Además de los votos negativos, nueve, hubo once abstenciones de un total de 58 obispos. Si esos once obispos que se abstuvieron hubieran votado en contra del texto, se habría producido una minoría de bloqueo de más de un tercio de los obispos, con un total de 20 votos en contra.
Una medida similar ha provocado el cisma en la comunión anglicana.
Texto aprobado
El texto “Celebraciones de bendición para parejas que se aman” afirma que la Iglesia “ofrece reconocimiento y acompañamiento a las parejas que están unidas por el amor, se encuentran con pleno respeto y dignidad y están dispuestas a vivir su sexualidad a largo plazo con respeto por sí mismas, por los demás y con responsabilidad social”.
En consecuencia, se recomienda a la Conferencia Episcopal Alemana y al Comité Central de los Católicos Alemanes que “desarrollen e introduzcan oportunamente celebraciones litúrgicas apropiadas”. Un folleto debería incluir “formularios sugeridos para las celebraciones de bendición para diversas situaciones de pareja (parejas que se han vuelto a casar, parejas del mismo sexo, parejas después del matrimonio civil), así como una introducción teológico-pastoral y consejos práctico-pastorales”.
Si bien no se impone a nadie la “obligación de dirigir tales celebraciones”, a la inversa, ningún obispo puede imponer sanciones disciplinarias a un sacerdote que las realice. De hecho, tales bendiciones ya han tenido lugar en todas las diócesis alemanas sin que se haya anunciado nunca ninguna consecuencia. Las ceremonias de bendición se introducirán oficialmente en marzo de 2026.
Debate
El texto base no fue aprobado en septiembre de 2022 debido a una minoría de bloqueo de los obispos. Desde entonces, todas las votaciones son nominales, aunque se presente una solicitud estatutaria de voto secreto. Según la interpretación jurídica del “Camino Sinodal”, una votación nominal siempre menoscaba el clásico derecho de la minoría a una votación secreta, como fue el caso de la votación sobre el documento “Celebraciones de bendición para parejas que se aman”.
Junto a monseñor Oster, monseñor Gregor Maria Hanke OSB dijo: “El texto dice celebraciones de bendición para parejas. Las celebraciones de bendición para parejas del mismo sexo entrarán aquí en analogía con el matrimonio sacramental. Al menos así lo interpretarán los interesados que hayan ido antes al registro civil”.
Cisma como los anglicanos
“No puedo seguir este camino y espero además que este paso, en caso de producirse, no nos lleve a la discordia en la que se encuentra actualmente la Iglesia anglicana”, advirtió el obispo de Eichstätt.
También el obispo de Ratisbona, Rudolf Voderholzer, dijo: “Es previsible que, tras la aprobación de la bendición, se plantee muy pronto la cuestión de si la bendición no es a su vez discriminatoria si luego, a pesar de todo, se rechaza el matrimonio. Una discusión en un grupo de trabajo de la audiencia en línea me convenció en su momento de que no se trata de una suposición sacada de la nada”.
“Todavía recuerdo bien que en aquel momento se me indicó que no había razones válidas para negar el matrimonio sacramental a las parejas del mismo sexo”, continuó Voderholzer. “Mi referencia a la posibilidad de procrear descendencia, que después de todo era uno de los propósitos del matrimonio, fue respondida con una referencia a la paternidad y maternidad espirituales. El siguiente paso es la maternidad subrogada. Respondí que esto contradecía mi concepción de lo holístico, que integra cuerpo y espíritu, cuerpo y alma del ser humano, y que yo consideraba esto como gnosis”.
“En este contexto, no podía estar de acuerdo con este proyecto por razones de conciencia”, explicó Voderholzer, y se remitió al documento de la Congregación para la Doctrina de la Fe de 2021, según el cual “la Iglesia no tiene autoridad para bendecir uniones de personas del mismo sexo en el sentido arriba indicado, ni puede disponer de esta autoridad”.
Por su parte, el obispo auxiliar Herwig Gössl justificó su abstención. Él mismo había rechazado el texto en el foro sinodal correspondiente. Al mismo tiempo, no quería que “estas celebraciones sigan teniendo lugar en secreto. Por eso, al menos con mi abstención de hoy, quiero allanar el camino para que aquí se apruebe un texto”.
Gössl es obispo auxiliar en la diócesis de Bamberg. Desde la dimisión del arzobispo Ludwig Schick en noviembre de 2022, también está a cargo de la diócesis hasta la consagración o toma de posesión de un nuevo arzobispo.
Aunque no es oficialmente miembro de la Asamblea sinodal, el obispo de Amberes, Johan Bonny, habló largo y tendido sobre la bendición de las uniones homosexuales en Bélgica, donde ya se han introducido este tipo de celebraciones. En sus observaciones al final del debate, Bonny dijo que en Bélgica, como primer paso, se había hecho referencia a la exhortación apostólica postsinodal Amoris laetitia del papa Francisco y, basándose en ella, se habían introducido finalmente las bendiciones para las uniones homosexuales.
La visita ad limina de los obispos belgas a Francisco en Roma a finales de 2022 también versó sobre esto. El pontífice había dicho a los obispos: “Es su decisión. Puedo entenderlo”. Para Francisco era importante “avanzar con sabiduría” y “permanecer juntos”. Francisco no había dicho “ni sí, ni no”, sino: “Esta es su competencia”.
InfoCatolica
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