Durante este pasado fin de semana, la ciudad de Ceuta acogió el encuentro de Seminarios del Sur de España en el que participaron 15 Seminarios, tanto Conciliares como Redemptoris Mater, de Andalucía y Murcia.
Según la página web de la diócesis de Cádiz, el citado encuentro “es un momento en el que se convoca a los seminaristas de los cursos de tercero y cuarto, los que están empezando a estudiar la Teología. La finalidad de estos encuentros es crear un clima de comunión, acercamiento y fraternidad entre los chicos que se están preparando para formar parte de los presbiterios de nuestras diócesis, y, por lo tanto, crear un clima de comunión entre los futuros sacerdotes de nuestras diócesis”.
En los días previos a la celebración de este encuentro, el rector del seminario de Cádiz, Ricardo Jiménez, esperaba y deseaba que fueran unos días de convivencia y encuentro, “que nos permitan acercarnos a la idiosincrasia de la realidad ceutí y conocer las otras religiones presentes en la ciudad, y que nos haga tomar conciencia de la importancia de crear puentes de encuentro y diálogo con los creyentes de otras religiones y la necesidad de evangelizar para que nuestros fieles puedan ser sal y luz del mundo”.
En el programa de este encuentro de seminaristas aparece recogido dentro del plan una visita a la Mezquita Sidi Embarek y a un centro hindú. La realidad es que más que una visita al centro hindú, los seminaristas participaron en un rito de oración pagano hinduista que ha causado gran consternación y polémica entre los asistentes.
Estas voces señalan directamente a la diócesis de Cádiz por lo ocurrido por ser el obispado organizador de este encuentro y en concreto al rector del seminario, Ricardo Jiménez, quien capitaneaba esta expedición. Además, remarcan que desde la vicaría general de Ceuta se suele indicar no participar en encuentros con hindúes.
InfoVaticana informó que tuvo conocimiento a través de fuentes directas que el rector del seminario de Cádiz participó activamente del polémico rito hindú. Estas fuentes especifican que los seminaristas de Málaga no asistieron a este encuentro debido a las consecuencias de la DANA en su provincia. Tampoco estuvieron presentes todos los formadores del resto de seminarios.
Estas fuentes relataron que “la visita al templo hindú llegó con retraso por lo que no hubo visita cultural sino que todos fueron introducidos en el templo en horario de oración”.
Ya dentro del templo hindú, se pidió, especialmente a portadores de clergyman, teólogos de los Redemptoris y sacerdotes, hacer círculos con una vela invocando a la su deidad propia del hinduismo. En ese momento, los seminaristas de Jerez y Huelva se retiraron inmediatamente junto con otros seminaristas.
Sin embargo, estas fuentes señalan que “la mayoría de estos portadores de clergyman hicieron círculos con la vela frente a las deidades, especialmente frente a Ganesha” (uno de los dioses más conocidos del hinduismo). Durante esa oración hindú, quien tomó parte activa fue el rector del seminario diocesano de Cádiz y deán de la Catedral, Ricardo Jiménez. El rector del seminario gaditano participó activamente en la ‘adoración’ de deidades hinduistas. Al ritmo de la música, el rector gaditano incensó con una luz a varias imágenes hinduistas participando así de un acto de idolatría mientras el grupo de seminaristas y formadores presenciaban sentados el citado espectáculo.
¿Qué dice la Iglesia sobre la idolatría?
El Catecismo de la Iglesia católica recoge en tres puntos como la idolatría es un pecado que atenta contra el primero de los mandamientos de la Ley de Dios: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con todo tu ser”.
Esto dice el Catecismo sobre la idolatría:
2112): El primer mandamiento condena el politeísmo. Exige al hombre no creer en otros dioses que el Dios verdadero. Y no venerar otras divinidades que al único Dios. La Escritura recuerda constantemente este rechazo de los “ídolos […] oro y plata, obra de las manos de los hombres”, que “tienen boca y no hablan, ojos y no ven”. Estos ídolos vanos hacen vano al que les da culto: “Como ellos serán los que los hacen, cuantos en ellos ponen su confianza” (Sal 115, 4-5.8; cf. Is 44, 9-20; Jr 10, 1-16; Dn 14, 1-30; Ba 6; Sb 13, 1-15,19). Dios, por el contrario, es el “Dios vivo” (Jos 3, 10; Sal 42, 3, etc.), que da vida e interviene en la historia.
2113): La idolatría no se refiere sólo a los cultos falsos del paganismo. Es una tentación constante de la fe. Consiste en divinizar lo que no es Dios. Hay idolatría desde el momento en que el hombre honra y reverencia a una criatura en lugar de Dios. Trátese de dioses o de demonios (por ejemplo, el satanismo), de poder, de placer, de la raza, de los antepasados, del Estado, del dinero, etc. “No podéis servir a Dios y al dinero”, dice Jesús (Mt 6, 24). Numerosos mártires han muerto por no adorar a “la Bestia” (cf Ap 13-14), negándose incluso a simular su culto. La idolatría rechaza el único Señorío de Dios; es, por tanto, incompatible con la comunión divina (cf Gál 5, 20; Ef 5, 5).
2114): La vida humana se unifica en la adoración del Dios Único. El mandamiento de adorar al único Señor da unidad al hombre y lo salva de una dispersión infinita. La idolatría es una perversión del sentido religioso innato en el hombre. El idólatra es el que “aplica a cualquier cosa, en lugar de a Dios, la indestructible noción de Dios” (Orígenes, Contra Celsum, 2, 40)
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