de los Padres del Espíritu Santo, nombrado Visitador Apostólico.
Esta visita fue una especie de reconocimiento a la ilegitimidad de las sanciones y supresiones realizadas con anterioridad, ya que estaban visitando una Fraternidad que, oficialmente, no existía. El cardenal también asistió a la misa del obispo “suspendido” el 8 de diciembre de 1987 en Écône.
Ese mismo día declaró:
“Quiero decir que nos ha llamado la atención, en todas partes, tenemos una gran admiración por la piedad del pueblo, por la actualidad y la importancia de las obras, especialmente en lo que se refiere a la catequesis, la formación, la administración de los sacramentos. Ciertamente tenemos todo lo que necesitamos para hacer un informe muy positivo”Este informe nunca apareció y fue prácticamente silenciado. Hasta la fecha, nunca se ha publicado. Por otra parte, siempre se puede leer en el Libro de Oro del seminario de Ecône el deseo cardenalicio de que "la maravillosa obra de formación sacerdotal realizada aquí resplandezca un día para el bien de toda la Santa Iglesia".
Operación supervivencia
El arzobispo Lefebvre había pospuesto la fecha de las coronaciones con la esperanza de un acuerdo aceptable. A pesar de todo, el arzobispo Lefebvre firmó una fórmula doctrinal insatisfactoria tras un nuevo encuentro en Roma, el 5 de mayo de 1988, con el cardenal Ratzinger. Al día siguiente, monseñor pidió nuevas garantías sobre la coronación y la secretaría romana que estaría a cargo de la Tradición.
El rechazo de estas condiciones esenciales llevó a Mons. Lefebvre a decidir la consagración de cuatro obispos que son miembros de la Fraternidad el día 30 de junio de 1988. La consagración está legitimada por el caso de necesidad ante el cual se coloca la Iglesia, lo que hace explícita la negativa ilegítima de la coronación por el Papa: de hecho, este último debe tener la voluntad habitual de dar a la Iglesia los medios indispensables para el bien común de esta última.
Ver el video de las consagraciones: Canal Vimeo Society of St Pius X
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