sábado, 22 de febrero de 2025

OBISPO MUNILLA: “JESÚS NO ERA UN YOGUI”

“Afirmar que la sabiduría de Jesús proviene de su estancia en la India o el Tíbet antes de iniciar su vida pública a los 30 años es una falta de respeto a los Evangelios”, afirmó el obispo José Ignacio Munilla.

Por Nicolás de Cárdenas


El obispo de Orihuela-Alicante en España, José Ignacio Munilla, alertó sobre las teorías difundidas por el “padre” Pablo d’Ors que suponen una “concepción sincrética del cristianismo y del budismo” y una “interpretación loca del Evangelio”.

“padre” Pablo d'Ors

A petición de un grupo de profesores de religión, el prelado español refutó el planteamiento que el “sacerdote”, fundador de la asociación “Amigos del Desierto”, presentó en el primer encuentro iberoamericano de profesores de religión celebrado en Madrid en mayo de 2022 titulado “Jesús de Nazaret, maestro de conciencia”.

Munilla comenzó explicando la idea central de la ponencia de d’Ors: “Conocemos a Jesús a través de las Escrituras y de la Tradición de la Iglesia, pero su tesis es que tenemos que olvidar todo eso, porque este conocimiento que tenemos de Jesús nos confunde más de lo que nos ilumina: tenemos que deconstruir, como empezar de cero, para conocer a Jesús”.

El prelado señaló en particular que d'Ors sostiene que “en los 30 años de vida oculta, Jesús probablemente no permaneció en Nazaret sino que fue a la India o a otros países donde aprendió la sabiduría oriental, de tal manera que se le puede describir como un yogui.

Para Munilla, esta postura constituye “un supuesto que nace de la proyección de una ideología sobre Jesús, o de una teoría sincrética entre cristianismo y budismo, que al no tener base en los Evangelios, tiene que forzar una interpretación disparatada del Evangelio.

“Afirmar que la sabiduría de Jesús proviene de su estancia en la India o el Tíbet antes de iniciar su vida pública a los 30 años es una falta de respeto a los Evangelios y esconde además otros errores, por ejemplo una concepción errónea de la cristología, añadió.

En este sentido, señaló que afirmar queno parece razonable sostener que Jesús aprendió esta sabiduría directamente de Dios su Padre -como afirma d’Ors, choca frontalmente con las Escrituras, como en el Evangelio según San Juan” (5,19-20; 7,16-17, o 12,49).

Para el prelado, el “sacerdote” proyecta sobre Jesús su pretensión de fusionar cristianismo y budismo, y para ello necesita que sea cierto que la sabiduría de Jesús no viene del Padre sino de la India o del Tíbet.

“De ninguna manera cabe extraer de los Evangelios el disparate de que Jesús era un yogui, porque además de falso, representa un gran error cristológico, enfatizó Munilla.

Obispo José Ignacio Munilla

En segundo lugar, respecto a las declaraciones de d’Ors, el prelado abordó la idea expresada por el “sacerdote” en su best-seller “Biografía del silencio” de que “Jesús es un hombre sabio que nos ayuda a conocernos a nosotros mismos y a descubrir que dentro de nosotros está toda la verdad, el bien y la belleza a la que aspira el hombre”.

Munilla explicó que “el Evangelio no recoge una palabra de Jesús que diga ‘quien me ha visto a mí, se ha visto a sí mismo’. El Evangelio dice: ‘quien me ha visto a mí, ha visto al Padre’. Jesús es quien revela al Padre. Conocer íntimamente a Dios es un conocimiento sobrenatural que Dios revela”.

Este error sobre la revelación conduce a una tercera afirmación que, según el obispo, es contraria a la doctrina católica.

D'Ors dijo que “a esta metáfora del reino de Dios la llamamos conciencia unitaria. Somos uno. Que todos sean uno como tú en mí y yo en ti, dice Jesús. Una conciencia unitaria no dual”.

Ante esto, Munilla recordó que “la fe cristiana proclama que nuestro encuentro con Dios es un encuentro personal, de uno a uno”, lo que implica una dualidad.

“Si fuera unitario, estaríamos entrando en el budismo porque no existe el concepto de un Dios personal con el que hablas, sino que todo se reduce a alcanzar un estado de nirvana en el que te encuentras contigo mismo y con todo el universo”, explicó.

Para el prelado, la propuesta de ir más allá del paradigma bíblico del Dios personal, defendida también por autores como el padre jesuita Xavier Melloni, equivale a “negar el aspecto más específico de la revelación judeocristiana”, que implica la alianza de amor con un Dios personal y trata de reinterpretar el cristianismo en un esfuerzo “por fusionar cristianismo y zen en los parámetros de la Nueva Era”.

Esta pretensión, añadió, “no puede llevarse a cabo sin traicionar gravemente la unicidad del cristianismo, sin vaciarlo de contenido, sin dar la espalda a la ontología misma de Jesucristo”.

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