viernes, 21 de abril de 2023

LA TRADICIONALIZACIÓN DE LOS JÓVENES SACERDOTES

El abismo se ensancha entre Roma y los obispos que aplican su política de represión, por una parte, y los jóvenes sacerdotes y sus fieles, por otra. 


Desde la aparición de Traditionis custodes, un grupo importante de fieles parisinos comenzó a manifestarse todos los sábados frente a la nunciatura y luego frente al arzobispado, rezando el rosario, y pidiendo la “paz litúrgica”, que se vio quebrada por el nuevo documento del papa Francisco. Es uno de ellos quien escribe esta breve reflexión.

Cada vez es más evidente que las filas se están moviendo en la Iglesia. En el plano muy concreto de nuestras manifestaciones piadosas ante el arzobispado, puedo asegurar, sin dar datos concretos, que no son sólo laicos los que se detienen a animarnos, sino también sacerdotes: “¡Aguanten! Sigan!”. Porque en este clima eclesiástico de fracaso desde el punto de vista moral (no hablo de los escándalos de la moral, sino de la forma lamentable en que son tratados por los jerarcas), de la fe, de las vocaciones (sólo tres nuevos seminaristas en 2022 en la diócesis de París, número que se ha conservado durante mucho tiempo), de la práctica en las parroquias, es que los sacerdotes de las generaciones más jóvenes se sienten muy cerca de nosotros.

La semana pasada cité este artículo de la página web de BFMTV del 9 de abril, en el que se señalaba que “Ganan terreno los tradicionalistas en la Iglesia”. Por otro lado, un artículo de Jean-Marie Guénois, publicado en Le Figaro el 20 de abril, se titula “Cómo los sacerdotes jóvenes quieren sacar a la Iglesia de la crisis”, es también particularmente interesante. Allí, evoca la emoción muy significativa provocada en el clero joven por la muerte del padre Cyril Gordien, párroco de Saint-Dominique, en el distrito XIV de París, ejemplo típico de “nuevo sacerdote”, que en su testamento espiritual no tuvo pelos en la lengua para denunciar todo lo que sufrió por parte de sus cohermanos y de su jerarquía (véase aquí la carta 927 bis de Paix Liturgique del 23 de marzo de 2023).

J.-M. Guénois entrevistó a doce sacerdotes de menos de cincuenta años, párrocos en diversos ambientes. Señalo lo siguiente de entre sus afirmaciones: “Al menos una cuarta parte de los jóvenes ordenados sacerdotes tienen una mentalidad más bien clásica, incluso tradicionalista. Los de la generación de 1968, que son más bien progresistas, no lo pueden comprender”. Y relata esta confidencia de un sacerdote de la diócesis de Cahors: “Si hoy siento algo que me molesta, es la cuestión litúrgica. Habíamos llegado a una situación pacífica con los sacerdotes tradicionalistas y todo iba bien. Comprendemos que Roma no quiera que aparezcan grupos con preferencias particulares, pero las nuevas restricciones nos ponen las cosas más difíciles”. Yendo aún más lejos, este sacerdote que permanece en el anonimato, dice: “Cuando miramos a Roma, que siempre ha sido una protección, un faro, una tierra firme, nos dicen: ‘No queremos más sacerdotes como tú’. Tienes que justificar que llevas un cuello romano. Nos da la impresión de que el papa no nos entiende y de que no le gustamos”.

El abismo se ensancha entre Roma y los obispos que aplican su política de represión, por una parte, y los jóvenes sacerdotes y sus fieles, por otra. En cuanto a la Liturgia Tradicional, ¿deben los jerarcas estar tan cegados como para creer que un día podría desaparecer y que es necesario, en el mejor de los casos, manejar sus últimos años? ¿De qué creen que hablan los obispos de Francia cuando se reúnen? ¿De las misas dominicales a las que no asiste nadie? ¿De los seminarios vacíos? No. Hablan del número cada vez mayor de tradicionalistas. ¿Cuáles son las informaciones procedentes de Francia que más llaman la atención en los Dicasterios romanos del Culto Divino, de los Obispos, del Clero? Las relativas a la “tradicionalización” del clero.

Antes de Summorum Pontificum, celebrando la Misa Tradicional en Santa Maria Maggiore el 24 de mayo de 2003, el cardenal Castrillón afirmaba: “El antiguo rito romano conserva, pues, su derecho de ciudadanía en la Iglesia dentro de la multiformidad de los ritos católicos latino y oriental”. Después de Traditionis custodes, esto sigue siendo verdad, y más aún en la medida en que la reanudación de las persecuciones de la Misa Tradicional ha subrayado su importancia. Repito, los tiempos están madurando: una nueva generación de sacerdotes, muy motivada, le abre las puertas y se apoya en el antiguo rito de la iglesia romana.


Wanderer



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