sábado, 9 de octubre de 2021

FÁTIMA: LA DEVOCIÓN DEL PRIMER SÁBADO

Nuestra Señora prometió ayudar a todos aquellos que practiquen la devoción del primer sábado durante cinco meses consecutivos con las gracias necesarias para la salvación en la hora de su muerte.


Uno de los aspectos más importantes del mensaje de Fátima fue la petición de Nuestra Señora de la devoción del primer sábado. En la aparición del 13 de julio de 1917 en Fátima, Nuestra Señora les dijo a los niños: “Habéis visto el infierno adonde van las almas de los pobres pecadores. Para salvarlos, Dios quiere establecer en el mundo la devoción a mi Inmaculado Corazón... Vendré a pedir la Comunión Reparadora los primeros sábados”. Llegó expresamente con la petición de esta devoción cuando se apareció a sor Lucía el 10 de diciembre de 1925 en Pontevedra, España, donde se preparaba para la vida religiosa.


La devoción del primer sábado

Con la intención de reparar las ofensas contra el Inmaculado Corazón, se nos pide:

Ir a la confesión (puede ser 8 días antes o después, si se encuentra en estado de gracia)

Recibir la Sagrada Comunión (se puede recibir en una Misa anticipatoria el sábado por la noche)

Rezar cinco décadas del Rosario

Hacer compañía a Nuestra Señora durante 15 minutos mientras medita sobre uno o más de los misterios del Rosario.


Nuestro Señor le dijo a la Hermana Lucía que hay cinco formas en que las personas ofenden y blasfeman contra el Inmaculado Corazón de María. Estas blasfemias ofenden a Dios, porque ofenden la obra del Espíritu Santo en la creación y el papel de María en la historia de la salvación.

1. Delitos contra su Inmaculada Concepción - por negación o burla

2. Contra su Virginidad Perpetua

3. Contra su Maternidad Divina, negándose a aceptarla como Madre de toda la humanidad

4. Los que implantan en el corazón de los niños la indiferencia, el desprecio y hasta el odio contra esta Madre Inmaculada

5. Insultos dirigidos contra sus imágenes sagradas - ridiculizarlas y causarles daño.


La Gran Promesa

Nuestra Señora prometió ayudar a todos aquellos que practiquen la devoción del primer sábado durante cinco meses consecutivos con las gracias necesarias para la salvación en la hora de su muerte. Este no es un pasaje garantizado al cielo. Siempre se requiere nuestra cooperación con la gracia.


Práctica mensual como muestra de nuestra devoción

Nuestra práctica regular de los Primeros Sábados es un signo de nuestra devoción al Inmaculado Corazón y un deseo de nuestra parte de reparar las blasfemias contra ella. Nuestra Señora dijo en Fátima: “Mucha gente va al infierno porque no hay nadie que ofrezca sacrificios por ellos”

Practicar la devoción del Primer Sábado mensualmente expía sus pecados, consuela al Inmaculado Corazón de María y es un acto espiritual de misericordia. También nos ayuda a desarrollar el hábito de la confesión mensual, para ayudar en nuestro crecimiento espiritual.

Sor Lucía escribió sobre esta devoción: “Nuestra Señora presentó otro peldaño en la escalera de la salvación a sus hijos, cada vez más oprimidos por el pecado, para ayudarlos a vivir en la gracia de Dios. Fue una nueva invitación a la conversión por parte de una Madre que, afligida y preocupada por los peligros y temores que enfrentan sus hijos, los guía pacientemente por un camino más seguro”.


Cumplir con los requisitos cuando las oportunidades son limitadas

Se pueden practicar los Primeros Sábados de forma individual o comunitaria. El Rosario y la meditación de 15 minutos se pueden rezar en cualquier momento del día.

Si la Misa del sábado por la mañana no está disponible, puede ofrecer su Sagrada Comunión en la Misa de anticipación del sábado por la noche. No es necesario volver a asistir a la Misa el domingo. También puede ofrecer una Comunión espiritual en reparación al Inmaculado Corazón, si la Misa o la Sagrada Comunión no está disponible el primer sábado.


Comunión Espiritual

Jesús mío, creo que estás presente en el Santísimo Sacramento. 
Te amo sobre todas las cosas y deseo recibirte en mi alma. 
Ya que no puedo en este momento recibirte sacramentalmente, 
ven al menos espiritualmente a mi corazón. 
Te abrazo como si ya estuvieras allí y me uno totalmente a Ti. 
Nunca permitas que me separe de Ti.


Confesión

Nuestro Señor le dijo a Lucía que si la gente no puede confesarse el primer sábado, puede ser dentro de los 8 días, y “puede ser más largo, siempre que cuando Me reciban el primer sábado, estén en estado de gracia y tengan la intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María”.


Blue Army





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