Las esferas del Rosario son mucho más que sólo una forma de ayudar a llevar la cuenta de las Avemarías, Padre Nuestros y Glorias recitados. Cada una de ellas encierra un poderoso significado.
Da igual si están formadas de plástico, madera u otro material. Todas ellas al fluir entre los dedos de los devotos, desgranando una tras otra las Avemarías, se convierten en algo maravilloso que refiere el Beato fray Alano de la Rupe (Alain de La Roche) en su conocido libro intitulado De Dignitate Psalterii (De la dignidad del Salterio de María):
Piedras preciosas
El beato nos dice que esas pequeñas cuentas se transforman en piedras preciosas, excavadas desde la montaña de la contemplación. Una bella imagen que nos hace comprender lo importante que es gustar en el alma los misterios del Santo Rosario.
Granos de granizo
Compara también las bolitas del Rosario con los granos de granizo que caen del cielo contra los enemigos de la fe. Todos sabemos -dice el beato- que el rezo del Rosario es un arma contra Satanás y contra aquellos que quieren destruir nuestra fe, arrojando dudas y mala luz sobre nuestro Credo.
Piedras en la batalla
El beato se refiere también al texto de la Sagrada Escritura 1 Sam. 17, 49-50 cuando David derrota a Goliat. Porque al ser rezada, cada cuenta que fluye por nuestras manos es una pequeña pero poderosa piedra que expulsa a los filisteos del mundo (Satanás y sus seguidores).
Escalones de la escalera de Jacob
"Jacob salió de Berseba y fue a Jarán. Llegando a cierto lugar, se dispuso a hacer noche allí, porque ya se había puesto el sol. Tomó una de las piedras del lugar, se la puso por cabezal, y acostóse en aquel lugar. Y tuvo un sueño; soñó con una escalera apoyada en tierra, y cuya cima tocaba los cielos, y he aquí que los ángeles de Dios subían y bajaban por ella" (Gen 28, 10-12).
Cada cuenta del Rosario que se reza -enseña el beato-, es un paso hacia el cielo. Cada vez que rezamos el rosario damos 50 pasos. Al final nos encontraremos frente a la Puerta del Cielo (María Santísima) que nos llevará al Reino Bendito de Su Hijo.
A través de María podemos entrar en el cielo porque ella es la Puerta y Dios mismo lo ha establecido así. Recitando el Santo Rosario todos los días, tendremos la certeza de alcanzar fácilmente la fecundidad eterna, porque el Rosario nos ayudará a convertirnos amando a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a sí mismo.
Portaluz
Portaluz
No hay comentarios:
Publicar un comentario