domingo, 26 de diciembre de 2021

LEALTAD

Publicamos un Comunicado de los benedictinos de Taggia en el cual manifiestan su decisión de seguir siendo "custodios y testigos de la Tradición más antigua de la Iglesia". Y permanecer fieles a ella, cueste lo que cueste.


Tras el Motu Proprio Traditionis custodes del 16 de julio de 2021 y la responsa ad dubia de la Congregación para el Culto Divino del 4 de diciembre de 2021 (promulgada el 18 de diciembre):

Nosotros, los monjes benedictinos de la Inmaculada Concepción del Monasterio de Santa Catalina de Siena en Taggia, fundado el 1 de agosto de 2008 por monseñor Mario Olivieri, erigido como Instituto de Vida Consagrada de derecho diocesano el 21 de marzo de 2017 y transferido a la diócesis de Ventimiglia-Sanremo el 18 de noviembre de 2020 por decreto del obispo de la diócesis, monseñor Antonio Suetta, hemos prometido ser fieles a nuestra Constitución aprobada por la Santa Sede y sobre la que hemos emitido nuestros sagrados votos de religión. En particular, como se indica en el prólogo, nos hemos comprometido ante Dios y ante la Iglesia a conservar siempre "la liturgia de la misa, celebrada como rito propio, tanto dentro como fuera del monasterio, según la forma más que milenaria de la Santa Iglesia Romana y 'nunca abrogada' (motu proprio Summorum Pontificum), en su lengua latina y en canto gregoriano"; este solemne compromiso incluye el uso del antiguo ritual romano y pontifical, como lo demuestran las ceremonias de ordenación desde el inicio de nuestra fundación; todo ello por fidelidad a la teología católica formulada por el Concilio de Trento, que, al establecer definitivamente los "cánones" del rito de la Misa, levantó una barrera inquebrantable contra todas las herejías que pudieran socavar la integridad del misterio de la Santa Misa. 

Como afirmó públicamente Monseñor Antonio Suetta en la televisión el 24 de agosto de 2021, somos "custodios y testigos de la Tradición más antigua de la Iglesia". Es así, y no de otro modo, como permaneceremos fieles, cueste lo que cueste.

Por intercesión de la Virgen Inmaculada, que el Soberano Pontífice sea iluminado en su papel de Vicario de Cristo, para que la fe católica vuelva a brillar a los ojos del mundo y para la salud de las almas en su pureza y en la Liturgia Tradicional que es su garantía, y para que todos los asaltos del error y de la corrupción sean destruidos en la Santa Iglesia.

Taggia, 21 de diciembre de 2021, en la fiesta de Santo Tomás Apóstol.


Benedictins de Immaculee



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