sábado, 21 de septiembre de 2024

LA RENDICIÓN DE LAS CARMELITAS DE ARLINGTON

Las Carmelitas de Arlington han decidido regresar al corral de la “santa sede”, reconocer a Bergoglio como “papa” y hacer una alianza con la FSSPX.

Por Cris Yozia


La contienda que comenzó en el mes de abril de 2023 estuvo plagada de idas y vueltas entre las Hermanas, su ahora reelegida Madre Superiora, Teresa Agnes Gerlach, el “obispo” Olson, la Asociación Cristo Rey, los abogados y una comunidad de fieles perplejos ante los acontecimientos. Esta decisión de las Carmelitas de Arlington muestra que han claudicado ante las presiones recibidas en los últimos 18 meses. 

Cuando aquel mes de Abril de 2023 el “obispo” Olson irrumpió en el convento, exigió que se le entregara el ordenador, el iPad y el teléfono móvil de la Madre Gerlach. Olson llegó acompañado de otro “monseñor”, el canciller diocesano y también un “experto en tecnología forense”, alegando que “tenían información” contra la Madre Superiora (Gerlach).
Ese mismo día Olson pasó dos horas interrogando a la Hna. Teresa Gerlach, quien acababa de salir de una intervención quirúrgica y se encontraba medicada.


Cuando el caso se hizo público, las monjas  presentaron una demanda civil  contra Olson alegando que “había invadido su intimidad y se había apoderado de sus bienes personales”.

Olson tomó represalias e hizo la sorpresiva jugada de  revelar  al público en mayo de 2023 que había “recibido un informe en abril de 2023” de que la Madre Teresa Agnes Gerlach del Carmelo había “cometido pecados contra el Sexto Mandamiento y violado su voto de castidad con un sacerdote de fuera de la Diócesis de Fort Worth”.

Posteriormente llegó la orden del Vaticano de que había sido nombrado “comisario pontificio”, y entonces Olson aprovechó la situación para expulsar a la Madre Teresa del monasterio carmelita, afirmando que “su investigación” la había “declarado culpable de violar el Sexto Mandamiento” con un sacerdote.

A la Hermana Gerlach se le dio la opción de apelar la decisión ante el Vaticano, algo que efectivamente hizo y finalmente, su expulsión por parte de Olson fue revocada por el Vaticano en mayo de este año.

Después de ser nombrado “comisario pontificio” por el Vaticano, Olson también fue declarado con “plenos poderes de gobierno” sobre la comunidad.

El 18 de abril, Olson anunció la “encomienda formal” del  Monasterio Carmelita de la Santísima Trinidad  a su organismo carmelita superior, es decir, la Asociación de Cristo Rey en los Estados Unidos de América.

El Carmelo de Arlington rechazó su decreto por considerarlo “una adquisición hostil que no podemos aceptar en conciencia”.

Agregaron que aceptar a la Madre María de la Encarnación, presidenta de la Asociación estadounidense de Cristo Rey, como superiora legítima “pondría en riesgo la integridad de nuestro monasterio como comunidad, amenazando las vocaciones de cada monja, nuestra vida litúrgica y espiritual y los bienes materiales del monasterio. Esta autoridad externa podría fácilmente dispersarnos, imponer su agenda con respecto a nuestra observancia diaria y disponer de nuestros bienes -incluso del propio monasterio- a su antojo, en contra de nuestros votos y de las intenciones de quienes fundaron nuestra comunidad y de nuestros benefactores”.

En medio de todo este escándalo, las monjas escribieron en su sitio web que ya no reconocían la autoridad de Olson, citando la “interferencia sin precedentes, intimidación, agresión, humillación privada y pública y manipulación espiritual como resultado directo de las actitudes y ambiciones del actual Obispo de Fort Worth con respecto a nuestra Reverenda Madre Priora, a nosotras mismas y a nuestra propiedad”, además se ganaron el apoyo del arzobispo Carlo Maria Viganò en su lucha contra Olson.

Entre las novedades más recientes se destaca una carta fechada el 26 de julio a la Madre Marie de la Encarnación (de la Asociación de Cristo Rey), en la cual el “obispo” extorsionador les dijo que les proporcionaría un sacerdote de la Fraternidad Sacerdotal de San Pedro (FSSP) para ofrecer la Misa tradicional en latín y administrar otros sacramentos si las monjas cumplían cuatro condiciones (recordemos que el matón con sotana Olson les había quitado ese “privilegio”).

La primera condición: que las hermanas “se desvincularan públicamente del arzobispo Carlo Maria Viganò y reconocieran al 'papa' Francisco como Vicario de Cristo y Sucesor de Pedro”.

La segunda condición: que la comunidad “reciba y reconozca a la Madre María de la Encarnación como su 'legítima superiora'”.

La tercera condición: “recibir y reconocer a Olson como 'su obispo'”.

La cuarta condición: “eliminar el material de la página web del monasterio, según 'las indicaciones' de la Madre Marie de la Encarnación”.

Ahora, las “monjas rebeldes” han dado el brazo a torcer ya que han cumplido las “condiciones” impuestas, excepto “recibir y reconocer a la Madre María de la Encarnación como su 'legítima superiora'”, ya que han nombrado nuevamente como Madre superiora a la ex expulsada Teresa Agnes.

En su comunicado publicado, las Carmelitas declaran:

Durante los últimos años hemos experimentado mucha alegría y renovación espiritual en el redescubrimiento de las riquezas de la inmemorial tradición litúrgica de la Iglesia. En nuestro deseo de crecer en santidad y en una fidelidad cada vez más profunda a nuestro carisma de Carmelitas Descalzas, y como un medio apropiado para servir mejor a Nuestra Santa Madre la Iglesia, en agosto, tras la decisión unánime del Capítulo del Monasterio, y con el acuerdo de toda la comunidad, completamos los pasos finales necesarios para que nuestro Monasterio se asociara a la Sociedad de San Pío X, que en adelante asegurará nuestra vida sacramental y gobierno continuos. Estamos profundamente agradecidas al Reverendísimo Padre Superior General y a sus delegados aquí en los Estados Unidos por su paternal comprensión y acogida.

El lema del Papa San Pío X era: Restaurar todas las cosas en Cristo. Tal es también el caso de nuestra Comunidad, que ha buscado en la oración, durante un período de muchos años, volver a la plenitud de nuestra Tradición Católica y restaurar todas las cosas en Cristo, tanto en nuestra vida litúrgica como en la forma en que vivimos nuestra vocación carmelita.

Compartimos una afinidad con la Sociedad de San Pío X en su énfasis en la formación de sacerdotes santos y dedicados, dispuestos a sacrificarlo todo por Cristo, lo que coincide con nuestra propia vocación de oración y sacrificio en el corazón de la Iglesia, derramando nuestras vidas por la Iglesia y especialmente por los sacerdotes.

Dada nuestra asociación formal con la Compañía, nuestras elecciones trienales se celebraron aquí en el monasterio en agosto, presididas por un representante enviado por la Superiora General. La Madre Teresa Agnes fue reelegida Priora por un trienio y confirmada en el cargo con jurisdicción suplente de la Compañía.

Estamos muy contentas de poder compartir con los demás nuestra vida de oración y las riquezas de la liturgia tradicional de la Iglesia. Nuestra capilla está abierta para la oración privada y los fieles son bienvenidos a unirse a nosotros para asistir a la Santa Misa diaria celebrada en latín, según el rito romano tradicional.

El comunicado finaliza con un párrafo que muestra que han acabado cediendo a las presiones a las que fueron sometidas por parte de la secta Vaticano II:

Y como siempre, en unión con toda la Iglesia, rezamos por nuestro Santo Padre, el Papa Francisco, y por el Obispo Michael Olson, Obispo de Fort Worth.


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