jueves, 9 de marzo de 2023

¿LA ASISTENCIA A MISA TRADICIONAL O NOVUS ORDO, INFLUYE EN LA FE?

Desde el inicio de la reforma litúrgica, tras la promulgación del Novus ordo missae (NOM), los defensores de la tradición de la Iglesia advirtieron del peligro que representaba esta nueva liturgia. 


Y, haciéndose eco del conocido adagio –lex orandi, lex credendi– la ley de la oración es la ley de lo que se cree, también advirtieron sobre la futura decadencia de la fe que seguiría.

Los primeros en lanzar esta advertencia fueron los autores del Breve Examen Crítico (BEC), en su análisis que no ha perdido nada de su actualidad, análisis que fue apoyado por los cardenales Alfredo Ottaviani y Antonio Bacci, quienes acordaron firmar la carta introductoria de este documento.

La conclusión del BEC advertía: "El abandono de una tradición litúrgica que ha sido durante cuatro siglos el signo y la prenda de la unidad del culto, su reemplazo por otra liturgia que no podrá ser sino causa de división por las incontables licencias que autoriza implícitamente, por las insinuaciones que favorece y por sus manifiestas agresiones a la pureza de la fe, parece que es, para hablar con términos moderados, un incalculable error".

Esta advertencia resuena desde entonces -desde hace más de 50 años- de manera cada vez más amplificada, ante la progresiva pérdida de la fe en sectores cada vez más extensos de la Iglesia, pérdida de fe que se manifiesta primero por un desinterés cada vez mayor, y por posiciones cada vez más heterodoxas sobre las creencias de la fe católica.

Esta pérdida de fe ahora es visible incluso entre los pastores. Esto se puede constatar en las solicitudes y decisiones del “Camino Sinodal alemán”, muchas de las cuales se oponen a la fe católica sobre el poder en la Iglesia, reservado a los obispos, sobre la moral conyugal, sobre las uniones homosexuales, entre otras cosas.


Una encuesta reveladora

En lo que respecta a los fieles, se observan desviaciones desde hace décadas, sobre las que las encuestas son esclarecedoramente abrumadoras. Una de ellas es interesante para nuestro tema, porque compara a los católicos practicantes que asisten a la Misa Nueva (NOM) con aquellos que asisten a la Misa Tradicional (MT).

En realidad, el resultado utiliza encuestas ya realizadas por institutos reconocidos. La comparación se centra en 7 puntos, pero aquí solo se considerarán 5.

1. La aprobación de la anticoncepción es del 89% para los fieles del NOM y del 2% para los fieles de la MT.

2. La aprobación del aborto es del 51% para los fieles del NOM y del 1% para los fieles de la MT.

3. La práctica dominical es del 22 % para los fieles del NOM y del 99 % para los fieles de la MT.

4. La aprobación del matrimonio homosexual es del 67% para los fieles del NOM y del 2% para los fieles de la MT.

5. La confesión anual es del 25% para los fieles del NOM y del 98% para los fieles de la MT.

Tal resultado no es una coincidencia. Sobre elementos tan esenciales relativos a la moral revelada y a la práctica católica obligatoria, las diferencias son más que significativas.

Se trata de católicos que viven en el mismo país, Estados Unidos, en la misma época –entre 2014 y 2018–, a menudo encuestados en el mismo Estado, es decir, en las mismas condiciones generales. La diferencia más accesible y visible es la práctica en el NOM o en la MT.

Probablemente hay elementos adventicios que deberían ser considerados y que aportarían un refinamiento, pero que nunca podrán compensar una diferencia que oscila entre el 50 y el 87 por ciento. La nueva misa ha conducido, en efecto, asociada a las reformas conciliares que la acompañan, a una considerable pérdida de la fe. Los autores del Breve Examen Crítico tenían razón...


FSSPX


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