Por Leonardo Guerra
Los contextos sociales y organizativos complejos, como los de alto contenido tecnológico y alto impacto social, en los que he trabajado durante más de 40 años, siempre han demostrado ser verdaderas incubadoras predictivas de nuevas dinámicas sociales. Por lo tanto, se pueden encontrar allí algunas claves interesantes y aplicables para entender lo que ha estado sucediendo en nuestra sociedad en los últimos tres años. De hecho, nuevos fenómenos y programas a gran escala aparecen de forma anticipada y prioritaria precisamente en estos contextos laborales. Así lo demuestra el uso de ciertos términos prodrómicos del cambio sociológico actual que intercepté allá por 2014, 2016 y 2018, y me refiero a ciertas "palabras trazadoras" que se han convertido en verdaderas palabras de moda desde 2020, como "sostenibilidad", "resiliencia", "gran reseteo", etc.
El profesor Mattias Desmet, autor del libro: "Psicología del totalitarismo" y el psicoanalista Emilio Mordini (entrevista en La Verità del 31 de octubre de 2022, "El pueblo cómplice de las restricciones") han ilustrado con gran precisión los mecanismos a través de los cuales los sistemas totalitarios crean a las masas y cómo los propios individuos se adhieren voluntariamente a sus programas, es decir: "Nosotros somos el problema... y somos la solución".
El tema de la mente humana es un asunto muy amplio y complejo con varias perspectivas de análisis posibles.
Propongo una práctica como "hombre de la calle" para destacar y enfatizar la importancia de recuperar el dominio de nuestra mente como mecanismo defensivo ante un ataque sistemático operado a varios niveles. Buscar, pues, soluciones prácticas para salir todos juntos (inoculados y no inoculados), a nivel individual y social, de este "túnel del materialismo cientifista e inhumano". Mientras tanto, nuestros gobernantes no parecen querer desprenderse en absoluto del esquema globalista; por el contrario, parecen querer contribuir al objetivo estratégico de controlar a la gente, controlar sus mentes y, por lo tanto, su comportamiento colectivo.
Veamos brevemente algunos de los aspectos en los que actualmente están “trabajando” para lograr el resultado que desean y lo que pueden hacer al respecto.
El primero es sin duda el de la sugestión, por su poderoso papel en nuestra vida cotidiana. Con una sugestión, una persona muy a menudo se convence de algo incluso antes de empezar a tratar de entender la verdad. Creer en algo en cuanto alguien te lo dice y formarte una opinión de inmediato es lo más fácil, porque nos ahorra la molestia de investigar más y quizás, al mismo tiempo, nos da la ventaja oportunista de complacer a quienes nos lo sugieren. La naturaleza de la mente es tal que la primera sugerencia causa una gran impresión, y si nos la sugieren el Primer Ministro/Presidente y/o los principales medios de comunicación, más razón para que la mayoría de la gente tome por "oro" lo que se le sugiere.
Al dejarnos influir y depender realmente de lo que piensan y dicen los poderosos, entregamos nuestras mentes y nuestras vidas en sus manos. Sobre todo, no desarrollamos en nosotros el sentido de la justicia, una capacidad indispensable para comprender correctamente la realidad y así poder elegir conscientemente.
Cuando una persona con estas características, es llevada de repente a funciones de alta responsabilidad y poder, se forma una opinión sólo escuchando a quien le condiciona y le tiene en el bolsillo, producirá inevitablemente desastres sociales y económicos y mucho sufrimiento en la gente que depende de él. Estas personas son elegidas precisamente por esta propensión a obedecer sin rechistar, aunque sean claramente incapaces de ocupar puestos de responsabilidad pública.
Las sociedades modernas sufren mucho de esta debilidad, debido a una progresiva falta de conocimiento y sabiduría. En la antigüedad, la gente sufría sobre todo físicamente, pero era mucho más libre porque la opresión provenía de un hombre en el poder y su ejército. Hoy en día, se disfruta de mucha menos libertad porque el sistema de opresión es mucho más penetrante y el sufrimiento es principalmente mental.
Dejarse influenciar es una debilidad muy importante y peligrosa que ahora está presente en muchas personas. Nos hemos vuelto mucho más débiles mentalmente, como pueblo, después de que nuestras raíces culturales y religiosas han sido cortadas y hemos sido "alimentados" con materialismo y relativismo moral durante décadas. Sin embargo, tenemos la responsabilidad de volver a lo que siempre hemos sido como personas y pueblos. Hoy en día, dependemos de las decisiones y opiniones de tantos políticos, no aptos para el poder, que operan continuamente en automático sin hacerse ninguna pregunta. La mejor manera de reaccionar y contrarrestar sus constantes sugerencias y mentiras sigue siendo intentar sacar a la luz los hechos.
Los últimos tres años han sido especialmente importantes y negativos por las medidas ilegítimas adoptadas por los gobiernos, con la abolición de las garantías y libertades constitucionales individuales, en un clima de aparente democracia basada en la mentira y orientada exclusivamente a garantizar el beneficio y los intereses de la élite global, a la que responden. Las falsas emergencias se han sucedido y se han malgastado prolongando un continuo estado de excepción. Han destruido la vida de muchas personas y gran parte del tejido económico de los países ante la indiferencia general de la mayoría de los ciudadanos. Los hechos les desmintieron desde el primer momento, pero de todos modos llevaron a cabo sus opciones políticas, desprovistas de toda base científica, queridas y dictadas únicamente por un interés muy fuerte de unos pocos en detrimento de los más, orquestado y coordinado a nivel de un bloque de países de la OTAN.
La impresión producida en la mente de las personas ha sido decididamente fuerte y profunda, gracias al despliegue de una cantidad sin precedentes de recursos económicos y tecnología, en una guerra no convencional dirigida a los ciudadanos.
El efecto social y antropológico que persiguen sus planes es claramente conseguir una resignación de la población, una idea que después de 3 años está calando en muchos de nosotros. Muchas personas convencidas y/o forzadas a entrar en esta "burbuja psicológica" se están convenciendo de que lo que el gobierno propone es probablemente el único mundo posible. Esta es la verdadera intención de la élite que alimenta y sostiene su pensamiento, sus acciones, sus mentiras y las de todos sus colaboradores para lograr el condicionamiento mental del pueblo. Es un verdadero plan diabólico. El resultado esperado es el control total, utilizando al pueblo y a las masas como marionetas.
Nos encontramos, pues, en una forma de totalitarismo blando (disfrazado de sistema democrático, que además de un ejercicio de retórica psiquiátrica, lleva una "piel de cordero"), que administra a la sociedad un modelo de vida materialista, cientifista y mortífero, orientado al máximo beneficio a costa del hombre, que se convierte en un factor de producción trivial a la par que material de consumo. Esta toma de conciencia debe hacernos reflexionar urgentemente a todos juntos sobre la importancia de volver a ser dueños de nuestro destino, como individuos y colectividades, y por lo tanto, de nuestras vidas, para recuperar la posesión de una existencia que privilegie la vida y el hombre, por encima de la cultura de la muerte, y el desarrollo de la humanidad por encima del beneficio nihilista.
El paradigma social y antropológico en el que se basa su modelo globalista depredador de la "sociedad de la muerte", desprovisto de sentimientos, se apoya en tres pilares que permiten su autosostenimiento y autoalimentación, y representa la evolución del ya diabólico "dividi et impera" (divide y reinarás) y "panem et circenses" (pan y circo), en detalle:
El paradigma social y antropológico en el que se basa su modelo globalista depredador de la "sociedad de la muerte", desprovisto de sentimientos, se apoya en tres pilares que permiten su autosostenimiento y autoalimentación, y representa la evolución del ya diabólico "dividi et impera" (divide y reinarás) y "panem et circenses" (pan y circo), en detalle:
SEPARACIÓN - COMPETICIÓN - CONFLICTO
Por lo tanto, es urgente escapar de este proceso que absorbe nuestra energía vital, especialmente la energía mental, y la utiliza como combustible. Debemos evitar participar no aceptando sus provocaciones. A partir de los conflictos perennes obtienen el control de la vida de pueblos enteros y enormes beneficios.
Comprendamos mejor qué cualidades de la mente quieren golpear y bloquear en los pueblos, para lograr su objetivo.
Desde los tiempos de Odiseo, las estratagemas militares utilizadas para sugestionar y paralizar las mentes de los pueblos han sido siempre las mismas: "caballos de Troya" (v1rus y “vacunac1on”), terror (boletines de muerte cov1dica las 24 horas del día, todos los días) y caos continuo (medidas vertiginosas para confundir a los inciertos y hacerlos "volver al redil").
[Ya he hablado de la "polarización de la sociedad" en bloques opuestos, de la "atomización de los individuos" y de la "programación predictiva" (desensibilización con técnicas subliminales) en un artículo anterior aquí].
Esta élite que maniobra los gobiernos siempre ha estado muy familiarizada con la psicología de las masas y la neurociencia. Ha creado universidades y facultades dedicadas a descifrar y cartografiar los mecanismos que regulan el comportamiento humano (por ejemplo, el "Instituto Tavistock de Relaciones Humanas", etc.). En contra del propósito de las tradiciones milenarias, de las que se han nutrido, esta élite siempre ha utilizado el conocimiento contra la humanidad. Esta mala intención es la que sostiene y dirige sus pensamientos, acciones y palabras. Este es el principal factor tóxico de la situación que vivimos, mucho más que las tecnologías inoculadas a las personas.
Desde hace milenios, las antiguas escuelas de sabiduría de los parsis (unos 8.000 años), los hindúes (unos 3.000 años) y la más reciente del cristianismo (unos 2.000 años), nos han transmitido que el ser humano consta de cuerpo, mente y espíritu (alma) y que estos tres niveles de existencia se entrecruzan. El eje principal sobre el que gira esta "trinidad" es la mente. Sin un desarrollo adecuado de la mente, no se puede lograr la capacidad de trascender y ser consciente de Dios y de la Ética trascendente. Un estado mental insano también produce efectos negativos (enfermedad) en el cuerpo. La amplitud y profundidad de la mente de un hombre determina la grandeza de su visión. La mente también ha sido siempre famosa por ser "la casa de los espejos" por su capacidad de reflejarse de un individuo a otro.
La mente, además, tiene la misma cualidad que la tierra, es decir, devuelve en abundancia todo lo que cae sobre ella y echa raíces. Si son semillas de mala hierba, crecerán malas hierbas en abundancia; si, por el contrario, son buenas semillas, tendremos una rica cosecha para mantener a nuestra comunidad y afrontar el invierno. La agricultura enseña mucho desde el punto de vista simbólico. Así se explica que el control de la mente resulte un sistema mucho más eficaz que la represión física. En el plano físico, la medicalización de la población contribuye obviamente a reducir la energía total disponible.
La primera de ellas es el pensamiento, que consta de dos aspectos: imaginar, que es una acción automática que, con un desarrollo adecuado de la belleza y la armonía, nos ayuda a concebir la presencia de Dios (sin Dios, la verdad no se puede alcanzar y sucumbimos inevitablemente al relativismo moral) y pensar. Ambos requieren fuerza y energía. De la primera surge la creatividad y de la segunda, mediante el uso de la voluntad, el pensamiento intencional.
El segundo aspecto de la mente es la memoria que trabaja sobre la percepción, captando impresiones, recogiéndolas y organizándolas. La mente es un almacén en el que la memoria es el departamento que se encarga de que todo lo que entra por los sentidos, cada experiencia de la vida, se almacene en orden para poder recordarlo en su momento. La memoria de nuestros antepasados también se transmite de generación en generación con la herencia genética (epigenética).
Los sistemas totalitarios del siglo pasado (el comunismo y el nazismo, ambos con la misma raíz del socialismo, al igual que el globalismo elitista y esclavista) produjeron un "reset" mediante el uso sistemático del terror, la represión física, borrando y reseteando la memoria de los pueblos; quemaron libros y/o eliminaron físicamente a personas influyentes, a intelectuales. De este modo, podían hacer una "tabula rasa" de su experiencia anterior, con lo que les resultaba fácil afirmar sus mentiras como verdad. ¿Es una coincidencia que en tres años de supuesta “pandem1a” nunca se mencionara el papel esencial de la inmunidad natural, hasta el punto de que incluso los curados e inmunes se vieran obligados a someterse a un tratamiento impropiamente llamado “სαcuna”, negando 70 años de medicina y siglos de historia epidémica?
Curiosamente, todos los totalitarismos están, además, obsesionados sobre todo con el adoctrinamiento de la juventud y la infancia. La razón es obvia: aprovechar el futuro de una nación y un pueblo. ¿Le suena la obsesión por “სαcunar” incluso a los jóvenes y niños, poblaciones con “riesgo cero” según informaban al principio de esta operación de control social?
La tercera cualidad es la concentración, una función clave para gestionar nuestra mente y nuestro pensamiento. Al recurrir a nuestra memoria y utilizar nuestra voluntad, ganamos la capacidad de concentración, que es esencial para poder excluir los pensamientos e impresiones no deseados inducidos por los manipuladores, eligiendo en su lugar gastar nuestras energías sólo en aquellos que son deseables. El éxito y el progreso en todas las actividades de la vida dependen de nuestra capacidad de concentración.
Esta élite que maniobra los gobiernos siempre ha estado muy familiarizada con la psicología de las masas y la neurociencia. Ha creado universidades y facultades dedicadas a descifrar y cartografiar los mecanismos que regulan el comportamiento humano (por ejemplo, el "Instituto Tavistock de Relaciones Humanas", etc.). En contra del propósito de las tradiciones milenarias, de las que se han nutrido, esta élite siempre ha utilizado el conocimiento contra la humanidad. Esta mala intención es la que sostiene y dirige sus pensamientos, acciones y palabras. Este es el principal factor tóxico de la situación que vivimos, mucho más que las tecnologías inoculadas a las personas.
Desde hace milenios, las antiguas escuelas de sabiduría de los parsis (unos 8.000 años), los hindúes (unos 3.000 años) y la más reciente del cristianismo (unos 2.000 años), nos han transmitido que el ser humano consta de cuerpo, mente y espíritu (alma) y que estos tres niveles de existencia se entrecruzan. El eje principal sobre el que gira esta "trinidad" es la mente. Sin un desarrollo adecuado de la mente, no se puede lograr la capacidad de trascender y ser consciente de Dios y de la Ética trascendente. Un estado mental insano también produce efectos negativos (enfermedad) en el cuerpo. La amplitud y profundidad de la mente de un hombre determina la grandeza de su visión. La mente también ha sido siempre famosa por ser "la casa de los espejos" por su capacidad de reflejarse de un individuo a otro.
La mente, además, tiene la misma cualidad que la tierra, es decir, devuelve en abundancia todo lo que cae sobre ella y echa raíces. Si son semillas de mala hierba, crecerán malas hierbas en abundancia; si, por el contrario, son buenas semillas, tendremos una rica cosecha para mantener a nuestra comunidad y afrontar el invierno. La agricultura enseña mucho desde el punto de vista simbólico. Así se explica que el control de la mente resulte un sistema mucho más eficaz que la represión física. En el plano físico, la medicalización de la población contribuye obviamente a reducir la energía total disponible.
Las cinco cualidades principales de la mente
El segundo aspecto de la mente es la memoria que trabaja sobre la percepción, captando impresiones, recogiéndolas y organizándolas. La mente es un almacén en el que la memoria es el departamento que se encarga de que todo lo que entra por los sentidos, cada experiencia de la vida, se almacene en orden para poder recordarlo en su momento. La memoria de nuestros antepasados también se transmite de generación en generación con la herencia genética (epigenética).
Los sistemas totalitarios del siglo pasado (el comunismo y el nazismo, ambos con la misma raíz del socialismo, al igual que el globalismo elitista y esclavista) produjeron un "reset" mediante el uso sistemático del terror, la represión física, borrando y reseteando la memoria de los pueblos; quemaron libros y/o eliminaron físicamente a personas influyentes, a intelectuales. De este modo, podían hacer una "tabula rasa" de su experiencia anterior, con lo que les resultaba fácil afirmar sus mentiras como verdad. ¿Es una coincidencia que en tres años de supuesta “pandem1a” nunca se mencionara el papel esencial de la inmunidad natural, hasta el punto de que incluso los curados e inmunes se vieran obligados a someterse a un tratamiento impropiamente llamado “სαcuna”, negando 70 años de medicina y siglos de historia epidémica?
Curiosamente, todos los totalitarismos están, además, obsesionados sobre todo con el adoctrinamiento de la juventud y la infancia. La razón es obvia: aprovechar el futuro de una nación y un pueblo. ¿Le suena la obsesión por “სαcunar” incluso a los jóvenes y niños, poblaciones con “riesgo cero” según informaban al principio de esta operación de control social?
La tercera cualidad es la concentración, una función clave para gestionar nuestra mente y nuestro pensamiento. Al recurrir a nuestra memoria y utilizar nuestra voluntad, ganamos la capacidad de concentración, que es esencial para poder excluir los pensamientos e impresiones no deseados inducidos por los manipuladores, eligiendo en su lugar gastar nuestras energías sólo en aquellos que son deseables. El éxito y el progreso en todas las actividades de la vida dependen de nuestra capacidad de concentración.
El cuarto aspecto es el razonamiento. La capacidad de razonar es antitética al pensamiento único porque las verdaderas soluciones surgen de la confrontación abierta y constructiva y se deposita la sabiduría. Por eso, en la tradición filosófica grecorromana, nuestras raíces, se concedía gran importancia a la educación de los jóvenes en el razonamiento independiente y crítico, en la confrontación constructiva y tranquila con los demás, para garantizar el desarrollo social en la Polis (sistema social y económico autosuficiente).
El quinto aspecto de la mente es el sentimiento, concretamente: la empatía y la simpatía. Esta facultad no se abre automáticamente, por muy inteligente y sabia que sea una persona, está incompleta, no es "viva" en el sentido humano del término, sin sentir. La mente humana comienza a vivir desde el momento en que la empatía y la simpatía por nuestros semejantes se despiertan en un corazón humano. No es casualidad que el trienio plandémico se caracterice por la separación inducida y la indiferencia hacia nuestros semejantes. El cinismo y la indiferencia son los frutos envenenados de este árbol propuesto por el Foro Económico Mundial. Lo que hace que una persona sea considerada son los sentimiento. La falta de sentimientos paraliza las cuatro cualidades anteriores.
La fuerte identidad, la cultura y los valores cristianos constituyeron una verdadera "raíz primaria" para nuestros pueblos, impenetrable y sobre todo impermeable a las influencias exteriores que querían socavar su estructura y luego saquear los conocimientos, las artes y las riquezas producidas y acumuladas a lo largo de los siglos.
Reapropiarnos de nuestras mentes mediante programas colectivos para fortalecernos interiormente y liberarnos de las influencias manipuladoras es nuestra responsabilidad individual. Despertar las cualidades clave, inhibidas durante estos años de manipulación, es el primer paso en este camino de renacimiento. Reconstruir para proponer, a quienes les interese, una visión y una perspectiva de la sociedad humana, alternativa a la basada en el beneficio y la muerte, que constantemente se nos hace creer que es la única opción posible.
Nuestros pilares:
Por lo tanto, es hora de actuar juntos y dar vida a una sociedad paralela en red y autosuficiente, al estilo de la "Polis" y/o la más reciente República de Venecia. En el que los ciudadanos de "buena voluntad", inoculados y no, que quieran vivir en Libertad, Verdad, Armonía, sin ninguna discriminación, puedan reunirse en lugares físicos y en un sistema organizado capaz de ofrecer todas las respuestas y soluciones posibles a sus necesidades en el respeto al ser humano, en un clima de solidaridad. Una sociedad que abarque todos los aspectos clave de la vida (Escuela, Educación, Cultura, Arte, Trabajo, Solidaridad, Política, etc.) que sea atractiva, sobre todo, para los jóvenes que son las verdaderas víctimas del sistema "materialista-nihilista" del Foro Económico Mundial, en el que el hombre se reduce a material de consumo ("no tendrás nada y serás feliz").
El quinto aspecto de la mente es el sentimiento, concretamente: la empatía y la simpatía. Esta facultad no se abre automáticamente, por muy inteligente y sabia que sea una persona, está incompleta, no es "viva" en el sentido humano del término, sin sentir. La mente humana comienza a vivir desde el momento en que la empatía y la simpatía por nuestros semejantes se despiertan en un corazón humano. No es casualidad que el trienio plandémico se caracterice por la separación inducida y la indiferencia hacia nuestros semejantes. El cinismo y la indiferencia son los frutos envenenados de este árbol propuesto por el Foro Económico Mundial. Lo que hace que una persona sea considerada son los sentimiento. La falta de sentimientos paraliza las cuatro cualidades anteriores.
La fuerte identidad, la cultura y los valores cristianos constituyeron una verdadera "raíz primaria" para nuestros pueblos, impenetrable y sobre todo impermeable a las influencias exteriores que querían socavar su estructura y luego saquear los conocimientos, las artes y las riquezas producidas y acumuladas a lo largo de los siglos.
Reapropiarnos de nuestras mentes mediante programas colectivos para fortalecernos interiormente y liberarnos de las influencias manipuladoras es nuestra responsabilidad individual. Despertar las cualidades clave, inhibidas durante estos años de manipulación, es el primer paso en este camino de renacimiento. Reconstruir para proponer, a quienes les interese, una visión y una perspectiva de la sociedad humana, alternativa a la basada en el beneficio y la muerte, que constantemente se nos hace creer que es la única opción posible.
Nuestros pilares:
COHESIÓN SOCIAL - COLABORACIÓN - DESARROLLO
Por lo tanto, es hora de actuar juntos y dar vida a una sociedad paralela en red y autosuficiente, al estilo de la "Polis" y/o la más reciente República de Venecia. En el que los ciudadanos de "buena voluntad", inoculados y no, que quieran vivir en Libertad, Verdad, Armonía, sin ninguna discriminación, puedan reunirse en lugares físicos y en un sistema organizado capaz de ofrecer todas las respuestas y soluciones posibles a sus necesidades en el respeto al ser humano, en un clima de solidaridad. Una sociedad que abarque todos los aspectos clave de la vida (Escuela, Educación, Cultura, Arte, Trabajo, Solidaridad, Política, etc.) que sea atractiva, sobre todo, para los jóvenes que son las verdaderas víctimas del sistema "materialista-nihilista" del Foro Económico Mundial, en el que el hombre se reduce a material de consumo ("no tendrás nada y serás feliz").
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