viernes, 4 de junio de 2021

MONS. HECTOR AGUER: “¿VÉRTIGO INFORMATIVO O VERDAD?”

El Arzobispo Emérito de La Plata Monseñor Héctor Aguer indicó que “hoy existe una especie de vértigo de la información y podemos decir que la información llega antes de que el hecho ocurra”.


“Mis amigos, quiero empezar la reflexión de hoy con una referencia personal: yo me entero de lo que pasa leyendo el diario, el diario de papel digamos. Ustedes pueden pensar “entonces se entera al día siguiente”. Y sí, probablemente me entero de muchas cosas al día siguiente y pienso que hoy existe una especie de vértigo de la información donde la información tiene que venir al momento. A modo de boutade podemos decir que la información llega antes de que el hecho ocurra.

Creo que no es necesario ese vértigo informativo porque muchas veces es eso lo que impide comprender exactamente de qué se trata y poder por un momento, en ese instante, crearse un juicio acerca del acontecimiento del cual se está hablando, se está refiriendo.

Seguramente ustedes habrán visto programas periodísticos, los hay de distinto tipo. Por ejemplo esos donde hay varios invitados y hablan todos a la vez y, finalmente, no se entiende nada porque cada uno quiere imponer su palabra sobre la del otro. Ustedes saben que esto ocurre muchas veces en esos tipos de programas. Luego están los otros donde un periodista entrevista a una persona y lo que noto, muchas veces, es que el periodista quiere que el entrevistado diga lo que él quiere que diga y allí se filtra, también, muy frecuentemente, la ideología. 

Existe una fuerte ideologización en los medios de comunicación y en el periodismo. ¿De dónde viene eso? Viene de las Facultades de Periodismo, no nos engañemos, porque en la mayoría de ellas se impone una especie de ideología y los alumnos reciben eso. Tal vez no todos las incorporan plenamente pero, ciertamente, esa es la fuente.

Resumiría diciendolo así: no interesa la verdad. Y en el tema de la información, la verdad es fundamental. Esto es saber cómo son las cosas, qué es lo que ha ocurrido, qué sentido tiene lo que ha ocurrido y para eso hace falta una gran sinceridad. Lo primero es despojarse del ideologismo, despojarse de los prejuicios, de los preconceptos, y no querer imponer al entrevistado o en el programa aquello que uno no piensa.

Se necesita objetividad y la objetividad se logra, precisamente, reconociendo la verdad. Ahí está la cuestión clave.

Todo eso tiene que ver no solamente con la formación que se recibe en las Facultades de Periodismo, sino también con la situación social en la sociedad de hoy donde no interesa mucho la verdad. El subjetivismo, la autoreferencialidad, se imponen sobre aquello que indican lo que son las cosas como la verdadera naturaleza del hombre, su destino, su caminar. Estas cosas no pueden ser manipuladas de cualquier manera.

Aquí el periodismo tiene este problema o esta falla. Ustedes miran estos programas y creo que tienen que tener en cuenta algunas cosas: ¿Qué es lo que se está diciendo? ¿Cómo puedo yo asumir lo que se está diciendo? ¿No me están queriendo masajear el cerebro? ¿No están pretendiendo que yo acabe pensando lo que él dice? Me parece que ahí está la cuestión.

Por todo eso yo me refugio en el diario, en mi diario de papel, que vengo leyendo desde que era joven y no tengo prisa por la información. En definitiva la información me llega en el momento oportuno y trato de reflexionar sobre ella, que eso es lo que importa”.


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