Por Cris Yozía
“Es necesario hacer una transición hacia un modelo de desarrollo sostenible que reduzca las emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera, fijándose el objetivo de la neutralidad climática”. Esta es la última locura del hombre que se viste de blanco, vive en el Estado del Vaticano y se hace llamar “papa”, muy preocupado por el medioambiente pero completamente despreocupado por su “trabajo”: la salvación de las almas del rebaño que supuestamente debería apacentar.
Con una nueva “carta apostólica” en forma motu proprio llamada “Hermano sol”, ha dispuesto la construcción de “una planta agrivoltaica ubicada dentro del área extraterritorial de Santa María di Galeria que, garantice no sólo el suministro eléctrico de la estación de radio allí existente, sino también el sustento energético completo del Estado de la Ciudad del Vaticano”.
En esta “carta apostólica” (en la que nos endilga al sol como “Hermano”, y después de haber escrito un pasquín que tituló “Nuestra Madre Tierra” cuando los católicos sabemos que nuestra única Madre es la Santa Virgen María), don Bergoglio nos vuelva a hablar sobre “el cuidado de nuestra casa común”, frase que ya utilizó en otra de sus bazofias llamada Laudato si’ que lanzó el 24 de mayo de 2015, ahora vuelve a invitar “a toda la humanidad a tomar conciencia de la necesidad de cambiar estilos de vida, de producción y de consumo, con el fin de contrarrestar el calentamiento global que tiene, entre sus principales causas, el uso generalizado de combustibles fósiles”.
En esta “carta apostólica” (en la que nos endilga al sol como “Hermano”, y después de haber escrito un pasquín que tituló “Nuestra Madre Tierra” cuando los católicos sabemos que nuestra única Madre es la Santa Virgen María), don Bergoglio nos vuelva a hablar sobre “el cuidado de nuestra casa común”, frase que ya utilizó en otra de sus bazofias llamada Laudato si’ que lanzó el 24 de mayo de 2015, ahora vuelve a invitar “a toda la humanidad a tomar conciencia de la necesidad de cambiar estilos de vida, de producción y de consumo, con el fin de contrarrestar el calentamiento global que tiene, entre sus principales causas, el uso generalizado de combustibles fósiles”.
En esta nueva “carta apostólica” Bergoglio “pontifica” que “la humanidad dispone de los medios tecnológicos necesarios para afrontar esta transformación ambiental y sus perniciosas consecuencias éticas, sociales, económicas y políticas y, entre ellas, la energía solar juega un papel fundamental”.
Resumiendo, este “papado” es un chiste.
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