Un grupo de católicos de la diócesis francesa de Toulon ha iniciado una campaña de recogida de firmas para pedir al papa Francisco que reconsidere su postura y permita las ordenaciones sacerdotales previstas en la diócesis
Por el momento, se han conseguido 10.384 firmas. Adjuntamos el mensaje que acompaña a la recogida de firmas:
“Santísimo Padre:
Nosotros, fieles de la Iglesia en Francia, nos enteramos con asombro y dolor de las prohibiciones que pesan sobre Monseñor Dominique Rey, obispo de Fréjus-Toulon y no comprendemos estas motivaciones.
Esta decisión que se ha tomado nos interpela profundamente, y nos conmociona, en primer lugar por los seminaristas privados de la ordenación sacerdotal.
Aunque lo acogemos con obediencia en la Iglesia, no lo entendemos, sobre todo por lo que sabemos de Monseñor Rey, su personalidad y su acción en su diócesis durante 22 años.
Es un obispo que dio, por su acción pero también por su personalidad, mucha esperanza para la renovación de la Iglesia de Francia.
Estamos gravemente preocupados por las consecuencias duraderas en las relaciones entre Roma y el pueblo cristiano de Francia, ya brutalmente sacudidas.
La diócesis de Toulon se une en torno a su obispo en un impulso misionero, como lo demuestra el éxito de las numerosas iniciativas nacidas en esta diócesis, en particular las que afectan a los más desfavorecidos o la edad media de los sacerdotes de 55 años; son signos de esperanza para toda nuestra Iglesia.
Claro que el obispo Rey no es perfecto, nadie lo es, pero es creativo, atrevido. Con su acción, Monseñor Dominique Rey trata de estar al servicio de la unidad de la Iglesia y procura que todos encuentren un lugar en ella. Muchos de nosotros hemos sentido su benevolencia. Ellos pueden dar testimonio de ello: mendigos, excluidos de todo tipo, ciudadanos de las periferias del mundo, son sus amigos. Era el que, más cerca del prójimo, iba a buscar la oveja perdida, a acoger al hijo pródigo.
Santísimo Padre, sin duda la decisión que se tomó contra los seminaristas y la diócesis está justificada por razones, pero lo que sabemos es todo el daño inmenso que las prohibiciones que pesan sobre Monseñor Rey, harán a la Iglesia en Francia.
No dejemos que se multipliquen las preocupaciones de los cristianos en Francia. Estemos en espíritu de fraternidad, de verdad, de escucha y de paz. En Esperanza, oramos”.
InfoVaticana
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