Por Pedro Luis Llera
Me han hecho llegar estas tres cartas de sendos sacerdotes cancelados argentinos. Y me piden que las difunda. Y lo hago encantado. Ni pongo ni quito nada. Publico las cartas tal cual me han llegado. En estos tiempos de Internet, “todo está conectado” y no se puede ocultar la cruda realidad por mucho que se intente.
Hay muchos buenos sacerdotes que están sufriendo mucho. Y a algunos de ellos los están quitando de en medio sin ninguna clase de compasión, dejándoles sin recursos para subsistir. Mi cariño y mi oración por todos ellos.
Primera Carta
En desagravio de los Corazones de Jesús y María.
Recientemente hemos visto cómo el autoproclamado “colectivo de curas villeros” celebraba una “Misa” en desagravio al “P. Jorge”. Es contradictorio con sus propias posiciones, ya que para ellos las palabras “desagravio”, “reparación”, son antigüedades de un pasado eclesiástico que ellos detestan. Pongo “Misa” entre comillas, porque en realidad fue un acto político del que participaron representantes del oficialismo kirchnerista. Si uno indaga sobre la concepción del Sacramento de la Eucaristía que prima en el “colectivo” (para la mayoría de la gente un “colectivo” era simplemente un vehículo de transporte público, ahora designa un conjunto de personas cegadas por una ideología) de curas villeros y gran parte de los obispos argentinos se podrá dar cuenta que no profesan una fe firme en la Transubstanciación, por eso buscan imponer la comunión en la mano y consideran al Cuerpo de Nuestro Señor como vector de virus.
Repasemos algunas frases de la señora Hebe de Bonafini, que Dios tenga piedad de su alma, sobre algunos hechos y sobre S. Juan Pablo II:
“Por primera vez le pasaron la boleta a Estados Unidos. Yo estaba con mi hija en Cuba y me alegré mucho cuando escuché la noticia. No voy a ser hipócrita con este tema: no me dolió para nada el atentado. Me puse contenta de que, alguna vez, la barrera del mundo, esa barrera inmunda, llena de comida, esa barrera de oro, de riquezas, les cayera encima”, dijo poco después del atentado a las Torres Gemelas.
Con la misma crueldad se refirió al Papa S. Juan Pablo II: “Nosotras deseamos que se queme vivo en el infierno. Es un cerdo. Aunque un sacerdote me dijo que el cerdo se come, y este Papa es incomible”. Ante esto, el “colectivo” y la mayoría del episcopado argentino se mantuvieron en silencio y no hicieron ningún acto de reparación.
Sobre la Iglesia: “El mensaje de la Iglesia es golpista. No cambia en nada los conceptos de su posición golpista y cómplice de la dictadura”.
Sobre el apoyo del P. Jorge: “Francisco dijo que a las Madres de Plaza de Mayo les permite todo. La verdad yo estoy recontenta. Así que yo voy a seguir puteando porque parece que Dios me perdona. Le voy a dar con todo”.
Esta última expresión sintetiza claramente el “pontificado” del P. Jorge. Hay algunos a los que les permite todo, incluso avala que sigan pecando y a otros los “elimina” sistemáticamente de la vida eclesial con penas y duras sanciones, simplemente porque no comparten su ideología. Al padre Spadaro se le permite decir herejías contra Nuestro Señor Jesucristo, al P. James Martin blasfemar constantemente contra la Sagrada Escritura, porque no avala los actos homosexuales, pero a Mons. George Gänswein se lo canceló y se lo echó del Vaticano sin ningún problema, porque el verdadero maestro del P. Jorge, el general Perón, decía: “A los amigos todo, a los enemigos ni justicia”.
En el Calvario, vemos a la Santísima Virgen María concebir junto a la Cruz, entre indecibles dolores, a esa nueva generación de redimidos y hermanos de su Hijo Jesús Crucificado. Como decía Dom Guéranguer (autor despreciado o simplemente desconocido por el “colectivo”): “Inefable unión se establece entre la ofrenda del Verbo Encarnado y la de María; la sangre divina y las lágrimas de la Madre fluyen mezclada para la redención del humano linaje” (Année Liturgique: Viernes de Pasión). Allí se cumple la profecía del anciano Simeón: “Una espada de dolor traspasará tu alma”. De allí se sigue que María es medianera y corredentora, aunque le pese al P. Jorge que ve en esto una “tontería”, un simple delirio piadoso.
Al “colectivo”, a los señores obispos y a toda la nueva “casta sacerdotal” le sugerimos que analicen el caso Tiraboschi, donde el Sr. Juez Eugenio Zaffaroni le redujo la pena a un violador de una menor de 8 años a la que había obligado a realizarle una fellatio. La excusa: que el hombre, si puede ser llamado así, lo había hecho mediante un “juego” y con la luz apagada. Para Zaffaroni, esto volvería el hecho menos traumático en el futuro para la menor. ¿No era que para el P. Jorge los abusos sexuales no prescribían?. Sin embargo, lo olvidó al “condecorar” al “compañero” Zaffaroni con un cargo en el Vaticano, y esto frente al silencio cómplice del episcopado argentino que no profirió ni la más mínima objeción, no sea que les “corten las cabezas y vuelen sus mitras”. Todo queda amparado bajo la “comunión” con el sumo pontífice, comunión que es sólo una uniformidad corporativa que les garantiza mantenerse en sus cargos. Por ello todo sacerdote que sea disidente, debido a su fidelidad a Jesucristo, a la Tradición y al Magisterio de siempre, debe ser cancelado.
Por esto, los sacerdotes cancelados, que somos cada vez más, ofreceremos la Santa Misa en desagravio a los Corazones de Jesús y de María; en reparación a las ofensas hechas contra San Juan Pablo II, a las víctimas de los abusos justificados por el “compañero” Zaffaroni; a la Sagrada Eucaristía, profanada por el constante manoseo y la falta de fe; al Sacramento del Matrimonio, constituido por Jesús como la unión indisoluble entre el varón y la mujer para formar una familia, familia tan olvidada por la nueva religión ecologista y sincrética.
Hermanos del “colectivo”, por favor abran sus ojos y vean cómo aumenta la fila del hambre gracias al “dios Estado” que ustedes tanto defienden; Estado culpable del abominable crimen del aborto, entre otras cosas.
Un sacerdote cancelado
Segunda Carta
Buenos Aires, 5 de septiembre de 2023
Equipo de curas villeros:
Como era de esperar, la anunciada “misa” de desagravio al papa por los insultos que recibiera del candidato Javier Milei, terminó transformándose en un acto más de la campaña electoral del oficialismo kirchnerista. Es lamentable esta utilización de la Iglesia, por parte del gobierno; de la que ustedes -quiero pensar bien- terminaron siendo funcionales.
Es, también, motivo de perplejidad que al final de la misa, en la declaración “Solidarios con el Papa Francisco y con los pobres", en ningún momento, como curas, nombraron a Jesucristo, ni realizaron ninguna referencia bíblica, con frases textuales del Salvador. “Que la Virgen de Luján nos cubra con su manto” es la última frase del documento; y lo más religioso del mismo.
Escriben ustedes que el candidato presidencial en cuestión habló “con desprecio de lo que significa la figura del sucesor de Pedro, afectando la sensibilidad de la grey católica y de quienes lo estiman”. Qué oportuna hubiese sido esta expresión cuando, en tiempos de Juan Pablo II, y Benedicto XVI, por ejemplo, “teólogos de la liberación” y otros curas progresistas, hacían lo propio con ellos; porque no eran de su cuerda.
Dicen, también, que “el Papa no hace más que actualizar la doctrina social de la Iglesia y el magisterio de sus predecesores”. ¿Se refieren a que -como se dijo en el Vaticano- “China es el mejor ejemplo de la aplicación de la doctrina social de la Iglesia”? ¿O es acaso el incondicional posicionamiento con las Naciones Unidas, y los grupos concentrados del poder económico mundial? ¿O, tal vez, el multilateralismo, que amenaza con barrer naciones enteras? Y, en otra frase, resaltan: “Uno se termina preguntando si alguien con ese desorden emocional, que no puede encontrarse con quien piensa distinto sin gritar e insultar, puede soportar las tensiones propias del cargo público al que aspira”. Podemos preguntarnos, aquí: ¿Y con los que piensan distinto del actual oficialismo vaticano, hay consideración? ¿No ven, ustedes, en las distintas diócesis argentinas, y de otros países, buenos sacerdotes, ortodoxos y fieles, que son sistemáticamente despreciados, censurados, “misericordiados” y “cancelados”, por “pensar distinto” al “padre Jorge”? ¿No ven a sus hermanos sacerdotes que están en la pobreza, y hasta la indigencia, por haber sido despojados de toda misión, e ingresos económicos?
Otro párrafo dice: “Nosotros, que vivimos en los barrios populares, valoramos la presencia del Estado, porque sabemos lo necesario de un centro de salud que esté en medio de los vecinos… Entendimos muy bien la necesidad de que los niños y adolescentes tuvieran la posibilidad de la escuela del Estado y la parroquial”. ¿Acaso hay que aplaudir porque el Estado haga lo que tiene que hacer? Además, ¿se refieren a este mismo Estado, que multiplicó los pobres hasta la mitad de la población del país, con sus políticas clientelistas y demagógicas? ¿Y a este Estado que no le da batalla como se debe al narcotráfico; que hace estragos, especialmente, en las villas?
En su ataque directo al candidato Milei afirman: “Creemos que endiosar el mercado lleva a la deshumanización a través del olvido de los más débiles. Si sólo despertás leones, es lógico que se coman a los corderos más indefensos. En la ley de la selva, sólo ganan los más fuertes”. Solo a Dios debemos adorar; ni al mercado, ni al Estado, por supuesto. Pero, acaso, este supuesto “Estado presente”, ¿hizo algo, en serio, por sacar de la pobreza, e indigencia, a los más débiles? ¿O solo les da migajas, con sus planes y subsidios, para que permanezcan siempre dependientes de los demagogos de turno?
¿Es “esperanzador -como dicen ustedes- cuando comenzó a entenderse el valor de los programas sociales y las cooperativas y la posibilidad del trabajo comunitario”? ¿No sería más esperanzador que se apostara, lejos de cualquier cálculo electoralista, a que como manda el Señor cada uno pudiese ganarse el pan, con los medios que elija con libertad, legítimamente, con el sudor de la propia frente (Gn 3, 19)? ¿Y que se multiplicaran, desde las villas, buenos artesanos, dueños de un oficio, profesionales, comerciantes, y emprendedores? ¿No sería más esperanzador que se dejasen de multiplicar las villas -como en estas “décadas perdidas”-, y que los “villeros” puedan vivir con acceso a agua potable, cloacas, asfalto, y servicios sanitarios y educativos, de calidad?
“Tenemos -dicen, también- por delante la urgente necesidad de crecer en la integración socio urbana de las villas con justicia social que se traduzca en salud, educación, alimentación, acceso al deporte, trabajo y seguridad integral para los barrios, que son los primeros en sufrir la inseguridad”. ¿Y eso tienen que hacerlo ustedes, los “curas villeros”? ¿No sería mejor predicarles más a sus pobres de Jesucristo, el único Salvador, en el que se fundamenta la dignidad de cada hombre? ¿Y más que de “integración socio urbana” no sería mejor erradicar las villas, y darles a quienes la integran otra localización más sana, con acceso, por ejemplo, al trabajo de la tierra? ¿No sería mejor que se multiplicaran los “parques industriales”, los “polos de desarrollo” y los buenos barrios de viviendas populares?
En el final, dicen: “Celebrando los 40 años de la recuperación de la democracia invitamos a que no nos dejemos llevar por el ’no te metás’ o el ’sálvese quien pueda’. Aprendiendo del Papa Francisco, queremos ser buenos samaritanos en la comunidad argentina”. ¿Y de celebrar a Jesús, siempre, y en todo lugar, no hablan? Además, ¿la “democracia” puede excusarse de la miseria espantosa y el caos en los que está sumida Argentina?
La llamada “grieta” que nos divide a los argentinos tal vez lleve décadas -o hasta siglos- para ser saldada. Como hermano en el sacerdocio, les pido que trabajen para superarla, y no para agrandarla. Ningún favor les hacemos a nuestros fieles con actos como estos. No está bien que los curas hablemos de “desclasados”, porque ése es un término marxista. El general Perón, a quien ustedes bien conocen, decía que “hay una sola clase de hombres: los que trabajan”. Por lo demás, la figura del Papa Francisco, entre nosotros, lamentablemente, es fuente de fuertes divisiones; incluso en las propias familias. La Iglesia nos prohíbe, a los sacerdotes, ser dirigentes políticos. Peor es, quizás, no serlo; pero sí parecerlo…
Sobre el apoyo del P. Jorge: “Francisco dijo que a las Madres de Plaza de Mayo les permite todo. La verdad yo estoy recontenta. Así que yo voy a seguir puteando porque parece que Dios me perdona. Le voy a dar con todo”.
Esta última expresión sintetiza claramente el “pontificado” del P. Jorge. Hay algunos a los que les permite todo, incluso avala que sigan pecando y a otros los “elimina” sistemáticamente de la vida eclesial con penas y duras sanciones, simplemente porque no comparten su ideología. Al padre Spadaro se le permite decir herejías contra Nuestro Señor Jesucristo, al P. James Martin blasfemar constantemente contra la Sagrada Escritura, porque no avala los actos homosexuales, pero a Mons. George Gänswein se lo canceló y se lo echó del Vaticano sin ningún problema, porque el verdadero maestro del P. Jorge, el general Perón, decía: “A los amigos todo, a los enemigos ni justicia”.
En el Calvario, vemos a la Santísima Virgen María concebir junto a la Cruz, entre indecibles dolores, a esa nueva generación de redimidos y hermanos de su Hijo Jesús Crucificado. Como decía Dom Guéranguer (autor despreciado o simplemente desconocido por el “colectivo”): “Inefable unión se establece entre la ofrenda del Verbo Encarnado y la de María; la sangre divina y las lágrimas de la Madre fluyen mezclada para la redención del humano linaje” (Année Liturgique: Viernes de Pasión). Allí se cumple la profecía del anciano Simeón: “Una espada de dolor traspasará tu alma”. De allí se sigue que María es medianera y corredentora, aunque le pese al P. Jorge que ve en esto una “tontería”, un simple delirio piadoso.
Al “colectivo”, a los señores obispos y a toda la nueva “casta sacerdotal” le sugerimos que analicen el caso Tiraboschi, donde el Sr. Juez Eugenio Zaffaroni le redujo la pena a un violador de una menor de 8 años a la que había obligado a realizarle una fellatio. La excusa: que el hombre, si puede ser llamado así, lo había hecho mediante un “juego” y con la luz apagada. Para Zaffaroni, esto volvería el hecho menos traumático en el futuro para la menor. ¿No era que para el P. Jorge los abusos sexuales no prescribían?. Sin embargo, lo olvidó al “condecorar” al “compañero” Zaffaroni con un cargo en el Vaticano, y esto frente al silencio cómplice del episcopado argentino que no profirió ni la más mínima objeción, no sea que les “corten las cabezas y vuelen sus mitras”. Todo queda amparado bajo la “comunión” con el sumo pontífice, comunión que es sólo una uniformidad corporativa que les garantiza mantenerse en sus cargos. Por ello todo sacerdote que sea disidente, debido a su fidelidad a Jesucristo, a la Tradición y al Magisterio de siempre, debe ser cancelado.
Por esto, los sacerdotes cancelados, que somos cada vez más, ofreceremos la Santa Misa en desagravio a los Corazones de Jesús y de María; en reparación a las ofensas hechas contra San Juan Pablo II, a las víctimas de los abusos justificados por el “compañero” Zaffaroni; a la Sagrada Eucaristía, profanada por el constante manoseo y la falta de fe; al Sacramento del Matrimonio, constituido por Jesús como la unión indisoluble entre el varón y la mujer para formar una familia, familia tan olvidada por la nueva religión ecologista y sincrética.
Hermanos del “colectivo”, por favor abran sus ojos y vean cómo aumenta la fila del hambre gracias al “dios Estado” que ustedes tanto defienden; Estado culpable del abominable crimen del aborto, entre otras cosas.
Un sacerdote cancelado
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Segunda Carta
Buenos Aires, 5 de septiembre de 2023
Equipo de curas villeros:
Como era de esperar, la anunciada “misa” de desagravio al papa por los insultos que recibiera del candidato Javier Milei, terminó transformándose en un acto más de la campaña electoral del oficialismo kirchnerista. Es lamentable esta utilización de la Iglesia, por parte del gobierno; de la que ustedes -quiero pensar bien- terminaron siendo funcionales.
Es, también, motivo de perplejidad que al final de la misa, en la declaración “Solidarios con el Papa Francisco y con los pobres", en ningún momento, como curas, nombraron a Jesucristo, ni realizaron ninguna referencia bíblica, con frases textuales del Salvador. “Que la Virgen de Luján nos cubra con su manto” es la última frase del documento; y lo más religioso del mismo.
Escriben ustedes que el candidato presidencial en cuestión habló “con desprecio de lo que significa la figura del sucesor de Pedro, afectando la sensibilidad de la grey católica y de quienes lo estiman”. Qué oportuna hubiese sido esta expresión cuando, en tiempos de Juan Pablo II, y Benedicto XVI, por ejemplo, “teólogos de la liberación” y otros curas progresistas, hacían lo propio con ellos; porque no eran de su cuerda.
Dicen, también, que “el Papa no hace más que actualizar la doctrina social de la Iglesia y el magisterio de sus predecesores”. ¿Se refieren a que -como se dijo en el Vaticano- “China es el mejor ejemplo de la aplicación de la doctrina social de la Iglesia”? ¿O es acaso el incondicional posicionamiento con las Naciones Unidas, y los grupos concentrados del poder económico mundial? ¿O, tal vez, el multilateralismo, que amenaza con barrer naciones enteras? Y, en otra frase, resaltan: “Uno se termina preguntando si alguien con ese desorden emocional, que no puede encontrarse con quien piensa distinto sin gritar e insultar, puede soportar las tensiones propias del cargo público al que aspira”. Podemos preguntarnos, aquí: ¿Y con los que piensan distinto del actual oficialismo vaticano, hay consideración? ¿No ven, ustedes, en las distintas diócesis argentinas, y de otros países, buenos sacerdotes, ortodoxos y fieles, que son sistemáticamente despreciados, censurados, “misericordiados” y “cancelados”, por “pensar distinto” al “padre Jorge”? ¿No ven a sus hermanos sacerdotes que están en la pobreza, y hasta la indigencia, por haber sido despojados de toda misión, e ingresos económicos?
En su ataque directo al candidato Milei afirman: “Creemos que endiosar el mercado lleva a la deshumanización a través del olvido de los más débiles. Si sólo despertás leones, es lógico que se coman a los corderos más indefensos. En la ley de la selva, sólo ganan los más fuertes”. Solo a Dios debemos adorar; ni al mercado, ni al Estado, por supuesto. Pero, acaso, este supuesto “Estado presente”, ¿hizo algo, en serio, por sacar de la pobreza, e indigencia, a los más débiles? ¿O solo les da migajas, con sus planes y subsidios, para que permanezcan siempre dependientes de los demagogos de turno?
¿Es “esperanzador -como dicen ustedes- cuando comenzó a entenderse el valor de los programas sociales y las cooperativas y la posibilidad del trabajo comunitario”? ¿No sería más esperanzador que se apostara, lejos de cualquier cálculo electoralista, a que como manda el Señor cada uno pudiese ganarse el pan, con los medios que elija con libertad, legítimamente, con el sudor de la propia frente (Gn 3, 19)? ¿Y que se multiplicaran, desde las villas, buenos artesanos, dueños de un oficio, profesionales, comerciantes, y emprendedores? ¿No sería más esperanzador que se dejasen de multiplicar las villas -como en estas “décadas perdidas”-, y que los “villeros” puedan vivir con acceso a agua potable, cloacas, asfalto, y servicios sanitarios y educativos, de calidad?
“Tenemos -dicen, también- por delante la urgente necesidad de crecer en la integración socio urbana de las villas con justicia social que se traduzca en salud, educación, alimentación, acceso al deporte, trabajo y seguridad integral para los barrios, que son los primeros en sufrir la inseguridad”. ¿Y eso tienen que hacerlo ustedes, los “curas villeros”? ¿No sería mejor predicarles más a sus pobres de Jesucristo, el único Salvador, en el que se fundamenta la dignidad de cada hombre? ¿Y más que de “integración socio urbana” no sería mejor erradicar las villas, y darles a quienes la integran otra localización más sana, con acceso, por ejemplo, al trabajo de la tierra? ¿No sería mejor que se multiplicaran los “parques industriales”, los “polos de desarrollo” y los buenos barrios de viviendas populares?
En el final, dicen: “Celebrando los 40 años de la recuperación de la democracia invitamos a que no nos dejemos llevar por el ’no te metás’ o el ’sálvese quien pueda’. Aprendiendo del Papa Francisco, queremos ser buenos samaritanos en la comunidad argentina”. ¿Y de celebrar a Jesús, siempre, y en todo lugar, no hablan? Además, ¿la “democracia” puede excusarse de la miseria espantosa y el caos en los que está sumida Argentina?
La llamada “grieta” que nos divide a los argentinos tal vez lleve décadas -o hasta siglos- para ser saldada. Como hermano en el sacerdocio, les pido que trabajen para superarla, y no para agrandarla. Ningún favor les hacemos a nuestros fieles con actos como estos. No está bien que los curas hablemos de “desclasados”, porque ése es un término marxista. El general Perón, a quien ustedes bien conocen, decía que “hay una sola clase de hombres: los que trabajan”. Por lo demás, la figura del Papa Francisco, entre nosotros, lamentablemente, es fuente de fuertes divisiones; incluso en las propias familias. La Iglesia nos prohíbe, a los sacerdotes, ser dirigentes políticos. Peor es, quizás, no serlo; pero sí parecerlo…
Hicieron ustedes este acto en el día en que la Iglesia celebra a la Madre Teresa de Calcuta. Ella es, en verdad, un digno ejemplo de amor a los pobres, desde Cristo; sin ninguna ideología. Y bien sabido es cómo jamás quiso recibir ayuda de ningún tipo de los gobiernos; para evitar toda forma de manipulación, u otras consecuencias. Ella -y sus hijas, las Misioneras de la Caridad- nos enseñan que todo debemos hacerlo por Jesús, y no por nosotros mismos. Y menos aún, por los enemigos del Crucificado, y de la Cruz.
Con afecto en Jesús, y la Virgen.
Un Sacerdote cancelado.
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Tercera Carta
29 de agosto, Martirio de San Juan Bautista.
Padre Pepe:
No sé si esta carta te llegará, cuando quise contactarte para que te comunicaras con tu querido “P. Jorge”, para que frenara la imposición del crimen abominable del aborto en nuestro país, fue inútil, parece que tu contacto sólo responde si hay donaciones para tu apostolado. ¿No podía el “P. Jorge” haber hecho una videoconferencia desde Roma en aquel momento para exponerla en el Congreso? Veo que estás muy preocupado, porque decís que lo han llamado “zurdo y comunista”. ¿Cuál es el problema? Han identificado mal el partido, claro, es peronista. Pero según él, los zurdos y comunistas pueden ser los auténticos cristianos, porque de hecho firmó un pacto con el gobierno comunista chino, aunque eso implicara persecución, cárcel y muerte para los verdaderos católicos chinos, que paradójicamente son fieles a Roma, como se lo aclaró el Cardenal Zen.
Pepe di Paola junto a su mentor, el “P. Jorge”
Me atrevo a tratarte de vos, porque soy un hermano tuyo en el sacerdocio, aunque claro no debo serlo plenamente, porque los que no compartimos la ideología peronista y progresista del “P. Jorge”, somos sistemáticamente cancelados, se nos realizan procesos dignos de la inquisición imaginada por el protestantismo y no se ahorran esfuerzos por ensuciarnos públicamente. O incluso se llega hasta quitar el estado clerical, como se hizo con el P. Frank Pavone, máximo defensor provida de USA. Claro, es que al “P. Jorge” le molestan mucho los sacerdotes norteamericanos que quieren ser fieles a la enseñanza cristiana de siempre. Quiero decirte que te conocí personalmente y en aquel momento me parecías un sacerdote que sinceramente querías llevar a Jesús a los más pobres. Poco importo yo, es más aunque me vieras no te acordarías de mí. Yo no salgo en los medios ni me abrazo con políticos. Pero me has decepcionado. Vos te abrazás con Cristina y Alberto, promotores de la ideología de género y del aborto, que ha acabado con la vida de casi 290.000 niños en los últimos dos años, pero parece que ellos no son los más pobres de los pobres, a pesar de que no tienen absolutamente nada, más que la vida. Y te cuento que la ideología de género, disfrazada ahora de “pastoral de diversidad sexual”, llegó al extremo de acabar con la vida del niño Lucio Dupuy; pero claro como no ajusta en el sistema ideológico, no merece una Misa de reparación. Incluso te atreviste a pedir la causa de beatificación de Eva de Perón, una mujer que decía: “Mi general, las mujeres peronistas somos fanáticas, porque para nosotras usted es Dios”. ¿Para qué hacer una misa de reparación por los agravios al “P. Jorge”? Simplemente hubieras hecho con tus compañeros un ritual a la Pachamama. Total, todo da lo mismo. Si sos tan amigo del “P. Jorge” por qué no le decís que hirió a todas las víctimas de los absueltos por Zaffaroni al hacerlo miembro de un organismo del Vaticano, incluida una nena que tenía ocho años cuando le destruyeron la vida, pero claro el abusador había apagado la luz. Por qué no le decís a tu compañero y arzobispo que reparen la profanación de un lugar sagrado, como la catedral de Bs As, a la que convirtieron en un salón de murgas. ¿Por qué celebrar una misa? La Misa es el sacrificio de Cristo. “Nada reemplazará jamás una Misa por la salvación de mundo”, decía Benedicto XVI, un hombre al que calumniaron mil veces y nadie organizó nada en reparación. Claro, a pesar de ser Papa, no era argentino ni peronista.
Sólo quisiera que no digas que todos los católicos estamos ofendidos por lo que le han dicho al “P. Jorge”, porque somos muchos los católicos, incluso sacerdotes, religiosos y hasta obispos que hemos sido tratados ofensivamente por quien debería ser el Pastor de todos. Aunque él dice que en la Iglesia entran todos, no entramos aquellos que creemos en Jesús tal cual ha sido revelado por los Evangelios y transmitido por la Tradición y el Magisterio de siempre hasta Benedicto XVI. Te cuento que ni siquiera sé latín, por si estás pensando que te escribe un “cura retranca”. Basta mucho menos que eso, para que los obispos del “P. Jorge” te cancelen y te hagan sentir el peso de su “misericordia”. Jesús y su Santísima Madre, de la que el “P. Jorge” dijo que era una “tontera” llamar Corredentora, iluminen tu corazón, para que escuches a tu pueblo, porque la mayoría de los más pobres votó por lo opuesto a tus amigos. ¿Qué bien hace el Estado con escuelas donde se adoctrina a los niños y se les enseña a hablar “inclusivamente” con “e”? ¿Qué bien hace el estado para proteger a quienes son asesinados para robarle un celular? Y lo de la salud pública, pregúntale a un jubilado que pone su vida en las manos del “santo” PAMI. Dios tenga misericordia de los misericordiosos que se han adueñado de la Iglesia de Cristo.
Hoy es el día del martirio de San Juan Bautista, hoy también lo hubieran degollado porque es políticamente incorrecto oponerse al adulterio, y el mismo destino seguirían teniendo San Juan Fisher, y Santo Tomás Moro.
Un sacerdote cancelado
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