Francisco ha nombrado dos nuevos miembros del Dicasterio para el culto divino y la disciplina de los sacramentos: el cardenal João Braz de Aviz, prefecto del Dicasterio para los institutos de vida consagrada y las sociedades de vida apostólica (antes Congregación para los religiosos), y el cardenal José Tolentino de Mendonça, prefecto del Dicasterio de Cultura y Educación (antiguo Consejo Pontificio para la Cultura y Congregación para la Educación Católica) [en italiano aquí]. Ambos son enemigos de la Tradición y están estrictamente alineados con las posiciones bergoglianas.
Después de jubilar apresuradamente al cardenal Robert Sarah en 2021, Francisco nombró al entonces secretario de la Congregación, el arzobispo inglés Arthur Roche, un destacado representante del polo opuesto a Sarah, para el cargo de prefecto. Poco después se publicó en forma de motu proprio la carta apostólica Traditionis custodes, que a pesar de su nombre desautorizaba el Summorum Pontificum de Benedicto XVI.
Cuando fue retirado, a la edad de setenta y cinco años, Sarah ya había sido aislado por la corte bergogliana. Le habían negado el acceso directo a Francisco y de hecho, Roche ya se sentía el número uno. Francisco no perdonó las simpatías de Sarah por la Tradición y su abierto apoyo a la posibilidad de la celebración eucarística ad orientem, con el sacerdote mirando hacia el tabernáculo, reconociendo que Dios y no la “asamblea” está en el centro de la liturgia.
Roche, en agosto de 2022, fue creado cardenal y llegó como secretario del Dicasterio del Culto Divino monseñor Vittorio Francesco Viola, quien, se dice, lleva en el dedo el anillo episcopal de monseñor Annibale Bugnini, creador de la reforma litúrgica posconciliar, sospechoso de pertenecer a la masonería y por ello destituido por Pablo VI, que lo envió como representante diplomático a Irán.
Los dos nuevos miembros del Dicasterio son pesos pesados de la curia bergogliana y su nombramiento es una señal de Francisco. El cardenal brasileño Braz de Aviz (que cumplió setenta y seis años el pasado mes de abril), en nombre de Francisco, está estrangulando o disolviendo toda una serie de Órdenes Religiosas conservadoras y tradicionales. El cardenal portugués José Tolentino de Mendonça, escritor y poeta, es un teórico del “caminar”, de la “escucha” y de la “creatividad”, conceptos tan vagos como queridos por Francisco.
Fuentes:
prensa.vatican.va
katholisches.info
lospiffero.com
Duc in altum
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