Por Alex Corlazzoli
“Queridos amigos, por unos días estuve en silencio y no les envié los pensamientos que surgieron de mi corazón, porque un movimiento agotador y de sufrimiento me lo impidió. Para nosotros los mayores, la migración es una lágrima impensable también porque nos estamos preparando para el éxodo final, no para cambiar de casa y de tierra”. Estas son las palabras de Enzo Bianchi , el fundador de la Comunidad de Bose que en estas horas ha dejado su fraternidad para siempre. El anciano monje, de 78 años el 3 de marzo, se despidió en Twitter de la realidad que ha guiado durante más de 55 años. Ni una palabra más en su blog Altrimenti.
Sin comentarios y sin saludos, incluso en la web oficial de la comunidad que durante meses ni siquiera ha acogido las reflexiones de Bianchi y numerosos artículos, y mucho menos el calendario de sus citas. Bianchi, que ha decidido trasladarse a las afueras de Turín en los últimos días, ha optado por no realizar declaraciones respecto a lo que escribió en Twitter. Solo sabemos de él que no está solo sino que lo acompaña uno o más hermanos, dado su estado de salud.
Un corte umbilical, el de la comunidad de Bose donde ahora es prior Luciano Manicardi, llegó después de más de un año de enfrentamientos entre el liderazgo actual de los hermanos y hermanas y el fundador. En mayo del año pasado, Bianchi, una hermana y otros dos hermanos fueron golpeados por el decreto del Vaticano, aprobado en forma específica por el pontífice pidiendo la expulsión definitiva del fundador. Desde ese momento la comunidad ha sido "comisionada" por el padre Amedeo Cencini, delegado pontificio, psicoterapeuta canossiano que durante meses puso sus pies en Bose, creando un clima de tensión que dividió a la comunidad. Se vivió una atmósfera "inhumana" (estas son las palabras de una hermana) que provocó una hemorragia en la comunidad: en el último año se han ido 21 personas y ningún hermano está inscrito en el noviciado.
El muro que se levantó entre Manicardi y Bianchi, acusado "de no haber renunciado efectivamente al gobierno, interfiriendo de diversas formas, continua y seriamente en la gestión de la misma comunidad y provocando una seria división en la vida fraterna", continuó hasta los últimos meses con un tira y afloja en el lugar del exilio del anciano monje. El hermano Enzo, que durante años vivió en una ermita no lejos de Bose pero fuera de la fraternidad, en los últimos tiempos había optado por no participar ni siquiera en las oraciones y otros momentos comunitarios, siguió molestando a “alguien” hasta el punto de que al final se vio obligado dejar a su creación. Sin despedida, en silencio y con amargura.
El ex fundador de Bose, desde su casa en las afueras de Turín, sin embargo, ha decidido no renunciar a las numerosas invitaciones que le han llegado de toda Italia: el jueves estará en Scandolara Ravara, el sábado en Gressan en el Valle D ' Aosta por hablar sobre el tema del agua, el 17 tiene una cita en Villachiara en el calendario, el 18 en Comacchio, el 19 en Turín para el Festival de Espiritualidad y luego una semana intensa en Puglia antes de llegar a Crema el día 25.
Il Fatto Quotidiano
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