domingo, 1 de septiembre de 2024

ARZOBISPOS AFRICANOS: “NOS ESTÁN ENVIANDO MISIONEROS DEL MAL”

Antes, Occidente enviaba el Evangelio a África. Ahora, los líderes de la Iglesia africana advierten que las naciones occidentales están promoviendo un mensaje muy diferente en todo el continente.


Desde Kenia hasta Camerún, desde Ghana hasta Tanzania, los arzobispos locales dicen que los trabajadores humanitarios occidentales, los funcionarios gubernamentales e incluso los turistas están promoviendo concepciones seculares de la sexualidad y de la persona humana que son incompatibles no sólo con los valores culturales africanos, sino con las enseñanzas eternas de la fe católica.

De este modo, los prelados africanos advirtieron que el avance de causas seculares como la normalización de la actividad homosexual también está siendo impulsada por esfuerzos mucho más personales, casi “evangelizadores”.

“Son como los misioneros que iban por todas partes a evangelizar”, dijo el arzobispo Renatus Leonard Nkwande de Mwanza, Tanzania. “Excepto que ahora -dijo- Occidente nos está enviando misioneros del mal”.

Ejemplos de este proselitismo ideológico incluyen desde trabajadores de ONGs (organizaciones no gubernamentales) que promueven ideologías sexuales en las aulas hasta activistas que reclutan a jóvenes africanos para fiestas homosexuales.

Los promotores lgbt a menudo niegan este tipo de afirmaciones como “alarmismo propagado por cristianos conservadores”, pero los informes sobre las consecuencias de este problema están muy extendidos entre el episcopado católico de África; y algunos líderes locales citan su propia experiencia de lucha contra esta terrible amenaza moral y espiritual.

Entre ellos se encuentra el arzobispo Charles Palmer-Buckle de Cape Coast (Ghana), cuya archidiócesis abarca partes de Gold Coast, donde hace 140 años llegaron misioneros europeos para propagar la fe católica.

Arzobispo Charles Palmer-Buckle

Pero ahora, el arzobispo Palmer-Buckle dice que los turistas blancos que llegan a las playas de Ghana están promoviendo algo muy diferente entre su gente.

“Vinieron a divertirse y se están metiendo con nuestros niños pequeños en la playa”, dijo al National Catholic Register, “abusando sexualmente de ellos por un poco de dinero”.

El arzobispo de Ghana denunció que “se aprovechan de las necesidades financieras de los lugareños” y calificó a quienes participan en estos aberrantes hechos como “particularmente retorcidos”.

“Ellos mismos ya están deformados -dijo- Y ellos están deformando a estos jóvenes. Es como si, lamento decirlo, el diablo estuviera tratando de conseguir más discípulos”.

Además, el arzobispo Palmer-Buckle agregó que con frecuencia ha tratado con trabajadores humanitarios extranjeros que promueven cosas como la homosexualidad en escuelas y otros lugares, a pesar de que dicho activismo está prohibido por sus estatutos.

Cuando el arzobispo ghanés, una voz importante de la enseñanza sexual ortodoxa en la Iglesia universal, confrontó a los líderes de las ONG sobre estos incidentes, dijo que ellos habían “abdicado de su responsabilidad”.

“Como docente, no es tu derecho exponer al niño a aquello que le resulta perjudicial a largo plazo, como si estuvieras haciendo proselitismo”, afirmó.

Las preocupaciones sobre la explotación sexual de los jóvenes, que puede conducir a trastornos psicológicos y sexuales duraderos, llevaron a la Arquidiócesis de Mwanza, en Tanzania, a crear un grupo de trabajo arquidiocesano para instruir a los jóvenes sobre cómo responder si se enfrentan a personas que los invitan a participar en actividades sexuales inmorales.

“Hemos decidido hacerlo porque hemos visto a mucha gente que viene a reunir a los jóvenes y a entretenerlos”, dijo el arzobispo Nkwande.


También dijo que la preocupación por los occidentales que promueven la desviación sexual está tan extendida que “el primer encuentro con alguien de Europa, ya sea un turista o un trabajador de una ONG, te da miedo. Tratas de alejarte”.

El arzobispo tanzano también habló de ONGs occidentales que distribuyen lubricantes utilizados por los homosexuales en su archidiócesis, algo que “se detuvo durante la administración Trump pero que ha aumentado durante los casi cuatro años de la administración del presidente estadounidense Joe Biden”.

Bajo la presidencia de Biden, la promoción de la ideología lgbt en el extranjero se ha convertido en una parte central de la política exterior estadounidense, y la administración Biden ha gastado más de 4.000 millones de dólares de los contribuyentes en iniciativas para promover la homosexualidad y la ideología de género en todo el mundo (en inglés aquí).

Se comparten historias similares en el país vecino, Kenia, donde el clero dice que el personal asociado con las ONGs promueve la homosexualidad en las aulas e incluso proporciona apoyo financiero a los jóvenes que entran en un estilo de vida homosexual, lo que a su vez atrae a otros jóvenes.

En Uganda, el gobierno ordenó una investigación en 2023 sobre las escuelas gestionadas por ONGs que fueron descritas como “centros de reclutamiento lgbt” (en inglés aquí) cuyo objetivo es “distorsionar las normas de la sociedad africana”. A principios de este año, los líderes religiosos kenianos expresaron su preocupación por la presencia de “contenido lgbt en los libros de texto escolares” (en inglés aquí).

Y en 2017, activistas de una iniciativa sudafricana financiada por organizaciones occidentales como la Fundación Ford y que promueve la homosexualidad a través de “litigios estratégicos” fueron arrestados en la capital de Tanzania, Dar es Salam, y deportados por “promover la homosexualidad”.

“Estos hechos -dicen los líderes de la Iglesia local- no son aislados, sino que son parte de un plan más grande y coordinado para normalizar las tendencias homosexuales entre los jóvenes africanos”.

“No hablamos de ello abiertamente, pero es intencional”, dijo el arzobispo Nkwande.


Estos “valores seculares” también se están importando a África a través de las redes sociales, especialmente en lugares como Kenia, donde más del 60% de los residentes tiene un teléfono inteligente, una tasa mucho más alta que el promedio de los países subsaharianos.

El arzobispo Maurice Muhatia Makumba de Kisumu establece una clara distinción entre el mensaje traído por los evangelizadores externos hace décadas y los mensajes occidentales de secularización y hedonismo promovidos en Kenia por las plataformas de redes sociales de hoy.

“Cuando llegaron los misioneros, trajeron la Buena Nueva”, dijo el arzobispo Muhatia, presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Kenia. “Ahora, la cultura que llega a través de las redes sociales no es una buena noticia, sino una mala noticia”.

En Obala, Camerún, el obispo Sosthène Léopold Bayemi Matjei dijo que “el contenido de las redes sociales de países como Francia, antiguo colonizador del país centroafricano, está provocando una dramática reestructuración de los valores entre la juventud camerunesa”.

Además de los cambios en el lenguaje y en la vestimenta, el obispo Bayemi dijo que ahora está al tanto de informes que indican que algunos jóvenes están organizando grupos sexuales después de haber sido expuestos a la idea a través de videos en línea.

“Son cosas con las que nunca había soñado -dijo- pero ahora vemos que están llegando”.

En Camerún, por ejemplo, el aborto es ilegal, pero el obispo Bayemi dijo que la embajada francesa lo promovió activamente en marzo después de que Francia consagró el aborto como una “libertad garantizada” en su constitución. Además, se dice que las ONGs occidentales otorgan subvenciones a centros de Camerún para que realicen abortos gratuitos, que son tolerados por el gobierno local.

Obispo Sosthène Léopold Bayemi

En lo que respecta a la homosexualidad, varias naciones africanas han respondido a la ofensiva ideológica de Occidente redactando medidas estrictas destinadas a frenar la propagación de la ideología lgbt. Algunas de estas leyes prohíben la identificación pública como homosexual, mientras que otras conllevan duras penas para las relaciones sexuales homosexuales.

A su vez, Occidente ha respondido con duras sanciones económicas. Estados Unidos sancionó a Uganda (en inglés aquípor aprobar una ley que convierte la actividad homosexual en un posible delito capital. Y se especula que la legislación de Ghana que restringe la difusión del activismo lgbt podría hacer perder al país africano 3.800 millones de dólares del Fondo Monetario Internacional (en inglés aquí).

Los arzobispos africanos ven su resistencia a las ideologías depravadas como fidelidad al Evangelio, no como un intento de proteger meramente valores culturales, que “algunos” sugirieron que fue lo que motivó al episcopado africano a rechazar la “declaración” Fiducia suppicans mediante la cual Bergoglio y su secuaz Tucho Fernández promueven bendiciones para parejas homosexuales.

“Es un completo malentendido de la postura de los obispos africanos”, dijo el arzobispo Andrew Nkea Fuanya de la archidiócesis de Bamenda en Camerún, quien dijo que cuando fue ordenado, hizo un juramento de defender la fe católica, no la cultura africana.

Arzobispo Andrew Nkea Fuanya

“Nosotros mantenemos la Tradición de nuestra Iglesia, una, santa, católica y apostólica -afirmó- Y cualquier objeción que planteemos es una objeción a la defensa de nuestra fe tal como la recibimos de nuestros antepasados. No tiene nada que ver con “defender la cultura de África”. Los obispos africanos no defienden la cultura africana. Nosotros defendemos la fe católica”.

En Kenia, el arzobispo Muhatia dijo que le resulta irónico que los occidentales critiquen a los católicos africanos por adoptar los principios de la misma fe que Occidente promovió en África durante el siglo pasado.

“Siempre me pareció extraño que la gente dijera: 'Oh, los católicos africanos están respondiendo de esta manera sólo por una preferencia cultural'”, dijo el arzobispo keniano. “No es un problema cultural. Es la fe que les enseñaron desde el principio y creen que es lo correcto”.

El arzobispo Nkea, quien dijo que se pronunció contra la colonización ideológica en la sesión de octubre de 2023 del sínodo sobre la sinodalidad en Roma, señaló con aprobación que “la mayoría de nuestros gobiernos están rechazando esta colonización ideológica de África, incluso si eso significa perder subvenciones”.

Pero insistió en que los líderes católicos deben seguir instando a las autoridades civiles a mantenerse firmes.

“Como Iglesia, tratamos de tomar posiciones que hagan entender a nuestro gobierno que no pueden vender a nuestro pueblo a cambio de subvenciones de Occidente”, afirmó el presidente de la conferencia episcopal camerunesa.

En Tanzania, el arzobispo Nkwande señala el testimonio de san Carlos Lwanga, uno de los primeros africanos subsaharianos canonizados, como un testimonio para el momento actual. El santo ugandés y sus compañeros fueron martirizados en 1886 después de resistirse a las insinuaciones sexuales inmorales de un rey y luego negarse a renunciar a su fe católica.

El arzobispo Nkwande reconoció que “los católicos africanos no se enfrentan a la muerte por negarse a caer en la inmoralidad sexual, como le ocurrió a San Carlos Lwanga. -dijo- En cambio, se enfrentan a una enorme presión económica y política, pero aún pueden inspirarse en el santo africano”.

“Tenemos que ser fuertes y decir ‘No’”.


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