Por Leonardo Guerra
La respuesta es sí. Todas son piezas de un mismo mosaico. Un único plan global de múltiples capas, destinado a atacar a la Humanidad, a las grandes civilizaciones y a eliminar el Espíritu que las impregna y las generó, la verdadera identidad de nuestros pueblos. Se reconoce, además, la misma "impronta mental" en cada acontecimiento socialmente traumático de las últimas cinco décadas, incluyendo el coს1d, la terapia génica engañosamente llamada "სαcunα" e incluso en los flujos migratorios hacia Europa y la "guerra" en Ucrania.
Como en todas las demás 'Emergencias', ya anunciadas y financiadas (endeudadamente) por la Unión Europea con el “Plan Nacional de Recuperación y Resiliencia” (PNRR), en las que la salud es la última rueda del carro. Las encontramos enumeradas y planificadas en la Agenda 2030 de la ONU. Un plan que se hizo público ya en 1992 y que firmaron más de 170 países occidentales adheridos.
En los últimos 3 años de “emergencia sanitaria” hemos aprendido que el “estado de excepción” (creado por repetidas emergencias por diversos y variados motivos) es la verdadera ganzúa con la que estos “señores” han burlado, y probablemente seguirán burlando, las leyes, la constitución, la democracia, el parlamento, y el Palacio de gobierno que se ha convertido en su “guarida”. De hecho, han vaciado el Estado de sus procesos democráticos desde dentro, como hace un verdadero parásito, dejando sólo la cáscara exterior, para guardar las apariencias.
Con el terror y la propaganda difundida por los “grandes medios de comunicación”, han alterado nuestra percepción de la realidad, logrando convertir el miedo en consenso, aunque arrancado con engaños a la mayoría de los ciudadanos. Nos han sumido en un “tecnofeudalismo” en el que la “ciencia” gritada en la tele se ha convertido en la “nueva religión” y la tecnología en el nuevo “Becerro de Oro”.
Estos “feudos” tienen “murallas fortificadas” por el pensamiento único, la censura y el acoso constante a quienes se atreven a plantear dudas. Estas fortalezas se construyeron dentro de cada palacio de gobierno. Estas “mansiones”, gobernadas por vasallos sin escrúpulos (políticos y ‘científicos’) con la plena complicidad de los órganos del Estado. Todo esto desafiando los principios de cada pueblo, su cultura y sus valores, que en cambio, por su misión institucional, deberían proteger como el bien más importante. En cambio, están vendiendo no sólo los bienes materiales del estado y de nosotros los ciudadanos, sino también están vendiendo el estado del bienestar, nuestros ahorros, e incluso nuestros cuerpos, mentes y almas, incluyendo todos nuestros datos sensibles, engañándonos y embaucándonos continuamente.
Estamos ante una “demolición controlada y planificada” de nuestra civilización, de nuestra sociedad y del Espíritu que la alimentó y generó, de nuestra economía, de nuestro estado del bienestar, de nuestro Servicio Nacional de Salud y de nuestras escuelas, de nuestros jóvenes y, por lo tanto, del futuro de nuestras naciones.
Por eso, desde hace unos años, todos los hombres de buena voluntad que quieren buscar y encontrar la Verdad tienen todas las claves para interpretar los hechos, por pequeñas que sean, de forma clara y predictiva.
Reconstruyamos brevemente las etapas fundamentales de esta transformación antropológica y espiritual de las últimas décadas, a partir de que estos llamados “señores”, que no tienen nada de humanos, se guían por la razón y los intereses materiales (afán de poder sobre las masas) al servicio de una mente malvada. Estos no humanos están equipados con todos los conocimientos milenarios sobre la vida y la mente humana incluyendo sus cualidades y vulnerabilidades para explotarlas en su beneficio, por sus intereses no precisamente éticos. De hecho, han inculcado falsas ideologías y falsas “ciencias” para mantenerse exclusivamente en el poder y aumentar el diferencial de conocimiento con las masas.
“Los monstruos existen, pero son muy pocos para ser verdaderamente peligrosos. Más peligrosos son los hombres ordinarios, los funcionarios dispuestos a creer y actuar sin dudar”. Primo Levi
Luego, hemos visto aparecer movimientos como: ecologismo, black lives matter, lgbtqi+, “matrimonio” gay, adopciones gay, eutanasia, todos financiados no por casualidad por “filántropos” como Bill Gates, Soros y “empresarios exitosos”. Las solicitudes se aceptaron de inmediato y se incluyeron rápidamente en la agenda 2030 de la ONU.
Posteriormente, se produjo otro hecho fundamental, los teléfono Smart. SMART no significa en este caso: “rápido” o “elegante” como cree la mayoría de la gente porque tienen muchas funciones y son relativamente más “cómodos”. Pero el acrónimo significa Self Monitoring, Auto Reporting Technology, es decir, tecnologías que monitorean, generan y envían informes de forma automática y continua al proveedor del servicio. Esto se aplica a todas las herramientas SAMRT: televisores, PC, cámaras, etc.
Pero el efecto más devastador es el efecto: “aislamiento de personas”, incluso cuando están en una multitud. Esto desarrolla progresivamente la indiferencia hacia los sentimientos y la condición de los demás (cero empatía), una característica típica de los reptiles. Por lo tanto, ha cambiado la percepción de la sociabilidad que ahora coincide casi exclusivamente con mirar la pantalla del Smartphone en todos los grupos de edad de la población. Los jóvenes son su principal objetivo. Además, ha desaparecido cualquier forma de verdadera solidaridad. Sólo queda lo “políticamente correcto”, una especie de solidaridad dirigida a extraños, a los que no conocemos, los que están a miles de kilómetros de distancia, pero no hacia nuestro conciudadano a quien muchas veces lo vemos como un enemigo.
Manipulación sutil, de la que no te das cuenta. Todo guiado y pilotado de forma remota gracias a la IA, gracias a la enorme presencia de los SMART PHONE en la población. De hecho, alrededor de 3 mil millones de personas en todo el mundo poseen un teléfono inteligente. ¿Coincidencia?
Por lo tanto, quien diseñó estos instrumentos, repito de origen militar, lo hizo precisamente con ese fin: dividir y aislar, para poder controlar y fiscalizar y también golpear libremente al individuo conduciéndolo a la indiferencia con los que le rodean. También conocen una ley básica de la mente humana, a saber, que “la comodidad engendra conformidad” y, por lo tanto, consenso. Para ello, Silicon Valley ha invertido enormes sumas en este negocio militar.
Intenta hacer una prueba contigo mismo primero. Pregúntate si renunciarías a tu teléfono inteligente a cambio de tu libertad y salud. Luego, también pregunta y verifica entre tus conocidos cuántos y qué porcentaje de ellos estarían dispuestos a hacerlo. De los que yo entrevisté, ninguno, algunos me respondieron: “tendría que pensarlo”.
¿Por qué te hablo de los SMART Phones y la libertad? Porque el SMART Phone fue la principal herramienta de obediencia colectiva en la “emergencia” del coს1d. Lo fue y lo será en todas las ocasiones futuras, incluido el DNI Digital (nunca se activará). Es el verdadero custodio de las disposiciones a las normas sociales de los gobiernos en todas las fases del proceso de dominación absoluta sobre la humanidad (Agenda 2030 de la ONU) de estos “señores” que gobiernan este complejo militar-industrial transnacional. El diabólico plan totalitario se ha traducido ya desde hace muchos años en un “golpe suave” habiendo reclutado todos los aparatos de gobierno. El profesor Mattias Desmet no se equivoca cuando dice:
“El totalitarismo no es una coincidencia histórica. En última instancia, es la consecuencia lógica del pensamiento mecanicista y la creencia delirante en la omnipotencia de la racionalidad humana”.
La App del pasaporte internacional de სαcunαción, del pase verde de la Unión Europea (gestionado localmente por la Agencia Tributaria) que ha permitido y permitirá el seguimiento, garantizando también nuestra posición con respecto a las actualizaciones de სαcunαción, pronto se encontrará en el SMART Phone obligatoriamente, para requisitos gubernamentales y que a la vez rastreará nuestros contactos personales, vertiendo todos nuestros datos sensibles en una única base de datos centralizada en la que tienen y tendrán acceso más de 30 autoridades públicas locales (nacionales y regionales) y próximamente también todas las de la Unión Europea y no solo eso, quienes presiden la llamada “bioseguridad”.
De la misma manera, siempre con la misma herramienta, pronto rastrearán cuántas veces saldremos de nuestro radio de acción de 15 minutos en nuestras Ciudades INTELIGENTES, previstas por la Agenda 2030 de la ONU. Lo mismo ocurre con la “huella de carbono”, gracias a esta tecnología, de la que somos inseparables, limitarán nuestro consumo de energía y alimentos con la excusa de “salvar el planeta” y lo harán vía SMART Phone. Con el reconocimiento facial y nuestra biometría nos darán una “luz verde” o una “luz roja” si no cumplimos. Hasta potencialmente negarnos el acceso a todos nuestros servicios, incluidas las cuentas bancarias, cuando se introduzca el dinero electrónico. Todo basado en créditos sociales gestionados arbitrariamente por el gobierno, la Unión Europea y la OMS. El salto evolutivo del instrumento está previsto tanto para el microchip subcutáneo como para la interfaz PC-cerebro humano para poder leer de forma anticipada y continua nuestras emociones, es decir, nuestro consentimiento o disenso hacia el gobierno.
En conclusión, los teléfonos SMART son la primera generación de estas biotecnologías que ya, desde hace muchos años, nos llevan a vivir en el transhumanismo, sin que nos demos cuenta. Los efectos son medibles en la pérdida de capacidad de la mente humana de muchas personas que delegan todo en el instrumento, con la consiguiente pérdida de estructura y funcionalidad del cerebro y la mente.
¿Quieres, por lo tanto, intentar salir de este tecnofeudalismo que, con toda probabilidad, arrasará con la vida de nuestros hijos, de esta vida inhumana y de este totalitarismo 2.0? ¿Quieres evitar la identificación digital, el dinero electrónico, etc., etc.?
Organicémonos y planifiquemos juntos una breve verificación de esta posibilidad, entre hombres de buena voluntad. Evaluemos si una posible enajenación simultánea, a corto plazo y en bloque, preferiblemente al menos a 10 millones de personas, de nuestros teléfonos SMART puede servir para salir de esto o si también se necesita algo más. Y si es así, qué, dónde, cómo y cuándo. Entonces podríamos usar el teléfono plegable y volver, sobre todo, a ser dueños de nuestro destino. De esta forma, ya no alimentaremos, a través de las Apps con nuestros datos (incluidos los sensibles), a la "bestia" de la I.A. que así moriría de hambre, como sucedió en otras ocasiones. Debemos escapar del mal.
Muchas veces el verdadero problema somos nosotros, por el apego que hemos desarrollado no solo con los objetos que nos permiten una vida cómoda, que no nos hacen pensar, sino también con nuestros hábitos. Ya no somos capaces de desistir (proceso que fortalece y regenera el Espíritu) y elegir. Una vez que nos hayamos alejado de los hábitos nocivos y de la “bestia”, podríamos de esta manera volver a imaginar y re-planificar, para aquellos que estén interesados, una nueva vida Humana, fuera de las garras de estos demonios, quizás expulsándolos de vuelta de donde vienen.
Il Blog di Sabino Paciolla
Por lo tanto, quien diseñó estos instrumentos, repito de origen militar, lo hizo precisamente con ese fin: dividir y aislar, para poder controlar y fiscalizar y también golpear libremente al individuo conduciéndolo a la indiferencia con los que le rodean. También conocen una ley básica de la mente humana, a saber, que “la comodidad engendra conformidad” y, por lo tanto, consenso. Para ello, Silicon Valley ha invertido enormes sumas en este negocio militar.
Intenta hacer una prueba contigo mismo primero. Pregúntate si renunciarías a tu teléfono inteligente a cambio de tu libertad y salud. Luego, también pregunta y verifica entre tus conocidos cuántos y qué porcentaje de ellos estarían dispuestos a hacerlo. De los que yo entrevisté, ninguno, algunos me respondieron: “tendría que pensarlo”.
¿Por qué te hablo de los SMART Phones y la libertad? Porque el SMART Phone fue la principal herramienta de obediencia colectiva en la “emergencia” del coს1d. Lo fue y lo será en todas las ocasiones futuras, incluido el DNI Digital (nunca se activará). Es el verdadero custodio de las disposiciones a las normas sociales de los gobiernos en todas las fases del proceso de dominación absoluta sobre la humanidad (Agenda 2030 de la ONU) de estos “señores” que gobiernan este complejo militar-industrial transnacional. El diabólico plan totalitario se ha traducido ya desde hace muchos años en un “golpe suave” habiendo reclutado todos los aparatos de gobierno. El profesor Mattias Desmet no se equivoca cuando dice:
“El totalitarismo no es una coincidencia histórica. En última instancia, es la consecuencia lógica del pensamiento mecanicista y la creencia delirante en la omnipotencia de la racionalidad humana”.
De la misma manera, siempre con la misma herramienta, pronto rastrearán cuántas veces saldremos de nuestro radio de acción de 15 minutos en nuestras Ciudades INTELIGENTES, previstas por la Agenda 2030 de la ONU. Lo mismo ocurre con la “huella de carbono”, gracias a esta tecnología, de la que somos inseparables, limitarán nuestro consumo de energía y alimentos con la excusa de “salvar el planeta” y lo harán vía SMART Phone. Con el reconocimiento facial y nuestra biometría nos darán una “luz verde” o una “luz roja” si no cumplimos. Hasta potencialmente negarnos el acceso a todos nuestros servicios, incluidas las cuentas bancarias, cuando se introduzca el dinero electrónico. Todo basado en créditos sociales gestionados arbitrariamente por el gobierno, la Unión Europea y la OMS. El salto evolutivo del instrumento está previsto tanto para el microchip subcutáneo como para la interfaz PC-cerebro humano para poder leer de forma anticipada y continua nuestras emociones, es decir, nuestro consentimiento o disenso hacia el gobierno.
En conclusión, los teléfonos SMART son la primera generación de estas biotecnologías que ya, desde hace muchos años, nos llevan a vivir en el transhumanismo, sin que nos demos cuenta. Los efectos son medibles en la pérdida de capacidad de la mente humana de muchas personas que delegan todo en el instrumento, con la consiguiente pérdida de estructura y funcionalidad del cerebro y la mente.
¿Quieres, por lo tanto, intentar salir de este tecnofeudalismo que, con toda probabilidad, arrasará con la vida de nuestros hijos, de esta vida inhumana y de este totalitarismo 2.0? ¿Quieres evitar la identificación digital, el dinero electrónico, etc., etc.?
Organicémonos y planifiquemos juntos una breve verificación de esta posibilidad, entre hombres de buena voluntad. Evaluemos si una posible enajenación simultánea, a corto plazo y en bloque, preferiblemente al menos a 10 millones de personas, de nuestros teléfonos SMART puede servir para salir de esto o si también se necesita algo más. Y si es así, qué, dónde, cómo y cuándo. Entonces podríamos usar el teléfono plegable y volver, sobre todo, a ser dueños de nuestro destino. De esta forma, ya no alimentaremos, a través de las Apps con nuestros datos (incluidos los sensibles), a la "bestia" de la I.A. que así moriría de hambre, como sucedió en otras ocasiones. Debemos escapar del mal.
Muchas veces el verdadero problema somos nosotros, por el apego que hemos desarrollado no solo con los objetos que nos permiten una vida cómoda, que no nos hacen pensar, sino también con nuestros hábitos. Ya no somos capaces de desistir (proceso que fortalece y regenera el Espíritu) y elegir. Una vez que nos hayamos alejado de los hábitos nocivos y de la “bestia”, podríamos de esta manera volver a imaginar y re-planificar, para aquellos que estén interesados, una nueva vida Humana, fuera de las garras de estos demonios, quizás expulsándolos de vuelta de donde vienen.
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