jueves, 20 de febrero de 2020

LA IMPOSTORA DE COIMBRA: IDEAS CONTRARIAS A LAS DE LUCÍA

Las antiguas afirmaciones de la auténtica Sor Lucía son tan contrarias a las que se han publicado hasta ahora que es legítimo preguntarse: ¿no nos habrán puesto en su lugar a una falsa Lucía para acreditar a las autoridades romanas en su traición? 

Hagamos un recuento, en primer lugar, de las contradicciones más graves entre las declaraciones de la antigua y la nueva Sor Lucía. 

Cabe señalar que no solamente se trata de cartas o falsos documentos atribuidos a sor Lucía, sino que son incluso declaraciones hechas por boca de una persona reconocida como “Hermana Lucía” y esto además grabado y filmado en presencia de testigos. 

La cosa es mucho más grave. La impostura ha llegado a tan gran dimensión que la gente no se atrevería a creer en un engaño tan monstruoso! 

“Torrentes de iniquidad inundan la la tierra” como dijo San Luis María Grignon de Montfort en su “Oración abrasada”… 

¿Qué diría hoy, cuando el diablo ha escalado hasta llegar a la sede de Pedro en Roma? Pero entonces, ¿que ha pasado con la Hermana Lucía? 

Después de comparar las declaraciones antiguas y recientes de la que se nos presenta como “Sor Lucía”, es fácil concluir que algo muy sospechoso ha pasado alrededor de ella.

Si nos limitamos a presentar hipótesis, sólo dos son posibles: o bien la verdadera Lucía sufría de demencia senil o había sido drogada. Pero si fuera éste el caso, sus palabras serían más o menos incoherentes. Lo cual no es ciertamente el caso, ya que todas ellas van en la misma dirección: aprobación y elogios a todo lo que hace Roma y devoción por Juan Pablo II

No se comprende que la auténtica Sor Lucía haya podido trenzar mentiras sobre mentiras al tratar sobre graves materias , incluso aunque estuviera bajo obediencia de autoridades religiosas, cuando ya estaba al borde del fin de su vida, y que además había visto el infierno cuando era niña, y con una madre que no toleraba en sus hijos las mentiras. 

Pero aunque fuera este el caso, no la hubiéramos visto sonreír: Sor Lucía no estaba acostumbrada a desempeñar papeles de actriz. Tampoco hay que contemplar la posibilidad de que practicara una obediencia ciega a unas autoridades que querían destruir el mensaje de Fátima. 

La segunda hipótesis sería la siguiente: la verdadera Sor Lucía fue “metida en el armario” plegada a los deseos del actual Vaticano y a quien sólo se mostraba en algunas ocasiones importantes en que la hacían aparecer en público. ¡Que ganga para el Vaticano contar con esta cobertura manipulada en grado sumo para acreditar su superchería y su traición a los fieles católicos! 

Un indicio que viene a corroborar esta hipótesis (y por supuesto también sus contradicciones increíbles): el rostro de esta supuesta “Sor Lucía” tenía pocas arrugas y por tanto, no parecía ser la edad de la real Sor Lucía, que ya habría cumplido más de 90 años (nacida en 1907).

La interpretación hecha por el Vaticano es perfecta: ¡Juan Pablo II es el papa que anunciaban las profecías! Ni hablar de hacer el menor reproche, ni hablar de hacer la menor la menor reserva o suspensión de juicio. Todo lo que hace el Vaticano es perfecto y está de acuerdo con las demandas de la Santísima Virgen. 

En este contexto Juan Pablo II ha sido el “papa mártir profetizado”. ¡Todo es demasiado grande para ser real!

Pasemos ahora al preciso análisis de las declaraciones de la antigua y de la nueva Sor Lucía, comparándolas entre sí. ¡La superchería salta a los ojos!

Vamos a comenzar por las declaraciones de la verdadera Sor Lucía(en azul). A continuación, en el párrafo siguiente, las nuevas declaraciones, contradictorias y mendaces de la nueva Sor Lucía (en violeta). ¡Cualquier comentario sobra! 

Respecto del año 1960: Sor Lucía respondió al canónigo Barthas que le preguntaba (en presencia del obispo de Leiria) por qué había que esperar hasta el año 1960.

- “Porque la Santísima Virgen lo quiere así”. 

Lucía afirmaba que Nuestra Señora quiere que que sólo se pueda publicar a partir de 1960

El 27 de abril 2000, Monseñor Bertone preguntó a la supuesta hermana Lucía: “¿Por qué sólo después de 1960? ¿Es la virgen la que ha señalado esa fecha?”

Ella respondió: “No fue Nuestra Señora, sino que fui yo quien puso la fecha de 1960 porque, según mi intuición, antes de 1960, no hubiera sido comprendido, sólo se comprendería después. Ahora podemos comprenderlo mejor”.

Lucía con con el obispo da Silva el día de sus votos

¿Visión o palabras de la Santísima Virgen?

En los documentos del proceso canónico, se habla del “secreto” por primera vez en el interrogatorio de Lucía, en la investigación de 1924. Al relatar la aparición de 13 de julio, la Hermana Lucía dijo: “Entonces la señora nos dijo unas pocas palabras (palavrinhas) recomendando que no lo dijéramos a nadie, sólo a Francisco”. Francisco, recordemos, no podía oír las palabras, pero lo veía todo. El Cardenal Ottaviani, quien leyó el texto, dijo después de leerlo: “Ella escribió en un pedazo de papel lo que la Virgen le dictó para decírselo al Santo Padre”.

En Roma, el padre Schweigl, jesuita austriaco (1894-1964), profesor en la Universidad Gregoriana y Russicum, que decidió viajar a Portugal para llevar a cabo una investigación exhaustiva de Fátima, fue encargado por el Papa Pío XII para una misión secreta con la hermana Lucía. El 2 de septiembre 1952, interrogó a la Hermana Lucía en el Carmelo de Coimbra. Aunque el Santo Oficio no permitió la publicación de esta entrevista, a su regreso al Russicum el Padre Schweigl confió a uno de sus familiares que lo interrogaron sobre el Secreto: “No puedo revelar nada de lo que supe en Fátima sobre el Tercer Secreto, pero puedo decir que tiene dos partes: una se refiere al Papa. La otra, lógicamente, aunque no debo hablar de ello, debe de ser una continuación de las palabras que Portugal se conservará siempre el dogma de la Fe”

Ahora, he aquí,lo concerniente al tercer Secreto, la versión de la pretendida Sor Lucía en su encuentro con Mons. Bertone el 27 de abril de 2000: “Yo escribí lo que vi, la interpretación no me concierne, concierne al papa”. Esto ha sido confirmado por Mons. Bertone: Sor Lucía participa de la interpretación según la cual “la tercera parte del Secreto consiste en una visión profética (…) Ella reafirma su convicción de la visión…” 

La probable falsa carta manuscrita de 12 de mayo, acompaña al dossier del Vaticano para acreditar su versión. La pretendida sor Lucía, que en esa ocasión tiene una escritura muy diferente a la que se le conoce declara allí “La tercera parte del Secreto es una revelación simbólica...” 

A continuación, el texto de esta carta (sin entrada protocolaria y sin fecha ni lugar de su escritura), es la transcripción del Card. Bertone en mi traducción del portugués.

La tercera parte del secreto se refiere a las palabras de Nuestra Señora: “Si no, [Rusia] esparcirá sus errores por el mundo promoviendo guerras y persecuciones a la Iglesia. 
Los buenos serán martirizados, el Santo Padre tendrá mucho que sufrir, varias naciones serán aniquiladas (13-VII-1917). 
La tercera parte del Secreto [aquí la amputación del Cardenal: que tanto ansiáis conocer], es una revelación simbólica, que se refiere a este trecho del Mensaje, condicionada por el hecho de si aceptamos o no lo que el Mensaje nos pide”.
“Si atendieren a mis pedidos, Rusia se convertirá y tendrán paz; si no esparcirá sus errores por el mundo, etc…”
Porque no hemos atendido a este llamamiento del Mensaje, comprobamos, que se ha cumplido, y Rusia fue invadiendo el mundo con sus errores. Y si todavía no vemos como hecho consumado el final de esta profecía, vemos que caminamos en esa dirección con grandes pasos. 
“Si no nos convertimos del camino del odio, de la violencia y de la injusticia, atropellando los derechos de la persona humana, etc… 
Y no digamos que es Dios el que nos castiga , sino que son los hombres quienes para sí mismos se atraen el castigo. 
Dios solamente nos avisa y llama al buen camino respetando la libertad que nos dio. 
Por eso los hombres son responsables”.

El Cardenal Bertone se entrevista con “Lucía” para que ésta verifique la autenticidad del Secreto publicado en 2000

Copia de mis glosas a esta carta de la supuesta Lucía donde se remarca el contraste dramático entre los pensamientos de la nueva Lucía con los escritos de la auténtica Lucía: “La tercera parte del Secreto [texto amputado: que tanto ansiáis conocer] es una revelación simbólica [palabra que es casi seguro no utilizaría Lucía] [simbólico, justo como el secreto de 2000], que se refiere a este trecho (sic) [palabra nueva y nunca usada por Lucía que utilizó “coisas, partes y fragmento” del secreto completo y único en el que podían observarse tres partes] del Mensaje, condicionado por el hecho de si aceptamos o no lo que el Mensaje nos pide. Si no, [Rusia] esparcirá sus errores por el mundo, promoviendo guerras y persecuciones a la iglesia. Los buenos serán martirizados, el Santo Padre tendrá mucho que sufrir, varias naciones serán aniquiladas” (13-VII-1917). [O sea que, el tercer Secreto, en esta carta de Lucía, se refiere a las palabras de la Virgen en el segundo secreto; interpretación en contradicción con la de todos los analistas y con las declaraciones de los cardenales Ciappi y Oddi, que leyeron el secreto, pero coincidente en parte con la de los Cardenales Sodano y Ratzinger, que establecieron que el tercer Secreto se refiere al pasado, y que además convierte al Secreto en una visión que habría acompañado a la segunda parte. La misma que según el Cardenal Ratzinger tiene por palabra clave, la salvación de las almas. Pero añadiendo a continuación que esto ya no es así en la tercera parte. ¿Pero en qué quedamos? ¿Es una parte distinta con un tema distinto, o es la visión cuya explicación está en la segunda parte como dice el Cardenal Bertone?

Quizás lo que pasa es que es difícil mantener una mentira con consistencia y más si la inventan varias personas. 

¿Quién no ve la clara contradicción entre la explicación del Card. Ratzinger y la del Card. Bertone en cuanto al tema de la carta, que además se fundamenta en una carta con graves fallos y claramente contradictoria con otras declaraciones. 

“Si atendieren a mis pedidos, Rusia se convertirá y tendrán paz; si no, esparcirá sus errores por el mundo, etc…” [lo dicho, el “Tercer Secreto” no añade nada al “Segundo Secreto”, sino que es una “visión simbólica” que se explicaría por la segunda parte del Secreto. Uno esperaría que las visiones fueran antes de las palabras que las explican y no al revés”] 

“Porque no hemos atendido a este llamamiento [Las palabras que cita esta Lucía en esta carta son la continuación de otras palabras de NªSª y son estas “Para impedirla (la guerra) vendré a pedir la consagración de Rusia a mi Inmaculado Corazón y la comunión reparadora de los primeros sábados”, pero esta Lucía de la carta las aplica arbitrariamente a algo distinto como es el convertirse del camino del odio, de la violencia y de la injusticia, como dice más abajo, omitiendo intencionadamente las palabras de NªSª que preceden en el contexto. Lo cual es un fraude y una tergiversación, porque no hemos atendido a este llamamiento del Mensaje, porque comprobamos que se ha cumplido, y Rusia fue invadiendo el mundo con sus errores. Y si todavía no vemos como un hecho consumado al final de esta profecía, vemos que caminamos en esa dirección con grandes pasos. [Pero si el final de la segunda parte del Secreto al que se está refiriendo, es la profecía absoluta del triunfo del Corazón Inmaculado!] 

“Si no nos convertimos del camino del odio, de la violencia y de la injusticia” [En el Secreto, la Virgen pidió la consagración de Rusia a su Corazón Inmaculado y antes había pedido la devoción a su corazón Inmaculado para evitar esos males, pero no dijo nada de lo que dice aquí esta Lucía que ¡fue la que escribió la segunda parte del Secreto!. 

Esas tres cosas son muy actuales en la actualidad en el mundo y en la Iglesia, pero no se nombra el pecado y que además son cosas que la verdadera Lucía NUNCA usó “atropellando los derechos de la persona humana”. ¡Esto ya es de risa! ¡Qué actual y postconciliar! pero ajeno a los escritos de Lucía sobre la inmoralidad y la violencia [la misma glosa anterior. La violencia es un concepto muy usado y socorrido en la actualidad pero que no se encuentra en los escritos de Lucía]. 

“Y no digamos que es Dios el que nos castiga” [¡pues la Virgen pensaba eso de las guerras, como se dice en la 3ª y 4ª memoria en el mismo Secreto cuya explicación es esta visión: Dios va a castigar al mundo por su crímenes con el hambre, la guerra y la persecución a la Iglesia y lo dijo después la pequeña Jacinta como dicho por NªSª¡], “sino que son los hombres quienes para sí mismos se atraen el castigo. Dios solamente nos avisa y llama al buen camino” [Dios tan bondadoso no castiga sólo “amonesta y avisa”, en clara disonancia con la Escritura y con todos los escritos de Lucía, sobretodo de su 3ª y4ª memoria] “respetando la libertad” [no podía faltar la palabra clave conciliar] “que nos dio. Por eso los hombres son responsables” [por los males del mundo pero nada se dice de la responsabilidad del pecado ante Dios].

El contenido de esta carta es totalmente ajeno a las ideas, a las palabras y al estilo de Lucía, aparte de que tergiversa y falsifica el mensaje de la segunda parte del Secreto como he dicho en la glosa. 

Podemos preguntarnos ¿cómo es posible que Lucía diga esto al Papa, ya que ella sabía que el Papa guardaba y por tanto conocía el Secreto, como los Papas anteriores? 

Esta carta mírese como se mire es una patente y grosera falsificación

Por eso el Cardenal amputa esa frase reconociendo implícitamente su inautenticidad, dada su inverosimilitud Por otra parte, esa frase, en carta dirigida al Papa olvida el tratamiento portugués usado con el Papa “Sua Santidade” y que Lucía siempre usaba en sus cartas cuando se refería al Papa escribiendo “A Sua Santidade”. Incluso en la carta que dirigió al Papa Pío XII de 22-10-1940 por dos veces se dirige al Santo Padre con el tratamiento de Sua Santidade. ¿Tan pronto cambió Lucía de hábitos para tratar al Papa Juan Pablo II, con el vos de esta carta? ¿Ni siquiera con el Vosamecé que utilizó con la Señora de su aparición y en carta al Rdo. Padre Aparicio?

Además, en la carta, como veremos, se escriben conceptos muy alejados del sentir conocido de Lucía, como son “Persona humana con sus derechos”, “Libertad”, “Se niega que Dios castigue nuestros pecados” [en patente oposición a las dos primeras partes del “Secreto” de Fátima en que la Sma. Virgen dice que Dios va a castigar al mundo por sus crímenes y con las manifestaciones de su querida primita Jacinta que declaró como dicho a ella por la Virgen que las guerras son el castigo de Dios por nuestros pecados] “sino que es el hombre quien se busca las consecuencias del pecado frente a un Dios bondadoso que nos llama y avisa”.

Todo esto es algo en clara contradicción con los escritos y cartas de la verdadera Hermana Lucía e incluso del mensaje fatimista expuesto en las “Memorias”. Ya no se trata de caracteres de escritura, tan diferentes, sino de ideas teológicas en patente contradicción con la aparición de Fátima. La crítica interna de esta carta demuestra que es una coartada del Secreto publicado por el Vaticano en 2000 y también que la interpretación que da del “Tercer Secreto” favorece la explicación dada por los Cardenales Sodano y Ratzinger el 26 y 27 de Junio de 2000 sobre el Secreto publicado.


Consagración de Rusia

Sor Lucía siempre ha afirmado que la Virgen de Fátima nunca pidió una consagración del mundo, sino sólo la “Consagración de Rusia”. El padre Humberto María Pascual, quien ha escrito varios libros sobre Alexandrina de Balasar, quería tener una confirmación por escrito de este punto importante, de boca de la hermana Lucía. Entonces le escribió una carta con la siguiente pregunta: 

-“Nuestra Señora ¿Alguna vez habló de la consagración del mundo a su Inmaculado Corazón?”

Sor Lucía respondió a esta pregunta en una carta de fecha 13 de abril de 1980 (¿Pero era la verdadera Lucía? o hubo tres Lucías siendo la última la que llamamos falsa?): “respondiendo a su pregunta le dejó claro lo siguiente: Nuestra Señora, en Fátima, en su demanda, sólo se refirió a la consagración de Rusia. En la carta que escribí al Papa Pío XII, por indicación de mi confesor, pedí la consagración del mundo, con mención explícita de Rusia… para tener más posibilidades de ser oída”. [El término “explícito” en el diccionario: enunciado formal, completo, claro] .

Ahora, he aquí la impresionante versión de la nueva Lucía de fecha 11 de octubre de 1992 en una entrevista con Carlos Evaristo, quien expresó más tarde su dudas de que hubiera hablado con la verdadera Lucía (lo que le valió la hostilidad de todo el mundo), en el Carmelo de Coimbra, con el Padre Pacheco, el obispo Antonio Michaelappa y el cardenal Padiyar.

Pregunta: “¿La consagración [de Rusia] fue hecha por el Papa Juan Pablo II,el 25 de marzo de 1984?”

Respuesta de la supuesta hermana de Lucía: “Sí, sí, sí”

Pregunta: “Pero Nuestra Señora no dijo que Rusia se mencionara específicamente?”

Respuesta de la supuesta hermana Lucía: “Nuestra Señora nunca ha exigido que Rusia fuera mencionada específicamente por su nombre. (…) Lo que cuenta es la intención del Papa”

Y en una segunda entrevista del 11 de octubre de 1993, un año más tarde , dijo de manera similar: “Tenemos que escuchar al Santo Padre. El Santo Padre ha hecho una consagración. La consagración se hizo (…) La Virgen no dijo que el Santo Padre tuviera que pronunciar la palabra Rusia…”

Pregunta: ¿Debe ser publicado el 3º Secreto? ¿A quien estaba destinado? 

La verdadera Lucía sobre esto había dicho: “Yo he comunicado la tercera parte del Secreto en carta dirigida al señor Obispo de Leiria, Monseñor da Silva. Pero no puede ser revelada antes de 1960 (En la entrevista con el P. Jongen, el 3 y 4 de febrero de 1946). 

Como el obispo rehusara abrirlo Lucía dijo “Le he hecho prometer que fuera abierto y definitivamente leído al mundo a su muerte (de Lucía) o en 1960”. 

Pero la nueva Lucía ha dicho: “No fue Nostra Señora, sino que fui yo quien puso la fecha de 1960 porque, según mi intuición, antes de 1960, no hubiera sido comprendido, sólo se comprendería después. Ahora podemos comprenderlo mejor”

En la entrevista de 1992 en el Carmelo de Coimbra, ya citada, por Carlos Evaristo, le fue preguntado: “¿Dios y NªSª quieren que el Secreto sea revelado? 

Alucinante respuesta de la nueva Lucía: “El tercer Secreto no ha sido dado para ser revelado. Ha sido destinado solamente al Papa y a la jerarquía inmediata de la Iglesia”.

Pregunta: ¿Pero NªSª no había dicho que el Secreto debía ser revelado a más tardar en 1960?

Respuesta: NªSª nunca ha dicho eso. NªSª ha dicho que era para el Papa. El papa puede revelarlo si lo desea, pero yo le aconsejo que no lo revele.

Pregunta: “Entonces el Secreto ¿no era para la gente, sino para el papa?”

Respuesta de la nueva Lucía: ¡SÍ!

En una entrevista citada de 1993, también con el periodista Carlos Evaristo sobre la consagración hecha por Juan Pablo II, en 1984, la nueva Lucía ha dicho: “En 1982 el papa actual (JPII) ha hecho la consagración en Fátima... pero como le faltaba la unión de todos los obispos… después en 1984 el papa Juan Pablo II ha enviado una invitación a todos los obispos para que se unieran a él y participaran de la consagración que tuvo lugar el 25 de marzo... y esta consagración ha sido aceptada por NªSª. NªSª jamás ha dicho que específicamente se nombrara a Rusia. Lo que cuenta es la intención del papa”

Según Laurent Morlier, cuando se pregunta desde cuando apareció la suplantación, esta arranca alrededor de 1982 cuando apareció la carta falsa comentada por el Cardenal Bertone, según siempre el testimonio Vaticano (hay que recordar la carta de 1980 al biógrafo de Alexandrina de Balassar, P. Humberto Pasquale, citada en este post, que me hizo dudar en nota que fuera la auténtica Lucía pero que se contradice también con la nueva Lucía).

Yo no coincido con esta opinión. Hay una foto poco conocida de 1963 en la que aparece una supuesta Lucía algo entrada en carnes y que además tiene una muy buena dentadura. En realidad se parece poco a la verdadera Lucía pero tampoco se parece a la falsa Lucía que conocemos. He aquí la foto de 1963:

Lucía, dorotea, antes de entrar en el Carmelo, probablemente en 1946

Esta es la portada de un libro publicado en 1963. Aparece una Lucía que no es la de 1946, pero que tampoco parece ser la de 2000



La primera foto es de 1946. Las otras dos 1963 y 1967. Estas dos se parecen más a la última Lucía de 2000. Pero sus dientes eran mucho más grandes y casi perfectos. Comparada Con la Lucía de 1946 es muy distinta. Sobretodo sus dientes. Pero tampoco se parece a la Lucía de 1990 y 2000. Sobretodo en los dientes. (A menos que hubiera perdido sus perfectos dientes- una prótesis- y se hubiera puesto una dentadura de dientes pequeños y feos. Pero no parece que la Lucía de 1990 lleve dientes postizos con aquellas encías enrojecidas y retractadas. ¿Y si hubiera habido dos suplantaciones? Pues parece que sí.

¿Es la misma Lucía que la de 1967?

La de 1967 se cambió los dientes poniéndose otros pequeños, feos pero que parecen naturales

Esta última hipótesis-el que haya habido dos suplantaciones, confieso que me hace reír. En un primer momento Lucía fue suplantada por una monja discreta que respetaba las declaraciones anteriores. Después fue reemplazada por una jovial, sonriente y postconciliar “Lucía”. Esta última estaba entregada a la mayor gloria de Juan Pablo II. Y para ello no tenía ningún escrúpulo.

Después de armar este rompecabezas una cosa está clara: NOS HAN MENTIDO. Como dice Morlier “Torrentes de iniquidad inundan la tierra!

Todo este asunto es tan dudoso que a veces me pasa que ¡NO ME LO PUEDO CREER!

Lucía más joven- en 1930- que la de las fotos conocidas





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