martes, 28 de septiembre de 2021

INQUIETANTES REVELACIONES DE BERGOGLIO SOBRE EL PRE-CÓNCLAVE DE 2013

El papa Francisco especificó claramente las líneas generales del futuro texto que definirá el lugar y el papel de la curia romana, una de las grandes reformas del actual sucesor de Pedro, quien también habló sobre algunas de las circunstancias que rodearon el pre-cónclave de 2013.


La Constitución Praedicate Evangelium

Es la primera vez que el papa evoca, de forma tan precisa, la futura constitución apostólica sobre la 'reforma' de la Iglesia, que debería ser promulgada a finales del año 2021.

Tres pasajes de la entrevista concedida por el Romano Pontífice a la radio española Cope, el 1 de septiembre de 2021, fueron dedicados al futuro documento que eventualmente sustituirá a la constitución Pastor Bonus, firmada por el Papa Juan Pablo II el 28 de junio de 1988.

El papa confirmó así el nombre del documento: "Respecto a la constitución apostólica Praedicate Evangelium, se está trabajando en esto, y el último paso es que yo la lea. Debo leerla porque la tengo que firmar y la tengo que leer palabra por palabra", reveló.

Durante la entrevista, el pontífice argentino aseguró que el futuro texto "no presentará nada nuevo respecto a lo que hemos visto hasta ahora".

"Quizás algunos detalles", añadió el sucesor de Pedro, "algún cambio de dicasterios que se juntan, dos o tres dicasterios más, pero ya está anunciado, por ejemplo, Educación se va a juntar con Cultura. 'Propaganda Fide' se va a juntar con el dicasterio de la 'Nueva Evangelización'".


Revelación del pre-cónclave

Algo más interesante aún es la confirmación explícita de que la actual 'reforma' de la Iglesia forma parte de una agenda programada y decidida antes de la elección de 2013, por un determinado número de cardenales: "la 'reforma', deseada por los cardenales, desde el cónclave de marzo de 2013", insistió Francisco.

"No hay nada mío inventado, lo que hice desde el principio es procurar poner en marcha lo que los cardenales dijimos en las reuniones pre-cónclave para el próximo Papa: el próximo Papa tiene que hacer esto, esto, esto, esto".

"Y esto es lo que yo empecé a poner en marcha. Creo que quedan varias cosas por hacer todavía, pero no hay nada inventado por mí. Yo estoy obedeciendo a lo que se marcó en aquel momento".

El papa afirma que algunos cardenales electores, alineados con 'los reformadores', tal vez no tomaron plena conciencia de las consecuencias de su compromiso: "quizás algunos no se daban cuenta de lo que estaban diciendo o pensaban que no era tan grave, pero algunos temas provocan escozor, es verdad".

"Pero no hay una originalidad mía en el plan", subrayó el pontífice, quien precisó que "el reformismo que se está gestando resume lo que los cardenales dijimos en ese momento". Si hubiera que delimitar la línea que presidió su elección, el pontífice la resume con la exhortación Evangelii Gaudium, que "retoma lo expresado por los cardenales".

Por lo tanto, el hecho de hacer prevalecer la 'dimensión pastoral' sobre las demás, y de enviar la doctrina a las mazmorras del magisterio, parece constituir el núcleo del programa que selló el resultado de la elección de 2013, según lo reconoció el propio pontífice romano.


Una especie de capitulación

La palabra "capitulación" puede referirse a un "acuerdo que regula ciertos privilegios y deberes, negociado al final de una discusión o un enfrentamiento". Se refiere particularmente a las condiciones que los votantes, mientras el Imperio estaba vacante, ofrecían a quien fuera elegido Emperador, y que este último debía firmar antes de su elección.

El término fue adoptado para la elección de los Papas. En este sentido, la capitulación es un acta elaborada por el colegio cardenalicio durante un cónclave. Por lo general, el texto se preparaba antes de la primera votación y todos los cardenales tenían que jurar respetar el texto en caso de elección.

Entre los siglos XIV y XVII, la historia de la Iglesia registra unas quince capitulaciones que tuvieron diversos desenlaces.

Aun teniendo en cuenta este conocido fenómeno histórico, no deja de sorprender la conclusión del papa: "Una cosa está clara: la reforma no será otra cosa que poner en marcha lo de los cardenales, lo que pedimos en el pre-cónclave, y que se está viendo".

Que los cardenales discutan el futuro de la Iglesia antes de un cónclave es una cosa. Pero que un grupo específico de cardenales tome una decisión que involucra al futuro Papa, quien no hará más que implementar el plan que sus electores han decidido, es otra muy distinta.

Entramos así en la lógica de los partidos: se elige a un hombre en base al programa que obtiene más votos, programa que luego debe llevar a cabo. Ya no se trata de la Santa Iglesia, sino de una organización puramente humana, que se olvida de la misión divina que debería animarla.

Terminemos con una pregunta: ¿qué contenía este "programa" decidido durante el pre-cónclave?


Fuente: Il Sismografo – FSSPX.Actualités



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