El último capítulo del culebrón “Las cismáticas de Belorado” nos trae algunos titulares de los medios de desinformación como los que puedes observar...
En un mundo de mentiras, donde es difícil encontrar la verdad, lo mejor es recurrir a las fuentes, a los propios interesados, en este caso, las interesadas.
Este tema trae muchos interrogantes. ¿Por qué los medios ponen tanto énfasis en la palabra “cismáticas”? ¿Por qué todos han publicado que “decidieron irse de la Iglesia católica”? ¿Por que no usan las palabras que estas Hermanas usaron: “nuestra comunidad, saliendo de la Iglesia Conciliar, pasa a formar parte de la Iglesia Católica”? ¿Por qué las definen como unas mujeres interesadas que lo único que pretenden es comprar o vender una propiedad? ¿Los “medios” no se han enterado que “el Vaticano” ha cerrado innumerables conventos y monasterios con diversas excusas para apropiarse de los inmuebles que luego acaban siendo vendidos al mejor postor para terminar convirtiéndose restaurantes, clubes, hoteles o discotecas? ¿Por qué los “medios de comunicación” están tan obsesionados con el presunto obispo Rojas y su colaborador?
¿Tanta calumnia y mentira para que nadie hable del tema principal? ¿Tantas acusaciones falsas para ocultar la raíz del alejamiento de estas Hermanas? Miente, miente que algo queda... (Joseph Goebbels)
Hay temas prohibidos que no se pueden cuestionar. El Vaticano II, por ejemplo. Hacerlo sería ser “negacionistas” (que sólo eso les faltó llamarlas a estas pobres monjas). ¿Tantos “eruditos católicos” cuestionándolas cuando ni siquiera se han tomado el tiempo de leer su Manifiesto Católico? ¿Tanto miedo tienen de ver la verdad? ¿Tanto temor de la “jerarquía vaticana”? Parece que es más fácil ensuciar que aclarar.
En su comunicado del 13 de mayo, ellas alertaron sobre esto: “Nos van a denominar herejes y cismáticas, locas y muchas cosas más, muy calumniosas y desagradables, no los creáis, al menos por esta vez, que no os engañen...”
Yendo otra vez a las “noticias” publicadas el 26 de junio, al finalizar la segunda hoja del reciente comunicado, las Hermanas dicen: “No se ha producido la expulsión de nadie de nuestras instalaciones por la fuerza, pues tan solo se ha comunicado nuestro deseo al Sr. D. Pablo de Rojas, de cuya jurisdicción nos apartamos, y al Sr. D. José Ceacero para que abandonasen el convento, actuando ambos de forma voluntaria y sin ningún tipo de coacción por parte de las abajo firmantes ni de ninguna otra persona, de manera que a día de hoy caminamos libres y solas en defensa de la Fe Católica”.
En su comunicado del 13 de mayo, ellas alertaron sobre esto: “Nos van a denominar herejes y cismáticas, locas y muchas cosas más, muy calumniosas y desagradables, no los creáis, al menos por esta vez, que no os engañen...”
Yendo otra vez a las “noticias” publicadas el 26 de junio, al finalizar la segunda hoja del reciente comunicado, las Hermanas dicen: “No se ha producido la expulsión de nadie de nuestras instalaciones por la fuerza, pues tan solo se ha comunicado nuestro deseo al Sr. D. Pablo de Rojas, de cuya jurisdicción nos apartamos, y al Sr. D. José Ceacero para que abandonasen el convento, actuando ambos de forma voluntaria y sin ningún tipo de coacción por parte de las abajo firmantes ni de ninguna otra persona, de manera que a día de hoy caminamos libres y solas en defensa de la Fe Católica”.
Y tú, ¿a quién le crees? ¿A la prensa amarillista o a las interesadas?
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